Desde 2020, la Fuerza Naval de China es más grande que la de Estados Unidos. El Pentágono considera que se encuentra en una carrera de resistencia con la fuerza militar de China. Las preguntas que se hacen tanto asiáticos como occidentales son si China podrá seguir aumentando su poder para desafiar a Estados Unidos; o si el poderío chino está llegando a su clímax con una economía en desaceleración y con hostilidades crecientes a Occidente.

Académicos estadounidenses han señalado que China podría atacar a Taiwán, y que Beijing busca reordenar el mundo; pero sus posibilidades de hacerlo están llegando a su fin.

El presidente chino Xi Jinping enfrenta grandes desafíos, desde el envejecimiento de la población hasta las restricciones estadounidenses para el sector de las tecnologías avanzadas. Por su parte, Estados Unidos también ha modernizado su poder militar, y ha impulsado alianzas en previsión de una guerra por Taiwán. Sin duda, el poder militar chino aún se encuentra muy por debajo del poder estadounidense; pero China aún está muy lejos de alcanzar su máximo desarrollo.

El presupuesto militar de China no ha dejado de aumentar precipitadamente desde finales del siglo pasado; pero sostener un aumento constante de los gastos de defensa puede complicarse bajo un escenario de desaceleración económica ( Dato Crucial 1). Es probable que China reduzca un poco las tasas de crecimiento para su presupuesto en defensa, por lo que para 2030 Estados Unidos seguirá siendo sede del mayor poder militar; pero China habrá reducido sustancialmente la brecha (Dato Crucial 2 y 3). Incluso si la economía china crece más lento de lo previsto, Xi Jinping tiene un gran margen para desviar recursos de la economía civil a las fuerzas armadas. Incluso, dentro del sector militar podría reducir el tamaño del ejercito (Dato Crucial 4).

La mirada naval

El poder militar depende de otros elementos más allá del gasto en defensa, como la tecnología y las alianzas. En el caso de China un elemento clave es su fuerza naval, que incluye, además de barcos, misiles y aviones. La construcción de barcos es costosa y precisa de una sólida industria. China logró pasar de una fuerza naval obsoleta a una naval de primera clase; pero Xi Jinping busca fortalecer aún más su fuerza naval para asegurar que una invasión a Taiwán sea totalmente exitosa.

La predicción del Pentágono es que China logrará incrementar aún más el poder de su fuerza naval con barcos más modernos, grandes y de múltiples funciones (Dato Crucial 5 ). Además, China concentra su fuerza militar alrededor de Taiwán, mientras que Estados Unidos tiene que mantener su presencia en todo el mundo. De acuerdo con la Oficina de Inteligencia Naval estadounidense, actualmente la naval china está formada en gran parte por plataformas modernas multifuncionales equipadas con armas y múltiples sensores militares. Incluso afirman que la calidad de los buques chinos es en muchos aspectos equiparable a la de los buques estadounidenses.

China tiene la ventaja de poseer la industria naval más grande del mundo, y una gran empresa estatal del sector que provee la mayor parte de los buques de la fuerza naval (Dato Crucial 6). Además, los barcos de la Naval china suelen fabricarse en astilleros que también producen barcos comerciales. El doble uso de los astilleros permite mantener las instalaciones en condiciones de recesión económica, utilizar tecnología civil y técnicas de producción de gran escala. En contraste los astilleros de la fuerza naval estadounidense se concentran en los contratos de defensa militar; por lo que es más difícil escalar la producción y mantener un número estable de personal calificado.

Forjado en la batalla

El mayor problema de China, y la gran ventaja de Estados Unidos es la experiencia. La potencia asiática no tiene la experiencia en guerras que tiene Estados Unidos; además, no ha logrado perfeccionar sus operaciones navales, ni su capacidad de mantenerse oculto al tiempo que ubica potenciales amenazas.

Es probable que Xi Jinping decida ir a la guerra antes de que sus fuerzas militares estén totalmente listas. Esa decisión podría desencadenarse por una declaración de independencia total por parte de Taiwán, que Estados Unidos enviara mucho más apoyo militar a la isla; o que el envejecimiento de Jinping le llevé a tomar medidas impulsivas.

Según funcionarios estadounidenses, Xi Jinping ordenó a las fuerzas armadas desarrollar la capacidad para tomar Taiwan para 2027. Algunos expertos señalan que esto solo es una meta de corto plazo dentro de un objetivo más grande que implica modernizar todo su ejército para 2035, y consolidar una fuerza militar de capacidad mundial en 2049. Actualmente China podría ganar un conflicto con Taiwán, pero esto no es seguro y los costos serían muy altos para ambos bandos. La cuestión es que el tiempo juega a favor de China, que aumentará y mejorará su equipo militar (Dato Crucial 7 ).