Jack Nicas es el jefe de las oficinas del New York Times en Brasil que cubre Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

Anton Troianovski es el jefe de las oficinas del New York Times en Moscú.

En medio del conflicto con Ucrania, el presidente Vladimir Putin ha estado ocupado intentado expandir la influencia de Rusia a América Latina. Habló con Daniel Ortega, presidente autoritario de Nicaragua, los líderes de Venezuela y Cuba. Recibió al presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien prometió reducir la dependencia de su país con Estados Unidos.

El frenesí de diplomacia personal dirigida hacia América Latina por parte de Putin busca ejercer influencia incluso en regiones lejanas, intensificando la interacción y creando lazos hacia un territorio cada vez mayor del hemisferio occidental. Todo esto sucede cuando Putin ha amenazado con tomar “medidas técnico militares” no especificadas, si no consigue las garantías de seguridad en Europa del Este que les exige a Estados Unidos y a la OTAN.

"Los funcionarios del Kremlin han deslizado pistas insinuando que dichas medidas podrían involucrar despliegues militares en el hemisferio occidental", de esa manera los analistas especulan que Rusia podría enviar misiles nucleares a países latinoamericanos aliados.

Las verdaderas intenciones de Putin siempre son difíciles de descifrar, podría ser un modo de complicar la respuesta de Occidente a su invasión amenazada de Ucrania. Al mismo tiempo, los líderes latinoamericanos tienen sus propias agendas políticas y podrían usar a Putin para ganar influencia con Estados Unidos.

La reciente diplomacia latinoamericana es un recordatorio de que, para Putin, hay un objetivo primordial: devolverle a Rusia su estatus de gran potencia capaz de desafiar a Estados Unidos. El presidente ruso ha logrado aprovechar los lazos establecidos en la era soviética, los resentimientos locales hacia Estados Unidos y los caprichos de algunos líderes.

"La especialidad de Rusia en la región ha sido el apoyo político a países que se están quedando aislados del escenario global". Ejemplo de lo anterior es el apoyo diplomático brindado por Putin a los líderes autoritarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Por su parte, Putin también le ha extendido una invitación a Bolsonaro, presidente de Brasil.

Los analistas en América Latina se muestran escépticos ante la posibilidad de que Putin llegue a desplegar armamento en la región, en parte porque hacerlo podría destruir gran parte de la buena voluntad que Rusia ha ido creando en América Latina. Sin embargo, Rusia ha sido clave para armar a sus aliados más cercanos en América Latina. Rusia ha vendido armas y tanques a Cuba y Nicaragua, así como aviones y sistemas antimisiles a Venezuela.

Un problema que ve Estados Unidos es que los rusos quieran interferir en las elecciones colombianas de mayo, donde busquen apoyar al candidato de izquierda el cual sería un posible aliado ruso. Pero en el corto plazo, según los analistas, la ganancia más importante que Rusia puede obtener en América Latina probablemente sea apoyo diplomático. Pero en el corto plazo, según los analistas, la ganancia más importante que Rusia puede obtener en América Latina probablemente sea apoyo diplomático.