Análisis de redes empresariales y puertas giratorias en México: cartografía de una clase dominante público-privada

Cita: 

Aragón Falomir, Jaime y Julián Cárdenas [2020], “Análisis de redes empresariales y puertas giratorias en México: cartografía de una clase dominante público-privada”, Temas y Debates, Rosario, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, (39):81-103, 17 de junio, https://temasydebates.unr.edu.ar/index.php/tyd/article/view/458

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Junio 17, 2020
Tema: 
Viraje de las élites mexicanas entre el ámbito público y privado
Idea principal: 

Jaime Aragón Falomir es un becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y Profesor en la Université des Antilles en Francia. Por su parte, Julián Cárdenas es profesor en la Universidad de Valencia, España.


Ambos autores hacen una investigación acerca de las redes de élites empresariales y políticas en México. Esto con el fin de entender cómo están organizadas las élites mexicanas en el ámbito social y qué alcance tiene su influencia. Además de mostrar cuáles son estas principales élites de poder. Con base en esto, los autores proponen, por una parte, un esbozo de la cohesión interna de las élites empresariales por medio de un análisis de redes de interlocking directorales y “enlaces de propiedad”. Por otro lado, explican varios ejemplos relacionados con las “puertas giratorias” mediante la descripción de biografías y trayectorias.

Las conclusiones de dicho análisis vislumbran que las élites se encuentran enlazadas y que hay un grupo de actores que se mueven entre el ámbito público y el ámbito privado. Asimismo, ambos análisis revelan que las empresas o grupos económicos que pueden acceder al Estado por puertas giratorias se encuentran vinculados dentro de la red de interlocking directoral.

Introducción

Para iniciar con el análisis, los autores destacan el periodo de 30 años en el que Carlos Salinas de Gortari tomó posesión de la presidencia en México en 1988 y posteriormente se nombró a José Antonio Meade como candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2018. Ésto para resaltar que, durante dicho periodo, una red de sujetos empresariales logró tener acceso al poder político y un seguimiento en sectores económico-financieros. Cuestión que provocó el reconocimiento de Salinas de Gortari como “el padre del actual sistema económico político de México”. Sobre esta línea, Aragón Falomir y Cárdenas explican más a fondo a las élites y su manera de relacionarse con otras élites.

Cabe mencionar que, pese a que hay varios estudios sobre élites en México, hay discusiones al respecto que continúan surgiendo. Un ejemplo de esto puede verse cuando la autora Salas-Porras reveló un derrumbe de las redes empresariales en el año 2000 y otro se muestra en el estudio que hizo Cárdenas revelando su alta cohesión interna por medio de los consejos de administración.

Sin embargo, si bien lo que llaman puertas giratorias (el camino de los políticos hacia el sector privado o de los empresarios a la política), son tomadas en cuenta por algunos autores, otros no lo consideran importante. Tales debates causan dos preocupaciones. La primera radica en el supuesto de que exista solo una élite o clase dominante público-privada en México. La segunda se establece en medida que la primera sea cierta y si fuera el caso se plantea la duda sobre si ésta consistiría en una organización de redes cohesionada o no.

Para lograr responder a estas interrogantes, sería necesario que se hiciera un análisis considerando tanto a las élites políticas como a las élites empresariales. Éste debería estar fundamentado en datos empíricos que lleguen a una aproximación de redes para representar la construcción de una élite público-privada en México que abarcara desde el gobierno de Salinas de Gortari hasta el gobierno de izquierda de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018.

Ahora bien, continuando con la investigación de Aragón Falomir y Cárdenas, es relevante subrayar en cuanto al objeto de estudio de “las élites mexicanas” que sus relaciones serán examinadas en dos fases. En la primera, se hará un mapeo de ellas a través de los dos factores mencionados, inerlocking directorates y enlaces de propiedad, para saber cuál es su nivel de cohesión o dispersión en la economía. En la segunda se describirá cómo y cuándo estas élites iniciaron los flujos de puertas giratorias y cuál fue su desarrollo.

Con este propósito, se profundizará sobre algunos casos de actores que pasaron del sector público al sector privado. De esta forma, se identifican los conectores de redes político-empresariales revelando “el hecho de que un funcionario deje su puesto público para trabajar en el sector privado, beneficiándose de las distintas disposiciones que le permitan la movilidad como funcionario” (Rouban, 2010: 23). Asimismo, los resultados de dicha investigación lograrán mostrar cuáles son las estructuras sobre las que descansa la influencia del ámbito empresarial en la política.

Las élites en México

John Scott en Modes of Power and the Re-Conceptualization of Elites puntualiza que las élites “son aquellos grupos sociales que tienen y ejercen el poder, el cual es definido como el efecto causal de un actor sobre el comportamiento de otros”, (Scott, 2008). Se dice que los individuos que cuentan con más relaciones de poder podrán disciplinar a otros, ejerciendo su poder. Tales grupos reciben el nombre de élites. De acuerdo con el sociólogo francés, Luc Boltanski, el hecho de ejercer dominación implica que los sujetos deban estar esparcidos en un sitio, que ejecuten distintas actividades y que tengan poderes desiguales. En ese sentido, formar parte de la clase dominante consiste en estar convencido de que ésta se ejecuta en “redes deslocalizadas” y “dispositivos sociales complejos”. Entonces, las élites son analizadas en sus relaciones internas, pero con efecto externo fuera de su ámbito.

Desde la década de 1990, el estudio de las redes de aproximación teórica y metodológica replanteó el tema de las élites. Si bien anteriormente se habían añadido percepciones de redes como “integración” o “cohesión” para aplicarlas a las élites de poder, fue “a partir de la emergencia del análisis de redes y los programas informáticos asociados que se pudieron recolectar datos sobre los vínculos sociales y los espacios de pertenencia de las élites”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Después de la propagación de investigaciones acerca de las redes entre élites empresariales de 2000 a 2010 para plasmar la organización del poder económico, brotaron estudios empíricos sobre la forma en que estas redes impulsan la compresión de la influencia política de los grandes empresarios. Razón por la cual resulta importante analizar la organización social de las élites, hablando de estos grandes empresarios, pero también de sus lazos con el sector público. Esto, debido a que logran mapear las relaciones público-privadas y reconocer las estructuras que los respaldan.

La organización social de las élites empresariales

Así pues, en cuanto a las maneras en que se mezclan las élites empresariales, llámense directivos y accionistas de grandes empresas, los interlocking directorales y los enlaces de propiedad se refieren a los componentes que establecen estructuras estables y revelan las relaciones internas del poder económico. Los interlocking directorales “son relaciones entre empresas creadas por los directivos al pertenecer a varios consejos de administración”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020); mientras que los enlaces de propiedad “son relaciones entre grandes accionistas por tener inversiones conjuntas en las grandes empresas”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

La observación de los interlocking directorales y los enlaces de propiedad son herramientas que permiten conocer cuál es el nivel de cohesión o dispersión de las élites empresariales. Cabe mencionar que, las élites empresariales mexicanas han tenido un gran dominio en el ámbito político, así que el control de su organización interna muestra las formas de potencialidad de su poder empresarial.

A este respecto, los interlocking directorales funcionan como indicador relacional para analizar la manera en que las élites empresariales se encuentran interconectadas y ver las redes que configuran. Conviene subrayar que, las redes empresariales cohesionadas hacen más fácil la coordinación y acción colectiva de las interlocking directorales. Por lo que se refiere al otro enlace, interlocking ownership (enlaces de propiedad), se trata de un indicador racional que mide el nivel de unión o desunión entre las élites propietarias. “Cuando en una misma empresa hay más de un propietario significativo (que controle más de 5% del capital accionarial), se crea un enlace entre estos grandes accionistas”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

La incursión política de las élites empresariales en México

En el siglo XX, la contribución del sector empresarial en la política era incierta parecía que en un futuro duraría, pero sufrió cambios a finales de la década de 1980. Se dieron tres medios de implicación de las élites empresariales en el ámbito político. El primero fue búsqueda de lugares de elección sobre todo por medio del Partido Acción Nacional (PAN), partido con el cual el sector empresarial tenía puntos de vista ideológicos similares. El segundo fue el acercamiento de estas élites al gobierno del PRI, encabezado por Carlos Salinas de Gortari de 1988 a 1994 mediante la privatización de empresas públicas que favorecieron al empresariado. El tercero se trató de estrategias de lobbying por medio del Consejo Coordinador Empersarial (CCE) o el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.

Incluso, hubo un cambio en el listado de multimillonarios de la revista Forbes, pues en 1989, solo se mencionaba a un mexicano, el empresario de FEMSA, Eugenio Garza Sada. No obstante, Carlos Slim Helú, a pesar de no haber estado en el ranking, en 2005 se encontró dentro de los primeros lugares por más de 10 años. Tal aumento de grandes fortunas en México trajo como consecuencia que los hombres de negocios se independizaran económicamente del Estado, pese a que tuvieran oportunidad de postularse como “oposición política” en 2000 (con Vicente Fox).

Continuando con el tema político, conviene destacar que, en 1987, el partido que estaba en el poder, PRI llegó a un punto de ruptura en el que algunos actores inconformes fueron la oposición de su antiguo partido. Las elecciones terminaron con la toma de protesta de Salinas en 1988. En este punto, los autores Antonio Camou y Martín Labastida consideran que en este periodo era común que los políticos profesionales fueran remplazados por tecnócratas. Esto representa un éxito de la tecnocracia por encima de los políticos tradicionales. Esta cuestión aceleró el proceso de apertura democrática-electoral, puesto que el PRI fue forzado a ceder las gubernaturas de Baja California en 1989 y de Chihuahua en 1991 que finalizaron con la transición política de 2000.

Por consiguiente, puede observarse que en 1980 y 1990 hubo un cambio de diversos paradigmas en el sector empresarial y gubernamental, lo cual causó un reordenamiento interno y externo, transformando la vida político-económica del país. El grupo de empresarios se relacionó tanto con el PAN como con el PRI. Esta situación se dio al mismo tiempo que el inicio del proceso de democratización electoral que planteó un desafío para las élites de poder en el país.

Por su parte los autores Roderic Ai Camp y Peter Smith pronosticaron una transformación en las formas de reclutamiento de las élites mexicanas. Aunque las élites tradicionales hayan experimentado una ruptura en 1988, vista como una “revolución silenciosa”, igualmente se dio un “flujo de apertura actoral” que conllevó al acceso de tecnócratas-políticos al sector político. Y a pesar de que dicho fenómeno se haya extendido casi por toda la región de América Latina en la década de 1990, los autores consideran que en el caso de México se llevó a cabo incluso antes de su apertura democrático-electoral de 2000.

Tomando esto como punto de referencia, Aragón Falomir y Cárdenas se preguntan sobre el origen de los nuevos tecnócratas-políticos y si estos formaban parte de las élites empresariales. Aunado a esto, cuestionan si este grupo surgió como una élite o una clase dominante público-privada. Cabe destacar que, el análisis de la organización de élites empresariales y de ciertos casos particulares de “puertas giratorias” pueden contestar a estas interrogantes y mostrar un mapa de las élites en México.

Métodos y datos

A este respecto, los autores utilizaron dos métodos de estudio, el de redes para analizar las redes empresariales y el examen de trayectorias y biografías de los actores clave, destacando los enlaces público-privados de las élites. Con relación a éste, los autores escogieron a 50 mayores empresas mexicanas de 2014 sacadas de un listado de las 500 corporaciones más importantes de América Latina y se recabó información sobre los miembros de los consejos de administración y los grandes accionistas, que cuentan con más de 5% de las acciones, usando los reportes anuales de las corporaciones.

Para analizar las redes de interlocking directorales, los autores se basaron en los consejeros directivos que participaban en diversos consejos de administración. Y hablando de los enlaces de propiedad, los autores identificaron a los accionistas propietarios en más de una de las 50 compañías. “Mediante el uso del software UCINET 6, se construyeron matrices relacionales y se mapeó la red de interlocking directorales, así como la red de enlaces de propiedad”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Con relación a la aplicación de la prosopografía por los autores, ésta tiene la cualidad de brindar información sobre la composición social y las clases de relaciones entre las élites, las normas sociales y las prácticas culturales, reconociendo cómo transmiten la forma de ser y de ver al mundo. Así pues, los casos que escogieron los autores se tratan de actores que tuvieron puestos relevantes en el gobierno de Salinas de Gortari y que crearon un enlace con el sector privado desde el año 2000.

Resultados

Redes de interlocking directorales

Conviene señalar que, la gran parte de las 50 mayores empresas mexicanas que seleccionaron los autores se encuentran vinculadas entre sí al compartir miembros del consejo de administración. Así, en la primera figura del texto puede verse la red empresarial, en la que los nodos son las empresas y las líneas los directivos compartidos, (Figua 1). Este análisis se creó con el fin de comprender el nivel de unión de las empresas mexicanas por sus élites empresariales. Pero, para profundizar aún más en este nivel de cohesión de red empresarial mexicana, se hizo una comparación con investigaciones anteriores que usaron un método parecido. De esta forma, en la primera tabla del texto se vislumbra que los números más altos de unión en ciertos países se tratan de la red corporativa mexicana, (Tabla 1).

Con esto puede decirse que, las corporaciones mexicanas comparten directivos entre sus consejos de administración y por tanto constituyen una red cohesionada. Ésta se crea en el interior de la cápsula empresarial, pero también entre compañías de diversos grupos económicos o conglomerados. De hecho, las grandes empresas mexicanas no solo tienen de directores a miembros de la familia propietaria sino a otras familias. Aunado a esto, la conexión nacional entre estas élites traspasa las ciudades donde se sitúa la sede principal de las corporaciones. Un ejemplo de esto puede ser las relaciones directivas entre empresas que se encuentran en la Ciudad de México y empresas en Monterrey.

Es importante mencionar que, dicha cohesión dentro de las élites que ya ha sido estudiada con anterioridad es inigualable. Incluso, según los autores Aldo Musacchio e Ian Read a comparación de las élites corporativas brasileña, en el siglo XX las élites empresariales mexicanas estaban mucho más cohesionadas. A pesar de que Salas-Porras reveló una falta de fortaleza de las relaciones empresariales en los años 1981 y 2001, en el estudio que muestran Aragón Falomir y Cárdenas se ve que éstas están altamente unidas a nivel interno.

Redes entre propietarios de las grandes empresas

Por lo que se refiere a las redes entre propietarios de las grandes empresas mexicanas, éstas son estudiadas por los autores por medio de enlaces de propiedad. Según ellos, los propietarios o accionistas están interrelacionados si comparten el liderazgo de alguna de las grandes firmas. Con base en las 50 empresas elegidas, Aragón Falomir y Cárdenas tomaron en cuenta a los propietarios con más de 5% del capital accionarial de la compañía. Después, seleccionaron a aquellos que comparten acciones en alguna de esas 50 empresas establecidas.

Con tales datos, se creó una red de propietarios de las grandes compañías mexicanas. Así, en la representación que plasman los autores, los nodos revelan quienes son los propietarios y las líneas simbolizan las empresas en las que comparten propiedades, (Figura 2). Esto se trata de un análisis del nivel de cohesión entre los grandes accionistas de las compañías.

En este estudio de la red de propietarios de las grandes compañías mexicanas se mostró que realmente pocos propietarios comparten empresas entre sí. Así pues, la red de enlaces de propiedad se considera menos unida que la red de interlocking directoral. En ese sentido, se concluye que, “solo 11 propietarios invierten en varias de las grandes empresas. De estos 11 propietarios múltiples, 6 son empresas o individuos de origen extranjero, lo que implica que se produce una conexión entre la clase propietaria mexicana gracias a los inversionistas extranjeros”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Dicho descubrimiento muestra que, la cohesión de las élites empresariales en México se origina por medio de consejos de administración, pero no de la propiedad de empresas. El dominio de la propiedad continúa estando liderado por grandes familias mexicanas que se abre únicamente a grandes inversores extranjeros como Blackrock, La Caixa, Citigroup, o Aberdeen Asset Management.

Puertas giratorias

En este apartado Aragón Falomir y Cárdenas describen algunos casos de transiciones de servidores públicos al sector empresarial y viceversa ocurridos a partir del 2000 para enfocarse en las redes político-empresariales. La investigación plantea un muestreo para los estudios de caso de las principales secretarías de Estado. Éstas son la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Energía (SE) y la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), en un periodo de privatizaciones de 1988 a 1994, pues estas secretarias son los medios a través de los cuales se empieza la socialización.

El cliqué Pedro Aspe, Luis Videgaray, J. A. Meade, Peña Nieto

Una de las redes relacionadas con las puertas giratorias fue creada por Pedro Aspe Armella un economista mexicano que representó el proyecto económico durante el mandato de Salinas de Gortari de 1988-1994. Una vez que el economista ocupó su cargo en SHCP, tuvo como consejero a Luis Videgaray de 1992 a 1994. Posteriormente, en 1996 Aspe dejó su puesto público e instauró la consultora privada Protego con el fin de otorgar servicios de equilibrio en finanzas especialmente a gobiernos estatales y secretarías de Estado.

Conviene subrayar que, en 2001 el director de finanzas públicas de esta consultora fue Videgaray, el cual fue designado 4 años después como Secretario de Finanzas durante la gubernatura del Estado de México de Enrique Peña Nieto de 2005 a 2011. Después, cuando Peña Nieto tomó la presidencia y gobernó de 2012 a 2018, Luis Videgaray fue nombrado ministro de SHCP, cargo que ocupó de 2012 a 2016 y después canciller de la SER de 2016 a 2018. Más tarde, cambió puestos con José Antonio Meade que lideró la SRE de 2012 a 2015 reguló la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y finalmente fue ministro de la SHCP de 2016 a 2018, puesto que dejó para postularse como candidato a la presidenciaen 2018.

Por otro lado, 10 años después de su creación, la empresa Protego se unió con Evencore Partners en 2006. Este vínculo terminó en 2016 y la compañía Glisco Partners Inc apareció. No obstante, dicha empresa forma parte de las compañías que Paradise Papers revelaron por tener cuentas offshore ilegales en la isla de Barbados. Después de esta situación, Meade, en ese momento dirigente de la SHCP, le recomendó al gobierno que debía investigar a la empresa, pero se llegó a la conclusión de que tener capitales en las islas no resultaba ilegal.

Cabe resaltar que, Meade compartió aulas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, propiedad de Alberto Bailléres, con Videgaray, antiguo director de la Protego. Y durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, tanto Meade como Videgaray se encontraban en cargos importantes en el gabinete de dicho presidente. En ese sentido, puede verse la creación de un cliqué, “un grupo cohesionado de cuatro actores que ocuparon puestos de elevada importancia, se vincularon secretarios y presidentes (Videgaray, Aspe, Meade y Peña Nieto), secretarías (SHCP y SRE), consultoras (Protego), un gobierno estatal y la presidencia de la República Mexicana”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Luis Téllez

Otra red relevante a destacar es la que se formó alrededor de Luis Téllez Kuenzler. Su trayectoria fue la siguiente: de 1988 a 1990 fue tesorero de la SHCP, de 1991 a 1994 fue asistente en el Ministerio de Agricultura, de 1994 a 1997 fue jefe de la oficina presidencial y de 1997 a 2000 fue Ministro de Economía con el PRI como partido gobernante. Después, Téllez dio un salto del sector público al sector privado cuando trabajó en la firma estadounidense privada de capitales de inversión Carlyle Group de 2003 a 2006. Empero, en 2006 regresó al sector público y fue ministro de la SCT hasta 2009, con el PAN como partido gobernante. Asimismo, en 2006 Téllez fue elegido director de la consultora Sempra Energy del sector energético, (Dato crucial 1).

Más tarde, en 2009, Téllez renunció a la SCT y se volvió director de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de 2009 a 2014, bajo el mandato del PAN y del PRI. Cuando dejó el puesto en 2014, Téllez fue designado como “miembro independiente” del comité técnico del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP) en 2015. Esto formó parte de la Reforma constitucional en materia de energía del presidente en ese momento, Enrique Peña Nieto. Dicho fondo tenía la función de estabilizar y desarrollar al ámbito petrolero y dependía de la SHCP. Sin embargo, tras renunciar a la BMV, Téllez fue nombrado senior advisor de las oficinas en México del fondo de inversión internacional para la inversión de proyectos energéticos, KKR& Co, cuya sede se encontraba en Nueva York.

De esta forma, al mismo tiempo que Téllez era miembro independiente del FMP, en 2015 lideraba al grupo local de la consultora Fundación Everis, dirigida por Eduardo Serra, anterior Secretario de Defensa de Felipe González de 1984 a 1988 y José M. Aznar de 1996 a 2000. Asimismo, Téllez fue consejero de diversas compañías, entre ellas la minera Grupo México, la embotelladora-cervecera FEMSA, la consultora McLarty y el banco español BBVA Bancomer, por nombrar los principales ejemplos.

En conclusión, del apartado, Luis Téllez creo vínculos tanto en el sector público como en el privado, algunas veces al mismo tiempo. Esto lo hizo durante los gobiernos de los partidos PRI y PAN y los gobiernos de Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Igualmente, tuvo relaciones con empresas de fondos de inversión globales como KKR & Cia y Carlyle, consultoras del ámbito energético como Everis, Sempra Energy y McLarty, secretarías de Estado como SCT, SE y SHCP, un organismo público creado por el gobierno de Peña Nieto que fue el FMP, algunas empresas como Grupo México y FEMSA, con BBVA Bancomer y finalmente con la BMV, (Figura 3). Estas cuestiones permiten revelar que dentro de los sectores energéticos y hablando específicamente de los petroleros hay sujetos que pueden moverse fácilmente entre ambos sectores.

Los Subsecretarios

Por otra parte, algunos actores tuvieron cargos de subsecretarios en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Ésto, relacionados con la SHCP, dirigida por Pedro Aspe o la SRE, mientras el PRI controlaba la presidencia. Uno de estos actores fue el economista Francisco Gil Díaz, uno de los actores más importantes, pues luego de su colaboración con Aspe, se unió a la compañía de comunicaciones Avantel en la década de 1990 para posteriormente regresar al nivel más elevado del ámbito financiero a nivel público como secretario de SHCP de 2000 a 2006 bajo el mandato del PAN. Después, en 2006 regresó al sector de comunicaciones como Director General de Telefónica México. Igualmente, fue consejero de BBVA y BMV, liderada en ese momento por Téllez, (Tabla 2).

Cabe mencionar que, otros subsecretarios que trabajaron para Aspe también ocuparon cargos en el ámbito público y privado. Un primer ejemplo en este caso sería Juan Robolledo Gour que fue consejero de la presidencia de 1992 a 1994 y secretario privado de Carlos Salinas de Gortari. Posteriormente, fue asistente de las relaciones bilaterales con América del Norte de 1994 a 1997 y con Europa de 1997 a 2000 en colaboración con la SRE. Después, en 2001 fue designado vicepresidente del Grupo México y en 2003 director de Southern Cooper Corp (SCC), subsidiaria del Grupo México.

Un segundo ejemplo sería Enrique Berruga Filloy quien empezó su carrera política como consejero de Miguel de la Madrid de 1982 a 1988 y posteriormente fue responsable de prensa del gobierno en Washington y Londres de 1987 a 1990. Después, fue enviado a Dublín como Embajador de México en Irlanda de 1991 a 1992, para luego convertirse en secretario privado de la SRE de 1993 a 1994. Más tarde, en 1997 fue designado Embajador en Costa Risa hasta el año 2000 cuando regresó a SRE, dirigida en ese momento por Jorge Castañeda que estuvo en el cargo del año 2000 al año 2003. El último cargo público en el que estuvo Berruga fue de Embajador de México en la ONU de 2003 a 2007, puesto que dejó para convertirse en vicepresidente de Grupo Modelo en 2007, “una de las compañías cerveceras más importantes del país y recientemente comprada por la multinacional belga-estadounidense Anheuser-Busch InBev con sede en Lovaina, Bélgica”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Otro actor relevante es Antonio Ocaranza. El experto en asuntos corporativos trabajó en SRE, tomando el puesto de Berruga como representante diplomático en Washington tuvo la tarea de firmar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, período de duró de 1990 a 1993. Y después se convirtió en representante del gobierno mexicano en Canadá de 1993 a 1994. Posteriormente, estuvo vinculado con la oficina de información internacional del gobierno de 1995 a 1998. Luego, se retiró del sector público en 1998, para ser consultor de Public Strategies Mexico Inc hasta 2002 y liderar una de las empresas más importantes de México, la vidriera Vitro de 2002 a 2006. Después fue director de comunicación de Walmart.

El último caso a este respecto fue el de Pedro Cerisola que arrancó su carrera en Aeroméxico en 1990. El año siguiente entró a Teléfonos de México, una paraestatal privatizada por Carlos Salinas de Gortari y comprada por Carlos Slim en 1993. Cerisola estuvo en el puesto hasta 1999 cuando se volvió director de la SCT. Después, en 2007 fundó la consultora Factibilis y en 2016 fue director de Grupo Indra, compañía con sede principal en Madrid, especializada en consultoría y tecnología de negocios a nivel mundial, (Dato crucial 3).

La red de PEMEX

En cuanto a la red empresarial y política que se creó en PEMEX, un estudio de los antiguos directores de esta empresa paraestatal mexicana, muestra que se trata de un sector en el que las puertas giratorias son constantes. Conviene subrayar que, algunos directores de PEMEX estuvieron relacionados con compañías privadas del sector energético (petrolero y minero) durante el mandato del PRI o del PAN, (Tabla 3).

Tres de estos directores estuvieron vinculados con algunas empresas multinacionales energéticas. Uno de ellos, Carlos Ruiz Sacristán lideró tanto PEMEX en 1994 como la SCT de 1994 a 2000, de igual forma que los otros dos indiviuos, Cerisola de 2000 a 2006 y Téllez de 2006 a 2009. Ruiz Sacristán fue designado como jefe ejecutivo en Infraestructura Energética Nova (IEnova), cargo en el que estuvo hasta 2018, cuando subió a presidente ejecutivo, (Dato crucial 4).

Asimismo, el político y empresario mexicano fue director independiente de la subsidiaria del Grupo México Southers Copper Corp. Por otra parte, la familia Ruiz Sacristán tomó posiciones clave: Jaime Ruiz que remplazó el puesto de Luis Téllez como director de la Bolsa Mexicana de Valores en 2015.

Otro de estos directores relacionados con el sector energético fue Adrián Lajous Vargas quien dirigió a PEMEX de 1994 a 1999. Posteriormente, se unió como asesor de energía de la empresa McKinsey & Company de 2001 a 2011, (Dato crucial 5). Luego, Lajous trabajó en "técnicas reunidas" con su hijo Tomás Lajous Loaeza quien después fue encargado del sector energético en McKinsey. Así pues, el tercer director de PEMEX fue Juan José Suárez Coppel de 2009 a 2012 que después de tener este puesto colaboró con Jacob Engineering Group y al mismo tiempo fue consejero de Grupo Modelo y de Televisa.

En ese sentido, Aragón Falomir y Cárdenas analizan en una imagen tanto la centralidad de los cargos gubernamentales que se muestran en color verde como los sitios de interacción donde coinciden los actores analizados, mostrados de color azul. Las líneas revelan la relación entre los actores con el sector público y con el sector privado mostradas en color rojo. Éstas pueden representar el hecho de haber tenido un cargo de director general o secretario de Estado y del hecho de ser parte del consejo de administración de alguna compañía. Lo cual muestra la pluralidad de los enlaces formados y no la relevancia del puesto en sí, (Figura 4).

Igualmente esta figura, vislumbra la versatilidad de cargos públicos de algunos actores o la variable de otros. “Esto puede significar patrones de comportamiento paralelos, los primeros en sectores inversores, de consultoría o telecomunicaciones; los segundos, en el sector energético y en las principales empresas del país”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Ahora bien, los autores se preguntan si las grandes compañías en la red corporativa de interlocking directorales también poseen puertas giratorias. Esto se responde por medio de la observación de elementos comunicantes entre el análisis de las redes interlocking directorales de las 50 empresas más relevantes de México y la identificación de puertas giratorias. En el análisis hay 13 empresas que se enlazan con la red corporativa de directivos compartidos y con las élites políticas por medio de movimientos empresariales en el sector público, (Tabla 4).

Entonces, puede verse que, los miembros del grupo analizado de los 13 actores, “tuvieron entrada a 26% de las empresas más importantes de México (13/50) con sus distintas filiales y conglomerados”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020). Por consiguiente, puede notarse que los nombres de las empresas, la cantidad de compañías con las que están vinculadas por medio de interlocking directorales y compañías o grupos económicos donde las élites políticas se movieron por medio de puertas giratorias.

La conclusión del estudio fue que las compañías o grupos económicos con puertas giratorias se tratan de empresas enlazadas a la red corporativas. Un ejemplo de esto puede verse con el grupo Televisa, que tuvo como propietario a Emilio Azcárraga y donde hubo una contribución accionaria del fondo de inversión Blackrock. Asimismo, Bill Gates tuvo conexión con esta empresa y otras 16 grandes compañías por medio de sus interlocking directorales, como Alberto Bailleres y Eduardo Tricio Haro, ambos miembros del consejo de administración de diversas compañías.

Entonces, la relación entre una empresa y el Estado resulta ser un puente que contiene una red empresarial para ingresar al Estado. En otras palabras, el ingreso directivo con el que cuentan algunas compañías del sector político crea un acceso indirecto al Estado para muchas otras grandes empresas por la alta conexión entre las élites empresariales.

Discusión y conclusiones

Para finalizar el texto los autores mencionan que, las élites empresariales mexicanas parecen ser las más unidas en América Latina. Esta cohesión se respalda en las redes de interlocking directorales, las cuales logran administrar los diferentes intereses sectoriales y facilitan la negociación con el Estado, como es el caso del uso de puertas giratorias. Igualmente, el dominio que poseen las élites empresariales sobre las asociaciones empresariales, como principales financiadoras y líderes de estas organizaciones, trae como consecuencia que las políticas creadas se dediquen a defender sus intereses particulares en lugar de los generales del sector.

Así, pese a la existencia de los enlaces entre los principales conglomerados financieros, la posesión de las compañías mexicanas continúa estando concentrada y no disponible a cualquier inversor, especialmente si se trata de un gran propietario nacional. Siguiendo este argumento, los autores se preguntan si la llegada de inversionistas extranjeros a compañías mexicanas marcará un cambio en el gobierno corporativo controlado por los grupos económicos familiares y si supondrá una transformación en la clase de capitalismo que se encuentra en México.

A este respecto, los autores puntualizan que la investigación de redes empresariales muestra que las firmas de puertas giratorias están bien conectadas en la red corporativa. Esto indica que las puertas giratorias suponen un medio de conexión política de la mayoría de élites empresariales. Así pues, las empresas o grupos económicos enlazados con el Estado crean un puente entre las élites empresariales y las élites políticas. Entonces, “las demandas políticas de las élites empresariales son de élite y no de grupos particulares”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Cabe destacar que, solo algunos grupos económicos están directamente relacionados con el Estado gracias a las puertas giratorias. Sin embargo, todas las élites empresariales pueden resultar favorecidas por las conexiones que tienen entre sí. Es posible que la unión de las élites empresariales facilite su acceso al Estado y éste fortalezca su necesidad por cohesionarse.

Por otra parte, en otros países de América Latina igualmente hay una gran extensión de puertas giratorias. Algunos ejemplos son Argentina y Chile. Así que los autores creen importante continuar con los estudios sobre la relación entre la unión empresarial y las puertas giratorias, específicamente en el momento en que surgen debates para regular prácticas en la transición de expolíticos al sector privado.

En ese sentido, algunos trabajos sobre América Latina como el de “tramas de Odebrecht” de 2018 y la concentración de riqueza en un grupo de individuos y compañías son parte de una línea de investigación que se muestra en la élites empresariales y políticas. Aunque a pesar de que algunos autores sugieren el tema de la élite de la globalización conectada con Estados Unidos, Aragón Falomir y Cárdenas, estudian por su parte la estructura social y los vínculos nacionales de un fragmento de las élites. Ésta experimentó tanto la apertura democrática electoral como la incorporación de sectores empresariales al sector político.

Así, el análisis de los autores sobre los miembros del gabinete de Salinas de Gortari muestra que existen diversas puertas giratorias en México, pero podría hacerse una investigación ampliando el panorama hasta 2018. Los resultados de esta investigación también revelan que las élites empresariales mexicanas y las élites políticas que pasan por el sector público se encuentran cohesionadas. Por lo que se refiere a las élites empresariales, esta cuestión se da gracias a las redes de interlocking directorales.

En suma, los autores consideran que “existen redes vinculantes entre las empresas mexicanas, que no solo comparten directores, sino que en ocasiones estos directores son reclutados desde el sector público, lo que genera un vínculo del sector privado con un miembro de un gobierno o partido político”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020). Tales descubrimientos vislumbran la urgencia de que exista una clase dominante público-privada y muestran que las empresas sean capaces de capturar al Estado.

Asimismo, el estudio de los autores muestra la relevancia de moverse de cargos públicos y escalar a los privados. En ese sentido, los autores analizaron hacía qué sitios y qué sujetos se movieron a través de puertas giratorias. Los resultados de esto revelan un conflicto entre las redes empresariales y las élites de ambos sectores que contribuye al movimiento de uno a otro. “Lo cual plantea una anomalía dentro de los controles o restricciones constitucionales o conflictos de interés principalmente con aquellos actores que colaboraron en la misma área económica, tanto en el sector público como en el privado”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Al mismo tiempo, los autores muestran en su investigación el camino de transformación global de reordenamiento de relaciones y de marcos regulatorios de acción individual tras reformas neoliberales. En este punto, las trayectorias se van de cargos públicos y directivos de compañías. Así pues, cabe mencionar que los actores trabajaron bajo el mandato de dos partidos, lo cual implica la existencia de un pragmatismo que ha forjado un clase público-privada tan unida como las élites empresariales planteadas y con una nueva forma de transformarse y sobrevivir.

Las élites coexisten y se encuentran fuertemente vinculada en el sentido individual y corporativo. En ese sentido, hay elementos comunicantes con el fin de que éstas se coordinen y actúen de forma colectiva. Es por eso que las investigaciones a futuro tendrán que seguir descubriendo formas de interacción y creando redes que ilustren la complejidad de sus movimientos con el fin de comprender las razones por las que “se sigue reproduciendo una organización social endogámica y cohesionada”, (Aragón Falomir y Cárdenas, 2020).

Datos cruciales: 

1. Sempra Energy tiene su sede San Diego (California), y es parte de las 500 empresas más importantes de servicios energéticos, con un ingreso de 11.7 mil millones de dólares en 2005 y de 8 mil millones en 2009.

2. La Fundación Everi cuenta con una ganancia de 1.2 billones de euros, y con 21 mil especialistas.

3. Grupo Indra obtuvo 3 011 millones de euros en ventas, cuenta con 40 000 profesionales, tiene presencia en 140 países, y adquirió 202 millones de euros en inversión en 2019.

4. IEnova es una empresa de Sempra Energy con más de 900 empleados y 7.6 mil millones de dólares invertidos.

5. McKinsey & Company es una firma de consultoría de gestión energética global con presencia en 120 ciudades, 14 000 consultantes y que cuenta con 90 años de experiencia.

Trabajo de Fuentes: 

Rouban, Luc (2010).L’inspection générale des Finances, 1958-2008 : pantouflage et renouveau des stratégies élitaires,Sociologies pratiques, 2 (21)

Scott John (2008). Modes of Power and the Re-Conceptualization of Elites. The Sociological Review, 56, 25-43. Disponible en línea, dirección URL: https://doi.org/10.1111/j.1467-954X.2008.00760.x

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto muestra un estudio exhaustivo sobre las corporaciones transnacionales en el capitalismo contemporáneo que conforman la acción de élites mexicanas y distintas instancias de organización de empresarios. Esto con el fin acumular ganancias y ejercer su poder. Sobre esta línea, el gran capital juega un papel relevante para la economía mexicana, pues contiene materiales de evolución y desempeño de diversas corporaciones mexicanas, los cuales dan luz a temas como inversión, inversión, actividades realizadas, empleos, relaciones con autoridades e instancias de la sociedad civil.

Asimismo, el artículo revela cómo la relación entre propiedad y control de las empresas son una herramienta para comprender cuál es la articulación de la competencia capitalista, así como su evolución histórica. Al mismo tiempo otra relación que resulta importante dentro de este estudio es la de las empresas estados y sociedad, ya que aquí es donde puede explicarse el uso de las puertas giratorias. Esto debido a que el papel del estado es tan esencial en la competencia intercapitalista que tiene la capacidad de mover a las élites a través de estas puertas giratorias que contribuyen a su viraje del sector público al sector privado.