Retos nodales del desarrollo económico en México durante el quinquenio 2020-2024

Cita: 

Calva, José Luis [2020], "Retos nodales del desarrollo económico en México durante el quinquenio 2020-2024 ", Problemas del Desarrollo, 51(202): 25-44, México, IIEc, julio-septiembre, https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2020.202.69638

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Febrero 11, 2020
Tema: 
Retos de la economía mexicana para el periodo 2020-2024
Idea principal: 

José Luis Calva es investigador en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

La economía mexicana, dentro del periodo neoliberal, ha tenido un crecimiento económico promedio de 2.3% al año, ineficiente para generar suficientes puestos de trabajo remunerados para cubrir la oferta laboral. De 1983 a 1988 se generaron solamente 508 mil empleos, esto es, 85 mil empleos al año, debido al nulo crecimiento económico (0.2% al año). Durante ese periodo se requirieron casi un millón de empleos nuevos al año. De 1984 al 2004, con un crecimiento económico promedio anual de 3.1%, se generaron 8.1 millones de nuevos empleos, es decir, 507 mil al año; sin embargo, se requerían 1.2 millones de nuevos empleos. Para el periodo 2005-2018 el PIB incrementó 2.2% en promedio al año, creando así 6.4 millones de nuevos empleos, aproximadamente 460 mil al año, pero cada año se requerían poco menos de 1.4 millones de nuevos empleos para generar suficientes empleos para absorber a los jóvenes que cada año se incorporan a la población económicamente activa.

En los 6 sexenios bajo el modelo neoliberal, entre 1983 y 2018, sólo se crearon alrededor de 14.7 millones de empleos, esto es, aproximadamente la tercera parte de los empleos formales que debieron haberse creado para satisfacer la oferta laboral de las nuevas generaciones. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, correspondiente al cuarto trimestre de 2018, 32 millones de mexicanos, o 56.6% de la población económicamente activa se encuentran en el sector informal, donde abunda la precariedad, los bajos ingresos y la carencia de prestaciones de seguridad social.

Ni con la emigración de 10.9 millones de trabajadores mexicanos al extranjero se ha podido evitar la enorme sobreoferta en el mercado laboral mexicano, que ha presionado los salarios a la baja. A este proceso se suma la política de contención salarial, que utilizó las tasas de incremento de los salarios como guía de las expectativas inflacionarias, así como el factor de competitividad internacional mediante bajos costos laborales. El efecto combinado de estos factores provocó un gran deterioro en los salarios reales de los trabajadores en el periodo 1983-2018.

El neoliberalismo aplicado en México ha resultado una efectiva fábrica de pobres. Durante el periodo de desarrollo económico liderado por el Estado (1935-1982), la pobreza se redujo de manera importante. De acuerdo con Julio Boltvinik, la proporción de pobres en México pasó de 77.5% en 1963 a 48.5% en 1981. En contraste, bajo el modelo neoliberal los logros en materia de reducción de la pobreza bajo la estrategia económica liderada por el Estado no sólo se detuvieron, sino que incluso fueron revertidos. Para 2014, la proporción de mexicanos en pobreza de ingresos aumentó a 76% de la población. La insuficiente generación de empleos, la caída del poder adquisitivo de los salarios reales, el incremento de la desigualdad y la pobreza han traído consigo un desgaste notable de la cohesión social del país, que provoca una creciente inseguridad pública y un aumento de la delincuencia, factores que se encuentran ampliamente relacionados con la desocupación de los jóvenes.

México y su economía tienen 6 grandes retos para su desarrollo. El primero es generar suficientes empleos remunerados. El segundo debe ser generar empleos adicionales para absorber a los desempleados encubiertos. El tercer reto es el de recuperarse del enorme rezago en empleos dignos. El cuarto es reducir la gran desigualdad en la distribución del ingreso, mediante el incremento sostenido del poder adquisitivo de los salarios. El quinto reto es el de erradicar la pobreza extrema y reducir la pobreza moderada. Por último, el sexto reto es el de crear las condiciones económicas que puedan reestablecer la cohesión social en el país.

Calva sostiene que México necesita un crecimiento económico superior al 6% anual para así generar los empleos necesarios para superar las dificultades antes mencionadas. No parece que lo vaya a conseguir siguiendo las recomendaciones de política económicas neoliberales basadas en el Consenso de Washington. El PIB per cápita apenas ha crecido 0.7% anual, esto es un crecimiento acumulado de 30.5% en 36 años entre 1983 y 2018. En el periodo donde el Estado lideraba el proceso de desarrollo (1935-1982), el PIB per cápita creció 3.2% al año, creciendo 348% de manera acumulada durante los 48 años. Las políticas neoliberales sumadas a una sobrevaluación del peso provocaron una desconexión entre la economía del mercado interno y un sector exportador, que, en lugar de impulsar a la planta productiva mexicana, transmite estos efectos sobre la producción, la inversión y el empleo fuera de México, haciendo al país una economía de enclave. La brecha tecnológica y de productividad entre los diferentes sectores de la economía mexicana se profundizó, generando pocos empleos formales en el país, así como también promoviendo la creación de empleos precarios y la desigualdad en el desarrollo y la distribución funcional del ingreso, generando así, más pobreza.

Paul Krugman lo señaló ya hace más de 30 años: “el modelo idealizado en que se basa la defensa clásica del libre comercio ha dejado de ser útil. El mundo es más complejo y no hay duda de que las complejidades plantean, en principio, la posibilidad de una política comercial e industrial activa y exitosa”. La visión neoliberal no contempla la implementación de políticas macroeconómicas activas que promuevan un crecimiento fuerte y sostenido del producto nacional. El lento crecimiento del PIB durante los últimos años es resultado de esta estrategia económica, por lo que México no logrará el crecimiento de 6% necesario para un cambio bajo estas mismas bases.

El crecimiento de 6% anual, necesario para los retos que debe superar México, es factible ya que el país cuenta con el potencial que estructuralmente tiene la economía mexicana. Un crecimiento de este nivel fue obtenido durante la estrategia económica liderada por el Estado, modelo que empezó con el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1934. Las bases de esta estrategia eran las siguientes:
* Creación de instituciones públicas de educación y cuidado de la salud para la formación y el desarrollo de recursos humanos, así como también para la atención a la salud pública.
* Inversión y construcción públicas de infraestructura.
* Establecimiento de un sistema financiero al servicio del desarrollo, así como regulación de la banca comercial.
* Desarrollo del sector energético nacional mediante empresas públicas como PEMEX y CFE.
* Creación de legislaciones e instituciones que regularan el funcionamiento correcto de los mercados.
* Políticas de fomento económico sectorial, como la regulación del comercio exterior, créditos a actividades prioritarias, subsidios y estímulos a industrias nuevas, exenciones fiscales, entre otros.
* Políticas que regularan la inversión extranjera directa para hacer que sirviera a los intereses nacionales al orientarla hacia ramas no exclusivas al capital nacional o hacia ramas donde debía aliarse con capital nacional, y para que existiera una transferencia tecnológica a las empresas mexicanas.
* Por último, políticas macroeconómicas activas y manejadas de manera prudente.

Bajo esta estrategia el PIB de México se incrementó 15 veces, esto es 1592.7%, durante el periodo 1935-1982, creciendo 6.1% en promedio anualmente. Calva señala que este periodo no fue un “milagro mexicano”, como comúnmente se le conoce; por el contrario, fue un desarrollo económico conscientemente construido. De hecho, la historia económica de países altamente industriales como Inglaterra, Estados Unidos o Alemania muestra que basaron sus estrategias de desarrollo en políticas comerciales, industriales y de innovación, así como fuertes inversiones en infraestructura, educación y salud. Estos países también contaban con sistemas financieros funcionales a la industrialización y el desarrollo; y con políticas macroeconómicas activas que impulsaron el crecimiento económico sostenido.

Un estudio de la Comisión sobre Crecimiento y Desarrollo patrocinado por la fundación Hewlett, varios gobiernos europeos y el Banco Mundial, realizado por 22 expertos, entre ellos Michael Spence y Robert Solow –ambos premios Nobel de Economía–, determinó que las economías que después de 1950 crecieron a tasas de 7% anual o más durante 25 años o un periodo más largo no fueron gracias a apegarse al libre mercado, sino que probaron una diversa gama de políticas para diversificar las exportaciones y mantener la competitividad. Este estudio también afirma que ningún país logra mantener tasas de crecimiento tan elevadas sin tasas de inversión pública extraordinariamente altas.

Para que México pueda crecer a una tasa de 6.1% anual debería avanzar hacia una "versión 2.0 de la estrategia nacional de desarrollo liderada por el Estado", con manejos macroeconómicos controlados y prudentes, parecidos a los de la época de Lázaro Cárdenas, ya que los resultados de la estrategia económica neoliberal han sido decepcionantes y hasta el momento no han brindado el crecimiento económico clave para el desarrollo que México requiere.

Datos cruciales: 

1. La economía mexicana, dentro del marco neoliberal, ha tenido un crecimiento económico promedio de 2.3% al año, ineficiente para generar suficientes puestos de trabajo remunerados para cubrir la oferta laboral.

2. El PIB per cápita apenas ha crecido 0.7% anual, esto es un crecimiento acumulado de 30.5% en 36 años entre 1983 y 2018.

3. Bajo estrategia económica liderada por el Estado, el PIB de México se incrementó 15 veces, esto es 1592.7%, durante el periodo 1935-1982, creciendo 6.1% en promedio anualmente.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La economía mexicana necesita cambiar de políticas económicas para así cambiar el rumbo del país. Los datos están claros. Las bases usadas por el modelo neoliberal no sólo no han funcionado, sino que han agravado problemas sociales derivados del pobre crecimiento económico, como la pobreza, la desigualdad y la inseguridad. Para lograr el crecimiento económico necesario para que México supere los retos que tiene en el presente sexenio (2018-2024) debe cambiar a una estrategia económica liderada por el estado, donde la inversión pública en infraestructura e instituciones fuertes que apoyen el desarrollo sea una de las prioridades, así como también estímulos fiscales a las industrias que lo ameriten y una correcta legislación que procure el buen funcionamiento de los mercados.