Crisis climática. Al borde del precipicio: el escenario que no modela el IPCC

Cita: 

Tanuro, Daniel [2021], "Crisis climática. Al borde del precipicio: el escenario que no modela el IPCC", Viento Sur, 10 de agosto, https://vientosur.info/al-borde-del-precipicio-el-escenario-que-no-model...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Agosto 10, 2021
Tema: 
Las consecuencias del cambio climático para los ecosistemas y par el ser humano
Idea principal: 

Daniel Tanuro, es la firma de Alain Tondeur, ingeniero agrícola belga, ecologista y activista. Es dirigente de la Izquierda Anticapitalista en el Reino de Bélgica y colaborador habitual de diferentes medios de divulgación.


El GT1 (Grupo de trabajo 1) del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio Climático en inglés) presentó el Sexto Informe de Evaluación del Clima, el contenido de dicho informe genera una exaltante angustia debido al análisis de los hechos que hay actualmente respecto al cambio climático y sus consecuencias a futuro.

El IPCC lleva advirtiendo desde hace más de 30 años las posibles catástrofes que suceden y sucederán, a lo que los gobiernos hacen caso omiso. Inclusive si en la COP26 (ver dato crucial 1) se decidiera poner en practica las acciones más radicales para estabilizar y reducir las emisiones de C02, emisiones de efecto invernadero, etc., los daños causados a la tierra son irreversibles, y tendrán consecuencias desfavorables para la humanidad.

Este informe da una perspectiva realista sobre la situación en la que nos encontramos, sin embargo, aún sigue siendo una proyección alejada de una total realidad, las proyecciones de subida de los océanos (ver dato crucial 2) no incluyen la ruptura de casquetes polares, entre otros que no son lineales, es decir, no pueden modelizarse y que evidentemente es un enorme problema que resulte en cataclismos, además de que las proyecciones a futuro que presenta el IPCC, son, en el mejor de los casos, si los gobiernos deciden poner en práctica las acciones más radicales para estabilizar y reducir emisiones, lo cual resulta bastante difícil, por no decir imposible.

Por otro lado, se sabe que el 10% más rico de la población mundial produce más del 50% del CO2 mundial, es evidente el hecho de cambiar el sistema energético, dedicando al mismo tiempo más energía a la satisfacción de los derechos legítimos de la población común, sin embargo, esto evidentemente no contribuiría a la acumulación capitalista que genera la destrucción ecológica y la desigualdad social.

En base a los hechos, el cataclismo climático puede “detenerse” reduciendo la producción mundial y su reorientación hacia las necesidades reales del ser humano, suprimiendo la producción inútil o nociva, así como la expropiación de los monopolios capitalistas, en primer lugar, la energía, las finanzas y la agroindustria. Esto desemboca evidentemente a la reducción de las extravagancias de consumo de la población rica.

La mayoría de la población rica, ya sean presidentes, empresarios, etc., exponen estar a favor del progreso humano y de resguardar el planeta tierra, proponen “ideas” para poder lograrlo, sin embargo, como es de esperarse, siempre hay un interés de por medio que está por encima de lo que realmente es importante, por ejemplo, aumentar las cuotas de las tecnologías de baja emisión de carbono (refiriéndose a la energía nuclear) cuando es evidente las catástrofes causadas por plantas nucleares, además de sugerir el despliegue de las tecnologías de emisiones negativas (ver dato crucial 3). Su evidente intento por culpar a la población en general y pidiendo un cambio de comportamiento para “ayudar al medio ambiente”, además de dar soluciones con casi nula eficacia, tal como la plantación masiva de árboles, haciendo creer que todo está bajo control, cuando en realidad no lo está.

El IPCC, concretamente el GT1, hace consideraciones científicas en su informe en cuanto a las Tecnologías de emisiones negativas (RTE o CDR, por sus siglas en inglés), afirma que las RTE tienen como objetivo compensar las emisiones residuales para lograr cero emisiones netas de CO2 y reducir el calentamiento o, si se aplica a una escala en la que las eliminaciones antropogénicas superen a las emisiones antropogénicas, para reducir la temperatura de la superficie.

En resumen, el GT1 respalda la idea de que las tecnologías de emisiones negativas podrían aplicarse a gran escala, compensando el hecho de que el capitalismo mundial se niega a dejar a un lado los combustibles fósiles, no por cuestiones técnicas si no de beneficio propio. El informe exalta los beneficios del despliegue masivo como medio para lograr emisiones netas negativas en la segunda mitad del siglo.

Cabe recalcar que también se hace una advertencia, pero ambigua: afirma que no está claro que las RTE sean tan eficaces, ya que algunos “efectos” podrían debilitar su potencial para eliminar el CO2. Refiere a los impactos sociales y ecológicos: “Las tecnologías RTE pueden tener efectos potencialmente generalizados sobre los biogeoquímicos y el clima, que pueden debilitar o aumentar el potencial de esos métodos para eliminar el CO2 y reducir el calentamiento, y también pueden influir en la disponibilidad y calidad del agua, la producción de alimentos y la biodiversidad”.

El informe del GT1 del IPCC da argumentos y hechos para dar a conocer la situación actual por la que estamos pasando, basándose en leyes de la física del sistema climático, por otro lado, banaliza la carrera político-tecnológica en la que el capitalismo antepone su lógica de acumulación ilimitada de beneficios. El informe de GT1 ilustra un análisis bastante realista sobre la situación climática actual, pero también resulta parcialmente ideológico, cayendo en ser un informe carente de una objetividad verdadera.

Datos cruciales: 

1. COP es la sigla de “Conferencia de las Partes”. En la jerga diplomática, las partes se refieren a las 197 naciones que accedieron a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en una reunión celebrada en 1992. Ese año, Estados Unidos y algunos otros países ratificaron el tratado para combatir la “peligrosa interferencia humana en el sistema climático” y estabilizar los niveles de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Esta es la vigésima sexta ocasión en la que se reúnen los países para la convención, de ahí el nombre COP 26.

2. El informe del GT1, indica que es casi seguro que el nivel del mar subirá entre 0.28 y 0.55 m en el siglo XXI, en comparación con el periodo 1995-2014. En los próximos 2 000 años, es probable que siga subiendo entre 2 y 3 metros, y luego el movimiento continuará. Como resultado, en la mitad de los lugares con mareógrafos, los eventos de marea excepcionales que se observaban una vez por siglo en el pasado reciente se observarán al menos una vez por año, aumentando la frecuencia de las inundaciones en las zonas bajas.

3. Tecnologías de emisiones negativas (RTE o CDR, por sus siglas en inglés) son tecnologías que supuestamente enfriarán el clima eliminando enormes cantidades de CO2 de la atmosfera para almacenarlo bajo tierra. Tecnología experimental, aún en pruebas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El capitalismo que ha traído consigo la destrucción del ambiente, nos lleva a las consecuencias sobre el ecosistema del planeta y la vida del ser humano en el futuro. Será conveniente que los países trabajen en conjunto para tratar de mitigar los efectos del cambio climático, pero aún en el escenario más optimista las consecuencias serán devastadoras.