En el último informe Cambio climático 2021: la base de la ciencia física del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), la geoingeniería -referida como "modificación de la radiación solar"- no se encuentra en el Resumen para los hacedores de política que fue firmado por los gobiernos de todo el mundo. En el informe del 2013, curiosamente el tema sí fue incluido.

La geoingeniería tiene la capacidad de contrarrestar significativamente el ascenso de la temperatura global mediante la alteración de la atmósfera para aumentar la cantidad de luz solar que se refleja en el espacio. Investigaciones señalan que estos métodos podrían compensar algunos de los efectos de los gases de efecto de invernadero sobre el clima regional y global, y el ciclo del agua y de carbono.

Los autores del informe justifican la ausencia del tema comentando que no hay espacio para todos -aunque el borrador del informe tiene casi 4 mil páginas. Muchos científicos creen que hablar de geoingeniería solar es un salvavidas que podría alejar a los legisladores de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sin que promuevan alguna acción, o hagan algún bien sobre el planeta.

Cabe destacar que la ingeniería solar no causaría una simple reversión del calentamiento global ocasionado por el efecto invernadero, la técnica trae consigo efectos secundarios potencialmente peligrosos. Por ejemplo, los cambios que puede generar sobre la química atmosférica y su circulación no están del todo estudiados.

En el informe de 2013 la decisión de incluir el tema fue controvertido en su momento y criticado posteriormente. Janos Pasztor, director de la Iniciativa Carnegie para la Gobernanza del clima también lamenta que la ingeniería solar no se haya incluido en esta ocasión, él considera que si no se discute la posibilidad, no desaparece, simplemente es un tema menos explorado y algo para lo que el mundo no está preparado: “cuando el mundo puede ir de muchas maneras diferentes es necesario prepararse para eso”.