Dora Villanueva es reportera en el área económica para el periódico mexicano La Jornada.

Líderes gremiales y productores de café en Coatepec, Veracruz, se muestran indignados por el apoyo prioritario a las grandes trasnacionales, como Agroindustrias Unidas de México (AMSA), Cafés California y Nestlé. Les adjudican este privilegio a los altos cargos en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el secretario Víctor Villalobos con su cercanía a dichas transnacionales, Santiago Argüello Campos, director general de Fomento a Agricultura; quien trabajó con empresas extranjeras que han explotado la intermediación por 173 años.

Ciro Ruiz Gonzales, presidente del Consejo Regional de Café en Coatepec, e integrante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), expresa que las compañías grandes e influencia son el principal obstáculo para los pequeños productores, pide que se priorice a los productores de baja escala sobre las transnacionales, se realicen revisiones de calidad de producto y controle la cadena, no hacerlo es fallar contra los pequeños agricultores.

En julio de 2022 se inauguró la nueva planta de Nestlé en Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo anunció como una gran inversión, que traerá grandes beneficios al pueblo agricultor mexicano (Dato Crucial 1). Sin embargo, los productores veracruzanos no lo ven de esa forma pues la mayoría del grano procesado por la empresa es exportada de Vietnam, además, se hace uso de una variedad que no podría cultivarse en sus campos, debido a la sombra biodiversa que estos poseen. Aunado a eso, los intermediarios, también conocidos como coyotes, quienes buscan reducir costos comprando granos a precios injustamente bajos con los pequeños productores, quedándose con un porcentaje del margen bruto (Dato crucial 2).

En marzo de 2000, la Comisión Federal de Competencia Económica realizó una investigación sobre la producción, distribución y autorización de café, sin embargo, esta no se hizo pública, pues se detuvo cuando llegaron a la conclusión de que había manipulación en los costos del café. Sin embargo, poco después fueron aprobadas las redes de cafeterías más extensas en el país, Oxxo y Starbucks.

Ante esta falta de mecanismos de realización en los precios del café, hace un año se impulsó una iniciativa de Ley de Fomento a la Cafeticultora, presentada en el senado por la legisladora Susana Harp, en la que se presentaba la reactivación del Instituto Nacional del Café (Incafé), organización que estará separada de la Sader, se hará cargo de representar al país en situaciones referentes a la producción y comercialización del café, y principalmente se hará cargo de establecer referencias para regular los precios del grano. Y es en este punto en el que las trasnacionales están incumpliendo la ley, asegura Ruiz González.