World Inequality Report 2022

Cita: 

Chancel, Lucas, Thomas Piketty, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman (coords.) [2021], World Inequality Report 2022, World Inequality Lab, https://wir2022.wid.world/www-site/uploads/2022/02/WIR_2022_FullReport.pdf

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
El crecimiento de la desigualdad mundial en los últimos 40 años.
Idea principal: 

Lucas Chancel es economista, especializado en desigualdad y políticas ambientales. Es codirector de World Inequality Lab en la École d’économie de Paris y profesor asociado en Sciences Po. También es investigador del Institute for Sustainable Development and International Relations y asesor del European Tax Observatory.

Thomas Piketty es economista y se especializa en temas de desigualdad de ingresos y riqueza, redistribución y política impositiva. Es director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, profesor en la École d'économie de Paris y codirector de World Inequality Lab y World Inequality Database.

Emmanuel Saez es economista, profesor de Economía y director del Center for Equitable Growth en la University of California Berkeley. Su investigación se enfoca en desigualdad y política impositiva.

Gabriel Zucman es economista. Es profesor asociado de Economía en la University of California Berkeley. Sus líneas de investigación son acumulación, distribución y gravámenes a la riqueza global, cuantificación de los efectos redistributivos de la competencia internacional impositiva, entre otros.


Resumen ejecutivo

Información confiable como bien público mundial
El reporte apunta la contradicción entre la abundancia de información que caracteriza al momento presente y la escasez de datos básicos sobre desigualdad en el mundo. Aunque se conocen datos anuales de crecimiento económico, poco se sabe de la distribución de éste, las ganancias y las pérdidas. Por ello, la capacidad para medir y monitorear las desigualdades socioeconómicas es crítica para la democracia. La información de acceso libre, transparente y confiable es un bien público.

Los datos y análisis presentados en este informe son parte del trabajo de más de cien investigadores de todos los continentes durante cuatro años, y alimentan la World Inequality Database elaborada por el World Inequality Lab.

La desigualdad contemporánea de ingresos y riqueza es muy grande
En promedio, en 2021 un adulto tiene un ingreso anual 23 380 dólares y posee 102 600 dólares al año. Sin embargo, señalan los autores, las cifras promedio ocultan enormes disparidades entre países y al interior de éstos. A nivel mundial, el 10% más rico de la población concentra 52% del ingreso, mientras el 50% más pobre sólo gana 8.5%. En términos de riqueza, las disparidades son mayores: la mitad más pobre de la población mundial sólo posee 2% de esta, y el 10% más rico acapara 76% de toda la riqueza.

MENA es la región más desigual del mundo. Europa tiene los niveles más bajos de desigualdad
El informe destaca que, a nivel regional, la desigualdad varia fuertemente. Por ejemplo, En Europa el 10% más rico recibe 36% del ingreso, mientras que en la región de Medio Este y África del Norte (MENA, por sus siglas en inglés) el decil más adinerado recibe 58%. Esta proporción es 43% en Asia del Este y 55% en América Latina.

El ingreso per cápita dice poco sobre la desigualdad
Como se indica en el reporte, entre los países de altos ingresos promedio, hay unos muy desiguales, como Estados Unidos. Lo mismo ocurre con países de ingresos bajos y medios: hay casos de desigualdad extrema (Brasil e India), alta (China) o baja (Malasia y Ururguay).

La desigualdad es una decisión política
Los datos presentados en el informe indican que la desigualdad de ingresos y riqueza ha aumentado desde la década de 1980, debido a los programas de desregulación y liberalización en casi todos los países del mundo. No obstante, este aumento no es uniforme. Mientras países como Estados Unidos, Rusia e India han experimentado un crecimiento vertiginoso, otros como China y una parte de Europa, han registrado incrementos relativamente menores. Este comportamiento, en opinión de los autores, confirma que la desigualdad no es inevitable, es una decisión política.

La desigualdad contemporánea actual está cerca de los niveles de inicios del siglo XX
Los datos muestran trayectorias diferenciadas al interior de los países y entre estos. La brecha entre el ingreso promedio del 10% de los países más ricos y el del 50% de los países más pobres se redujo de 50 a 40 veces. En contraste, al interior de los países el comportamiento es opuesto: la brecha entre el ingreso per cápita del 10% más rico y el del 50% más pobre casi se duplicó, al pasar de 8.5 a 15 veces.

Los autores advierten que la desigualdad mundial contemporánea se asemeja a la de la época dorada del imperialismo occidental a inicios del siglo XX. De hecho, “la cuota de ingresos en manos de la mitad más pobre del mundo es cerca de la mitad de lo que era en 1820, antes de la gran separación entre los países de Occidente y sus colonias” (p. 12).

Las naciones se han vuelto más ricas, pero los gobiernos más pobres
La distribución de la riqueza entre el sector público y el privado también se ha modificado en los últimos 40 años. El reporte señala que, en los países ricos, la cuota de riqueza en manos de actores públicos es cero o negativa, lo que significa que prácticamente toda la riqueza está en posesión del sector privado. Este cambio tiene consecuencias importantes en la capacidad de los estados para enfrentar retos urgentes, como el cambio climático.

La desigualdad de la riqueza se ha profundizado en la cima de la pirámide de la distribución

Al interior del sector privado también ha aumentado la desigualdad de la riqueza. Los multimillonarios concentran una desproporcionada cuota de la riqueza global: el 1% más rico, acaparó 38% de la riqueza acumulada desde mediados de la década de 1990 y el 50% más pobre sólo ganó 2%. Desde 1995, la riqueza global en manos de los multimillonarios ha crecido de 1 a 3%, incremento exacerbado durante la pandemia por Covid-19.

La desigualdad de riqueza entre países cayó durante casi todo el siglo XX, pero el 50% de su población mantiene una baja participación en la riqueza

Aunque el reporte indica que la desigualdad de riqueza se redujo significativamente para los países de Occidente entre principios del siglo XX y la década de 1980, la mitad más pobre de la población de esos países sólo participó entre 2 y 7% de la riqueza.

Las desigualdades de género siguen siendo significativas a nivel mundial
En este informe se presenta la primera estimación de desigualdad de género en materia de ingresos. En general, la participación de las mujeres en el ingreso total era alrededor de 30% en 1990 y hoy se ubica cerca de 35%. En los últimos 30 años, el progreso ha sido bastante lento y en algunos países, incluso ha retrocedido.

Reducir la desigualdad en las emisiones de carbón es crucial para enfrentar el cambio climático

Los autores señalan la estrecha relación entre la desigualdad de ingresos y riqueza y las contribuciones al cambio climático. En promedio, los humanos emiten 6.6 toneladas equivalentes a dióxido de carbono anualmente. Los datos del informe indican que el 10% de los emisores son responsables por 50% de todas las emisiones (Dato Crucial 1).

Entre regiones, la desigualdad en emisiones también es alta. En Europa, por ejemplo, el 50% de la población más pobre emite cerca de 5 toneladas anuales per cápita, en Asia del Este cerca de 3 toneladas y en América del Norte, casi 10 toneladas. En contraste, el 10% más rico es responsable por 29 toneladas anuales en Europa, 39 en Asia del Este y 73 en América del Norte. En este sentido, se enfatiza que las políticas para combatir el cambio climático deberían enfocarse en los emisores más adinerados.

Redistribuir la riqueza para invertir en el futuro
Los autores proponen el establecimiento de un impuesto progresivo a la riqueza de los multimillonarios del mundo que sirva para la redistribución de la riqueza y permita enfrentar los retos del siglo XXI. En este escenario, se estima que 1.6% de los ingresos mundiales podría invertirse en educación, salud y transición ecológica.

Datos cruciales: 

1. Para 2019 las emisiones de carbono per cápita por nivel de ingresos en el mundo muestra que el 10% más rico emite en promedio 31 toneladas (47.6% del total), mientras el top 1% emite 110 (16.8% del total). Por su parte el 50% más pobre emite 1.6 toneladas (12% del total).

2. En 1850 se emitió en promedio el equivalente a mil millones de toneladas de dióxido de carbono. Para 1900 el número se incrementó a 4.2 mil millones, en 1950 eran 11 mil millones y 35 mil millones para 2000 y se estima que actualmente son 50 mil millones para 2020-21 (datos de emisiones anuales, no acumulados (Gráfica 6.1).

3. Del total de 2.4 billones de toneladas de carbón emitidas desde 1850, América del norte es responsable de 27%, Europa 22%, China 11%, Sur y sudeste asiático 9%, Rusia y Asía Central 9%, Este asiático 6% (incluyendo a Japón), América Latina 6%, otros (MENA) 6% y África Subsahariana 4% (Gráfica 6.2).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El reporte presenta información actualizada sobre una de las tendencias distintivas de la trayectoria del capitalismo contemporáneo: la desigualdad extrema de los ingresos y la riqueza. Adicionalmente, el informe relaciona la dimensión de género así como la emisión de contaminantes que contribuyen al cambio climático con la desigualdad económica entre naciones y al interior de estas.

Las tres dimensiones (económica, ecológica y de género) resultan cruciales para caracterizar a las élites contemporáneas, así como las dimensiones en que refuerzan su poder.