En Silicon Valley, Meta de Mark Zuckerberg ha prometido hacer realidad el metaverso, mientras que en Asia, el Partido comunista de China está impulsando a sus grandes empresas tecnológicas para ganar la carrera por un universo virtual. Dan Wang, analista del sector tecnológico chino, señaló que la creación de un metaverso en China solo sería permitida con fines de propaganda del Partido, pues en 2021 el gobierno estableció restricciones de tiempo a los jóvenes que jugan videojuegos; de manera que, si China permite el desarrollo del metaverso, sería con controles de contenido, vigilancia, censura y sin posibilidad de anonimato.

Hasta ahora, el Partido comunista ha mantenido estricto control sobre el uso del internet, desafiando todas las predicciones de Occidente. Considerando una visión autoritaria, la construcción de un metaverso en China puede llevar a una contienda entre los valores democráticos y autoritarios a una nueva dimensión virtual.

Así como con las redes sociales, el metaverso sería construido por compañías y no por el estado en sí mismo. En 2021, mil 600 empresas habían solicitado 11 mil marcas con la palabra china para metaverso yuan yuzhuo. De septiembre a noviembre del mismo año, el capital venture recaudó mil millones de dólares, más del doble de lo recaudado en 2020, según un sitio web llamado Sina Tech. Desde que las grandes y pequeñas empresas tecnológicas de China anunciaron sus planes sobre el metaverso los precios de las acciones se han disparado.

Manteniendo el control

Aunque el gobierno central se mantiene en silencio, en diciembre y enero de 2021 las autoridades de las provincias de Shanghai, Wuhan y Hefei incluyeron el desarrollo de tecnología del metaverso en sus planes de desarrollo cinco años. En noviembre, el gobierno de la provincia de Zhejiang organizó un simposio de la industria del metaverso, donde los ponentes concluyeron que el metaverso debe ser la insignia de la nueva tecnología. En octubre, el Instituto chino de las relaciones internacionales contemporáneas (CICIR, por sus siglas en inglés), un grupo de élite afiliado al Ministerio de seguridad, publicó un documento sobre el metaverso. En el artículo podía leerse sobre la necesidad de leyes y regulaciones para lidiar con el trabajo virtual, los crímenes económicos y otras cuestiones entre el mundo real y virtual.

El Ministerio de la industria y la información tecnológica, en su papel de regulador estatal, realizó un taller en enero de 2021 sobre el metaverso, en él la autoridad convocó a las empresas Tencent, Baido y Alibaba. “Los participantes coincidieron en la importancia innovadora del metaverso y en la necesidad de desplegar con antelación las contramedidas de riesgo”.

Para los analistas todo apunta a que el metaverso es considerado por el estado chino como una oportunidad para vencer a Occidente, así como ocurrió con la carrera de la red 5G. Como tecnología emergente, el metaverso tiene aún muchos retos tecnológicos por superar. El hecho de que la gente pueda pasar sin problemas de una actividad a otra mientras está sentada en un autobús público, perdidos en sus gafas de alta tecnología, tomará algunos años más. Sin embargo, China ha demostrado que, con el respaldo estatal a sus gigantes tecnológicos, ha superado a sus rivales occidentales, incluso en un tiempo menor.

Tencent, Baidu y Alibaba han recibido apoyo por parte del gobierno chino en cuanto a infraestructura sobre computación de la nube. Cada una de ellas también se encuentra desarrollando aspectos relacionadas con el metaverso como las redes sociales, el comercio electrónico y una divisa virtual. “Aunque el partido desconfía del poder de estas empresas, quiere que ayuden a China adelantarse en la curva de las nuevas tecnologías”. Tencent es quizás la mejor posicionada en la carrera del metaverso, ya que es el lanzador de videojuegos más grande del mundo y una de las principales fuerzas en los medios de comunicación y el comercio electrónico.

Un metaverso chino permitiría al Partido comunista realizar una de las visiones distópicas e hiperbólicas que a menudo se comentan sobre China: el seguimiento de cada movimiento y susurro. La tiranía de una puntuación de crédito social que rige la existencia de todos.