China and the world. Is Chinese power about to peak?
The Economist [2023], "China and the world. Is Chinese power about to peak?", The Economist, London, 13 de mayo, https://www.economist.com/leaders/2023/05/11/is-chinese-power-about-to-peak
Las expectativas sobre el crecimiento económico en China muestran un escenario negativo. Después de un crecimiento económico sin precedentes (dato crucial 1), parece ser que el gobierno de Xi Jinping está llegando a su punto máximo de crecimiento y ante esto, no se plantea el ascenso o permeancia de un hegemón, sino más bien la paridad entre dos superpotencias durante mucho tiempo.
Hace una década los pronosticadores vaticinaban la ventaja dominante de China hacia Estados Unidos vista a través del incremento del Producto Interno Bruto (PIB) chino y su superioridad a mediados del siglo XXI respecto del PIB estadounidense. Sin embargo, los pronósticos han cambiado y grandes firmas especialidades de Occidente han presentado estadísticos que indican el debilitamiento la economía china. Otros, como Hals Brands y Michael Beckley, han planteado la teoría Peak China.
En este sentido, Peak China marca una decadencia de la economía china, pero lo suficientemente fuerte como para perturbar el orden mundial siendo el tiempo un factor fundamental para sostener dicha influencia. Así, China tiene dos problemas fundamentales e interdependientes: la demografía y la productividad del trabajo.
En el caso de la demografía, las estadísticas muestran que la población joven en China disminuye respecto de la población anciana. De esta manera, el sector en edad de trabajar se ha estado contrayendo desde hace 10 años (ahora India lo supera en población) y los esfuerzos del Partido Comunista Chino (PCC) por aumentar el índice de fertilidad no han sido eficaces (dato crucial 2).
La tendencia a la baja en la productividad del trabajo (y el aumento del gasto para el cuidado de los ancianos), los rendimientos decrecientes en materia de obras públicas, la autocracia de Xi JinPing (que hace que las empresas reduzcan sus incentivos para innovar) y las tensiones geopolíticas con Estados Unidos (traducidas en bloqueos comerciales de tecnología fundamental y éxodo progresivo de empresas transnacionales), están afectado las proyecciones sobre el crecimiento del PIB en China que marcan no solo la pérdida de dinamismo en su economía sino también la directriz que tomarán Estados Unidos y la nación asiática en la lucha por la hegemonía: la paridad entre ambas economías para las próximas décadas (datos cruciales 3 y 4).
Se sugiere que para que Xi cambie la trayectoria de este escenario, otorgue más libertades no solo a sus empresarios sino también a su población (incentivándola a mejorar su nivel de vida), reduzca el poder de los bancos y empresas estatales en la asignación de capital y de igual manera, alivie tensiones geopolíticas con el exterior para mejorar su imagen con respecto a los inversores. Pero tales cambios son un imaginario puesto que el líder del PCC aún sigue aferrándose a sus formas arcaicas de gobernar.
Al final esta ralentización de la economía China podría generar una nación más competitiva y agresiva a través de un nacionalismo peligroso lo cual es reflejado en el incremento de su presupuesto militar (dato crucial 5).
Sin embargo, las estimaciones también indican un término medio, es decir, la economía china no se volverá obsoleta pero tampoco superará a la de Estados Unidos. Como se mencionó lo más probable es la paridad entra ambas naciones, en este caso, China tiene que moverse con cuidado para no perder su estatus de superpotencia y evitar hacerse de conflictos (tal es el caso de una invasión a Taiwán).
1) Desde que China comenzó a dinamizar su economía y abrirse al comercio mundial desde 1976, su Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido cerca de 9% anual. Eso ha permitido que 800 millones de personas en China se alejen de la pobreza. Actualmente China representa casi una quinta parte de la producción mundial.
2) La Organización de Naciones Unidas considera que para mediados del siglo XXI, la población en edad de trabajar en China puede disminuir en más de 25%.
3) Hace 12 años, el banco de inversión Goldman Sachs predijo que el PIB de China superaría al estadounidense en 2026 y aumentaría 50% a mediados del siglo XXI. Sin embargo, en 2022 cambio ese pronóstico concluyendo que China superaría a Estados Unidos solo en 2035 y solo sería hasta 15% más grande que el PIB estadounidense.
4) La firma de investigación Capital Economics, argumenta que la economía china nunca superará a la estadounidense, sino que alcanzará un máximo de 90% del tamaño de Estados Unidos en 2035.
5) Se prevé que el presupuesto militar de China aumenté más de 7% en 2023, en conjunción con su PIB nominal. Actualmente su gasto militar es menor al de Estados Unidos, pero se estima que para 2030 su ejército podría ser 50% más grande que el estadounidense; además se predice que su arsenal nuclear podría cuadruplicarse para 2035.
En la lucha por la hegemonía, tanto Estados Unidos como China no tienen nada asegurado. En tal sentido, la probable paridad entre ambas naciones puede interpretarse como una nueva guerra fría entre dos superpotencias. Un hecho que resalta, las contradicciones cada vez más notorias del capitalismo en proceso de colapso: el regreso a antiguas formas de hacer la guerra, pero con escenarios actualizados que chocan con múltiples crisis no solo económicas sino también ambientales o demográficas, así como con nuevas formas de ejercer la violencia para asegurar el control.