Capitalismo catrastrófico
Saxe-Fernández, John [2021], "Capitalismo catrastrófico", La Jornada, México, 12 de agosto, https://www.jornada.com.mx/2021/08/12/opinion/022a1eco
John Saxe-Fernández, es Doctor en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e Investigador Adlai Stevenson en el United Nations Institute for Training and Research (UNITAR). Ha sido profesor en la Universidad Hofstra de Nueva York y en la Universidad Estatal de California en Los Ángeles. También fue Director del Proyecto Lázaro Cárdenas sobre la Condición estratégica del Petróleo mexicano CONACYT-UNAM-PEMEX. Actualmente es docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y es investigador del programa "El Mundo en el Siglo XXI”.
El documento del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), nos brinda aproximadamente 14 mil estudios científicos en los cuales se entiende que el cataclismo climático se puede frenar, pero debemos de actuar ahora.
El autor prefiere llamar al cambio climático un colapso climático capitalogénico, en el cual estamos matando a la biosfera terrestre, sin embargo, aún hay oportunidades para reparar el daño.
El secretario general de la ONU, António Guterres calificó al texto de la IPCC como un código rojo para la humanidad, ya que en él se entiende que debemos dejar de utilizar tanto el carbón como los combustibles fósiles para que dejemos de destruir al planeta. El uso de este material ha ocasionado que el nivel del mar aumente, inundaciones e incendios forestales. Se esperaba que estos acontecimientos tuviesen lugar entre el año 2030 y 2050, sin embargo, ahora forman parte de nuestra realidad.
António Guterres también menciona que las acciones por parte de la sociedad no han sido suficientes, y que es importante que el sistema socio-económico se involucre más, ya que de este sector es de donde emanan principalmente los gases de efecto invernadero. Además añade que el origen del cambio climático está ligado con los subsidios estatales hacia los combustibles fósiles, terminando en cuentas bancarias de las industrias que justamente están vinculadas al sector de los combustibles fósiles.
Los subsidios gubernamentales dirigidos hacia los combustibles fósiles no reflejan el impacto que los combustibles generan en el clima, medio ambiente y salud humana.
Tanto en Estados Unidos como en Unión Europea, Exxon-Mobil, Chevron Texaco, Equinor, Repsol, Total, Shell y ENI, comienzan a formar parte de la revolución verde, queriendo ser parte de la solución cuando son parte del problema. Muchas de sus subsidiarias o firmas son usadas para el saqueo de la riqueza pública.
1. Los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que los subsidios dirigidos hacia los combustibles fósiles a nivel mundial en 2015 fueron de aproximadamente 5.3 billones de dólares anuales.
2. El subsidio de 5.3 billones de dólares a los combustibles fósiles supera a la inversión pública mundial en la salud.
3. Los 60 bancos más grandes del mundo a partir del acuerdo de París en 2015 han seguido incrementando su fortuna año con año (cifras mostradas en miles de millones de dólares): en 2016; 709, en 2017; 740, en 2018; 781.8; en 2019, 824.8, y en 2020, 751.8. Dando un total de 3.4 billones de dólares a costa de la pérdida de miles de vidas.
Las consecuencias del cambio climático han surgido antes de lo que se planeaba, y las acciones de las empresas para reparar el daño son fundamentales. Ahora las empresas compiten por crear e innovar en opciones ecológicas, pero el cambio del uso de energía fósil a renovable no se llevaría a cabo si estuviese en manos de los bancos.