'Una jaula invisible': así es como China vigila el futuro

Cita: 

Mozur, Paul, Muyi Xiao y John Liu [2022], "'Una jaula invisible': así es como China vigila el futuro", The New York Times, New York, 4 de julio, https://www.nytimes.com/es/2022/07/04/espanol/china-vigilancia.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Julio 4, 2022
Tema: 
Nuevos sistemas informáticos de vigilancia en China.
Idea principal: 

Paul Mozur es el corresponsal del New York Times encargado de temas de tecnología y geopolítica en Asia, en 2021 ganó el Premio Pulitzer por la cobertura de la pandemia de Covid 19.
Muyi Xiao es reportera del equipo de investigaciones visuales del New York Times y lleva una década cubriendo China.
John Liu cubre las noticias de China para el New York Times.

La inmensa población que habita China es vigilada constantemente mediante un sistema de cámaras sumamente extenso, el rastreo y monitoreo tanto de teléfonos como de mensajes e incluso de las compras. Las tecnologías de última generación hacen posible la recopilación y procesamiento de enormes cantidades de datos con los que se establecen patrones que supuestamente pueden predecir delitos y protestas. Además, esta tecnología alerta a la policía de comportamientos sospechosos a los ojos del gobierno chino.

La tecnología de seguimiento implementada por el gobierno chino profundiza el control social y político. Al mismo tiempo, este tipo de tecnologías, posibilitan la automatización de la discriminación estructural y de la represión política.

Para el gobierno chino es esencial asegurar condiciones óptimas de gobernabilidad, y la inteligencia de datos les es una herramienta sumamente útil. En este sentido, desde el 2012 en que Xi Jinping asumió el liderazgo estatal de China, se han incrementado las políticas tecnoautoritarias. El objetivo de estas políticas es, entre otros, eliminar los disturbios, como el conflicto étnico en Sinkiang.

Los algoritmos rastrean y alertan de actividades consideradas sospechosas. Por ejemplo, en 2020 autoridades del sur de China denegaron la petición de una mujer para trasladarse a Hong Kong. El motivo de la denegación fue que el matrimonio se considero sospechoso y posiblemente fingido, con el fin de obtener un permiso de migración, pues la pareja no solía estar en el mismo lugar al mismo tiempo.

El periódico The New York Times ha obtenido la información de este tipo de tecnologías de vigilancia mediante diversas fuentes. Algunas de estas fuentes son documentos de investigación de la policía, patentes de contratistas de vigilancia, presentaciones de las propias empresas, además de documentos de contratación pública. Varios de los documentos a los que tuvo acceso el Times fue por medio de la revista en línea China File, que por mucho tiempo ha sistematizado registros de sitios web gubernamentales.

Los programas informáticos de vigilancia ocupados en China funcionan, en parte, con datos de Estados Unidos y Europa, y se potencian con las reservas de datos nacionales de la propia China. Para diversos grupos defensores de derechos humanos este tipo de tecnología codifica el racismo, pues decisiones como las zonas por vigilar pueden estar basadas en prejuicios discriminatorios.

La población China usualmente no sabe que la están vigilando, pues la policía no necesita ordenes judiciales para recabar información personal.

De acuerdo con algunos expertos en este tipo de sistemas de vigilancia, estas formas de control son efectivas pues, aun cuando las predicciones no son exactas, la vigilancia constante inhibe actos delictivos. Pero, contraria a esta opinión, la investigadora Maya Wang, que forma parte de la organización no gubernamental Human Rights Watch, sostiene que este tipo de tecnologías producen una jaula invisible que opera con más fuerza sobre grupos que previamente ya eran discriminados.

No hay dónde esconderse

Yin Qi es fundador de la empresa de inteligencia artificial Megvi. En 2017 Yin Qi explicó a medios estatales chinos su visión de un sistema informático de vigilancia para predecir la delincuencia. El sistema del que habló Qi sería una especie de motor de búsqueda delictiva que procesaría grandes cantidades de imágenes de video para establecer patrones potencialmente sospechosos y avisar a las autoridades.

Actualmente, en 2022, el sistema informático de vigilancia del que habló Yin se está concretando. Times ha revisado las presentaciones internas de Megvi y ha encontrado que los productos de la empresa ofrecen expedientes digitales muy completos para la policía. Por ejemplo, ofrecen productos que almacenan diversos datos como rostros, fotos, automóviles e incidentes, con el objetivo reprimir la ilegalidad desde la raíz mediante la identificación de personas que en apariencia son inocentes.

Este tipo de tecnologías no son exclusivas de Megvi, y ya están siendo utilizadas. En el municipio chino de Tianjin la policía compró a Hikvision un software cuya función es predecir las protestas. El sistema opera recopilando datos de las personas que presentan quejas de los funcionarios locales ante autoridades superiores, y se clasifican según la probabilidad de que estás personas viajen a la capital china Pekin.

Este sistema es útil tanto a los funcionarios locales que buscan mantener ocultas sus irregularidades, como al gobierno central que no quiere que la gente inconforme se junte en la capital.

Desde que Xi Jinping asumió el mandó en China, el esfuerzo por controlar a las personas que presentan quejas es más invasivo. Por ejemplo, Zekun Wang, miembro de un grupo de víctimas de un fraude inmobiliario y que han buscado una compensación, sospecha que su grupo es vigilado por la aplicación de mensajería china WeChat pues en 2017 las autoridades interceptaron a sus compañeros en Shangai antes de que estos pudieran trasladarse a Pekín.

La plataforma de Hikivisión funciona en alianza con la policía de Pekín y la de Hebei. Además, establece las probabilidades de que la gente presente una queja mediante el análisis de la familia, las relaciones sociales, los viajes y las situaciones personales. El sistema ayuda a la policía a crear perfiles de cada persona, e incluso se toma en cuenta el carácter de las personas.

Automatización de los prejuicios

En 2018 la policía de Zhouning adquirió 439 cámaras nuevas. Nueve de las cámaras se colocaron afuera de casas en las que vivían personas con enfermedades mentales.

De a cuerdo con más de 100 de los documentos revisados por el Times, la vigilancia se centra en determinadas personas clave. Uno de los problemas de la forma en que se establecen esas personas clave es que suelen basarse en prejuicios discriminatorios. Entre las personas clave hay fugitivos y delincuentes sentenciados, pero toda aquella persona que sea considerada una amenaza para la estabilidad social puede ser considerada una persona clave. Por ejemplo, activistas, inmigrantes, minorías étnicas, personas con VIH e incluso jóvenes sin empleo forman parte de los sujetos sobre los que este tipo de sistemas de vigilancia se centra, y rara vez se enteran o son notificados de esto.

Estos sistemas informáticos de vigilancia suelen permitir la configuración de alarmas con parámetros introducidos por la policía, como alertar del ingreso de una persona a determinado sitio, de la reunión de determinados individuos, entre otros.

Son diversas las ciudades en que estos sistemas de vigilancia ya están operando. En Nanning la policía tiene un software capaz de seguir a tres personas clave que se hospedan en un mismo hotel. En la turística ciudad de Yangshuo y en Shangai el sistema de vigilancia también pesa mucho sobre trabajadores inmigrantes. Hay alertas que se activan si algún extranjero sin permiso de trabajo pasa mucho tiempo frente a bares o escuelas de idiomas, o si alguien excede el uso normal de agua o electricidad.

De acuerdo con las declaraciones en 2016 de Li Wei, investigador de la universidad nacional de policía de China, la inteligencia de datos les permite diseñar un perfil de las personas y ponerles etiquetas. Si una persona recibe una o más tipos de etiquetas, la policía interfiere en su identidad y comportamiento, para después realizar medidas preventivas de seguridad.

Hacia el tecnototalitarismo

Zhang presentó una denuncia del seguimiento policial contra su familia. La denuncia fue presentada después de que Zhanng realizó una solicitud de indemnización al gobierno chino por la tortura que sufrió su familia durante la Revolución Cultural. El propio Zhang recurre a muy diversas medidas para evitar la vigilancia, que según él se volvió nazi y de alta tecnología. Por ejemplo, cuando Zhang viajó de su pueblo a Pekín, para evitar el seguimiento policial apagó su teléfono, pagó en efectivo e incluso compró boletos de tren con destinos distintos.

El software de vigilancia de Tianjín puede detectar a quienes buscan eludir la vigilancia. Según Zhang, él nota que cada que apaga su teléfono se presentan agentes a su casa para verificar que no ha viajado a Pekín.
Para las autoridades estos sistemas de vigilancia son efectivos pues, aun cuando sus algoritmos no sean completamente certeros, desincentivan actos como las protestas. La misma policía es evaluada en función de su capacidad de responder a las alarmas automatizadas y de evitar protestas.

De acuerdo con diversos documentos de licitación hay listas rojas que incluyen personas que el sistema de vigilancia debe ignorar. Incluso en la provincia de Guangdong se especifica que los sujetos a los que no se debe vigilar son funcionarios del gobierno.

Para Zhang la tecnología no es en sí misma mala, puede ser ocupada para el bien. Pero considera que ahora es usada en beneficio de quienes tienen el poder político, y la ocupan para silenciar los problemas.

Datos cruciales: 

1.- En 2022 la policía de Tianjín compró un softwere fabricado por Hikvision cuyo objetivo es predecir las protestas.

2.-En 2018 la policía del condado rural de Zhouning compró 439 cámaras nuevas. Algunas se colocaron en intersecciones y otras en escuelas. Además, nueve cámaras se colocaron fuera de las casas de personas que padecían enfermedades mentales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los Estados están desarrollando nuevas formas de control social. En este caso se muestra la forma en que la cooperación entre el Estado y empresas tecnológicas como Hikivision y Megvi, desarrollan sistemas informáticos que amplían las posibilidades de vigilancia y de desmotivación de las protestas. La inteligencia de datos significa para el Estado, mediante las empresas tecnológicas que lo surten, la posibilidad de automatizar el seguimiento de sujetos con patrones de conducta potencialmente peligrosos para el propio Estado, el gobierno y sus funcionarios.