En el desierto de Arabia Saudita se intensifican los centros de investigación con sentido futurista y con una firme misión, utilizar la economía basada en petróleo para transitar lo más rápidamente posible a una actividad más ecológica. Por tal motivo, el objetivo prioritario es incentivar la expansión del uso de automóviles eléctricos y la creación de más paneles solares.

El cambio de visión en los objetivos mencionados viene consigo en razones de buscar exportar más petróleo al extranjero y consumir menos petróleo en casa, siendo una de las estrategias a largo plazo para mantener al mundo dependiente sobre los combustibles fósiles algunas décadas y seguir siendo el mayor proveedor del insumo.

En este sentido, el desarrollo de la estrategia saudita se sitúa en ámbitos como las actividades financieras, diplomáticas, así como en centros de investigación, tecnología y educación. Sin embargo, el consumo de combustible fósil no ha disminuido (Dato Crucial 1).

Los estudios aportados por Saudi Aramco son vastos, pues se han dedicado a la investigación de la energía con cerca de 50 estudios, en los cuales resalta el análisis de mantener competitivos los automóviles de gasolina, o de forma colaborativa con el Departamento de Energía de Estados Unidos con el fin de desarrollar gasolinas y motores más eficientes, así como métodos para mejorar la producción de petróleo. Asimismo, los centros de investigación sobrepasan sus fronteras, pues en Detroit uno de los laboratorios pretende desarrollar un dispositivo móvil de "captura de carbono", es decir, un diseño que se adapte al automóvil de gasolina y capture los gases de efecto invernadero antes de que se liberen por el escape.

Del mismo modo, detrás del escenario los saudíes han presionado las conversaciones climáticas globales junto con Rusia, obstruyendo la acción e investigación que busca una eliminación de los combustibles fósiles, así como influir en decisiones históricas sobre el cambio climático. De tal forma que, el posicionamiento saudí es claro, mantener a los hidrocarburos (petróleo, gas y carbón) como principal combinación energética mundial durante décadas, mientras generan inversiones considerables en modificar sus formas de producción para reducir emisiones. Además, de forma considerable el reino saudita invirtió cerca de 2.5 mil millones de dólares en universidades estadounidenses, siendo el principal contribuyente (Dato Crucial 2).

Concretamente, Arabia Saudita es firme en apoyar el acuerdo climático de París que busca evitar un aumento de temperatura de 1.5 grados centígrados, así como impulsar más de la mitad de su producción de electricidad a través de energías renovables para 2030. Mientras, en el espacio territorial pretenden plantar 10 mil millones de árboles los siguientes años, al mismo que buscan construir Neom, una ciudad futurista libre de emisiones de carbono que contará con granjas verticales y transporte rápido. De esta forma, el gobierno saudí ha invertido en compañías como Lucid que fabrica vehículos eléctricos, esto como forma para desarrollar su propia compañía de vehículos, comenzando con inversión en hidrógeno como alternativa al petróleo y gas.

En consecuencia, se espera que la transición verde sea constante pero ha sido más lento de lo esperado, teniendo como dato que menos de 1% de la electricidad se genera a partir de energías renovables, además de no existir condiciones viables para plantar miles de millones de árboles en una de las regiones más secas del mundo.

Eventualmente, la amenaza climática avanza y cada vez más rápido sin poder ignorarla, por lo que al ritmo reciente en la región será casi imposible acceder al aire acondicionado. Como evidencia de las actividades, en el Centro de Estudios e Investigación del Petróleo Rey Abdullah, un complejo alimentado por 20 mil paneles solares que centran la discusión en proyectos solares, eólicos, o en el desarrollo de tecnología como la captura de carbono.

Los saudíes y el cinturón de maíz

Los representantes saudíes desde la persuasión han influido sobre grupos agrícolas y de etanol que mantienen intereses en común, con relaciones que facilitaron el camino para los intereses saudíes en los estados productores de maíz, como Lowa con territorio fértil para la producción de etanol, insumo necesario para los vehículos eléctricos. Además, desde los centros de investigación buscan crear un dispositivo para los automóviles que absorba parte del dióxido de carbono antes de ser emitido por el escape del carro.

Las relaciones de Aramco con Hyundai resaltan la búsqueda de un combustible más pobre a los vehículos híbridos, de manera que, contribuyendo a las investigaciones fomentan el método para aumentar el flujo de petróleo de los pozos. De esta manera, para Aramco es importante mantener autos de gasolina como forma para no disminuir su demanda, pues por ejemplo el transporte es responsable de utilizar dos tercios del petróleo del mundo.

Secuela de 'La La Land'

Por su parte, el príncipe Abdulaziz bin Salman, ministro de energía de Arabia Saudita, afirmó que la decisión de eliminar rápidamente la gasolina e hidrocarburos es incrédula, bromeando que la situación parecía una secuela de 'La La Land', ya que para el reino saudí la exploración y explotación de petróleo es relevante y eliminación brusca puede ser trágica (Dato Crucial 3).

Entre otros avances climáticos, Aramco se comprometió a alcanzar el "cero neto" en emisiones generadas por perforación para 2050, esto con la finalidad de disminuir la contribución de gases de efecto invernadero a la atmósfera que se derivan del mismo proceso de extracción y producción; no obstante, entre los compromisos quedo fuera atender los efectos de las emisiones de calentamiento global ocasionadas por el petróleo.

Con la misma importancia, para los saudíes una transición rápida a las energías renovables y a los vehículos eléctricos con un sentido más limpio generaría un caos económico, y prueba de ello es la última agitación en el mercado energético mundial que sufría una escasez de suministro y aumento de precios general. Asimismo, el heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, afirma que las políticas son poco realistas mediante la exclusión de las principales fuentes de energía, pues incentiva una mayor inflación en los próximos años, así como un aumento significativo en los precios de la energía, con aumento de desempleo y empeoramiento de los graves problemas sociales y de seguridad.

La estrategia de Arabia Saudita se está desarrollando en las conversaciones climáticas

A principios de 2022, Arabia y Rusia influyeron en la aprobación de eliminar referencias por escrito de políticas "al cambio climático inducido por el hombre" durante la reunión de las Naciones Unidas, en la que se argumentaba enfatizar en las consecuencias climáticas. Mientras, algunos científicos franceses mencionaron que la influencia humana ha calentando el clima.

En la última reunión ubicada en Egipto, Arabia Saudita resaltó una visión alternativa basada en la captura y almacenamiento de carbono a gran escala, por lo que para 2027 pretenden construir una instalación capaz de almacenar tanto dióxido de carbono equivalente a lo que emiten cerca de 2 millones de automóviles de gasolina en un año. De esta forma, el tratamiento a gran escala de captura de carbono sería un gran avance para un futuro en un mundo más caliente.