Por qué el decrecimiento se ha convertido en el enemigo público número uno del poder

Cita: 

Godin, Romaric [2022], "Por qué el decrecimiento se ha convertido en el enemigo público número uno del poder", Sin permiso, 26 de mayo, https://www.sinpermiso.info/textos/por-que-el-decrecimiento-se-ha-conver...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Mayo 26, 2023
Tema: 
Respuesta a las críticas al decrecimiento
Idea principal: 
Romaric Godin es un periodista especializado en temas económicos

El economista Jean Pisani Ferry (2023), quien es cercano al presidente de Francia Macron) forma parte de un amplio movimiento que busca descalificar la idea del decrecimiento. Todos los líderes políticos, económicos y mediáticos de Europa gritan al unísono que el decrecimiento es el enemigo, que es contrario a la humanidad; pues el continuo crecimiento del PIB es sinónimo de bienestar y desarrollo.

El informe de France Stràtegie sobre el impacto económico de la transición ecológica fue presentado por Pisani Ferry a la primera ministra Elisabeth Borne. El informe no tuvo mucha relevancia en el gobierno, pues este no aceptó la mayor parte de las propuestas. Lo interesante del informe es que toda la introducción busca desprestigiar la opción del decrecimiento argumentando que dicha opción implicaría anular casi todas las ganancias de renta de los últimos siglos, y que no es mediante el decrecimiento que se logrará la neutralidad climática.

El tipo de argumentos que ofrece el informe son la base de que lideres políticos como Macron equiparen el decrecimiento con la secta Amish, o que personajes mediáticos como Dominique Seux exclamen que decrecimiento y descarbonización son compatibles, y que el decrecimiento solo afectaría a los más pobres. Estos argumentos tienen objetivos políticos, y dan cuenta de que el decrecimiento ha ido ganando terreno en la discusión; años atrás ni se le mencionaba en discusiones de alto nivel, ahora, por lo menos, se le descalifica.

El impulso del decrecimiento

En Francia el decrecimiento ha ganado terreno gracias a que se ha popularizado el trabajo de algunos científicos como Eloi Laurent y Kohei Saito; también un coloquio en el Parlamento Europeo titulado “Más allá del crecimiento” ayudó a difundir estas ideas. Además, por la gravedad de la crisis en curso los defensores del crecimiento se ven obligados a presentar sus soluciones. La cuestión es que el debate que presentan los crecentistas es muy pobre. Los argumentos que ofrece Pisani Ferry son débiles y ya han sido desmontados por quienes defienden el decrecimiento.

El mito del desacoplamiento

El primer falso argumento contra el decrecimiento es que éste es inútil. Se utilizan gráficas para "demostrar" que el desacoplamiento (es decir crecimiento del PIB acompañado de reducción de las emisiones de CO2) se ha generado pues en algunos países el crecimiento del PIB se dio a la par de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono; y por tanto, crecimiento y descarbonización son compatibles. La cuestión es que las gráficas y datos que se presentan recurren a un sutil ardid metodológico, pues mientras en otras discusiones elogian la globalización en esta la ignoran completamente.

La actual organización económica depende de bienes producidos en distintas partes. Esta dependencia se da de dos formas, una es mediante la importación; y otra mediante el uso del valor producido en otros lugares para, a través de mercados financieros, acumular capital en los países centrales. Es decir que una empresa puede producir menos CO2 en sus actividades en un país central; pero sus ganancias dependen de sus operaciones y emisiones contaminantes en países periféricos. Por tanto, el crecimiento del PIB de los países metropolitanos no está realmente descarbonizado, sino que las emisiones se trasladaron a otros lugares.

Ese traslado es una nueva forma de la división internacional del trabajo, en la que el centro se enfoca en la producción de servicios, reduciendo las emisiones directas de CO2. Pero esto es gracias a un sistema globalizado en el que las emisiones se trasladan a otro lugar. Por tanto, las estadísticas de emisiones de Francia y los demás países centrales no pueden limitarse a sus emisiones locales. De hecho, no hay nada que indique que el crecimiento y la reducción de CO2 pueda extenderse a todos los países. Si en los países centrales el desacoplamiento se explica por el predominio del sector de servicios, quienes defienden el crecimiento tendrían que explicar si es posible un sistema capitalista en el que no haya ni una sola industria productiva.

Crecimiento a media asta a pesar de todo

El segundo elemento contradictorio del supuesto desacoplamiento es que donde se ha generado también se ha reducido el ritmo de crecimiento, mientras que en los países asiáticos que mantienen altas tasas de crecimiento las emisiones siguen siendo muy elevadas. Parece que para reducir las emisiones es necesario reducir el crecimiento. Como de forma implícita reconoce el propio Pisiani Ferry, reducir el ritmo de crecimiento es el costo de la transición energética.

El desacoplamiento es un cuento sin sustento que se usa para no alterar los dogmas de la economía dominante. Aún si fuera posible un desacoplamiento a escala mundial, este solo se centra en las emisiones de CO2; pero la crisis ecológica en curso tiene múltiples causas y consecuencias, como la reducción de la biodiversidad, para las que la solución que suele plantearse es la financiación.

¿Empobrecimiento generalizado?

Además del falso argumento del desacoplamiento, hay otro aún más endeble pero con mayor fuerza a nivel político. Se trata de la idea de que el decrecimiento conllevara un empobrecimiento generalizado y la pauperización de la calidad de vida. Este argumento es peligroso pues presenta al decrecimiento como un peligro para el modo de vida de las personas. La cuestión es que lo que realmente amenaza nuestra forma y calidad es la crisis ecológica.

Frente a la escasez generalizada de agua, temperaturas que constantemente rondan los 50°C, y la disminución de la producción agrícola, buscar preservar la capacidad de que cada persona tenga un auto y un smartphone es una necedad de mal gusto. Detener el crecimiento es abrir la posibilidad para crear de forma inmediata un estilo de vida ecológicamente sostenible. El decrecimiento no es disminuir la calidad de vida, sino organizar la vida de otra forma para preservar el nivel de vida de la mayoría de la población.

El decrecimiento implica una fuerte solidaridad que puede presentarse de múltiples formas, pero cuyo objetivo es proteger a la población de la falta de crecimiento. Se trata de que el crecimiento deje de ser la razón de la sociedad. La ideología económica dominante busca preservar a toda costa un sistema de crecimiento en un momento en el que al capitalismo, desde hace medio siglo, le cuesta mucho trabajo crecer y muestra los límites económicos de la lógica del crecimiento infinito; al tiempo que la baja tasa de crecimiento exacerba las desigualdades y la crisis ecológica.

Los economistas dominantes son incapaces de solucionar la crisis del sistema de crecimiento. Buscan alcanzar ritmos aceptables de crecimiento, pero solo ofrecen parches que se basan en recortes a las clases populares y al sector público, o en el ilusionismo tecnológico. Pero es el propio modelo de crecimiento global lo que está en crisis. El crecimiento económico es el causante de la devastación ambiental, y, además, ya ni siquiera es capaz de cumplir la promesa de aumentar el bienestar capitalista.

El decrecimiento es una postura realista, implica volver a la realidad. Mientras tanto, los economistas dominantes no pueden articular coherentemente el crecimiento con disminución de la destrucción de la naturaleza. La incapacidad del mercado de gestionar por sí mismo la crisis ambiental demuestra que el crecimiento verde precisa apoyos económicos, sociales y medioambientales. Se pretende que estos apoyos le permitan a la lógica del crecimiento sostenerse y recuperarse de la complicada fase de transición; pero nada, aparte de ilusorios modelos macroeconómicos, garantiza que el crecimiento regresará acompañado de sostenibilidad ecológica.

Una elección de la sociedad

Detrás de la narrativa que defiende al crecimiento se encuentra la conciencia de la clase dominante que busca mantener su sistema de dominación social. Los argumentos contra el decrecimiento tienen tres formas; presentar al decrecimiento como una ilusión; decir que traerá el empobrecimiento; y que pondrá en peligro la estabilidad. Se trata de discursos sin sólidas bases científicas, pero que protegen un orden social a pesar de las crisis ecosociales.

La estrategia de Pisany Ferry es que las clases dominantes cedan algunas migajas para preservar su poder. Y la negativa del gobierno de ni siquiera considerar esta posibilidad, indica la ceguera total de la clase política. Esta total negativa es en parte posible gracias a las debilidades del movimiento decrecentista. La diversidad del decrecimiento dificulta la construcción de una alternativa clara, y el propio concepto -decrecimiento- tiene sus límites, pues causa angustia a muchas personas mientras oculta la complejidad de todas las posturas que engloba.

Satisfacer las necesidades en un marco sostenible

El decrecimiento supone terminar con la obsesión por crear plusvalor antes de cualquier otro acto social. Realizar este proyecto implica un cambio radical en la organización económica y social con el objetivo de satisfacer las necesidades dentro de un marco sostenible. Para ello debe haber una transformación radical de las necesidades y los comportamientos. Se debe atacar el modo de producción, y por esta razón las clases dominantes reaccionan agresivamente.

El debate entre crecimiento vs decrecimiento es, en realidad, un falso dilema. La transformación radical de la organización socioeconómica y del sistema de necesidades es compatible con el aumento de la actividad y la tecnología; pero estos aumentos estarían al servicio de un modo de vida más sostenible por lo que no serán un fin en sí mismo y sólo serían temporales. Los crecentistas saben que este es un falso debate y por esto buscan mantenerlo en su marco actual. Quienes apoyan la perspectiva realista no deben dejarse atrapar por el falso debate, tienen que enfocarse en construir una alternativa deseable.

Trabajo de Fuentes: 

Jean, Pisani-Ferry, Selma Mahfouz [2023], LES INCIDENCES ÉCONOMIQUES DE L’ACTION POUR LE CLIMAT, France Stratégie, https://www.strategie.gouv.fr/sites/strategie.gouv.fr/files/atoms/files/...

Tom Tomas [2022], L'Impasse capitaliste : travail, besoins et urgence écologique, Editions Critiques.

Timothée Parrique, Timothée [2022], Ralentir ou périr L'économie de la décroissance, Seuil.

Nexo con el tema que estudiamos: 
Mientras cada vez es más innegable la catástrofe que se está desatando por la modernidad capitalista, hay técnicos del capital que se esfuerzan por dar supuestos argumentos científicos que aseguren que es posible continuar en la lógica del crecimiento económico infinito. Este texto es valioso pues de forma clara desmonta varios de los argumentos que se alzan en contra del decrecimiento; además invita a lxs decrecentistas a salirse del marco de crecimiento vs decrecimiento ¿pos crecimiento?; y a todxs se nos incita a crear nuevas formas de organizar la vida y nuestros sistemas de necesidades.