Mark Mazzetti es corresponsal de investigación de Washington y es dos veces ganador del Premio Pulitzer.

Ronen Bergman es redactor de The New York Times Magazine en Tel Aviv.

Un equipo de ejecutivos de un contratista militar estadounidense visitó discretamente Israel en varias ocasiones para comprar NSO Group, la empresa que inventó el software “Pegasus”, herramienta que puede extraer datos e información de forma remota desde el teléfono móvil de un objetivo, sin que el usuario tenga que hacer clic en un enlace de “phishing” para darle acceso. También puede convertir al teléfono móvil en un dispositivo de seguimiento y grabación.

La empresa estadounidense L3Harris, con experiencia tecnológica de spyware, pretende comprar a NSO Group. Este objetivo tiene muchas dificultades debido a que Estados Unidos puso a NSO en su lista negra. El software de la empresa israelí fue utilizado por otros gobiernos para hackear los teléfonos de líderes políticos, activistas de derechos humanos y periodistas. Además, “NSO había actuado en contra de la seguridad” estadounidense.

En junio de 2021, cuando se filtró la noticia de la posible venta de NSO, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que estaban indignados al enterarse de las negociaciones y que cualquier intento de comprar una empresa incluida en la lista negra encontraría una seria resistencia.

L3Harris, que depende de contratos gubernamentales (ver Dato crucial 1), notificó que había frenado sus planes de comprar NSO, aunque personas cercanas a las negociaciones dijeron que hubo intentos de seguir con éstas. El futuro de NSO no es claro; sin embargo, su tecnología se volvió una herramienta de la política exterior israelí, incluso cuando la empresa se ha convertido en blanco de intensas críticas.

Los portavoces de L3Harris y NSO se negaron a comentar sobre las negociaciones. Un portavoz del Departamento de Comercio estadounidense se negó a dar detalles sobre cualquier conversación con L3Harris sobre la compra. Un portavoz del Ministerio de Defensa israelí se negó a comentar, al igual que una portavoz del primer ministro israelí.

La decisión de la administración Biden de poner a NSO en una lista negra se produjo después de años de revelaciones sobre cómo los gobiernos habían utilizado "Pegasus" como instrumento de vigilancia nacional. No obstante, Estados Unidos también compró, probó y desplegó "Pegasus" en 2018 y 2019 mediante operaciones del FBI y la CIA.

Si L3Harris pone fin a las conversaciones de adquisición, el futuro de NSO queda en duda. La compañía israelí había visto el trato como un posible "salvavidas" después de haber sido incluida en la lista negra que ha paralizado su negocio (las empresas estadounidenses no pueden hacer negocios con empresas en la lista negra o podrían ser sancionadas por el gobierno). Como consecuencia, NSO no puede comprar tecnología estadounidense para mantener sus operaciones, ya sean servidores Dell o almacenamiento en la nube de Amazon.

Durante más de una década, Israel ha tratado a NSO como un "brazo del estado", otorgando licencias a Arabia Saudita, Hungría e India, con los que el gobierno israelí esperaba fomentar relaciones diplomáticas y de seguridad. Pero Israel también ha negado la provisión de "Pegasus" a países por razones diplomáticas. En 2021, Israel rechazó una solicitud del gobierno de Ucrania para comprar "Pegasus", por temor a que la venta dañara las relaciones de Israel con el Rusia.

Los representantes de L3Harris dijeron a los israelíes que las agencias estadounidenses apoyarían la adquisición siempre que se cumplieran ciertas condiciones. Una de las condiciones era que el arsenal y las vulnerabilidades en el código fuente que permiten hackear teléfonos móviles se vendiera a todos los socios de los Estados Unidos (Five Eyes, conformado por Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda).