El auge de la inteligencia artificial acelera las emisiones contaminantes

Cita: 

Planas, Carles [2023], "El auge de la inteligencia artificial acelera las emisiones contaminantes", El Periódico de España, 16 de abril, https://www.epe.es/es/tecnologia/20230416/auge-inteligencia-artificial-a...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Abril 16, 2023
Tema: 
ChatGPT es un punto de inflexión tecnológico que también contamina
Idea principal: 

Carles Planas Bou es periodista tecnológico, especialista en redes, algoritmos y la intersección entre política y tecnología.


La idea de inteligencia artificial (IA) vendida por las grandes empresas tecnológicas develan que sus grandes modelos de lenguaje como ChatGPT o Bingchat son realmente máquinas extraídas de la ciencia ficción. No obstante la realidad nuevamente ha superado a la ficción puesto que detrás de la nueva innovación de la tecnología se encuentran grandes centros de datos que a través de sus operaciones hacen fluir la información en fracciones de segundo (incluso menos) para generar las famosas respuestas de las IA.

Resulta difícil de creer que la actividad que yace en el mundo digital requiera de estos grandes complejos de datos pues al propagarse la idea de la computación en la nube, cualquier se hace a la idea de que realmente la actividad digital se hace posible gracias al mundo digital. Todo lo contrario, la infraestructura de los centros de datos ocupan una gran cantidad de recursos minerales, de energía y de agua para poder operar eficientemente (datos cruciales 1, 2 y 3).

En este sentido, el auge de las IA generativas y la carrera de las grandes firmas tecnológicas (hágase hincapié en Google y Microsoft) por la supremacía en esta nueva rama se hace posible atentando en contra del medio ambiente ya que esta competencia además de generar grandes ganancias para estas empresas, requerirá de una gran cantidad de energía y de recursos; el daño climático será evidente.

Para darse una idea del consumo energético, se estima que ChatGPT requiere de una elevada potencia computacional superior en 4 o 5 veces a lo que suponía una búsqueda en Google (datos cruciales 4 y 5). Esto sucede así porque este gran modelo de lenguaje genera respuestas (verdaderas o falsas) en base a un procesamiento de millones de datos extraídos de internet; un proceso de entrenamiento de ensayo y error que se presenta a través de múltiples cálculos para generar una frase. El consumo energético y la generación de emisiones variará dependiendo del tipo de combustible que se utilice (fósil o renovable).

En este marco, y como se planteó al principio, el impacto ambiental de la IA generativa también requerirá de una gran cantidad de agua para mantener los sistemas de refrigeración evitando que los servidores de los centros de datos se sobrecalienten (datos cruciales 6 y 7). Este consumo de agua llega en un mal momento ya que el mundo se encuentra con grandes sequías.

Finalmente se propone que la solución no reside en un éxodo digital, sino en presionar a las grandes firmas tecnológicas a que alimentes sus centros de datos con energías más limpias y además sean transparentes con las cifras que manejan.

Datos cruciales: 

1) El mantenimiento de los grandes centros de datos genera más de 2% de las emisiones totales de carbono. Se estima que dicha cifra podría elevarse 10 veces para 2030.

2) Los mayores centros de datos se localizan en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y China. Para operar necesitan más de 100 megavatios de potencia (equivalente al abastecimiento de 80 mil hogares estadounidenses).

3) Para 2030 se estima que los centros de datos representen 3.21% de la demanda eléctrica de Unión Europea (18.5% más que en 2018).

4) Se estima que el gran modelo de lenguaje de ChatGPT —GPT-3— necesitó 1 287 megavatios hora. Eso equivale al consumo anual eléctrico de 120 hogares estadounidenses. Además se dice que GPT-3 habría emitido 500 toneladas de CO2 a la atmósfera (equivalente a las emisiones producidas por 91 personas u 8 coches durante su vida).

5) El impacto climático de ChatGPT podría haber incrementado dado que la actualización de GPT-3 a GPT-4 podría generar hasta 6 veces más ponderaciones sobre la construcción de texto de 175 mil que producía GPT-3. Aunado a eso, la implementación de la IA generativa en el buscador de Microsoft sumaría más a las emisiones.

6) Para evitar el sobrecalentamiento de los servidores, en 2018 Google gastó cerca de 15.8 mil millones de litros de agua; Microsoft gastó 3.6 mil millones de litros de agua.

7) Se estima que este año la IA generativa de Microsoft podría haber consumido 700 mil litros de agua (equivalente a la cantidad de agua utilizada por BMW para producir 370 coches).

8) De acuerdo con la revista Science, la producción informática de los centros de datos creció 550% de 2010-2018, mientras que su consumo de energía solo incrementó 6% dentro de ese periodo.

9) Se dice que en 2007, Microsoft y Google alcanzaron la neutralidad de carbono puesto que compraron millones de créditos de carbono para compensar sus emisiones con proyectos como la reforestación. Ambas empresas prometieron que en 2030 operarían con energías libres de CO2.

10) De acuerdo con Google cerca de 66% de la energía que utiliza en sus operaciones ya proviene de fuentes renovables mientras que Amazon declara que se des-carbonizará para 2040. No obstante un informe de Greenpeace denunció en octubre del año en curso que dichas firmas tecnológicas siguen dependiendo de los combustibles fósiles.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los grandes modelos de lenguaje como ChatGPT muestran el carácter extractivista de las grandes firmas tecnológicas puesto que no les importa erosionar más al sistema Tierra con tal de seguir reproduciendo el esquema de acumulación.

En este sentido, las posibilidades de esta debacle son casi nulas pues la sociedad cada vez está más propensa a la mercantilización de datos. A menos que las grandes tecnológicas decidan utilizar fuentes de energía renovables, no se puede generar un cambio a gran escala en favor del medio ambiente.