Pushing back. Joe Biden is determined that China should not displace America

Cita: 

The Economist [2021], "Pushing back. Joe Biden is determined that China should not displace America", The Economist, London, 17 de julio, https://www.economist.com/briefing/2021/07/17/joe-biden-is-determined-th...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 17, 2021
Tema: 
China en la agenda de la Administración de Biden
Idea principal: 

Su política hacia China se ve aún más dura que la de Donald Trump

Rush Doshi, quien era un académico de la Brooking Institution escribió en un libro suyo que Estados Unidos debe centrarse en “debilitar el poder y el orden de China y construir las bases del poder y el orden de Estados Unidos”. Él cree que China ha trabajado durante años para restarle poder geopolítico a Estados Unidos, dando forma a un orden más antiliberal que está a favor de los intereses de China. Esto resulta sorprendente después de que Estados Unidos ha dedicado décadas a comprometerse con mejorar la política exterior con China.

La gente esperaba que Biden se comprometiera a mejorar las relaciones con China, pero se está dedicando a frenar su ascenso. Biden está preocupado por el modelo autoritario de China. En sus primeros seis meses la administración de Biden calificó de genocidas a los actos ocurridos en Xinjiang y trabajó con aliados para sancionar a los culpables. Biden ha continuado con el rechazo de Trump hacia empresas chinas como Huawei y ha convertido en una prioridad la lucha con China en las conversaciones con sus aliados.

Biden está posicionando a Estados Unidos como líder de Occidente en una “contienda con autócratas”, así lo expresó en la cumbre del G7 en junio de 2021. Un alto funcionario de la administración dijo a The Economist que China ve el periodo de 2030-2035 como un espacio para poder “afirmar su autoridad a nivel mundial” y sembrar temor en sus críticos para convertir al mundo en un lugar seguro para la autocracia. Xi ha anunciado que desea influir en el orden global aprovechando un mal momento de Occidente, según lo pensado por el Partido Comunista.

Construir y mitigar

Biden no puede intentar lidiar con China como lo hizo con la Unión Soviética, por eso intenta contrarrestar la influencia china aumentando la estadounidense que ha tenido décadas de declive. Los gastos de Washington son elevados, pero no se comparan con lo que China gasta en infraestructura y política industrial. China se convertirá en la economía más grande del mundo en 2030-2035 si continua igual.

El mercado chino ejercerá “un poderoso campo gravitacional” que superará sus fronteras, según el Partido Comunista. China podrá gastar más en sus fuerzas armadas y en investigación para desarrollo tecnológico. Doshi cree que para ello se necesita una política antagónica, lo que él llama “mitigamiento asimétrico” que se refiere a las formas de socavar los intentos de China de socavar el orden mundial a un bajo costo. Eso sería como adoptar un enfoque de “disuasión por negación” en áreas que se encuentren más allá de las aguas chinas reconocidas internacionalmente. El objetivo es evitar que China tome el control de aguas o islas que no le pertenecen.

Una táctica de mitigación podría ser el control de exportaciones para evitar que empresas estadounidenses impulsen el desarrollo tecnológico de China. Trump usó esa táctica para detener a Huawei y a Semiconductor Manufacturing International Corporation. La mitigación política incluye contrarrestar la influencia de China en Naciones Unidas e instituciones multilaterales.

Afinar

Biden ha renunciado a las sanciones a la empresa rusa que construye el gasoducto Nord Stream 2 como un favor a Alemania, que será el receptor de la mayor parte del gas. Biden considera más importante mejorar las relaciones con sus aliados. Estados Unidos acordó un nuevo acuerdo de costos compartidos para su presencia militar en Corea del Sur. Gran Bretaña, Canadá y la Unión Europea se unieron a Estados Unidos en marzo de 2021 para imponer sanciones a los funcionarios y entidades chinas por el tema de Xinjiang, fue la primera vez que esto se llevó a cabo. En junio de 2021 el G7 y la OTAN emitieron declaraciones reconociendo la amenaza china.

Biden ha trabajado con el G7 y el Quad, una agrupación militar con Australia, Japón e India para contrarrestar la diplomacia de vacunas sujetas a condiciones chinas. Los aliados de Estados Unidos no actuarán por sí solos sin ayuda de la potencia americana. Boris Johnson anunció el 7 de julio de 2021 que no quería ahuyentar la inversión debido un “espíritu anti-China”. El número de países con los que China comparte más comercio que Estados Unidos es mayor que al revés.

Las empresas e instituciones financieras estadounidenses quieren tener acceso al mercado chino y a la flexibilización de los controles de exportación. Por otra parte, China y Estados Unidos deberán reducir sus emisiones para evitar más cambios en el medio ambiente, pero será difícil conseguir un acuerdo entre ambos para que alienten a más países a hacer lo mismo.

Jake Sullivan, actual asesor de seguridad nacional de Biden dijo en 2020 que la administración debía dejar de centrarse en la suposición de que “más comercio es siempre la respuesta”. La administración se dio cuenta en junio de 2021 que Estados Unidos depende de algunos mercados que China domina, por ejemplo el de metales de tierras raras, el litio y el cobalto y algunos medicamentos. Estados Unidos planea dejar de depender de China en estos aspectos.

Algunos funcionarios y oficinas estadounidenses se han retrasado con los esfuerzos de imponer sanciones a China en 2021, pero en 2020 después de que Trump culpara a China por la pandemia, se bloquearon importaciones chinas. La administración de Biden realizó prohibiciones en junio de 2021 a importaciones de una empresa con sede en Xinjiang que produce el silicio necesario para elaborar células solares, argumentando que estaban preocupados por las condiciones de trabajo del lugar.

¿Qué tan directo, exactamente?

La administración de Biden desea ralentizar el progreso de China en tecnologías como la inteligencia artificial y la computación cuántica. Los halcones de la política exterior son más radicales y quieren prohibir las transacciones en dólares con fabricantes chinos de chips.

El problema es complejo porque si las empresas estadounidenses se alejan de China, otros más llegarán. Biden presenta el conflicto como una dicotomía de democracias contra autocracias y algunos se alteran. Jude Blanchette del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales argumenta que la administración de Biden debe alejarse de China y no actuar en su contra siempre. Blanchette cree que Estados Unidos debe enfocarse en el mundo que quiere construir.

Datos cruciales: 

1. Estados Unidos creó la Ley de Innovación y Competencia que fue aprobada por el Senado en junio de 2021. La Ley autorizaría 52 mil millones de dólares para impulsar la investigación y fabricación de semiconductores en Estados Unidos, 29 mil millones para un nuevo fondo de ciencias aplicadas para apoyar proyectos tecnológicos y dinero para viajar a la Luna.

2. El paquete de recuperación de la pandemia de 1.9 billones aprobado en marzo de 2021, las propuestas millonarias para infraestructura “dura y blanda” y más gastos son parte de la política de reconstrucción dirigida a China y de las promesas de campaña de Biden.

3. El plan de infraestructura central estadounidense se redujo a 600 mil millones en las negociaciones con los republicanos. Los demócratas quieren agregar 3.5 billones en otro paquete.

4. Biden aceptó una suspensión de aranceles de una disputa con la Unión Europea que duró 17 años por los subsidios a Airbus.

5. Más de 40 grupos progresistas le escribieron a Biden el 7 de julio de 2021 motivándolo a que dejara de lado la “postura antagónica” de Estados Unidos hacia China.

6. Aproximadamente 45% del suministro mundial del silicio altamente refinado proviene de Xinjiang.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La actual competencia mundial visible para mucho y negada por muchos también, se está llevando a cabo entre China y Estados Unidos. Dos son los temas principales en este conflicto y son la tecnología y el comercio. Estados Unidos quiere evitar por cualquier medio que China desarrolle su tecnología y con eso frenar su crecimiento. La potencia americana teme perder la hegemonía económica a nivel mundial en los próximos años, lo cual ya es casi inevitable debido a que China se ha expandido rápidamente.

Las empresas transnacionales han sido usadas por los gobiernos como herramientas para poder desestabilizar mercados extranjeros o para ejercer presión sobre otros países en cuestiones económicas. Se trata de una nueva manera de crear conflictos sin recurrir a la violencia, las pugnas comerciales como la imposición de aranceles o los bloqueos de importaciones y exportaciones están siendo usadas como medios para presionar a otros gobiernos y para tratar de obligarlos a que ralenticen su crecimiento.