Consciousnessʼ in Robots Was Once Taboo. Now Itʼs the Last Word

Cita: 

Whang, Oliver [2023], "'Consciousness' in Robots Was Once Taboo. Now It's the Last Word", The New York Times, New York, 6 de enero, https://www.nytimes.com/2023/01/06/science/robots-artificial-intelligenc...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Enero 6, 2023
Tema: 
Los alcances y los límites ante la posible creación de robots con consciencia propia.
Idea principal: 

Oliver Whang es reportero de The New York Times. Se centra en temas relacionados con la ciencia y la salud.


Las investigaciones del ingeniero mecánico Hod Lipson lo han llevado a profundizar en la idea de crear una máquina que tenga la capacidad de detectar problemas dentro de su propio sistema y poder repararlos por él mismo. La finalidad es que aplique el principio de adaptabilidad al igual que los seres humanos.

El Dr. Lipson, líder del Laboratorio de máquinas creativas de la Universidad de Columbia, cree que a medida que se extiendan las aplicaciones de los robots a la vida cotidiana la raza humana será más dependiente, aunque eso podría significar un desastre. Con los avances del Machine Learning, la idea del Dr. Lipson cada vez se vuelve más tangible, es así como hace énfasis en articular la palabra que pareciera un tabú, c-word, que hace referencia a la creación de robots con conciencia propia.

La dificultad de c-word es que la conciencia puede adquirir varios significados dependiendo del área desde donde se examine. En el caso de la ingeniería, es necesario encontrar la forma de expresar el termino en el lenguaje ingenieril porque de ello depende que las máquinas realmente puedan ser consideras inteligentes.

Hod Lipson enfatiza que la conciencia pudiera parecer un tema exclusivo para la filosofía y que incluso para los propios filósofos no es una tarea sencilla y aun así han presentado teorías sobre la conciencia como Daniel Dennet o Patricia Churchland.

De esta manera, es válido que para los científicos y especialistas en robótica sea vital expresarlo de manera práctica. Crear una definición funcional. Así, Lipson y su equipo han definido a la conciencia como la capacidad de imaginarse a uno mismo en el futuro.

Esta interpretación de la conciencia tiene diferentes estadios. Se trata de un proceso continuo. Primero está la capacidad de ser consciente del lugar que ocupas en el presente, se trata de la conciencia primitiva que poseemos tanto animales como humanos. Más allá está la capacidad de imaginar el futuro y después se encuentra la capacidad de imaginar a partir del futuro que ya imaginaste. Esa es la manera en la que el equipo de Lipson trata de generar un algoritmo para dotar de conciencia a los robots.

El punto débil en esta definición radica en sí cualquier entidad que sea autoconsciente se puede decir entonces que posee consciencia (dato crucial 4 y 5) porque nuevamente se vuelve a caer en el bucle de sí lo que yo considero consciencia para el otro es consciencia.

En el caso de que yo considere que mi creación posee consciencia, en términos de moralidad y ética, de qué manera debería de tratarle a eso. Ante tal cuestionamiento el Dr. Schwitzgebel se apoya de la política de diseño del medio excluido con la cual al momento de crear una máquina tenemos que saber cuál es su uso específico y no un punto intermedio.

Robert Long, filósofo por la Universidad de Oxford apoya la idea de Schwtizgebel. Considera que la manipulación de la inteligencia artificial en los laboratorios puede desencadenar una serie de problemas que más adelante no se puedan controlar. Tal es el caso de los robots con consciencia.

Ante tales cuestiones Lipson y el propio Schwitzgebel comparten la idea de que conviene arriesgar porque ir a tientas hace que el desarrollo tecnológico sea más lento. Se puede ganar más que perder y lo que tiene que hacer el ser humano con la tecnología es volverla más resistente ante las calamidades.

Datos cruciales: 

1. Los antecedentes sobre la creación de la conciencia en las máquinas se remontan a 1955 con las investigaciones sobre inteligencia artificial de un grupo de científicos de Dartmouth que se preguntaba cómo las máquinas podrían desarrollar actividades que hasta ahora son exclusivas de los humanos, tales como la creatividad, el lenguaje o el pensamiento abstracto.

2. El primer robot autoconsciente que creó el equipo de Hod Lipson realizó un algoritmo para mejorar sus capacidades a través del análisis de la cinemática de su cuerpo. De esta manera aprendió a caminar sin que se le hubiera programado cómo caminar.

3. El Dr. Chen y el Dr. Lipson han publicado recientemente un artículo en Science Robotics para informar que crearon una máquina autoconsciente que emulaba el acto de un bebe recién nacido observándose. Al principio no sabía por qué se encontraba ahí, sin embargo, gracias al poderoso algoritmo y modelos de probabilidad pudo descifrar en cuestión de horas la noción de sí mismo.
Por su parte, el Dr. Chella fabricó un robot similar que pudo reconocerse así mismo en un espejo. También ha estado trabajando en la creación de robots con la capacidad de generar monólogos ya que considera que la consciencia no puede existir sin el lenguaje.

4. Joshua Bongard, especialista en Robótica de la Universidad de Vermont y ex miembro del equipo del Dr. Lipson, considera que la consciencia está más allá de la cognición y la actividad mental. Bongard piensa que la consciencia también se trata de un proceso evolutivo y al respecto las células, tejidos y demás juegan un papel crucial a la hora de querer dotar a un robot con la capacidad de adaptabilidad. De esta manera, el especialista en robótica ha desarrollado xenobots que están formados por una red de células de rana para facilitar el control del programador.

5. Un ingeniero de Google compartió que habían mejorado un chatbot llamado LaMDA que era consciente y debía ser tratado como un niño. Sin embargo, Hod Lipson considera que no se trataba de consciencia sino más bien de un chatbot codificado para completar una tarea y lo que se percibía como consciencia en realidad era producto del programador.

6. Otra de las tareas del Dr. Lipson y su equipo es crear robots que sean conscientes de sí mismos sin la necesidad de observarse. Como en el caso de un ciego, no existe la necesidad de saber cómo es físicamente para saber que existe porque ocupa un lugar en el espacio.

Nexo con el tema que estudiamos: 
Las cuestiones morales y éticas no son exclusivas de la sociedad. En las empresas han estado presentes desde que el capitalismo comenzó a agotar los recursos y modificar su entorno. De esta manera (si se le puede llamar así) la industria de la inteligencia artificial está comenzando a dar sus primeros pasos agigantados para subsumirse al capital, y ante esto, conviene repensar y repasar sobre los límites de sus “creaciones”.