Liam Stack trabaja para The New York Times, cubre diversas ciudades de la costa este de Estados Unidos.

Vjosa Isai trabaja en la cobertura de Canadá para The New York Times.

Para el 7 de junio de 2023 los mega incendios forestales de Canadá persisten y han devorado millones de acres de bosque (Dato Crucial 1). El humo se ha propagado por toda la costa este de Estados Unidos, desde New York hasta Washington; y también llegó hasta Minnesota en el oeste.

La gran extensión del territorio canadiense y la forma descentralizada de combatir los incendios dificultan la coordinación para combatirlos; y para empeorar las cosas, el cambio climático intensifica la temporada de incendios forestales. Las gigantescas columnas de humo de los incendios han llegado a lejanas ciudades como Ottawa y New York oscureciendo los cielos y afectando la calidad del aire.

De acuerdo con expertos, el cambio climático, intensifica las sequías, aumenta las temperaturas, y extiende la temporada de incendios; en consecuencia, los incendios son mucho más intensos. En Estados Unidos las actividades cotidianas se han visto alteradas, algunas se han tenido que suspender y las indicaciones oficiales sugieren a los habitantes no salir de casa. En Canadá, las víctimas son incontables, ha habido miles de desplazados y localidades como British Columbia que solicitan a su población estar preparada con un plan de evacuación; mientras que las ciudades de Otawa, Toronto y Montreal se han oscurecido por el humo de los incendios.

El 31 de mayo las ciudades del noreste estadounidense, especialmente Buffalo, Binghamton, y el norte del estado de New York se vieron afectadas por un espeso humo naranja que produjo drásticos descensos de la temperatura, y la cancelación de múltiples actividades cotidianas como las actividades escolares. De hecho, buena parte del estado de Nueva York permaneció bajo alerta sanitaria por la mala calidad del aire, con indices que señalan que el aire es dañino para todas las personas (Dato Crucial 2).

En Canadá la gestión de los incendios forestales no está centralizada. Es decir que no corresponde al gobierno federal combatir los incenidos, sino que cada una de las 10 provincias y tres territorios[1] se encargan de manejarlos con sus propios recursos; pero la cantidad y magnitud de los incendios ha agotado las capacidades locales, por lo que se ha renovado la exigencia de un servicio nacional de combate a los incendios. Aunque Trudeau no ha hablado de un servicio nacional de combate de incendios, sí mencionó que está analizando la posibilidad de crear una organización federal de respuesta ante las catástrofes.

Mientras tanto, bomberos de Estados Unidos, Sudáfrica, Francia, Australia y Nueva Zelanda, junto al ejercito canadiense se han desplegado para apoyar a los bomberos de Canadá. Aunque los incendios no paran, el país está convulsionando y muchas personas temen perder sus medios de subsistencia (Dato Crucial 3).

Las autoridades sanitarias advierten que el humo de los incendios puede causar múltiples malestares que van desde ojos irritados hasta mareos y dolor en el pecho; también han recomendado usar mascarillas. Mientras tanto, los meteorólogos esperan que el humo empeore.

Además de la suspensión de múltiples actividades cotidianas y eventos deportivos, el humo también ha hecho que múltiples empresas mineras suspendan sus actividades en Quebec. Entre tanto, los incendios han golpeado por semanas a Alberta y British Columbia obligando la evacuación de miles de personas (Dato Crucial 4).

Notas:
[1] La división político-territorial de Canadá se compone de diez provincias y tres territorios.