Tying up Goliath. Activist strategies for confronting and harnessing digital power

Cita: 

Kavada, Anastasia et al. [2023], "Tying up Goliath. Activist strategies for confronting and harnessing digital power", State of Power2023, Amsterdam, TNI, 14 de febrero, https://www.tni.org/en/article/tying-up-goliath

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Febrero 14, 2023
Tema: 
Cómo los activistas progresistas pueden apropiarse de las redes sociales en su favor
Idea principal: 
Anastasia Kavada es lectora en la Escuela de Medios y Comunicación de la Universidad de Westminster. Co-líder de la Comunidad de Investigación de las Artes, la Comunicación y la Cultura (ACC) y Co-líder de la MA en Medios de Comunicación, Campañas y Cambio Social.

El presente análisis de Transnational Institute (TNI, por su sigla en inglés) pretende ofrecer alternativas a los activistas progresistas tomando ejemplo de los movimientos ecologistas para que los movimientos sociales en general no pierdan fuerza ante la metamorfosis que han sufrido las redes sociales en favor del capitalismo pues a pesar de ello continúan siendo el espacio más idóneo para la difusión y llamada a la acción de grandes masas.

La metamorfosis que han presentado las redes sociales ha hecho que vayan adquiriendo nuevas funciones dentro de la sociedad además de servir como medio de entretenimiento o fuente de información en tiempo real. Así, estas plataformas desde su nacimiento han servido como un diario de ideas de diferente índole referido como libertad de expresión.

Sin embargo, en la medida en que éstas fueron adquiriendo cada vez más fama, crearon un modelo de negocio basado en la venta de información sobre el comportamiento de sus usuarios en la web llamado “capitalismo de vigilancia”, un término que fue acuñado a causa de dos puntos de inflexión que se describen a continuación:

1) El monitoreo de la actividad en redes fue más evidente a raíz de las revelaciones de Edward Snowden en 2013 sobre el papel que jugaban las mismas plataformas para vigilar la actividad de los grupos de activistas en redes sociales. De esta manera, dichos grupos han quedado expuestos y vulnerables a causa de la gran cantidad de desinformación y discursos ofensivos que han arribado a las principales plataformas (normalmente lideradas por la extrema derecha) y que justifican los discursos de odio disfrazándolos de libertad de expresión.

2) En 2022, la compra de Twitter por parte del magnate Elon Musk, las pérdidas en el valor de las acciones de Meta y el llamado a regular el contenido que se publica en las plataformas, ha generado malestar en los usuarios que ha provocado un discreto éxodo hacia otras plataformas como Mastodon.

De esta manera, el capitalismo de vigilancia como vía para generar ganancias denota la capacidad que tiene la élite rica para ejercer control y manipulación sobre las masas a través de campañas publicitarias, bots y cuentas falsas en las redes sociales. También exhiben el carácter monopólico que han adquirido estas plataformas al absorber a las más pequeñas, aunado a eso, han servido como medio de influencia para los intereses geopolíticos en contra o en favor de regímenes represivos en el mundo sin que el gobierno tenga intención de regularlas.

Expuesto lo anterior, TNI propone centrarse en en trabajo de Dieter Rucht (experto en movimientos sociales)* y las cuatro lógicas anticapitalistas de Erik Olin Wright (2019). Rucht ofrece alternativas a la represión y censura por parte de los medios de comunicación masiva a través de la cuádruple A: Abstención, Ataque, Alternativas y Adaptación.

Wright relaciona las luchas anticapitalistas con el quehacer de los movimientos sociales mediante cuatro lógicas: Aplastar (relacionado con las estrategias de comunicación para tumbar a las redes sociales), Escapar (escapar del capitalismo con la abstención a las redes sociales), Erosionar (crear alternativas a las redes sociales) y Domar al capitalismo (adaptarse a la metamorfosis de las redes sociales).

Abstención (huyendo del capitalismo)

La estrategia de abstención se refiere a la emancipación de las redes sociales convencionales como forma de protesta y una manera de gestionar la información de los colectivos a través de otros canales digitales más allá de los grupos de Facebook o comunidades de Twitter. Esto también les brinda protección de sus datos personales y de la información del colectivo contra los ataques de las autoridades o el acoso mediático que se genera en las plataformas, tal es el caso de Greta Thunberg quien ha estado expuesta al troleo y amenazas a su integridad física por su presencia en redes sociales; para evitar eso, se prefiere desarrollar y coordinar actividades en persona.

También los grupos de activistas invitan a sus adeptos a desconectarse de la red —una desintoxicación digital— para mantener sus datos personales mejor cuidados y no ser partícipes de la huella de carbono que emite el uso de este tipo de tecnologías (dato crucial 1) tal como lo hace Tactical Tech al proporcionar herramientas para crear conciencia sobre la cantidad de datos que permanecen en la red al utilizarla.

El único inconveniente es que se pierde el sentido de la colectividad ya que la desintoxicación digital implica la acción personal para tener cero presencia en el mundo digital y eso resulta contradictorio, si lo que se pretende es generar cambios estructurales en el capitalismo contemporáneo, en donde es necesario mover a las masas y expandir su comunidad o visibilizar sus causas, en este caso, privarse de ello es sinónimo de desconectarse del mundo pues muchas de las protestas importantes fueron comenzadas en las redes sociales. Es mejor tener al enemigo de cerca tal como lo hacen los movimientos ecologistas como Green Peace o Extinction Rebellion al generar contenido para las redes sociales más famosas y así llevar la información a un público más amplio.

Ataque (aplastando al capitalismo)

Para atacar la lógica de las redes sociales, se sugiere crear campañas de concientización contra todos los problemas que han derivado del modelo de negocio de estas plataformas como las prácticas monopólicas, la violación de los derechos digitales, el mal uso de la información o uso indebido de datos, entre otras muchas que pueden existir.

En el caso de los movimientos ecologistas hay mucha tela de donde cortar porque el uso indebido de la información sobre el cambio climático ha traído consigo el discurso del negacionismo; no obstante crear campañas en contra de la desinformación tiene que tener un respaldo muy robusto para no caer en la trampa de “atentar en contra de la libertad de expresión” y ser acusados de censura o, en el peor de los casos, entrar en conflicto con grupos de poder, como sucedió en febrero de 2020 con la campaña en YouTube de Avaaz contra el negacionismo climático en donde tuvieron que eliminar una de sus peticiones a causa de los riesgos que podrían generarse.

El hacktivismo es otro tipo de campaña para generar concientización, aunque se trata más bien de un boicot a las redes sociales mediante el uso de informática avanzada para entorpecer o dificultar el acceso a las plataformas, pero las consecuencias de hackear los sistemas pueden ser motivo de arrestos y penas muy duras, además de que se corre el riesgo de que el mensaje principal, el motivo del boicot pase desapercibido ante el hackeo.

No es una vía que se use en los movimientos ecológicos debido a que se necesitan conocimiento avanzados que no obedecen a la estructura de dichos movimientos, aunque eso no los exime de recibir ataques por parte de hackers como sucedió en 2017 con el movimiento contra Exxon, donde recibieron correos con fishing para robar información.

Alternativas (erosión del capitalismo)

Para erosionar al capitalismo de la vigilancia, los movimientos sociales tienen que desarrollar medios de difusión alternativos a los tradicionales preferentemente con software libre y código abierto para que cualquiera pueda acceder a él (se supone que este tipo de software está diseñado para la comunidad sin fines de lucro) como el caso de los servidores de correo electrónicos basados en software libre y que ofrecen un nivel de privacidad eficiente debido a su encriptado, o los medios de transmisión de noticias independientes que cubren la información que los medios populares no quieren atender; o bien, pueden utilizar plataformas que mantengan valores progresistas como Mastodon, Signal, Telegram o GroupMe.

El objetivo de crear alternativas busca mantener el anonimato, la privacidad y transmitir mensajes sin restricciones; el inconveniente es que difícilmente puede reemplazar a las redes sociales y plataformas populares y por tanto la información que comparte ahí es de un nicho muy selecto, lo que los puede hacer invisibles para un público más amplio, no cumple con el objetivo del llamado “efecto de red” que indica que cuanto más se haga famosa una cuenta, mayor utilidad e influencia adquiere (dato crucial 4).

Adaptación (domar al capitalismo)

Los activistas han tenido que adaptarse a las normas de las redes sociales como Instagram y Facebook para dar a conocer la información más importante de sus movimientos y tener mayor visibilidad; pero esta visibilidad también tiene que venir acompañada con la cautela porque se está expuesto a la vigilancia estatal por lo que lo mejor es aprovechar los beneficios de las redes sociales.

En el caso de los grupos ambientalistas, las plataformas de video como TikTok han servido para llegar a un público más joven creando influencers ambientalistas como el caso de la cuenta Ecotok. Las plataformas de transmisión en tiempo real también han sido de gran importancia para los movimientos sociales para dar difusión a protestas o noticias, algo a lo que también han tenido que adaptarse los activistas debido a la desaparición de las plataformas pioneras cuando Facebook e Instagram introdujeron esta funcionalidad a mediados de la década de 2010 (dato crucial 5).

La adaptación también tiene ver con la viralización de temas a través de hashtags o banners en la foto de perfil que muestren apoyo a causas como el cambio climático; en este sentido, el robo de hashtags también es una táctica muy útil que ayuda a colarse en tendencias o en temas relacionados con el ambiente y aplicar de forma efectiva el troleo verde introduciéndose incluso hasta en las cuentas de las corporaciones que dañan el clima o hacen lavado verde (dato crucial 6).

Sin embargo, esto suele ser catalogado como “clicktivismo” pues su ejecución para algunos no representa un esfuerzo o una forma de llamar a la verdadera acción porque son únicamente “clicks”, aunque para otros depende del contexto de la situación, o mejor dicho del nivel de represión que se vive desde donde se hace el famoso “clicktivismo” ya que en algunos países publicar o hacer propaganda sobre ciertos temas es motivo de cárcel o pena de muerte.

Para adaptarse a las redes sociales, los activistas también tienen que invertir en la capacitación para conocer la manera en que operan las plataformas y desarrollar los protocolos para difundir la información porque una vez publicada pasa a ser de dominio público y si los moderadores de la red social consideran como contenido inapropiado, se corre el riesgo de que la cuenta (junto con la información y red contactos) sea eliminada.

El algoritmo de las redes sociales está pensado para funcionar como un modelo lucrativo que no permite el alcance orgánico en las publicaciones, sino que lo limita y si se quiere conseguir el verdadero alcance se tiene que pagar, lo cual hace que la información sea asimétrica y quien tiene los medios para pagar, puede difundir mensajes tergiversados o con un fin especifico, por ejemplo, la negación climática financiada por los mismos negacionistas o empresas involucradas en el tema. Es por lo que los grupos más radicales se niegan a hacer está transición por la mera aversión al capitalismo frente a los que la utilizan por razones pragmáticas.

Avanzando: colaboración, interconectividad y curación

Después de analizar cada una de las estrategias -así como sus posibilidades y limitaciones-, se señala que la mejor alternativa para superar las restricciones a la información es realizar una combinación de todas estrategias trabajo de manera colectiva con los activistas que tengan temas en común a través de la creación de nodos entre las plataformas digitales generando hiper-conexiones (como compartir la información del otro en sus respectivas plataformas). Los activistas ambientales han comenzado a mapear cada uno de los temas específicos que también son abordados por otros grupos, por ejemplo estudios sobre el video-activismo en base a la justicia climática y la justicia social.

Empero, no todas las redes sociales sirven como puentes para crear nexos, tal es el caso de YouTube que no genera una convivencia entre todos los tipos de contenido y ni siquiera de los que son temas adyacentes, en su lugar fomenta la desinformación y privilegia los contenidos o selecciona que sí y que no.

Esto no hace más que generar comunidades aisladas y antidemocráticas que están cubiertas con ideales de derecha o extrema derecha y que cuando son eliminas por azares del destino migran hacia plataformas con las mismas características porque para el “activismo” de extrema derecha es más fácil adaptarse a los esquemas lucrativos y políticos de las redes sociales populares por lo que su presencia actúa en sintonía con los objetivos lucrativos de esas mismas plataformas.

La extrema derecha representada por los conservadores y reaccionarios tuvo un auge de éxitos a raíz del fracaso de los movimientos progresistas en 2011 debido a que son demasiado moldeables a los intereses políticos de la derecha que persiguen a la coyuntura o fomentan la cultura del miedo, en este sentido, los grupos de extrema derecha han podido construir redes Alt-tech que imponen menos restricciones debido a los nexos con grupos políticos. Ante este contexto, la problemática actual (crisis ambiental, económica y social) puede hacer que los grupos progresistas se adhieran al discurso político en su favor lo cual es el mayor reto.

Los grupos de activistas, en especial del medio ambiente, tienen que aprovechar el poder global para mantener los lazos de colaboración creados y así ir formando una estructura de conocimiento y experiencia basado en la comunidad, conectividad y participación que se irá reforzando con las nuevas generaciones de activistas.

Esto también es esencial para atacar al modelo con el que trabajan actualmente las redes sociales comerciales que fomentan el individualismo y el interés político porque se oponen a su lógica de funcionamiento. Ante esto, los obstáculos son inherentes, tal es el caso de las diferencias ideológicas, la legitimidad, el egoísmo o la carencia de financiación y recursos, no obstante, el trabajo debe ser continuo para seguir manteniendo los lazos de cooperación y extenderlos con la ayuda de las redes sociales, solo así se podrá hacer frente a las grandes tecnologías que acompañan al desarrollo del sistema mundo.


Notas

* El trabajo de Dieter Rutch se remonta a inicios de la década de 2000 al observar la respuesta de algunos activistas ante la trivialización, tergiversación y marginación de sus causas por parte de los medios de comunicación masiva. De esta manera son cuatro comportamientos que destacan de los activistas y que son resumidos en la cuádruple A:
• Dejar de lado la visibilidad de la lucha en los medios convencionales.
• Culpar a la prensa por el sesgo en su causa de lucha.
• Crear sus propios medios para atender sus causas sin importar la opinión de la prensa.
• Adaptando su discurso para generar mejores canales de comunicación con la prensa.

Datos cruciales: 

1) Las tecnologías digitales son responsables de 3.7% de las emisiones globales de carbón en el mundo en la actualidad y el pronóstico indica que para 2025 pueden incrementarse a 8% superando a la industria aérea y la automotriz.

2) En febrero de 2022, Reuters informó que Facebook fue incapaz de marcar como inapropiados 50% de las cuentas que promueven el negacionismo climático. Ante esto, las organizaciones Anti-liga de Difamación, Prensa Libre y GLAAD se unieron para promover un boicoteo a Facebook con el hashtag #StopHateForProfit.

3) A raíz de la llegada de Elon Musk a Twitter, el hashtag #climatescam subió de posición y ahora se cuela entre los primeros lugares cuando se busca la palabra “clima”.

4) Los ejemplos de proyectos con software libre y código abierto incluyen la plataforma española N1, ¡RiseUp!, Crabgrass, Ocuppi (una alternativa a Facebook). También se incluyen plataformas de transmisión de video como Bitchute, podcasts alojados en sitios no convencionales, o sitios de cobertura de noticias independientes como Unicorn Riot.

5) La adaptación también permite que se visibilicen hechos o personas marginadas, por ejemplo, la página de Facebook Digital Smoke Signals (fundada por el nativo americano Myron Dewey) proporcionó cobertura sobre #NODAPL (protestas contra la construcción del oleoducto Dakota Access), la página también se ha convertido en un medio de difusión de noticias albergando videos con cerca de 2.5 millones de vistas.

6) Un ejemplo de troleo verde sucedió en noviembre de 2020 cuando Shell publico una encuesta para saber que estaba dispuesto su público para reducir las emisiones recibiendo una gran de respuestas en su contra y exponiendo su papel en el aumento de las emisiones por parte incluso de figuras como Greta Thunberg o Alexandra Ocasio-Cortez.

7) La primera imagen muestra las luchas de contrapoder digital de la clase trabajadora de la industria tecnológica de 2012 a 2020. Se observa que las inconformidades aumentaron durante la pandemia de covid-19 y que Amazon fue quien mejor respondió ante las inconformidades.

8) La segunda imagen mapea las protestas climáticas que persisten alrededor del mundo.

9) La imagen tres indica que 30% de los usuarios de redes sociales las han utilizado para apoyar una causa. En este sentido, 36% ha publicado una imagen, 35% muestra información sobre lo que le atañe, 32% invita a sus seguidores a la acción y 18% utiliza hashtags relacionados con el conflicto.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La forma de hacer frente a la lógica del capitalismo en las redes sociales no opera de manera diferente que en la vida real, entendiendo a la actividad en la internet como el mundo digital. En este sentido, el capitalismo de la vigilancia no es otra cosa que cómo la tecnología de la información está subsumida a los intereses del capital.

Las alternativas se presentan para trabajarse desde la colectividad para hacer frente a la colusión con los diferentes actores que operan para manipular la información en las redes sociales (estado, empresarios, grupos de extrema derecha, etc) en donde nuevamente se observa que las corporaciones ejercen una influencia brutal.

En este sentido, el análisis de TNI llama a buscar alternativas pero nunca a rendirse ante la reprensión del capitalismo y sus contradicciones, porque trabajar desde diferentes latitudes como el activismo, clicktivismo y hacktivismo siempre van a sumar pero nunca a restar en la lucha por un mundo más justo.