Jon Huang es editor gráfico de The New York Times con formación en informática y fotoperiodismo.

Claire O’Neill es ministra de estado para la energía y el crecimiento limpio desde julio de 2019 en el gabinete de Boris Johnson.

Hiroko Tabuchi es reportero de The New York Times sobre temas relacionados con el ambiente.

El ascenso de la minería de Bitcoin está generando un conjunto de efectos negativos sobre el deterioro ambiental, a través del aumento de desechos tecnológicos, así como de un aumento sorprendente de energía eléctrica.

Bitcoin fue creado en 2008 con el único objetivo de generar un nuevo orden en los sistemas de pago, mediante la eliminación de intermediarios como bancos y el mismo gobierno, quienes supervisan y controlan todas las transacciones monetarias del mundo. El creador, usando el nombre de Satoshi Nakamoto, hizo posible que las transacciones fueran registradas en un libro público, de manera que todos pueden acceder a él, y la recompensa por ayudar a manejar tal libro sería la creación de nuevos bitcoins para el "minero".

Los mineros son agentes que compiten por validar las transacciones, ingresar al libro público del Bitcoin y obtener bitcoins. Cabe destacar que la creación de bitcoins es limitada por lo que en algún punto la oferta se detendrá. Al momento de publicarse este artículo, un bitcoin es igual a 50 mil dólares. Lo anterior da lugar a una competencia ardua entre los mineros para ser recompensados con 6.25 nuevos bitcoins. Y es aquí donde surge el impacto ambiental.

En 2009, minar tan solo requería una computadora de escritorio y el consumo de electricidad era insignificante puesto que el bitcoin tenía poco valor y nadie buscaba tener más. Hoy en día, se necesita una sala llena de computadores especializadas para minar y el consumo de electricidad es igual a nueve años el recibo promedio de un hogar normal.

La industria del bitcoin utiliza más la electricidad que Finlandia, un país con más de 5 millones de personas que, a su vez, equivale a la misma cantidad de electricidad que consume Washington, Estados Unidos. En los últimos cinco años, el consumo de electricidad respecto el consumo mundial se ha multiplicados diez veces.

Cuando los mineros tratan de validar nuevas transacciones, básicamente juegan a las adivinanzas, por lo que tener más y mejores computadoras es igual a resolver adivinanzas mas rápido. Sin embargo, el network de Bitcoins esta diseñado para hacerse más complejo a medida que participan más mineros.

En el proceso de aumentar la velocidad, los mineros, utilizan cantidades enormes de electricidad y cada año y medio la tecnología para hacer minería queda obsoleta, por lo que los mineros la reemplazan, generando más desechos tecnológicos que muchas economías.

Minar requiere tecnología de punta y un suministro ininterrumpido de electricidad, la cual tiene un alto costo.

En la actualidad, “sólo siete grupos mineros poseen casi 80% de toda la potencia de cálculo de la red”, y ya que el servicio de electricidad se ha encarecido en China en los últimos años, los mineros que se concentraban en aquel país comenzaron a migrar a otros países. En 2019, el porcentaje de minero en China cayó a 46%, mientras que el Estados Unidos paso de 4 a 16%.

La industria del bitcoin difícilmente utilizará energías renovables. Los expertos señalan que si la energía renovable es utilizada por la industria del bitcoin no alcanzaría para abastecer la electricidad de una casa, de una fábrica o de un auto eléctrico.

Un grupo de mineros ha comenzado a experimentar con gas natural proveniente de las perforaciones petrolíferas y de gas. No obstante, aún son ejemplos escasos y difíciles de cuantificar. Por otro lado, algunos mineros han pretendido aprovechar el excedente de energía hidroeléctrica que se genera durante la temporada de lluvias en el suroeste de China, pero si esos mineros operan durante un periodo de sequía, utilizarán combustibles fósiles.

Otro grupo de mineros ha sugerido una alternativa más eficiente, en términos de la contabilidad del sistema: en lugar de que los bitcoins se ganen mediante el trabajo computacional, sea a través de demostrar la propiedad de suficientes criptomonedas, pero tal alternativa no se ha impuesto a nivel global, en parte se debe a que los actores del bitcoin que han gastado enormes sumas en la minería convencional.

Tanto ambientalistas como el gobierno se encuentran preocupados por el alza en la minería del bitcoin y de otras criptomonedas. Teóricamente, si se regula la actividad, la tensión energética disminuye pero el sistema de bitcoin fue diseñado especialmente para evadir a los intermediarios, lo cual impone un alto grado de complejidad en el establecimiento de reglas en la industria del bitcoin.