He Warned Apple About the Risks in China. Then They Became Reality.

Cita: 

Nicas, Jack [2021], "He Warned Apple About the Risks in China. Then They Became Reality", The New York Times, New York, 17 de junio, https://www.nytimes.com/2021/06/17/technology/apple-china-doug-guthrie.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Junio 17, 2021
Tema: 
La dependencia de Apple en China
Idea principal: 

Jack Nicas, cubre la tecnología de San Francisco para The New York Times. Antes de unirse a The Times, pasó siete años en The Wall Street Journal cubriendo tecnología, aviación y noticias nacionales. Vive en Oakland, California, y es nativo de Massachusetts.


Doug Guthrie, es un académico que se volvió uno de los principales expertos estadounidenses en el giro de China hacia el capitalismo y ayudaba a las empresas a aventurarse en Oriente. Dos décadas más tarde fue contratado por Apple para que le ayudara a introducirse en el mercado que podría ser el más importante. Sin embargo, él estaba preocupado por los nuevos rumbos políticos de China.

El nuevo líder de China, Xi Jinping, se apoyaba de empresas occidentales para reforzar su control sobre su país y Guthrie se dio cuenta de que pocas empresas eran objetivos más grandes, o más vulnerables, que Apple. La empresa ensamblaba casi todos sus dispositivos en China y había convertido la región en su segundo mercado de ventas.

Guthrie advirtió a Apple lo que estaba sucediendo con China, ya que estaba tomando un giro nacionalista y autoritario bajo el Sr. Xi, sin embargo, Apple no tenía un plan B y otras empresas como Nike y la Asociación Nacional de Baloncesto estaban en un dilema porque a pesar de que China sigue siendo un mercado lucrativo, cada vez requiere compromisos más incómodos para las empresas.

Esta tendencia plantea la cuestión de si, en lugar de empoderar al pueblo chino, la inversión estadounidense en el país ha dado poder al Partido Comunista Chino.

Guthrie y muchos ejecutivos, políticos y académicos apostaron por que la inversión occidental en China llevaría al país a la liberalización. Ahora está claro que calcularon mal y Guthrie acepta que se equivocaron.

En los últimos años, China cerró el sitio web de Marriott después de que enumerara el Tíbet y Taiwán como países separados en una encuesta de clientes. Suspendió las inscripciones en LinkedIn después de que el sitio no censurara suficiente contenido político. Y el Partido Comunista instó a boicotear a las empresas de ropa occidentales que criticaban las prácticas de trabajo forzado en Xinjiang, una región china donde el gobierno reprime a la minoría étnica musulmana del país.

Apple ha sido una de las empresas más vulnerables ante el gobierno chino y para aplacar a las autoridades y mantener su negocio global, Apple ha puesto en riesgo los datos de sus clientes chinos y ha ayudado a la amplia operación de censura del gobierno chino. No obstante, Apple afirma que cumple la ley en China y que hace todo lo posible para proteger los datos de sus clientes.

La obsesión de Guthrie con China inició en 1989 cuando era un estudiante de economía que estudiaba mandarín en la Universidad de Chicago y quedó “atrapado por la idea de China” cuando los soldados chinos mataron a cientos de manifestantes prodemocracia que ocupaban la plaza de Tiananmen en Pekín. Posteriormente se fue a Taiwán dejando atrás sus estudios y comenzó a entrenar ciclismo en las mañanas; por otro lado, estudiaba mandarín y enseñaba inglés por las tardes.

Tras completar un doctorado en la Universidad de California, escribió un libro sobre la aparición del capitalismo de China - "Dragón con traje de tres piezas"-, así empezó a dar clases en la Universidad de Nueva York en 1997. Dio conferencias sobre el potencial económico de China y las empresas le buscaron para que les asesorara.

En ese entonces, China estaba pasando de solo fabricar juguetes y tenis a fabricar coches y ordenadores. El gobierno solía exigir a las empresas extranjeras que compartieran su tecnología con las empresas estatales a cambio de acceder a la fuerza de trabajo y los consumidores chinos. Para evitarlo, Guthrie y otros presionaron para que el país entrara en la Organización Mundial del Comercio, que prohibía estas contrapartidas. En 2001, el grupo admitió a China.

Ese mismo año, Apple se dio cuenta del potencial porque empezó a fabricar ahí. Posteriormente, Apple se expandió en 2004 con una fábrica de iPod que se iba convirtiendo en un producto exitoso. El gobierno chino movió una montaña en 6 meses para construir una fábrica para Apple.

Durante las dos décadas siguientes, el gobierno chino gastó miles de millones de dólares para ayudar a crear la cadena de suministro de Apple, pavimentando carreteras, contratando trabajadores y construyendo fábricas, centrales eléctricas y viviendas para los empleados. Ahora Apple ensambla casi todos los iPhone, iPad y Mac en China.

En 2014, Apple contrató a Guthrie para enseñar a sus gerentes y asesorar a los ejecutivos sobre China y también realizó investigaciones, y su primer proyecto fue la cadena de suministro de la empresa.

Apple consideró diversificarse para no depender tanto de China y la empresa pensó en llevar su producción a India y Vietnam, sin embargo, Guthrie llegó a la conclusión de que ninguno de los dos era un sustituto viable ya que Vietnam, a pesar de ser cooperativo, no tenía suficientes trabajadores e India tenía la fuerza laboral, pero su burocracia complicaba la construcción de construir infraestructuras y fábricas.

Hoy en día, Apple ya se ha introducido en India y Vietnam, incluso construyendo una planta de ensamblaje de iPhone más pequeña en India. Sin embargo, su cadena de suministro seguirá centrada en China. Esta postura dejaba a Apple muy vulnerable y el nuevo líder de China buscaba formas de utilizar su influencia sobre las empresas estadounidenses en el país. En 2014, entró en vigor la llamada “Ley de trabajo de despacho de China”, que limita la proporción de trabajadores temporales en la fuerza de trabajo de una empresa al 10 por ciento. Desde el primer día, Apple y sus proveedores la infringieron.

Esto preocupó a los ejecutivos de Apple ya que la empresa no podía cumplir porque necesitaba los trabajadores adicionales para hacer frente a períodos de intensa demanda, como las vacaciones.

Apple ha lidiado con las demandas del gobierno chino y solo a veces ha podido resistirse con éxito a ellas. Para cumplir, Apple habría tenido que crear una supuesta puerta trasera para que las autoridades chinas pudieran burlar la seguridad de un iPhone, similar a lo que la Oficina Federal de Investigación había pedido en 2016, y Apple rechazó la solicitud. En China, Apple también presionó y convenció al gobierno de que no necesitaba los datos, según el ejecutivo.

Para medir el éxito de su presión, los ejecutivos de Apple se fijaron en las puntuaciones anuales de de responsabilidad social corporativa del gobierno, un indicador de la opinión del Partido Comunista de una empresa. Antes de las puntuaciones de 2017, Apple publicó un informe que promovía las contribuciones de la empresa a China. El informe fue una colaboración entre varios departamentos de Apple, y los elogios del gobierno al informe fueron celebrados dentro de la empresa, según documentos de Apple vistos por The Times.

La puntuación de Apple mejoró constantemente. De 2016 a 2020, su clasificación entre todas las empresas de China subió del número 141 al 30.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Apple es una de las más grandes empresas estadounidenses y en este artículo se observa cómo ha logrado introducirse en China para la fabricación de sus productos a tal grado de ser muy dependiente a lo que el gobierno chino haga y esto ha hecho vulnerable a la empresa.