Oil Giants Sell Dirty Wells to Buyers With Looser Climate Goals, Study Finds

Cita: 

Tabuchi, Hiroko [2022], "Oil Giants Sell Dirty Wells to Buyers With Looser Climate Goals, Study Finds", The New York Times, New York, 10 de mayo, https://www.nytimes.com/2022/05/10/climate/oilfield-sales-pollution.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Mayo 10, 2022
Tema: 
Grandes empresas petroleras venden sus campos a empresas desconocidas sin conciencia climática
Idea principal: 

Hiroko Tabuchi es reportera climática para The New York Times, también escribe artículos de economía, negocios y tecnología japonesa de Tokio.


Royal Dutch Shell vendió su participación en el campo petrolífero de Umuechem en Nigeria en 2021. La venta se puede interpretar como un un progresos en sus metas climáticas. Al vender sus propiedades, Shell podría recaudar dinero para invertir en tecnologías más limpias y avanzar hacia su objetivo de cero emisiones netas para 2050. Sin embargo, aun cuando Shell vendió su participación en ese campo petrolero, hubo un aumento en la quema del exceso de gas que emite gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Cuatro años antes a la venta de Umuechem, "los satélites no detectaron ninguna quema de rutina en el campo, que Shell operaba en Níger. Pero inmediatamente después de que esa empresa vendiera el campo a Trans-Niger Oil & Gas, empresa sin objetivos cero declarados, los niveles de quema se cuadruplicaron." Trans-Niger dijo en 2021 que tiene la intención de triplicar la producción en el campo.

Los principales compradores de activos relacionados con combustibles fósiles en los últimos años han incluido corporaciones estatales de petróleo y gas como Pertamina de Indonesia, Qatar Energy, CNOOC de China y Diversified Energy de Alabama.

Otros compradores incluyeron empresas menos conocidas. En muchas transacciones, no se conocía a los compradores. El número de transacciones de activos relacionados con combustibles fósiles abarcó una gran parte de tratos (los activos pasaron de ser propiedad estatal a privada). Estos tratos excedieron el número de transferencias público privadas por 64%. Este fenómeno dificulta la limpieza de la infraestructura de combustibles fósiles.

En julio de 2021 el perforador de petróleo y gas Apache vendió alrededor de 2 100 pozos a una empresa poco conocida de Luisiana, Slant Energy.

Aproximadamente 40% de esos pozos estaban inactivos. Antes de que se vendiera el lote, se taponaba un promedio de 169 pozos al año para evitar que filtraran sustancias químicas tóxicas a las aguas subterráneas o que emitieran metano. Desde que Slant asumió el control, solo se taparon dos pozos.

Shell tiene objetivos corporativos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero cuando vende un campo de petróleo o gas, esos objetivos y compromisos pueden desaparecer para ese campo.

Las preocupaciones planteadas por las emisiones que se transfieren a diferentes empresas también ponen el acento en las corporaciones bancarias globales que desempeñan un papel fundamental en la facilitación de fusiones, adquisiciones y otras transacciones de carbón, petróleo y gas. Los activistas climáticos que piden la "desinversión" de los combustibles fósiles se han centrado hasta ahora en la financiación directa de proyectos de combustibles fósiles por parte de los bancos.

Los nuevos propietarios del proyecto Umuechem han dicho que se centrarán en aumentar la producción, lo que puede sobrecargar las instalaciones del campo petrolero y requerir cantidades significativas de quema. Esto se debe a que el rápido aumento de la producción de petróleo a menudo también libera más gas natural, lo que supera la capacidad del campo para recolectar el gas adicional.

Ante esto, las empresas deberían hacer contratos o acuerdos que comprometan a los compradores a reducir las emisiones y que tengan los recursos, así como la intención de invertir en la limpieza.

Datos cruciales: 

1. De 3 000 acuerdos de petróleo y gas realizados entre 2017 y 2021, más del doble involucraron activos que se trasladaron de operadores con compromisos netos cero a los que no, que al revés. Eso genera preocupaciones de que los activos continuarán contaminando, quizás incluso a un ritmo mayor, pero lejos del ojo público.

2. La Agencia de Protección Ambiental estima que cada pozo inactivo y desconectado genera emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a entre 17 000 y 50 000 millas recorridas por un vehículo de pasajeros promedio a gasolina. Ya hay 1.6 millones de pozos destapados en Estados Unidos, según los recuentos de la industria, y un número cada vez mayor de ellos están abandonados.

3. Se espera que muchas de las compañías de energía más grandes vendan más de 100 mil millones de dólares en campos petroleros y otros activos contaminantes en un esfuerzo por reducir sus emisiones y avanzar hacia sus objetivos climáticos corporativos. Sin embargo, con frecuencia venden a compradores que revelan poco sobre sus operaciones, han hecho pocas o ninguna promesa para combatir el cambio climático y están comprometidos a aumentar la producción de combustibles fósiles.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Empresas desconocidas sin objetivos climáticos claros están comprando los campos petroleros de grandes corporaciones, lo cual demuestra que para las empresas solo les importa lo económico. Mientras estas cumplan con sus obligaciones climáticas y se vean bien al ojo público, lo demás no importa, a pesar de las empresas a las que les venden destruyan aún más el ambiente.