Los Zambrano (en y desde Monterrey). Perfil y protagonismo de una influyente familia empresarial

Cita: 

Cerutti, Mario [2018],“Los Zambrano (en y desde Monterrey). Perfil y protagonismo de una influyente familia empresarial”, Araceli Almaraz y Luis Ramírez (coordinadores), Familias empresariales en México, Tijuana, El Colegio de la Frontera Norte, pp. 95-135, https://www.researchgate.net/profile/Araceli-Almaraz/publication/3277641...

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2018
Tema: 
La trayectoria de la familia Zambrano y el establecimiento de sus empresas más exitosas: Cemex y Proeza
Idea principal: 

Mario Cerutti es doctor en ciencias sociales por la Universidad de Utrecht en Holanda, y está adscrito al Sistema nacional de investigadores de México. Actualmente es profesor en la Facultad de economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Sus líneas de investigación son la historia económica comparada y la trayectoria económico-empresarial del norte de México.


Introducción: algunas nociones útiles

Los Zambrano son una poderosa y longeva familia de Monterrey, Nuevo León, con una trayectoria que puede ser objeto de análisis. Este análisis puede sustentarse en las siguientes nociones y criterios:

1) Es posible situar el concepto de gran empresa en un contexto que responde a una sociedad periférica, es decir, una sociedad que no alcanzó la meta de la revolución industrial antes de la Primera guerra mundial.

2) Las grandes empresas autóctonas han demostrado una capacidad de entremezclar a la familia empresarial y al grupo empresarial, lo que ha dado como consecuencia la formación de binomios familias-grupo con características específicas.

3) La articulación de apellidos con otras familias ha permitido el nacimiento de grupos y empresas guía, las cuales se reproducen y perduran ligadas a las familias empresariales.

4) La noción de familia empresarial corresponde a un conjunto parental amplio con sociedades y compañías, entre las que se encuentran: una empresa madre, sociedades conectadas a la empresa madre y, empresas o proyectos particulares de miembros de la familia.

5) Las familias empresariales son fundamentales en el tejido empresarial global, ya que no solo aseguran la presencia de la empresa a nivel regional, sino que pueden expandirla a nivel nacional y resistir crisis.

6) Un tejido empresarial consistente debe conformarse por: la multiplicación a largo plazo de las inversiones, grandes porciones de las inversiones realizadas por familias locales o cercanas, el paulatino entrecruzamiento parental a través de los matrimonios, el simultáneo entrelazamiento de intereses y, por la formación de consejos de administración conformados por miembros provenientes de diversas familias.

7) En las familias empresariales, la empresa madre es el componente básico de los negocios a la cual se conectan negocios complementarios y negocios particulares.

8) Un tejido productivo regional y perdurable es resultado de las familias empresariales y del tejido empresarial; asimismo, ese tejido productivo es la base para generar: interrelaciones entre propietarios, productores y empresas en el mismo ámbito regional; el involucramiento de productores de materias primas e insumos hasta servicios para la extensión de multiplicadores; la proximidad, el mutuo conocimiento y la cooperación entre productores y, los vínculos económicos, societarios, organizacionales y de confianza que se establecen entre los agentes locales.

Los elementos enlistados forman parte del marco conceptual en que se puede explicar el desarrollo de una de las familias empresariales más importantes de México.

Del áspero Bravo a la ciudad fabril

La familia Zambrano tiene sus orígenes a mediados del siglo XIX con Gregorio Zambrano, jefe de una casa mercantil que logró prosperar gracias al brote fabril y minero de los últimos 20 años del Porfiriato en el norte del país. Gregorio Zambrano construyó un grupo parental en el que sus hijos tomaron la cabeza de los negocios y sus hijas contrajeron matrimonio con personajes relevantes del escenario regional; acciones que propiciaron que durante el brote industrial de Monterrey, entre 1890 y 1910, los hombres de la familia Zambrano fundaran o participaran como accionistas de hasta 65 sociedades orientadas a la metalurgia pesada, al sector minero, al comercio y al rubro financiero.

En este sentido, es importante destacar que la familia Zambrano fue capaz de conectarse con diversas empresas gracias al entrelazamiento de apellidos que se dio con las familias élite de Monterrey; entrecruzamiento que no solo facilitó la inversión en otras compañías, sino que ayudaron a que los Zambrano expandieran su área de influencia.

A pesar de que la Revolución mexicana truncó las dinámicas manufactureras en algunos espacios del norte del país; ese no fue el caso de Monterrey. Entre 1930 y 1950, esta ciudad demostró la capacidad de engendrar empresas, empresarios y capitales a través de una modificación sectorial en la que la minería dejó ser un área de inversión privilegiada y fue reemplazada por la industria fabril, el comercio y el sector servicios, ámbitos en los que la familia Zambrano comenzó a trabajar.

Así, los Zambrano llevaron a cabo acciones que les permitieron participar como fundadores o accionistas de diversas compañías; actos entre los que se destacan: la asociación con integrantes de familias empresariales sobresalientes, la diversificación en materia de inversiones, el ascenso de la presencia Zambrano en el sector servicios, la participación de la familia en el sector fabril pesado, en donde se destaca Cemex y sus actividades ligadas a la segunda revolución industrial y, la continuación en explotaciones en el ámbito rural.



Del noroeste al mercado global: Cemex y Proeza

La familia Zambrano incursionó en diversos sectores y participó en una multiplicidad de empresas, entre las que destacan Cementos Mexicanos (Cemex) y Proeza. Ambas empresas son analizadas porque se trata de dos proyectos empresariales aún vigentes; porque superaron los años de la industrialización protegida y la posterior apertura; porque ambas ofrecen mecanismos diferentes de adaptación y crecimiento ante el escenario global; porque ambas presentan momentos de auge y crisis; y, porque permiten observar el protagonismo de miembros distinguidos de la familia Zambrano.

Cementos Mexicanos (1920-2007)

Los orígenes de Cemex se remontan a 1920, con la fundación de Cementos Monterrey S.A. por siete integrantes de la familia Zambrano. Tras su conformación, Cementos Monterrey tuvo que competir con diversas cementeras del norte y centro de México. Además, tuvo que superar la incursión de compañías estadounidenses en el país, la incertidumbre de la década de 1920 y la crisis de 1929; fenómenos tras los cuales, Cementos Monterrey decidió fusionarse con la compañía Cementos Hidalgo, dando paso al nacimiento de Cementos Mexicanos, S.A. (Cemex) en febrero de 1931 con Lorenzo H. Zambrano como presidente ejecutivo.

Casi una década después de la fundación de Cemex, en 1940, México vio un incremento del consumo interior, lo que propició la evolución de la industria cementera y con ello, la expansión del sector por todo el país. Con este crecimiento, diversos grupos se afirmaron: Cemex, en el noroeste; Cementos Guadalajara, en el Bajío; Grupo Tolteca en el centro del país; Grupo Anáhuac en el centro y Golfo de México; San Luis Mining Company en el Pacífico; y, Cementos Cruz Azul en el centro y sur de México.

Estas empresas aprovecharon el crecimiento económico alentado por la industrialización para aumentar sus capacidades de producción, especialmente Cemex, que pasó de ser una empresa local a una empresa multirregional.

El crecimiento de Cemex se basó en tres estrategias: 1) fortalecerse en Monterrey y afirmar su estructura financiera; 2) expandirse regionalmente; y, 3) tomar control sobre sus competidores en otras regiones del país. En este sentido, Cemex era una empresa muy pequeña comparada con sus competidoras a nivel internacional, no obstante, tenía las ventajas de ubicarse en un mercado con potencial, sin competencia excesiva y con una estructura financiera consolidada.

Después de pasar de una empresa local a una empresa regional, Cemex decidió llevar a cabo cambios profundos en su estructura, es por ello que consultó a una firma estadounidense para implementar medidas de modernización administrativa. Durante su modernización, Cemex adoptó un sistema de gestión en el cual sus plantas comenzaron a administrarse de forma independiente bajo una estructura de soporte formada por un director y especialistas en finanzas, mercadotecnia, relaciones y servicios técnicos. Gracias a lo anterior, la empresa mexicana inició una etapa de crecimiento sin precedentes en la que reconvirtió su aparato productivo y se integró verticalmente con empresas elaboradoras de concreto premezclado y agregados, lo que le permitió afirmarse como el segundo grupo cementero en México detrás de Tolteca.

Con la llegada de José López Portillo a la presidencia (1976-1982), la política federal mexicana sufrió cambios sensibles, especialmente en lo referente a los precios del petróleo. El gobierno pensaba que era indispensable promover el desarrollo de la planta productiva y evitar que México se convirtiera en un país monoexportador; a razón de ello, se creó la Alianza para la producción con los sectores empresariales, con Cemex como uno de los mayores promotores, y a partir de esta se formuló el Programa de fomento a la industria cementera, en el que los fabricantes se comprometieron a aumentar su capacidad de producción a 30 millones de toneladas anuales para abastecer el mercado interno y, eventualmente, realizar exportaciones.

En 1982, la industria cementera sufrió graves pérdidas a raíz de la crisis económica; a pesar de ello, Cemex continuó con las inversiones programadas en el Programa de fomento a la industria cementera. Este hecho ocasionó que Cemex fuera capaz de abrir, en 1985 , la planta cementera más moderna del país en Hidalgo y con ello aumentar su capacidad de producción. Asimismo, Cemex se destacó por reducir costos de producción entre 1982 y 1987, lo que la convirtió en una compañía con precios competitivos para el mercado internacional.

Durante la década de 1980, las cementeras europeas comenzaron a tener actitudes agresivas en el continente americano, por lo que Cemex inicio una revolución operativa bajo el mando de Lorenzo H. Zambrano Treviño.

El primer paso de la revolución de Zambrano consistió en convertirse en la principal cementera de México, primero con la adquisición de Anáhuac en 1987 y dos años después, con la de Tolteca. La compra de Anáhuac brindó a Cemex no solo 13% del mercado nacional, sino dos plataformas marítimas, una en México y otra en Florida. Por su parte, la compra de Tolteca brindó a Cemex una red de 70 plantas y una producción de 2.8 millones de toneladas, lo que dio a Cementos Mexicanos 67% del control sobre la capacidad nacional de producción. También, Cemex adquirió instalaciones en California, Arizona y una terminal marítima en Guaymas, lo que lo convirtió en el primer grupo internacional con terminales en los océanos Pacifico y Atlántico y el sexto productor de cemento en el mundo.

El segundo paso de Zambrano estuvo ligado a las exportaciones. Tras la crisis de 1982, el consumo interno de cemento decreció, sin embargo, en Estados Unidos la demanda se incrementó, lo que propició que desde 1983 Cemex aumentara sus exportaciones a ese país a tal grado que México se transformó en el principal vendedor de cemento en los Estados Unidos con más de 12 millones de toneladas anuales. El éxito del cemento mexicano mencionado, provocó que en 1991 Estados Unidos iniciara una demanda antidumping contra este producto. De este modo, Zambrano tomó la decisión de dejar de depender de las exportaciones a Estados Unidos y asumir su papel de empresa en proceso de internacionalización, comenzando el proceso de diversificación de mercados. Fue en este sentido que, gracias a una sólida base en un país emergente, a la utilización de prácticas tecnológicas avanzadas y a una organización eficiente, Cemex incursionó en el mercado global.

En una coyuntura en la que era importante ubicarse en mercados emergentes con potencial de crecimiento y con la posibilidad de adquirir compañías que tenían la necesidad de renovar sus esquemas administrativos o productivos, Cemex dio paso a un proceso de expansión que inició en España con la adquisidor de Cementos y Sansón, en lo que fue la mayor compra realizada por una compañía latinoamericana en Europa y lo que dio a Cementos Mexicanos la capacidad de producir hasta 35 millones de toneladas de cemento. Seguido a lo anterior, en 1994 Cemex adquirió la Corporación Venezolana de Cementos (Vencemos), la cual le permitió posicionarse como dominante en América Latina.

A partir de 1994, Cemex inició su incursión en Asia a través de la adquisición de 30% de las acciones de Rizal Cement, en Filipinas; acción seguida por la adquisición en 1998 de 14% del capital de PT Semen Gresik, en Indonesia; la construcción portuaria en Egipto y las operaciones de venta en China. Asimismo, en 1999, Cemex amplió su presencia en Filipinas, Indonesia, Costa Rica, Chile y en el año 2000 compró a la estadounidense Southdown; hecho que cimentó la penetración de Cementos Mexicanos en el mercado mundial y por lo cual se estimularon nuevas áreas comerciales y se desarrollaron nuevas aplicaciones.

Gracias al éxito que tuvo en su expansión en la década de 1990, para principios del siglo XXI, Cemex se convirtió en una empresa con una capacidad de producción de 80 millones de toneladas, con 55 terminales marítimas en cuatro continentes, con presencia en más de 60 países, con más de 100 plantas propias, con participación en 17 plantas adicionales, con 500 plantas de concreto y con 164 centros de distribución. A la par de su expansión global, Cemex implementó un nuevo modelo de negocios que consistía en la especialización, en la búsqueda de mercados activos y en una alta diversificación geográfica.

El nuevo modelo de negocios de Cemex se centró en el sector de los mercados emergentes. Al ser la única de las grandes empresas cementaras nacidas en una sociedad periférica, Cemex fue capaz de realizar ejercicios de anticipación en consumo y movimientos, así como reorganizaciones administrativas y de gestión, que le permitieron mantenerse actualizado en la tecnología para la producción de sus productos. Es de esa forma que Cementos Mexicanos logró posicionarse a nivel mundial como una de las cementeras más relevantes a través de la asimilación de las tecnologías de la información y comunicación más avanzadas de la industria, a través de creatividad y a través de costos de operación bajos; acciones que durante diversas etapas, le permitieron primero consolidarse nacionalmente, después exportar, y pasar de la producción interna a la inversión y producción en todo el mundo.

Proeza (1956-2014)

Grupo Proeza tuvo su origen con el establecimiento de su empresa madre en 1956, Manufacturas Metálicas Monterrey (MMM) o como es conocida hoy en día, Metalsa. Fundada por Guillermo Zambrano Gutiérrez, MMM fue resultado de la presencia de la familia Zambrano en la constitución de diversas organizaciones en todos los sectores y de la necesidad de responder a un contrato con el gobierno de la Ciudad de México, en donde se requería la fabricación de arbotantes para la instalación del alumbrado público y estructuras de acero para la construcción y herrajes.

Una vez cumplidos los requerimientos para la Ciudad de México, en 1960, la empresa comenzó a ser dirigida por el hijo de Zambrano Gutiérrez, lo que significó un cambio de giro para MMM ya que se tomó la decisión de dejar de depender de la demanda gubernamental y comenzó el diseño de autopartes, decisión que marcó la entrada de MMM al mercado estadounidense en asociación con A.O. Smith de Milwaukee.

Una vez que MMM incursionó en Estados Unidos, la empresa mexicana comenzó a esforzarse en resolver problemas de organización y gestión de la producción, así como de la calidad de la mano de obra; lo anterior, se debió a que el mercado estadounidense demandaba puntualidad y precisión para ser capaces de alcanzar altos índices de calidad, ámbitos que MMM solo pudo alcanzar mediante una constante innovación, una mayor competitividad y especialización. Fue a partir de ello, que Manufacturas Metálicas Monterrey estableció contratos con Chrysler y Ford, firmas que aseguraron la presencia de MMM en el mercado estadounidense.

Con su entrada en Estados Unidos, la capacitación y la especialización de la mano de obra se convirtieron en uno de los principales desafíos de MMM ya que esto la obligó a introducir la especialización, tecnología de punta, precisión, planeación y puntualidad en todos sus trabajos; una tarea que fue dificultosa a razón de los altos costos de importación y a la dificultad del manejo de las herramientas necesarias para cumplir con los estándares mencionados. En la década de 1970, MMM se vio obligada a introducir una nueva cultura laboral titulada “Calidad total”, en donde se consideraba que el factor humano era pieza clave del éxito de las empresas y con ello, era necesario reforzar la calidad de vida de los trabajadores; se trató de una cultura laboral que disminuyó los conflictos laborales que se habían presentado desde el inicio de la modernización de MMM.

La década de 1980 marcó una nueva fase para Manufacturas Metálicas Monterrey. En primer lugar, MMM inició un plan de expansión durante un periodo crítico para la empresa, ya que implementó un proyecto que demandó inversiones que llevaron a un endeudamiento significativo de la compañía y casi a la quiebra en 1982; en este caso, MMM se vio obligado a vender las acciones que mantenía de Cemex para poder pagar sus deudas con bancos extranjeros e inyectar a la compañía el capital necesario. Fue a partir de este momento que MMM, se convirtió en Metalsa.

Una vez que se estabilizó la situación de la empresa, en marzo de 1985 se dio la inauguración de Metalsa en Apodaca. Este hecho significó una reconversión de la compañía, ya que un alto porcentaje de los procesos productivos se automatizaron, el área de proyectos apostó a las tecnologías de la información, y se buscó que las contrataciones se centraran en trabajadores mejor calificados. Fue a partir de esta refundación, que Metalsa creció de forma considerable a tal grado que para 1990, la empresa contaba con siete plantas, producía mil chasis mensuales y aumentó el número de empleados a 1 900 trabajadores.

En 1997, Metalsa se unió a Tower Automotive y en el año 2000, compró a esta empresa una planta en Roanoke, por lo que comenzó a controlar tres grandes establecimientos fabriles: en Apodaca, en San Luis Potosí y en Roanoke; hecho que presentó a Metalsa como un líder en calidad y en productividad de la manufactura de autopartes. Lo mencionado, provocó que Metalsa se afirmara en los mercados mexicano y estadounidense, así como que agregara a su lista de clientes a grandes empresas automotrices como Ford, General Motors, Volkswagen, Toyota, Mercedes-Benz, entre otras.

Paralelo al crecimiento de Metalsa, Grupo Proeza configuró otras partes de su actual División Automotriz bajo el mando de Enrique Zambrano Benítez, el principal propulsor de un modelo de innovación permanente en Metalsa.

A pesar de que la empresa madre de Proeza es Metalsa, este grupo cuenta con diversas empresas y áreas de negocio que vieron su nacimiento en la década de 1980, cuando el consejo de administración de MMM propuso la conveniencia de organizar un holding con las compañías en las que los Zambrano habían incursionado, sumando así al grupo el sector agroalimentario y de explotaciones rurales, la fundición y las tecnologías de la información.

Desde 1986, los Zambrano tomaron la decisión de crear un corporativo con la misión de llegar al mercado global a través de una estrategia que incluía el análisis de cada una de las compañías y sociedades de la familia. A partir de ello, los Zambrano fortalecieron sociedades, reestructuraron otras y apostaron por nuevas inversiones, lo que dio paso en 1987 al nacimiento de Grupo Proeza: una entidad legal que agrupa los intereses económicos de la familia Zambrano Benítez, con patrimonio en México y Estados Unidos, que busca optimizar sus intereses a través de la promoción de la investigación sobre nuevos mercados, de procurar y aprovechar cualquier oportunidad, y de relacionarse siempre con el aparato gubernamental.

Así, con un grupo que se centra en los intereses económicos sobre los intereses particulares, Grupo Proeza nació bajo un consejo de administración integrado por la familia Zambrano, y se convirtió en un holding que, para 2014, se había consolidado como una estructura multidimensional con tres áreas básicas: Metalsa, la cual tiene medio siglo de experiencia, provee a la industria automotriz de diversas estructuras metálicas y surte a los mercados globales a través de sus plantas de manufactura, oficinas y centros de tecnología; Citrofrut, la cual tiene más de medio siglo de experiencia en el mercado de cítricos y frutos tropicales, ha logrado una completa integración en su cadena de suministros, cuenta con plantas procesadoras en San Luis Potosí, Veracruz, Sinaloa, Sao Paulo y un centro de distribución en Texas; y, Zánitas, la cual está orientada al sector servicios.

Consideraciones finales

El análisis de la familia Zambrano fue necesario para demostrar diversas nociones. Una de ellas, recae en el hecho de que es un ejemplo claro de la forma en que las familias empresariales y el grupo empresarial pueden entremezclarse para dar paso a una gran empresa, siempre dependiendo de la coyuntura nacional en donde esta se encuentre.

En este caso, la gran empresa de los Zambrano y su perdurabilidad tiene que ver no solo con sus empresas guía, sino con las articulaciones con su tejido productivo; ámbitos en los que los Zambrano han sabido implementar adaptaciones para llegar a tener las características que hoy los destacan en México: su papel en la construcción de una base fabril y su posterior desenvolvimiento; su estrecha relación con la economía estadounidense; su talento para ser cercanos y lejanos al gobierno mexicano en distintas etapas; y, su capacidad de adaptación a las coyunturas nacionales e internacionales.

Datos cruciales: 

1. Entre 1948 y 1970, Cemex incrementó su capacidad de producción hasta 1.14 millones de toneladas; es decir, más de 300%.

2. En 1970, Cemex llegó a producir 3.3 millones de toneladas de cemento, un equivalente a 26% del total del país.

3. Entre 1977 y 1984, después de firmar el Programa Fomento, Cemex anunció inversiones para alcanzar una producción de 10.7 millones de toneladas de cemento.

4. Con la adquisición de Cementos y Sansón, Cemex obtuvo el control de 28% del mercado interno español, así como una presencia en 70% de su territorio.

5. Con la adquisición de Corporacion Venezolana de Cementos (Vencemos), Cemex obtuvo 45% del mercado venezolano, así como sumó 4.7 millones de toneladas de cemento a su producción.

6. En 2006, Cemex se convirtió en uno de los tres grupos cementeros más grandes del mundo con 100 millones de toneladas de cemento.

7. Para 2002, Metalsa logró una producción anual de 250 mil piezas de chasis anuales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La familia Zambrano es un ejemplo de la elite empresarial mexicana que tuvo éxito, a nivel nacional e internacional, gracias a la adaptación que sus empresas tuvieron a las coyunturas del mercado mexicano y del mercado global. En este sentido, los casos de Cemex y Proeza, son una forma de evidenciar la manera en que las grandes empresas han tenido que realizar transformaciones constantes en forma de producción, en sus productos y en sus mercados, para ser capaces de mantenerse vigentes en un escenario global caracterizado por la constante competencia e innovación entre los grandes capitales, así como del surgimiento de nuevas empresas en el ámbito tecnológico que pueden poner en peligro la posición de los capitales ya establecidos.

Aunque el recorrido histórico del texto está concentrado en las estrategias corporativas para hacer frente a los distintos momentos del ciclo económico, soslaya otras dimensiones fundamentales para comprender el desenvolvimiento de los grandes grupos económicos mexicanos: las vinculaciones y los efectos sobre el poder políticos, así como la influencia cultural que ejercen sobre la sociedad.