From strength to strength. America's economic outperformance is a marvel to behold

Cita: 

The Economist [2023], "From strength to strength. America's economic outperformance is a marvel to behold", The Economist, London, 15 de abril, https://www.economist.com/briefing/2023/04/13/from-strength-to-strength

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 15, 2023
Tema: 
Un panorama actual de la economía estadounidense: ¿realmente el hegemón está en declive?
Idea principal: 

En esta entrega The Economist realiza un análisis sobre algunos indicadores económicos estadounidenses para determinar la trayectoria actual de dicha economía que, algunos, catalogan “en declive” puesto que su industria manufacturera, al igual que su clase media, sucumben. La revista londinense encuentra un comportamiento estable con un dinamismo prudente, con riesgos que son visibles y que incluso pueden llevar a la economía estadounidense al sabotaje.

Si se considera la paridad del poder adquisitivo (PPA) como medida para comparar el bienestar de la población de un país visto desde la capacidad de compra de sus residentes, entonces Estados Unidos ha sido superado por la economía china la cual ha sido superior en ese indicador desde 2016. Sin embargo, la PPA no es el indicador correcto para mostrar la capacidad de una economía en el escenario mundial, como sí lo es el tipo de cambio; si es visto desde este indicador, entonces la supremacía estadounidense es innegable (datos cruciales 1 y 2).

La hegemonía estadounidense no ha cambiado puesto que aun domina las esferas del grupo del G7 (el cual está conformado por las siete mayores economías avanzadas del planeta), traduciéndose en riqueza para su población y mejores salarios en comparación con sus homólogos (datos cruciales 3-5).

Los datos demuestran mejores números sobre el comportamiento de la economía en Estados Unidos a diferencia de los demás miembros del G7. No obstante, se dice que en Europa (que incluye a miembros del G7) la calidad de vida, medida por el bienestar de la población, es otro referente que muestra que la vida es mucho más que ingresos y compras. En este sentido, los grandes subsidios y gasto social otorgados a la población europea son una política que en Estados Unidos también se está considerando, tal es el caso de los incrementos en el gasto como porcentaje del producto interno bruto (PIB), no obstante, aún no puede competir con países como Suecia que lleva gastando por décadas 25% del PIB en programas sociales (dato crucial 6).

Hijos afortunados

Hay dos cosas que son esenciales para el crecimiento de una economía en el largo plazo: el tamaño de su fuerza de trabajo y la productividad. En tal sentido, la productividad de Estados Unidos es superior al de otros países ricos porque su tasa de fertilidad es más alta y tienen un sistema de inmigración más abierto (en comparación con Europa), lo que hace que el tamaño de su fuerza de trabajo sea considerable. Sin embargo, el hecho de que sean productivos también los hace vulnerables a diferentes cuestiones, tal es el caso del desempleo en tiempos de crisis o el descenso de la esperanza media de vida por la violencia o las drogas; este problema podría ser subsanado si Estados Unidos invirtiera más en esos rubros, pero es evidente que ese no es su objetivo primordial.

Los estadounidenses trabajan mucho, pero esa no es la única razón para explicar el aumento de la productividad en el país (inclusive también ha incrementado la productividad total de los factores), sino que también tiene que ver con una mayor inversión y utilización de la tecnología para hacerla parte de su fuerza de trabajo y medios de producción (datos cruciales 7-11).

No obstante, la tasa de la población activa (en edad de trabajar) ha disminuido en este siglo, donde incluso la proporción de europeos que trabajan es mayor. Ni este hecho ni el de la productividad por encima de todo, han hecho que Estados Unidos frene su crecimiento (dato crucial 12), aunque eso no indica que escape de su actual tendencia a la baja que viene dándose durante las últimas tres décadas (datos cruciales 13 y 14).

La gran rueda sigue girando

La cualificación de los trabajadores en Estados Unidos también es un factor que puede explicar la productividad en el país y su permanencia como el hegemón. En tal sentido, son tres factores para considerar:

1) La educación en Estados Unidos tiene estándares muy altos a nivel internacional no solo por el gasto destinado a la educación (dato crucial 15) sino por el número de escuelas de prestigio que además de graduar a brillantes alumnos, son un imán para recibir mentes brillantes del extranjero (datos cruciales 16 y 17). Sin embargo, localmente existe un sector que habla sobre el fracaso de las escuelas estadounidenses, aunque existen razones para apoyar el argumento (dato crucial 18), ciertamente son de escala menor en comparación con los resultados de estudios superiores y el número de patentes en vigor en el extranjero (datos cruciales 19 y 20).

2) El tamaño del territorio estadounidense le ha permitido crear un mercado grande y unificado y junto con la implementación de la tecnología, ha establecido una ventaja comparativa respecto de continentes como el europeo y de países como India, ya sea por diferencias lingüísticas, culturales o económicas. En tal rubro, el único competidor serio es China y su vibrante industria tecnológica.

3) Al abarcar 40% del tercer país más grande del mundo, las posibilidades estadounidenses de acceder a recursos naturales para explotarlos y mejorar las técnicas de extracción —tal es el caso del petróleo y el gas—se han traducido en una menor dependencia de sus necesidades energéticas del exterior (dato crucial 21) e inclusive convertirse en un exportador neto de petróleo, como sucede con la liberación de riquezas minerales de las formaciones de esquisto en un área que abarca desde Dakota del Norte hasta Texas.

El uso eficiente de los recursos naturales ha añadido un nuevo eslabón a la economía estadounidense, lo cual ha hecho que también se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero a causa de la disminución del uso de carbón (dato crucial 22). En este sentido, la lenta transición energética resulta eficaz no solo por la reducción de emisiones sino porque añadirían un nuevo bastión económico a Estados Unidos.

Viento en popa

Aunque Estados Unidos presente un escenario de contradicciones como la distribución de la renta más desigual del G7 y una brecha salarial persistente —aunque cada vez más a la par—entre los trabajos de ingresos altos y medios (dato crucial 23), la capacidad estadounidense para hacer frente a la competencia y a las dificultades actuales, también puede ser explicada por tres cuestiones:

• La capacidad (cualificación) y voluntad lleva a los estadounidense a moverse hacia diferentes industrias independientemente de las distancias (dato crucial 24).

• La creación de nuevas empresas y su financiación son soportadas por los mercados financieros altamente líquidos en la economía estadounidense que actualmente se vieron potenciadas por la coyuntura, tal es el caso de la pandemia y confinamientos a raíz del COVID-19 (datos cruciales 25 y 26).

• La calidad de la gestión empresarial es producto de la feroz competencia. En este caso, en la búsqueda de reputación para conseguir financiación, las empresas necesitan estar bien gestionadas, por lo cual el despido de trabajadores no resulta complicado para los empresarios puesto que están apoyados por la legislación de protección de empleados (más laxa que en otros países).

Correr por la jungla

Pero este dinamismo “prudente” tiene que ser tomado con mucha cautela pues aún existen problemas que podrían derivar en un desmoronamiento de los principales ejes de la economía estadounidense, bajo un contexto donde los esfuerzos por crear un modelo capitalista que promueva el crecimiento económico y el bienestar de la población son desiguales e incluso se cree que imposibles. En tal sentido, la crueldad producto del crecimiento económico, impera sobre los más pobres y el resto de la población se sujeta a la idea de “echarle ganas” para salir adelante.

Pensar en un sabotaje a la economía estadounidense es más razonable que venga del exterior, sobre todo porque sus homólogos y aliados también se encuentran varados entre el dinamismo y el estancamiento, tal es son los casos de Europa y su apenas existente industria tecnológica (pero muy proclives a la estricta regulación) o Japón y su humilde crecimiento económico. No obstante, un despertar de estas economías no se deja de lado, junto con el potencial de las economías chinas e indias.

Aunque el sabotaje por dentro también puede socavar a la economía de Estados Unidos. En este marco, el descenso de la tasa de fertilidad no ha anulado la ventaja demográfica respecto de otros países (datos cruciales 27 y 28), por lo que es importante que siga manteniendo los flujos migratorios y en la medida de lo posible elimine el nacionalismo impuesto por el gobierno de Donald Trump, y que ha sido también característico del presente mandato de Joe Biden (autoridades fronterizas han expulsado al menos 2 millones de inmigrantes indocumentados).

En tal sentido, la unificación de la economía de Estados Unidos también peligra debido a la polarización que está imperando en muchos estados y que han surgido por motivos diversos; tal es el caso de rechazo o aprobación a las actividades de la industria petrolera, o bien, por los nuevos ideales o formas de pensar catalogados como “agenda woke”. Asimismo, el escenario político no encuentra un punto de conciliación entre republicanos y demócratas que no logran acuerdos para generar políticas para resolver el problema del endeudamiento. Esto podría llevar a un impago soberano y a la pérdida de confianza en los mercados financieros estadounidenses.

Se acerca el final

Finalmente, la globalización como una fuente para incrementar el crecimiento económico a través de la competencia con el extranjero (y que tiene una correlación fuerte con el comercio y el PIB) ha cambiado totalmente hacia una postura nacionalista (que puede afectar negativamente a su productividad y reservas monetarias) que se apoya en la seguridad nacional ante las amenazas del exterior como China. En este sentido, Estados Unidos ha tratado de blindar sus industrias estratégicas, como la de semiconductores, en donde aún es un fuerte bastión con la posesión de gigantes en ese rubro como Qualcomm y Nvidia; así, su política ha girado en torno al llamado reshoring (devolver la producción al país original de la compañía) para controlar sus cadenas de suministro (dato crucial 29).

Dichos temores resultan ser al final de día un tanto exagerados puesto que las estadísticas indican que la economía estadounidense aún sigue en pie, pero parece ser que la incertidumbre (el ascenso chino, la inmigración como una amenaza o poder corporativo o el rechazo al libre comercio) gobierna más sobre sus autoridades que lo tangible.

Datos cruciales: 

1) En términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), en 2023 China representa 18% de la economía mundial mientras que Estados Unidos 16% (mientras que en 1990 eran de 4% y 22%, respectivamente). La gráfica 1 muestra el comportamiento de la PPA en términos de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, donde se observa que de 1990 a 2022, el escenario cambió y añadió a China, donde aumenta el poder de compra en su población.

2) En término de PIB, 25.5 billones de dólares (bd) de Estados Unidos alcanzados en 2022, representaron 25% del total mundial (casi la misma cuota que en 1990) mientras que la cuota china es de 18%.

3) En 1990, Estados Unidos representaba 40% del PIB nominal del G7, mientras que en 2023 representa 58%. En términos de PPA el aumento fue menor, aunque significativo, es decir, de 43% del PIB del G7 en 1990 ahora es de 51%. En este sentido, la gráfica 2 muestra el PIB de Estados Unidos como porcentaje del PIB del G7, donde la tendencia ha demostrado un comportamiento dinámico tanto en términos nominales como PPA.

4) En 1990, la renta per cápita de Estados Unidos era 24% superior a Europa Occidental en términos de PPA. Actualmente es 30% superior y un hecho destacable es que mientras en 1990 era 17% superior a Japón, hoy es 54% mayor.

5) Un camionero de Oklahoma puede ganar más que un médico de Portugal. En términos de consumo, los habitantes de Reino Unido gastan 80% más que los estadounidenses para 1990; en 2021 ese porcentaje se ha reducido a 69%.

6) El gasto social en Estados Unidos era de solo 14% del PIB en 1990 mientras que en 2019 ascendió a 18% (gracias en parte a un mayor seguro médico para su población pobre y anciana).

7) El instituto de investigación Conference Board (respaldado por empresas estadounidense) ha descubierto que entre 1990 y 2022 la productividad laboral estadounidense aumentó 67% frente a 55% de Europa y 51% de Japón.

8) Un trabajador de Estados Unidos labora una media de 1 800 horas al año (una semana laboral de 36 horas con cuatro semanas de vacaciones), 200 horas más que en Europa, pero 500 horas menos que en China.

9) De acuerdo con la base de datos de Penn World Tables, la productividad total de los factores (PTF) en Estados Unidos aumentó cerca de 20% entre 1990 y 2019; el G7 en su conjunto promedio menos de la mitad.

10) En 2019, Robert Gordon (decano de estudios sobre el crecimiento en Estados Unidos en Northwestern University) y Hassan Sayed (Universidad de Princeton) dividieron la economía estadounidense en 27 industrias para identificar las industrias clave para el incremento de la productividad. El resultado indica que desde mediados de los años noventa del siglo XX hasta mediados de la primera década del siglo XXI, las tecnologías de la información y comunicación junto con su expansión hacia otras industrias impulsaron a la productividad.

11) El crecimiento de la productividad de las empresas estadounidenses se duplicó hasta superar 3% anual desde mediados de los años noventa del siglo XX, mientras que sus homólogos europeos no alcanzaron 2%. Desde entonces el crecimiento de la productividad estadounidense ha retrocedido hasta su media a largo plazo en torno a 1.5%.

12) 100 dólares invertidos en el S&P 500 (un índice bursátil de las mayores empresas de Estados Unidos) en 1990 valen hoy 2 300 dólares. Por el contrario, si alguien hubiera invertido la misma cantidad en la misma época en un índice similar que excluyera a las acciones estadounidenses, entonces ahora solo tendría 510 dólares. En este marco, la gráfica 3 representa dicho argumento, mostrando la supremacía del mercado bursátil estadounidense, similar al de Hong Kong.

13) La población estadounidense en edad de trabajar —de 25-64 años— pasó de 127 millones en 1990 a 175 millones en 2022. Esto supone un incremento de 38% en contraste con Europa occidental, donde la población en edad de trabajar sólo aumentó 9% durante ese periodo pasando de 94 a 102 millones de personas.

14) La población económicamente activa en Estados Unidos ha crecido 30% en las últimas tres décadas en comparación con Europa y Japón con 13% y 7%, respectivamente.

15) Estados Unidos gasta cerca de 37% más por alumno en educación que la media de los miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, un club de países ricos en su mayoría). En el caso de estudiantes de educación superior, el gasto se duplica.

16) Estados Unidos alberga 11 de las 15 universidades mejor clasificadas del mundo, de acuerdo con el ranking de Times Higher Education.

17) Los estudiantes más destacados de Estados Unidos se unen a los 200 mil estudiantes extranjeros que se incorporan anualmente al mercado laboral a través del programa “Formación práctica opcional”.

18) Datos de expertos de las Universidades de Harvard y de Corea, estiman que cerca de 34% de la población estadounidense en edad de trabajar ha completado estudios superiores. En este sentido, solo Singapur tiene una tasa más alta, aunque el índice de Penn World Table (basado en los años de educación) posiciona a Corea del Sur a la cabeza. Entre las principales economías, desde 1990 Estados Unidos ha ocupado el primer puesto por término medio.

19) El porcentaje de patentes estadounidenses en el mundo aumentó de 19% en 2004 a 22% en 2021 (más que en ningún otro país).

20) La economía estadounidense hace buen uso de su mano de obra altamente cualificada. El gasto en investigación y desarrollo (I+D) en los sectores público y privado ha aumentado en la última década hasta 3.5% del PIB (muy por delante de la mayoría de los países).

21) En la primera década de 2000, Estados Unidos importó más de 10 millones de barriles de petróleo al día en términos netos. No obstante, ahora es un exportador neto.

22) Las emisiones de CO2 de la industria estadounidense son 18% menores a su máximo de mediados de la década de 2000.

23) La brecha salarial entre ricos y pobres (la cual creció en los años 90 y principios de 2000) se estabilizó gracias a la rigidez del mercado laboral durante la mayor parte de la década.

24) En 2013, una encuesta de Gallup reveló que aproximadamente uno de cada cuatro adultos estadounidenses se había trasladado de una ciudad o zona del país a otra en los últimos cinco años (en comparación con uno de cada diez en otros países desarrollados). Aproximadamente 5 millones se trasladan de un estado a otro cada año. William Frey —demógrafo de la Brookings Institution— constata que los más instruidos están sobrerrepresentados entre los que se trasladan de un estado a otro, dirigiéndose a los puestos de trabajo más productivos.

25) La capitalización bursátil se sitúa en torno a 170% del PIB, mientras que en la mayoría de los demás países es inferior a 100%. La financiación de nuevas empresas de alto crecimiento potencial es especialmente abundante ya que cerca de la mitad del capital riesgo mundial se destina a empresas estadounidenses.

26) En 2021 se crearán 5.4 millones de nuevas empresas, un récord anual y un aumento de 53% respecto a 2019. Muchos no lo conseguirán, pero los fundadores no se verán tan perjudicados como en otros lugares: una medición de la OCDE del costo personal del fracaso para los emprendedores sitúa sistemáticamente a Estados Unidos y Canadá en los últimos puestos.

27) En el tema de la esperanza de vida, los estadounidenses que nacen hoy, pueden esperar vivir hasta 77 años, 5 años menos que en otros países con niveles de desarrollo similares.

28) Aunque la población estadounidense en edad de trabajar ha crecido más que la europea en los últimos 30 años, la tasa de fertilidad se ha acercado a los niveles europeos.

29) Estados Unidos también está invirtiendo en vehículos eléctricos, turbinas eólicas, producción de hidrógeno. Lo que significa un gasto potencial de 2 bd, o cerca de 10% del PIB para remodelar la economía.

30) La gráfica 4 muestra el PIB por hora trabajada siendo Estados Unidos la base para comparar la evolución de dicho rubro en diferentes países para 1990 y 2021.

Nexo con el tema que estudiamos: 
Un análisis clásico de economía política muestra que Estados Unidos cuenta con una ventaja productiva que lo mantiene a la cabeza de la economía mundial a pesar de los problemas y de la competencia con otras potencias, en particular, con China. Esta ventaja se desdobla en el dinamismo de su mercado de trabajo que combina altos niveles de remuneración y de productividad con sobreexplotación e intensas corrientes migratorias; y en fuertes inversiones en I+D cristalizadas en innovaciones constantes y de vanguardia.

Frente a ese panorama, es posible pensar que solo acontecimientos disruptivos (tecnológicos, sociales o militares) podrán desestabilizar de forma permanente el liderazgo estadounidense.