¿Un muro para detener el cambio climático? Miami lo considera

Cita: 

Mazzei, Patricia [2021], "¿Un muro para detener el cambio climático? Miami lo considera", The New York Times, New York, 4 de junio, https://www.nytimes.com/es/2021/06/04/espanol/miami-cambio-climatico.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
Las acciones para combatir las inundaciones en Florida no son agradables ni baratas.
Idea principal: 

Patricia Mazzei es jefa de la oficina de The New York Times en Miami, cubre temas relacionados con el cambio climático y desastres naturales en Florida y Puerto Rico.


En 2018, el huracán Irma dejó inundadas varias partes de Miami. Después del desastre natural el gobierno de Estados Unidos ha explorado diversas maneras para proteger zonas vulnerables del sur de Florida.

El Cuerpo de ingenieros del Ejército de Estados Unidos propuso construir un muro de 9 kilómetros de longitud, paralelo a la costa a través de los vecindarios, que pasaría justo por la Bahía Vizcaína, a un lado de los rascacielos del distrito financiero de la ciudad. La obra costaría alrededor de 6 mil millones de dólares e iniciaría en cinco años. “Las decisiones difíciles que tendrá que enfrentar la ciudad debido a sus retos ambientales ya están aquí y pocos quieren enfrentarlas”.

“Debemos abrir un diálogo sobre cuáles son nuestras prioridades, a nivel cultural. Y hay una tremenda resistencia a sostener esa conversación”, dijo Benjamin Kirtman, profesor de Ciencias atmosféricas de la Universidad de Miami.

Miami es quizá el área metropolitana estadounidense con mayor exposición al aumento del nivel del mar. No es la negación del cambio climático lo que impide las acciones, sino que las soluciones no son agradables ni económicas para la variedad de problemas que enfrenta la región.

El sur de Florida se encuentra sobre una piedra caliza porosa que permite que el océano se eleve y filtre a través del suelo, es decir, aún sin tormentas mareas elevadas provocan inundaciones grandes en las calles. El flujo de agua salada amenaza con desgastar el acuífero subterráneo que abastece de agua potable a la región y agrietar las viejas tuberías de alcantarilla y fosas sépticas avejentadas. Por otro lado, deja menos espacio para que la tierra absorba el líquido de las inundaciones y debido a su escorrentía contamina la bahía y mata los peces.

Amy Clement, profesora de Ciencias de la Universidad de Miami y presidenta del comité de resiliencia climática de la ciudad, ha comentado que sin duda los fenómenos están interrelacionados, pero es un obstáculo que diferentes partes del gobierno los gestionen. “Está dividido de maneras que complican mucho el progreso. La verdad es que se requiere mucho más dinero del que tiene cualquier gobierno local”.

Los legisladores republicanos que han controlado la legislatura de Florida desde hace más de 20 años reconocieron a finales de 2019 que por ignorar el cambio climático se había perdido una década. Por lo tanto, han comenzado a tomar medidas para financiar soluciones. Se han canalizado más de 200 millones de dólares de contribuyentes a proyectos relacionados con el aumento del nivel del mar y el alcantarillado. Los legisladores también destinaron 500 millones de dólares del estímulo federal.

Sin embargo, las cifras no son suficientes. Se estima que el condado de Miami-Dade requiera alrededor de 4 mil millones de dólares para eliminar de manera gradual 120 mil fosas sépticas. Y eso no incluye los miles de dólares que cada propietario inmobiliario también tendría que pagar. Ante esta situación los proyectos del Cuerpo de ingenieros cuentan con financiamiento de 65% por parte del gobierno federal y 35% por parte del gobierno local.

El muro del Cuerpo de ingenieros ha producido desacuerdo entre los ambientalistas y promotores inmobiliarios, quienes temen que la delicada ecología de la bahía se vea afectada y que los valores de las propiedades disminuyan.

Existen otros proyectos como parte del plan del Cuerpo de ingenieros, que incluye construir rompeolas en la desembocadura del río Miami y varias otras vías navegables, fortalecer las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como estaciones de bomberos y policías a fin de que resistan el golpe del agua. También se encuentra la alternativa de elevar o acondicionar negocios y hogares con estructuras a prueba de inundaciones, plantar manglares que sean una primera línea de defensa contra las inundaciones y la erosión.

Algunos críticos han señalado que la elevación de casas conduciría a una mayor protección de los ricos ya que las zonas costeras que planean ser elevadas se encuentran mansiones millonarias. Respecto a los muros, mientras que algunos serían bastante pequeños otros pueden llegar a ser de hasta casi 4 o 6 metros de altura, además de estar situados tierra adentro. Es decir, los muros dividirían los vecindarios y dejaría menos protegidos a los hogares orientados al mar, sin mencionar que revertirían décadas de políticas pensadas para evitar obras de dragado y relleno de la bahía.

“Tengo la sensación de que la mayoría de los floridanos vivirían con el riesgo del agua para conservar su estilo de vida”, dijo Cynthia Barnett, una periodista medioambiental de Gainesville.

En una ocasión los gobiernos locales preguntaron a los ciudadanos cómo les gustaría combatir el cambio climático. En respuesta, los residentes contestaron qué prefieren infraestructuras verdes como una protección costera de varias capas basada en una mezcla de dunas, praderas marinas, arrecifes de coral y manglares. “El plan del Cuerpo de ingenieros del Ejército simplemente se ve muy diferente”, dijo Zelalem Adefris, vicepresidenta de políticas y defensa en Catalyst Miami.

Los funcionarios del Cuerpo de ingenieros afirman que no ven otro modo de sortear lo que llaman elementos estructurales si se quiere proteger al condado de Miami-Dade de la amenaza de la marejada ciclónica. Pero Niklas Hallberg, director de proyectos de estudio del Cuerpo de ingenieros afirmó que el cuerpo está comprometido a trabajar con la comunidad en la siguiente fase de diseño del proyecto, por lo que “tal vez no se parezca tanto a un muro”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Como se ha expuesto, en las costas del condado de Miami-Dade en Estados Unidos las soluciones antes la crisis climática implica modificar la infraestructura de las comunidades y modificar hábitos de consumo y estilos de vida. Por otro lado, el financiamiento de dichos cambios necesita del apoyo del Estado y la cooperación del sector privado, ambos agentes actuando en la misma dirección.