Food and climate change. A different way to measure the climate impact of food

Cita: 

The Economist [2023], "Food and climate change. A different way to measure the climate impact of food", The Economist, London, 15 de abril, https://www.economist.com/graphic-detail/2023/04/11/a-different-way-to-m...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 15, 2023
Tema: 
Una opción para medir las emisiones generadas por los alimentos
Idea principal: 

The Economist propone una alternativa para medir el impacto ecológico —la huella de carbono— de los alimentos. Es así que se presenta el “índice de plátano” que mide las emisiones promedio de un alimento determinado indexado al plátano, ya que esta fruta posee un impacto climático y valor nutricional promedio lo que facilita clasificar diferentes alimentos. Lo rubros bajo los que compara los alimentos son peso, calorías y proteínas. Los resultados que arrojó su estudio son los siguientes:

• Producir 1 kg de carne picada genera la misma cantidad de emisiones que 109 kg de plátanos. Si se mide por valor nutricional, el indice de plátano de la carne es de 54, es decir, 1 caloría de carne picada genera 54 veces más emisiones de carbono que 1 caloría de plátano. En cuanto a proteínas, el índice de plátano es 7.

• Las aves de corral obtienen un índice de 11 plátanos por peso y 4 por calorías. Sin embargo, si se mide por proteínas el ave solo emite 60% de la misma cantidad que la proteína del plátano.

• Una hamburguesa hecha con “carne” vegana obtiene solo 20% de las emisiones del plátano por gramo de proteína.

• Los alimentos de origen vegetal (uvas, azúcar, leche de coco, etc.) tienen índices de plátano elevados debido a que casi no cuentan con proteínas.

• El aceite de oliva tiene un índice de plátano de 6 (medido por kilogramos) y una puntuación de 0.7, si se mide por calorías.

La siguiente información revela que cuando los alimentos se miden por proteínas, aquellos que poseen la menor cantidad elevan su índice de plátano. Esto indica que generan mayores emisiones aquellos alimentos que posean menos proteínas. No obstante, eso no indica que la carne sea la mejor opción frente a alimentos de origen vegetal (dato crucial 3), solo se da a entender que los alimentos ricos en proteínas generan menos emisiones y la carne no es el único alimento fuente de proteínas (tal es el caso de las hamburguesas veganas).

Finalmente, este índice no es preciso, si se toma en cuenta que no mide los impactos ambientales como el uso de la tierra y el agua.

Datos cruciales: 

1) En términos de transporte, los alimentos producidos localmente contribuyen con menos de 10% de las emisiones totales de la mayoría de los alimentos. No obstante, la carne vacuna contribuye con menos de 1% a las emisiones totales.

2) Una encuesta de la empresa de fertilizantes Yara en Europa arrojó que las personas están preocupadas por el clima, y dado que la industria alimenticia contribuye con cerca de 25% de las emisiones totales, conocer el impacto climático de los alimentos marcaría una diferencia. En este sentido, 31% de los encuestados les resultó fácil tomar decisiones sostenibles, 75% requieren de etiquetas que expliquen el impacto climático de sus alimentos. Además, el etiquetado de los alimentos señalando su impacto climático sugiere que puede contribuir a elegir mejores opciones a los consumidores.

3) Los gráficos muestran cada una de las categorías que utiliza el índice plátano para comparar el impacto climático de los alimentos: peso, calorías y proteínas. Como se puede observar, por cualquiera de las mediciones, la carne sigue aportando una cantidad considerable de emisiones, lo que destaca es el hecho de que cuando ésta es medida por proteínas, su cantidad de emisiones de reduce (aunque sigue estando por encima de los alimentos de origen vegetal). En el caso del salmón, una carne magra, al poseer una cantidad importante de proteínas, cuando se mide por esa vía su aporte de emisiones se reduce considerablemente.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nueva propuesta puede ayudar a combatir las emisiones de carbono de los alimentos por otro frente. Destaca el hecho de proponer un etiquetado que muestre la cantidad de emisiones que genera cada alimento (lo que sucede en México con el etiquetado enfocado a los daños a la salud). No obstante, el índice está lejos de ser preciso puesto que escapan de él muchas variables ya citadas en la síntesis.