Economía política de la relación estados-bancos globales: México

Cita: 

Ramírez, Derzu [2022], "Economía política de la relación estados-bancos globales: México", Ola Financiera, 15(43): 53-75, México, Facultad de Economía, septiembre-diciembre, https://doi.org/10.22201/fe.18701442e.2022.43.83495

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Diciembre, 2022
Tema: 
Estado mexicano diseñó un régimen de acumulación de capital muy favorable para la banca extranjera
Idea principal: 

Derzu Ramírez es doctor en ciencias políticas y sociales por la UNAM. Trabaja como profesor-investigador en la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Sus principales ejes de trabajo son la economía política internacional, y la política exterior de México y Estados Unidos.

Introducción

El sistema bancario mexicano tiene dos rasgos centrales: primero, es un sistema altamente extranjerizado (Dato Crucial 1), y segundo, genera grandes márgenes de ganancia a sus participantes. Por otro lado, la banca mexicana no cumple cabalmente con su papel de intermediario de recursos en una economía con niveles deficientes de crecimiento económico y desarrollo social.

La pregunta central del artículo es qué tipo de relaciones hay y cuáles son sus resultados en las interacciones entre los agentes y las dinámicas del mercado financiero y el Estado. El objetivo del texto es proponer desde la economía política internacional (EPI) una visión de la recomposición del Estado ante el fortalecimiento del capital financiero, atendiendo a las relaciones de poder entre los agentes de mercado y los Estados; y ofrecer nociones que nutran el debate y la investigación sobre el rol de los Estados del sur global en los procesos de financiarización.

La discusión se guía por dos argumentos. El primero es que el régimen bancario mexicano no se origina ni se mantiene solo por elementos internos. El segundo argumento, siguiendo a Saskia Sassen (2010), es que la globalización “implica que el estado está tan intensamente interpelado por estructuras de poder global y espacios desterritorializados de autoridad, que partes enteras del estado y sus políticas están reorientadas a favorecer intereses particulares globales” (p.55).

I)Mercados Financieros y el Estado en la globalización

La expansión de los mercados transnacionales conllevó la redistribución del poder estatal hacia estructuras económicas y agentes privados transnacionales. Susan Strange (1998) observó que la expansión de los mercados financieros es un proceso en el que se van estableciendo estructuras de autoridad en las que operan relaciones estables entre actores privados transnacionales y el conjunto de Estados. Para Strange el Estado es una unidad de análisis importante, pero considera que va perdiendo poder a medida que los mercados financieros aumentan su capacidad de movilizar capital hacia los contextos económicos nacionales más beneficiosos. En esta forma de análisis, los mercados financieros desempeñan el poder de decidir qué hacer, y de diseñar el marco de las relaciones entre Estados; mientras que los Estados solo compiten por atraer los recursos de los mercados financieros.

La teoría de la financiarización es un esquema de análisis un poco distinto al de Strange en el que el crecimiento financiero se problematiza a partir de los efectos en la distribución del poder y de los beneficios. Esta teoría crítica los axiomas neoclásicos que sostienen que la expansión global y el crecimiento de los mercados financieros incrementan la eficiencia de la asignación de recursos al orientarlos a actividades más productivas y rentables.

La teoría de la finanziarización sostiene que el crecimiento del sector financiero ha generado un capitalismo orientado por las finanzas en el que ciertos conglomerados financieros han crecido excesivamente; y, en consecuencia, hay un permanente riesgo sistémico (Maya, 2017). Dentro de esta corriente también se sostiene que la economía financiarizada absorbe los recursos del sector productivo para colocarlos en mercados inmateriales, incrementando la desigualdad. Se observa que la función socioeconómica de las finanzas se ha pervertido al dejar de apoyar la inversión productiva, para convertirse en un sector que reorienta los recursos públicos y corporativos para acrecentarse así mismo (Medialdea y Sanabria, 2013).

Hay que matizar un poco las perspectivas mencionadas para no simplificar ni infravalorar el rol que juegan los Estados en la globalización de los mercados financieros. La redistribución del poder estatal hacia sujetos privados no implica que el Estado se volvió pasivo, uniforme, y reducido dentro de las estructuras económicas. Lo necesario es identificar la forma en que ha cambiado el papel del Estado. La creación de los mercados no es algo natural, su funcionamiento requiere de una fuerte y permanente intervención estatal. Con los mercados globales ocurre lo mismo, los Estados deben desplazar y ajustar ciertas relaciones sociopolíticas a las dinámicas globales.

II)Del estado de bienestar al competition state: Estados y financiarización

En la EPI hay dos rutas para describir las transformaciones del Estado en la globalización. Por una parte, Robert Cox señala que el Estado forma parte de un conjunto específico de fuerzas transnacionales con ciertos objetivos en común. El Estado y su bloque ejercen su poder, y gestionan con el objetivo de crear regímenes transnacionales de acumulación de capital. El Estado internacionalizado y la cooperación internacional son fundamentales para desarrollar y expandir la infraestructura de los mercados.

Para esta perspectiva, se pasó de un Estado desarrollista a uno que “instrumenta políticas y adecua sus instituciones y prácticas a los requerimientos de la expansión global del capital” (p. 59). La eliminación de controles en la balanza de capital, las neoregulaciones que permiten la descomparmentalización, y la securitiazación de las finanzas son ejemplos del activo papel del Estado para fomentar la finanziarización.

A partir de la década de 1980 los países en desarrollo impulsaron la liberalización del capital financiero.

La otra perspectiva, aunque similar, está más enfocada en la relación entre mercados financieros y un Estado caracterizado como -competition state-. Este concepto asigna cuatro rasgos al Estado: 1) el Estado interviene en la economía para crear las condiciones de la expansión transnacional capitalista y la autorregulación; 2) es una entidad política cuyas prácticas e instituciones se adaptan y reestructuran en favor de la visión de la realidad global que tienen sus élites; 3) es una estructura política que dejó de lado el bien común para convertirse en una asociación empresarial residual que privilegia intereses particulares; 4) es una estructura con una ortodoxia financiera arraigada en sus instituciones que moldea la dinámica económica del Estado, que orienta las regulaciones para beneficiar la expansión de los mercados financieros y convierte el control inflacionario en el principal objetivo de la política monetaria.

Para las dos perspectivas mencionadas el Estado es una “entidad no neutral, interpelada por fuerzas económicas transnacionales que lo moldean de acuerdo con los requerimientos de las fuerzas económicas dominantes” (p. 61).

III) Estados del sur y banca global: El caso de México

Después del fracaso de la nacionalización bancaria en 1982, y su posterior reprivatización, la economía mexicana se transformó en una economía sumamente ajustada al consenso neoliberal. Durante la década de 1990 el gobierno mexicano eliminó las restricciones de la balanza de capital; se liberalizó la moneda; y las regulaciones de instituciones financieras y bancarias se ajustaron a las reglas globales creadas por las organizaciones como el Comité de Basilea o el Financial Stability Board.

Aunque el gobierno de Salinas intentó que el sistema bancario estuviera controlado por capital nacional, las fuertes presiones internas y externas condujeron a la extranjerización de la banca. La economía mexicana en desarrollo necesitaba más fuentes de financiamiento, y un sistema bancario mejor preparado para manejar mayores cantidades de recursos. Además, el adverso contexto macroeconómico y financiero que se desató a partir de la crisis de 1995 incrementó las presiones institucionales para que los bancos mexicanos se acoplaran a las reglas de la banca internacional; convirtiendo la banca mexicana en un sistema más seguro para los mercados extranjeros.

En 1998 se terminaron de eliminar todas las leyes que limitaban la participación de capital extranjero en el sistema bancario mexicano; y, en poco tiempo, los bancos extranjeros se volvieron dominantes (Dato Crucial 2). El Estado benefició a la banca extranjera, adquiriendo las características de un competition state. Para obtener un sistema bancario desarrollado se diseñó un sistema que diera prioridad a la expansión transnacional de la banca extranjera que opera en el país; pero se dejó de lado la función social que debería cumplir el sistema bancario. México se consolidó como una economía subsidiaría para agentes globales del sector bancario; en otras palabras, el país se convirtió en un competition state que busca consolidar un régimen de acumulación de capital favorable al sector privado, a costa del bien común.

Extracción de rentas

La dinámica de acumulación de capital que beneficia a la banca global tiene como base una extracción de renta sumamente asimétrica articulada mediante diversos mecanismos. Uno de éstos es la capacidad de los bancos extranjeros para obtener financiamiento barato en mercados financieros extranjeros; para luego colocarlo en la economía mexicana que tiene uno de los diferenciales más grandes entre tasas de interés activas y pasivas.

Otro mecanismo es el excesivo cobro de comisiones de los bancos en México. El cobro de comisiones administrativas representa un ingreso sumamente alto en México; y es muy desproporcionado si se compara con los ingresos, por este rubro, que obtienen los bancos en sus países de origen (Dato Crucial 3 y 4).

México pieza clave en la estrategia de acumulación de los bancos

De acuerdo con un informe del Banco Mundial (2018), los flujos de crédito y la actividad bancaria transnacional les permite a los bancos globales una mayor diversificación de los riesgos; pues pueden protegerse mejor tanto de coyunturas de inestabilidad global, como de riesgos específicos en determinados países. En este sentido, México es una pieza clave que otorga grandes márgenes de ganancia a grandes bancos de escala mundial como Santander, BBVA, o Citigroup (Dato Crucial 5). Para la banca extranjera, México es una economía subsidiaria que compensa las perdidas en otros mercados, especialmente en crisis coyunturales como la de 2008. Como se observa, México es una pieza clave para el funcionamiento de los negocios globales de los bancos.

El Estado mexicano intervino en la economía diseñando un marco jurídico y económico favorable tanto a la acumulación de capital de la banca global, como a su expansión transnacional. De tal manera que México se volvió un elemento importante en la estrategia de los bancos globales que operan en el país; aunque esto sea contradictorio con los objetivos sociales nacionales.

IV) La contradicción social del sistema bancario mexicano

Los competition state buscan a toda costa articular las reglas necesarias para propiciar la expansión mundial de los mercados. Esta característica describe buena parte de la relación de México con la banca global, pues es un Estado que generó las condiciones para dar amplios márgenes de ganancia a los bancos globales; pero sacrificó el papel social que debe cumplir la banca.

Al interior del país los niveles de crédito de la banca global se encuentran muy por debajo de los niveles que manejan en sus países de origen, e incluso son menores que en los de otras economías medianas como Colombia (Dato Crucial 6). El sistema bancario mexicano no cumple su función de movilizar los recursos financieros para impulsar la producción. De hecho, el principal financiamiento del sector empresarial mexicano no proviene de la banca, sino de proveedores u oficinas corporativas. La inclusión financiera de las personas físicas también es sumamente limitada (Dato Crucial 7).

Mientras tanto, México cumple con las reglas de Basilea que señalan los requisitos para la conservación de capital y las metodologías para medir los riesgos bancarios. La internalización de esas reglas ha convertido al sistema bancario mexicano en un referente mundial por sus altos niveles de capitalización. Tal parece que la política de cumplir con los estándares tiene por objetivo otorgar estabilidad y confiabilidad al sistema bancario para que éste pueda obtener crédito en el extranjero; pero no se busca que los bancos promuevan el crecimiento económico nacional ni de las familias mexicanas. De hecho, la banca ha crecido con tasas por encima del crecimiento del PIB (Dato Crucial 8).

Comentario final

El concepto competition state no es determinista, se reconoce que el Estado es una entidad política compleja que no actúa de forma automática en favor del capital, y que en su interior hay múltiples fuerzas que moldean distintas formas de Estado capitalista generando múltiples relaciones entre política, sociedad y mercado. Lo deseable sería que los Estados pudieran orientar a los mercados y sus agentes al logro del bienestar social.

No todas las instituciones estatales se subordinan a las demandas de la ortodoxia financiera. Pero es complicado que éstas impongan lógicas contrarias a los mercados; pues el marco de acción de las autoridades está dado por la relación entre mercados internacionales y el Estado. Por ejemplo, durante 2018 y 2019 la bancada del partido MORENA, propuso una reforma a la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros y la iniciativa de la Ley de Instituciones de Crédito con el objetivo de reducir el cobro de comisiones y el costo de los servicios bancarios; pero las propuestas no lograron prosperar debido al veto del presidente.

Después de esas propuestas e iniciativas legislativas, López Obrador insistió en que durante su gobierno permanecería el enfoque de autorregulación bancaria, y que la competencia es la mejor opción para que los bancos se regularan entre sí. Como se observa, a pesar de la llegada al poder estatal de una fuerza supuestamente anti-neoliberal y nacionalista, el Estado mexicano “continua en el camino de construir un sistema bancario funcional para las estrategias de obtención de ganancias de bancos globales y no para construir un sistema de bancos que cumplan su función social” (p. 71).

Desde la extranjerización de la banca mexicana el Estado ha permitido un esquema bancario rentista, sin generar políticas que pretendan reconfigurar ese esquema. Sin duda alterar el status quo es complicado; pero un primer paso es reconocer que la globalización y la financiarización son proyectos políticos cuya base teórica apela a leyes económicas estáticas y universales. Pero una economía nacional y mundial manejada por las finanzas solo es uno de los múltiples modelos económicos que pueden construirse.

Datos cruciales: 

1.-Más de 60% de los activos bancarios están en bancos extranjeros.

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3.- El Banco de México contabiliza más de 5 000 comisiones para diversos productos y servicios bancarios. Según la CONDUSEF en 2017 los ingresos bancarios por cobro de comisiones crecieron 8% respecto a 2016, alcanzando 108 000 millones de pesos por este rubro.

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7.- De acuerdo con el Panorama Anual de Inclusión Financiera del 2020 de la CNBV, en 2019 y 2018 el número de cuentas bancarias comerciales por cada 10 000 adultos en México fue menor a los niveles de otros países como Chile, Costa Rica, Colombia, Perú o Brasil.

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Trabajo de Fuentes: 

Sassen, Saskia [2010], Territorio, Autoridad y Derechos. De los ensamblajes Medievales a los Ensamblajes Globales , Katz Editores.

Maya, Claudia. [2017], "Capitalismo conducido por las finanzas, desregulación y crisis", Encrucijada , México.

Cox, Robert. [1981], "Social forces, States and World Orders: Beyond International Relations Theory", Millennium Journal of International Studies , Sage Journals. pp.126-155.

Medialdea Bibiana, y Sanabria Antonio [2013], "La financiarización de la economía mundial: Hacia una caracterización", Revista de Economía Mundial, 33, pp. 195–227.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con el giro neoliberal el Estado mexicano articuló una serie de neorregulaciones para favorecer la expansión del sector financiero. Este artículo da cuenta de como para varios actores de la banca internacional México cumple el papel de territorio de obtención de altos márgenes de ganancia que les permiten sortear las crisis o coyunturas del mercado internacional. Aunque la administración actual se nombra de izquierda y el ejecutivo declaró el fin del neoliberalismo, la banca sigue operando con el esquema articulado en las pasadas administraciones.