Going great guns. War and subsidies have turbocharged the green transition

Cita: 

The Economist [2023], "Going great guns. War and subsidies have turbocharged the green transition", The Economist, London, 18 de febrero, https://www.economist.com/finance-and-economics/2023/02/13/war-and-subsi...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 18, 2023
Tema: 
¿El conflicto ruso-ucraniano ha acelerado la transición energética?
Idea principal: 

Dentro de todas las consecuencias que han devenido del conflicto ruso-ucraniano, una vela de optimismo se enciende en el presente análisis que realiza The Economist para enfatizar la aceleración de la transición energética gracias a un escenario que ha hecho que los combustibles fósiles sean cada vez más caros y difíciles de adquirir. El dato fuerte indica que el incremento de la intervención rusa en Ucrania ha adelantado la transición energética de 5-10 años, tomando en cuenta tres aspectos: el consumo de combustibles fósiles, la eficiencia energética y el despliegue de energías renovables.

El renacimiento del carbón, un mineral que se consideraba olvidado desde 2013, ha dejado ver que ahora su accesibilidad y asequibilidad es más costosa porque no es una alternativa mejor que el petróleo y sus derivados (incluso es más contaminante) además de que también está sujeto a la volatilidad del mercado mundial. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (EIA, por su sigla en inglés) la demanda de carbón seguirá creciendo hasta 2025, sin embargo, dentro de ese lapso el gas natural licuado (GNL) y las energías verdes comenzarán a tomar su lugar. De esta manera, la reapertura de minas y el aumento de las exportaciones de carbón por parte de países como Japón, Corea del Sur, China, India y Europa será momentánea hasta que los proyectos con GNL y energías verdes se cristalicen y comiencen a eliminar nuevamente al carbón.

Ante la reestructuración en el mercado de los energéticos, parece ser que el petróleo también está feneciendo en virtud de las restricciones al crudo ruso y la baja rentabilidad que implica la inversión riesgosa en infraestructura petrolera (incluso desde 2017 producir un barril es 30% más caro). En este sentido, los países del Golfo Pérsico y sus grandes yacimientos, están aprovechando la última bonanza energética de los combustibles fósiles (como ocurre con las empresas ADNOC y Aramco de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, respectivamente) para producir aceleradamente y satisfacer la creciente demanda mundial actual.

Este clima de volatilidad e incertidumbre ha hecho que las naciones carentes o con pocas reservas de petróleo busquen un mejor aprovechamiento energético a través de la reducción del uso del crudo y sus derivados en favor de las energías verdes y como efecto adyacente de la acción climática.

Señales de humo

Un hecho impresionante indica que en 2022 el gasto de capital global en proyectos eólicos y solares creció 133 mil millones de dólares (mdd), 357 mil mdd que han superado las inversiones en exploración de nuevos yacimientos petroleros. Esto indica que los gobiernos mundiales están invirtiendo en infraestructura verde que sustituirá paulatinamente a los combustibles fósiles, tal es el caso del uso de hidrogeno verde para suplantar al carbón en operaciones específicas. Además, también se están creando las políticas necesarias para la transición energética como la Ley de reducción de la inflación (IRA por su sigla en inglés) de Estados Unidos y leyes similares en otros países (dato crucial 9).

No obstante, la transición energética puede verse interrumpida debido a los objetivos que persiguen por detrás las leyes en pro de la infraestructura verde y la inflación que impera en el mundo a raíz del conflicto ruso-ucraniano. Por ejemplo, IRA respalda al cien por ciento todo lo que sea producido en Estados Unidos o bien, la Unión Europea establece un tope de ganancias para los proyectos verdes, lo cual significa que no todos los proyectos pueden ser considerados un negocio (dato crucial 11). Si a esto se le suma el incremento de los precios de algunos metales necesarios para la construcción de infraestructura verde (paneles solares, turbinas eólicas, etc.) entonces los incentivos a realizar inversión disminuirán, e incluso, si los precios de las materias primas disminuyen, los proyectos se verán afectados por las altas de interés utilizadas para paliar la inflación.

Pero, aun así, se espera que el impulso a las energías verdes y la reducción del uso de combustibles fósiles haga que la economía mundial reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), de esta manera lo que quedaría por esperar es que la capacidad de generación de energía renovable se incremente en los próximos años. La AIE estima que la capacidad para generar energía renovable se incremente en 2 400 GW en el periodo 2022-2027 (30% más que el pronóstico de 2021) y que esas mismas energías renovables contribuyan 90% en la generación de la misma.

Tierra, viento y fuego

Aunque la transición energética se haya acelerado “ligeramente”, esto no muestra que el indicador de no rebasar los 1.5 °C haya mejorado (se esperaría que se alcancen entonces los 2 °C para el año 2100), aunque si es cierto que la fiebre por los combustibles fósiles se estima disminuirá para 2025 y que finalmente el uso del carbón solo es momentáneo: si en Alemania se prolongó el funcionamiento de dos plantas de carbón para 2024 fue a costa de cerrar dos plantas más grandes para 2030, ocho años antes de lo planeado.

Datos cruciales: 

1) El consumo de carbón en 2022 creció 1.2% superando la barrera de 8 000 toneladas en la historia.

2) La gráfica 1 muestra el consumo mundial de carbón en el periodo 2000-2025. En efecto se confirma que el consumo aumentará hacia 2025, pero hay que notar que incluso el mayor consumidor China no habrá subido tanto su demanda que sería aproximadamente de 4.2 mil millones de toneladas (un aumento de cerca de 1 mil millones de toneladas respecto de 2022). El resto de los países considerados en la gráfica consumen mucho menos y su consumo de la misma manera no se elevará considerablemente hacia 2025.

3) La gráfica 2 muestra que las emisiones globales a causa de la quema de quema de carbón se reducirán a causa de la intervención rusa en Ucrania (como elemento detonante). El pronóstico indica que incluso sin la invasión, las emisiones también habrían descendido pero la invasión aceleró este hecho, o como dicen, aceleró la transición energética.

4) En 2022 la economía mundial se volvió 2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto menos intensiva en energía (medida por la cantidad de energía utilizada para producir 1 unidad del PIB). La mejora energética más rápida en una década.

5) De acuerdo con la consultora McKinsey, en Europa el clima cálido y una mayor eficiencia energética se ha traducido en menos electricidad (6-8%) este invierno de 2023 que el de 2022.

6) De diciembre de 2021 hasta octubre de 2022, en Europa los precios de contratos de proyectos solares y eólicos fueron 77% más baratos. En diciembre de 2022, en Alemania el precio de la energía en una planta solar costó 257 euros con lo cual tardaría 3 años en volverse rentable frente a los 50 euros y 11 años que le tomarán en el periodo 2000-2022. A nivel mundial la instalación de paneles solares en techos aumento 50% mientras que los proyectos eólicos terrestres aumentaron 35% (y un récord de 128 GW) respecto de 2022.

7) En 2022, el gasto de capital global en activos eólicos y solares superó a la inversión en exploración petrolera con un crecimiento de 357 mil millones de dólares (mdd) a 490 mil mdd.

8) La Agencia Internacional de Energía (AIE por su sigla en inglés) espera que China construya infraestructura para almacenar energía renovable por 1 000 teravatios-hora para 2025 (un equivalente a la energía generada en Japón en la actualidad).

9) Los subsidios y políticas en pro de las energías verdes de están incrementado.
• La ley de reducción de la inflación (IRA por su sigla en inglés) asigna 369 mil mdd en subsidios por uso de tecnologías verdes.
• La Comisión europea planea proporcionar subsidios por 270 mil mdd a empresas de tecnologías limpias. También ha duplicado la capacidad solar instalada de Unión Europea a partir de 2025 y hasta 2030.
• En julio de 2022, Alemania elevó su objetivo en energías limpias de 65% a 80% para 2030.
• El decimocuarto plan quinquenal de energía en China establece por primera vez el objetivo de generar energía mediante alternativas renovables en 33% para 2025 (también están ofreciendo subsidios por proyectos ecológicos).

10) La consultora Mckinsey estima que para 2030, Unión Europea tendrá que elevar 4 veces su personal encargado de desarrollar, construir y gestionar proyectos verdes, si es que quiere cumplir con sus objetivos energéticos.

11) Muchos proyectos eólicos están amortizándose al ofertar los proyectos más ambiciosos a precios más altos debido a los altos costos que implica seguir con el proyecto. Sin embargo, las nuevas políticas industriales están impidiendo que el negocio sea lucrativo, por ejemplo, el nuevo sistema de licitación de energía eólica marina de Alemania hace que los postores compitan sobre cuánto tiempo están dispuestos a pagar para ejecutar proyectos, o bien, la serie de permisos para desarrollar infraestructura verde ralentiza todo el proceso de licitaciones y permisos.

12) La gráfica 3 indica que el gasto de capital en proyectos solares y eólicos se ha incrementado a partir de 2020 comparándolo con la media de los proyectos petroleros (que excluyen a la exploración).
En efecto, a partir de 2022 se ha incrementado, sobre todo, los proyectos que tengan que ver con energía solar (más de 550 mil mdd en gastos de capital) superando a los gastos de capital derivados del petróleo (cerca de 500 mil mdd).

Nexo con el tema que estudiamos: 

La transición energética impulsada por el conflicto ruso-ucraniano deja claro que los objetivos climáticos no son prioridad fundamental para los gobiernos mundiales sino todo aquello que ponga en riesgo el dominio geopolítico por parte de los hegemónes históricos, o bien, de aquello que no detente en contra de sus intereses. En este sentido, el abandono de los combustibles fósiles tiene que ver más con un tema de negocios y de rentabilidad y su efecto adyacente ha sido la paulatina descarbonización y despetrolización de la economía mundial. Finalmente queda ver qué es lo que harán Estados Unidos y sus aliados ante el nuevo bloque de económico y de influencia que representarán los países del Golfo Pérsico.