Robert Grosse es profesor de administración de empresas y director para América Latina de la Thunderbird School of Global Management de la Universidad de Arizona. Con una maestría y doctorado en economía internacional, en la Universidad de Princeton y en la Universidad de Carolina del Norte respectivamente, Grosse tiene una amplia experiencia como académico en diversas universidades entre las que se encuentra la Universidad Americana de Sharjah, la Universidad George Mason, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, entre otras.

1. Introducción

En el Foro Mundial de Inversiones de 2021, patrocinado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) y por la Academia de Negocios Internacionales, uno de los temas que más se destacó fue el de la propiedad de las actividades empresariales internacionales y sus implicaciones en la política gubernamental.

Un país no domina de forma individual las actividades empresariales internacionales; sino que, debido a que se trata de actividades que usualmente son llevadas a cabo por empresas en lugar de países, existen diversas formas y distintos niveles de propiedad de estas prácticas: en primer lugar, puesto que las compañías que realizan las actividades empresariales internacionales suelen tener un país de origen, se considera que las naciones de origen de esas empresas deben implementar políticas para la competencia, la inversión, la exportación, etc.

Asimismo, las empresas estatales (SOEs, por sus siglas en inglés) son de gran importancia puesto que un número considerable de grandes industrias alrededor del mundo tienen participación estatal, lo que le brinda a dichas naciones cierto porcentaje de posesión de los negocios internacionales a través de estas compañías. Aunado a lo previo, en los últimos años grandes compañías han visto un incremento en las inversiones por parte de los fondos soberanos (SWFs, por sus siglas en inglés), hecho que ha dado mayor relevancia a la intervención del Estado en las actividades empresariales.

Un rasgo a destacar de los negocios internacionales en la actualidad, y por ende de las prácticas que se realizan dentro de estos, es que cada vez es más difícil descifrar cuál es el nivel de posesión que el sector privado tiene sobre las actividades empresariales en el extranjero. Esto se debe a que cuando se observa la inversión extranjera directa (FDI, por sus siglas en inglés) a través de fusiones y adquisiciones (M&As, por sus siglas en inglés), resulta que gran parte de esa actividad ha sido efectuada por entidades financieras, como fondos de inversión o grupos de capital riesgo, en lugar de inversionistas tradicionales como lo son las empresas. Lo expresado, ha provocado y sigue causando desconcierto, hecho que sirve para alentar las investigaciones sobre la siguiente pregunta: ¿Quién posee los negocios internacionales?

2. Los propietarios de los negocios internacionales

Cuando se habla de la posesión de los negocios internacionales, usualmente se refiere a quienes son los propietarios de las empresas que constantemente llevan a cabo actividades empresariales internacionales. En este sentido, existen diversas respuestas dependiendo del tamaño de las empresas: en el caso de pequeñas y medianas compañías, las cuales tienen entre sus principales actividades la exportación e importación, los propietarios son usualmente familias o particulares; por su parte, las grandes empresas multinacionales (MNEs, por sus siglas en inglés), las cuales cotizan en la bolsa de valores, suelen tener entre sus propietarios a diversos individuos, instituciones financieras, fondos de inversión e incluso, a inversionistas del gobierno.

En los negocios internacionales existen cuatro principales actividades empresariales. Dichas prácticas son llevadas a cabo por una gran variedad de instituciones, empresas, inversionistas, fondos de cobertura, empresas públicas, empresas multinacionales e incluso fondos soberanos, que tienen diferentes niveles de posesión sobre ellas. Estas actividades son: exportaciones e importaciones, la inversión extranjera directa (de propiedad total o parcial), los préstamos bancarios internacionales; y, las licencias, franquicias y otros contratos.

Propietarios de exportaciones e importaciones

Los propietarios de las exportaciones e importaciones, pueden ser desde las microempresas hasta las grandes empresas multinacionales (Dato crucial 1). Esto es un patrón que no ha cambiado mucho con los años; no obstante, con el desarrollo de las cadenas globales de valor (GVCs, por sus siglas en inglés) los métodos de participación en dichas actividades cambió. Al respecto, las pequeñas empresas siguen participando en la exportación y la importación, con la adición de que es muy frecuente verlas vinculadas a una cadena de suministro mundial.

Lo previo, significa que las pequeñas empresas dominan el número de compañías que participan en las exportaciones e importaciones, al mismo tiempo que forman parte de procesos de producción orquestados por MNEs. Estos procesos van desde la obtención de materia prima, hasta el diseño y producción de bienes, el envío de dichos bienes a diferentes geografías y, la venta de los productos a millones de personas.

A pesar de que las pequeñas y medianas empresas de mercados emergentes pueden participar en las GVCs, las compañías no están exentas de la fuerte competencia a nivel internacional ni tampoco se integran fácilmente a las GVCs, ya que se trata de actividades que cuentan con un gran involucramiento por parte de las grandes MNEs (Dato crucial 2).

Propietarios de la inversión extranjera directa

La inversión extranjera directa (FDI, por sus siglas en inglés) es una actividad que implica que una empresa de un país particular, establezca una filial en otro país, filial que es poseída por la misma compañía. Es debido a esta característica, que la FDI es en su mayoría propiedad de las grandes MNEs, como Apple o Exxon; no obstante, eso no significa que empresas relativamente pequeñas no puedan ser partícipes de esta actividad.

De la mano con lo previo, se debe hablar de la distribución geográfica de la propiedad de la FDI la cual en 2019, de acuerdo la UNCTAD, posicionó a China como la nación de origen de los mayores flujos de FDI, seguida por Japón, Alemania y Estados Unidos. Lo último, fue un cambio notable en el mercado internacional ya que desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era la principal fuente de inversión extranjera directa. Asimismo, es importante mencionar que los flujos de FDI mencionados pertenecen en su mayor parte a MNEs que residen en los países enlistados; sin embargo, las MNEs de otras naciones también tienen filiales e invierten en terceros países.

Tomando en cuenta que las empresas multinacionales son quienes llevan a cabo la inversión extranjera directa en su mayoría, en 2015 la UNCTAD realizó un estudio que analizó quiénes eran los propietarios de las MNEs más grandes y en qué medida. Según los resultados: 52% de las MNEs son poseídas por instituciones financieras, 12% son propiedad de la bolsa de valores (fragmentada), 12% son empresas estatales, y 18% son poseídas por familias. Sin importar los propietarios, la UNCTAD llegó a una conclusión evidente: las MNEs son las principales promotoras de FDI, de importaciones y de exportaciones, gracias a que son dirigidas por expertos en su área sin importar el origen de sus dueños.

En adición a los datos anteriores, la UNCTAD también ha estudiado la propiedad corporativa de la FDI y de las actividades de las cadenas de valor a nivel internacional. Dicho estudio, tiene el objetivo de identificar qué empresas son indispensables en las cadenas de valor y en las actividades de inversión directa, ya que obteniendo esa información es posible comprender que compañías, comerciales o industriales, son responsables del manejo de las actividades empresariales a nivel global.

Según Casella, lo previo es de gran importancia, puesto que no solo permite conocer el nivel de inmersión que una empresa multinacional tiene en terceros países; sino que, es útil para la elaboración de políticas de importación y exportación, puesto que le brinda información a los legisladores acerca de los flujos de exportaciones, de fondos, de transferencia de tecnología, así como los distintos tipos de cadenas de propiedad que las grandes multinacionales tienen en varios países.

Propietarios de préstamos y empréstitos bancarios internacionales

Los préstamos y empréstitos bancarios internacionales, en su mayoría, son propiedad de las grandes instituciones financieras multinacionales. En el caso de estas actividades, los bancos tienden a realizar gigantescas transacciones, en valor, en los centros financieros internacionales; no obstante, en los últimos años se ha dado un cambio, el cuál ha puesto a China cada vez más en el centro de los negocios internacionales y por lo tanto, lo ha convertido en un país clave para los préstamos y empréstitos (Dato crucial 4).

Tomando en cuenta lo previo, se puede decir que los principales prestamistas a nivel global siguen siendo los grandes bancos comerciales, principalmente las instituciones con sede en América del Norte, Europa y Japón (conocidos como la Triada) y China. Por su parte, Londres y Nueva York se siguen posicionando como los lugares en donde se realizan las principales actividades bancarias a nivel global (Dato crucial 5).

Propietarios de franquicias, licencias y contratos internacionales

Las franquicias conforman la última categoría de actividades empresariales internacionales. Existen diversos tipos de franquicias y estas son poseídas en su mayoría por los grandes ”franchisors” o franquiciadores, como lo son: Marriot, Hyatt e Intercontinental para los hoteles; McDonalds, KFC, Burger King en los restaurantes; Walt Disney, Warner, NBCUniversal como los principales proveedores de licencias de media; Mattel, Phillips-Van Heusen, Hasbro en bienes de consumo; Microsoft, SAP, Oracle al frente de la creación de software; McKinsey, BCG, Bain como los principales ”franchisors” de las empresas de consultoría de gestión y Accenture, Deloitte, Bain frente a las consultoras de IT; y finalmente, China State Construction Engineering, Bouygues y Bechtel frente a las franquicias de las grandes empresas de construcción.

Para formar franquicias, es importante que la empresa sea reconocida por el público en general. Lo anterior, es necesario ya que los potenciales compradores deben tener un seguro que se basa en el éxito de la marca, lo que les ahorra inversión en tiempo y dinero para que el nombre de su negocio se dé a conocer. Asimismo, es necesario mencionar que algunos ”franchisors”, a pesar de haber hecho contratos para el uso de la marca, se encargan de gestionar establecimientos en el extranjero que llevan su nombre, como es el caso de McDonalds y Marriott (Dato crucial 6).

3. La FDI a través de fusiones y adquisiciones

Cuando se habla de inversión extranjera directa, se refiere a que una compañía hizo una inversión en una empresa ubicada en un país tercero que le brinda el control de dicha empresa. Así, sin importar el país de origen, si es propiedad pública o privada, la fuente de los fondos para pagar la inversión, el área de especialidad de los inversores (o de los que reciben la inversión) o su experiencia en el sector, el requerimiento clave para que exista FDI es que: la empresa del país de origen adquiera una compañía que se encuentra en el extranjero.

Empresas multinacionales existentes

Una vez afirmado el requerimiento clave para la existencia de FDI, es necesario mencionar que la inversión extranjera directa se lleva a cabo, en su mayoría, cuando una gran compañía compra a otra, crea una empresa nueva o desarrolla una compañía afín en una nación distinta a su país de origen. Es a razón de ello, que las principales fuentes de FDI se encuentran en China, Estados Unidos, Alemania y Japón, países de origen de las grandes empresas que constantemente realizan esta actividad.

Desde la crisis financiera mundial, se ha detectado que cada vez más compañías se han sumado a la lista de inversores, dichas empresas son procedentes de países con mercados emergentes, destacando India y China. Es por ello, que a continuación se presenta información de las 75 fusiones y adquisiciones más grandes que se llevaron a cabo en el año 2015.

Inversores privados

En la actualidad, cada vez más entidades financieras participan en los negocios internacionales como propietarias de empresas. Prueba de lo anterior, se puede ver en las tablas previas que hablan de las 75 fusiones y adquisiciones transfronterizas más grandes de 2015, en donde 10 adquisiciones fueron realizadas por grupos de inversores.

Cuando grupos de inversores son partícipes de fusiones y adquisiciones, se puede decir que se trata de ”private equity” o capital de inversión. En este sentido, ”private equity” significa que inversionistas se han juntado para formar un entidad jurídica que no cotiza en la bolsa de valores pero que aún así tiene la capacidad de poseer empresas. Al igual que con el FDI, no es necesario que los inversionistas y la empresa adquirida sean del mismo sector: usualmente los inversores son expertos en temas financieros y estratégicos, por lo que una vez realizada la adquisición de compañías, buscan contratar a expertos en el ámbito de la nueva empresa para dirigirla.

Empresas públicas

Las empresas públicas (SOEs, por sus siglas en inglés), junto con las MNEs privadas tradicionales, conforman las compañías más antiguas y grandes que existen.

Hay diversas MNEs que son de propiedad estatal. Dichas compañías incursionan en diversos sectores; sin embargo, de acuerdo con el ”World Investment Report 2017” de la UNCTAD, la mayor parte de las 50 MNEs estatales más grandes se dedican de forma casi exclusiva a la industria petrolera y a la banca. Asimismo, el reporte establece que las SOEs con más alcance se encuentran en China, seguida de Europa.

Debido al importante tamaño de las SOEs, las cuales realizan en su mayoría actividades extractivas, este tipo de empresas se ha vuelto fundamental en la FDI y por lo tanto, en la toma de decisiones para la creación de políticas que la regulen.

Fondos soberanos

Los fondos soberanos (SWFs, por sus siglas en inglés), refieren a organizaciones poseídas por el Estado que tienen la tendencia a realizar inversiones de “cartera” en empresas extranjeras; es decir, inversiones sin tomar el control de las compañías en las que realizó la actividad.

Los SWFs, no tienen la obligación de anunciar su propiedad sobre las empresas en las que se realizó la inversión. Es por ello, que no se sabe a ciencia cierta qué porcentaje de control tienen los SWFs sobre ciertas industrias. Existen excepciones a la regla y por lo tanto, hay algunos SWFs que tienen control, de forma pública, sobre ciertas empresas como es el caso de Temasek de Singapur, la cual es propietaria de DBS Group, empresas de telecomunicaciones, empresas energéticas, entre otras.

Fondos de cobertura, fondos de pensiones

Al igual que los SWFs, estos fondos realizan inversiones de “cartera”, lo que significa que no buscan tener control sobre las empresas adquiridas. Una característica particular de este tipo de fondos, reside en que los inversores pueden acumular SWFs y otras entidades jurídicas similares, lo que en el futuro les puede permitir adquirir una empresa privada.

4. Política gubernamental relacionada con los propietarios de los negocios internacionales

Los legisladores que se encargan de crear las políticas gubernamentales para regular las actividades empresariales internacionales, se apoyan de una amplia gama de normas y subsidios para lograr su cometido.

En el caso de las importaciones, los estados hacen uso de aranceles, cuotas de importación, subsidios a productores domésticos y aplican otro tipo de métodos, para restringir algunas importaciones que podrían afectar los mercados internos. La aplicación de barreras para las importaciones se limitan a ciertos productos y en muchas ocasiones, se aplican únicamente a países con los que se tenga tensión. Algunos mecanismos que se han encargado de regular la aplicación de restricciones para las actividades de importación y exportación, así como de dar preferencia a países aliados, comprenden de organizaciones internacionales e incluso, acuerdos regionales preferenciales como son la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, antes conocido como TLCAN), entre otros (Dato crucial 7).

En lo que refiere a la FDI, en muchos países se ha restringido la propiedad extranjera de ciertas industrias como son los medios de comunicación o la industria de defensa. A pesar de ello, los gobiernos buscan atraer inversión a la mayor parte de los sectores a través de subsidios, acuerdos de contratación y préstamos bancarios transfronterizos, concesión de licencias y franquicias.

Por su parte, cuando se trata de FDI realizada por entidades financieras, por empresas públicas, por fondos soberanos y por fondos de pensiones, a los legisladores les ha costado trabajo crear políticas reguladoras. Esto se debe a que son inversiones relativamente nuevas de las que no hay mucha experiencia; sin embargo, en el caso de las empresas públicas y de los fondos soberanos, es fundamental que se tomen en cuenta los intereses nacionales.

Finalmente, para tratar de regular a las empresas estatales extranjeras, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desarrolló en 2015 el documento “Directrices de la OCDE sobre el gobierno corporativo de las empresas estatales” (OECD Guidelines on Corporate Governance of State-Owned Enterprises), además de adoptar medidas para asegurar que la competencia entre empresas permanezca neutral (Dato crucial 8).

Para que los gobiernos continúen desarrollando políticas respecto a las actividades empresariales internacionales que favorezcan sus intereses y que al mismo tiempo, no perjudiquen a las compañías independientemente de su tipo de propietarios, es fundamental que se continúen las investigaciones acerca de ¿quién posee los negocios internacionales? y que con ello se abra y se amplíe un debate sobre los tipos de propiedad y lo que estos implican.

5. Conclusiones

A manera de conclusión se pueden realizar diversas afirmaciones. La primera de ellas, es que las actividades empresariales internacionales son en su mayoría propiedad de las grandes corporaciones que tienen presencia a nivel mundial y que realizan inversiones en el extranjero. Lo previo, no descarta la participación de pequeñas y medianas empresas, ya que con el hecho de realizar importaciones y exportaciones, las compañías tienen la capacidad de incorporarse a las cadenas de valor global (las cuales están lideradas por las multinacionales) y con ello, generar impactos que deben ser controlados por políticas gubernamentales.

Asimismo, las empresas estatales han comenzado a posicionarse como un actor fundamental de la inversión extranjera directa y de otras actividades empresariales. Esto ha generado retos para la creación de normas gubernamentales, ya que los países deben mantener neutralidad en su trato a las empresas extranjeras y a las empresas estatales, lo que conlleva tomar en cuenta múltiples intereses privados, intereses sociales e intereses estatales.

De la mano con lo previo, desde que el mercado internacional se ha abierto cada vez más a las actividades financieras, se han llevado a cabo muchas innovaciones que han dado lugar a que otro tipo de participantes sean parte de la FDI, como son los los inversores financieros, los bancos, los fondos de pensiones y los fondos de inversión. El resultado es que la compañías sean poseídas y controladas por grupos no tradicionales de los cuales hace falta conocer más a fondo su funcionamiento, para que se puedan establecer medidas reguladoras efectivas.

En cuanto a las organizaciones internacionales, estas han demostrado un interés en estudiar y debatir no solo la definición de FDI, así como los actores que la llevan a cabo; sino que, también han comenzado a trabajar en obtener información respecto a los nuevos tipos de propiedad, a los nuevos tipos de transacciones, las reestructuraciones financieras. Se trata de un interés que debe continuar y al que deben volcar más esfuerzos.

Por último, es importante mencionar que gracias a la apertura de mercados financieros, en la actualidad es posible para los inversionistas convertirse en propietarios de casi cualquier compañía que cotiza en la bolsa de valores. Un nuevo tema de investigación, reside en saber qué tan democrático se ha vuelto el comercio internacional y en qué medida las personas pueden luchar por convertirse en poseedoras de los negocios internacionales.