NASA Picks Blue Origin's Blue Moon Lander for Artemis V Mission

Cita: 

Chang, Kenneth [2023], "NASA Picks Blue Origin's Blue Moon Lander for Artemis V Mission", The New York Times, New York, 19 de mayo, https://www.nytimes.com/2023/05/19/science/nasa-artemis-moon-bezos-blue-...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Mayo 19, 2023
Tema: 
Jeff Bezos y su empresa Blue Origin se unen a la misión Artemis V tras ganar concesión de la NASA
Idea principal: 
Kenneth Chang ha sido reportero científico en The New York Times desde 2000. Cubre química, geología, física del estado sólido, nanotecnología, Plutón, peste y otra miscelánea científica.

En esta ocasión Chang ofrece un panorama general en torno a la carrera espacial por llegar a la Luna y los inconvenientes generados en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla en inglés) a la hora de otorgar las concesiones a las empresas privadas.

La empresa de cohetes del magnate Jeff Bezos, Blue Origin—en su segundo intento—ha obtenido la concesión para que su empresa proporcione un módulo de aterrizaje lunar como parte de la misión Artemis V, la cual se tiene programada para 2029. Dicho módulo ha sido bautizado con el nombre de Blue Moon.

El programa Artemis de la NASA pretende enviar astronautas a la Luna en una misión de exploración hacia diferentes regiones. Para las misiones Artemis III Y IV, se utilizará un vehículo de Space X. El segundo módulo de alunizaje corre a cargo de la empresa Blue Origin; esto sumaría al proyecto para la construcción de una base industrial más diversificada y mejor preparada para el largo plazo.

Este contrato representa para Blue Origin un “borrón y cuenta nueva” en sus actividades luego de problemas y contratiempos como la falla de uno de sus vehículos New Shepard (viajan al espacio, pero no a la órbita) en septiembre de 2022. Así, en 2023 la empresa espacial de Bezos ha vuelto no solo con el módulo de aterrizaje lunar, sino con el retorno a los vuelos de New Shepard (se pretende llevar a turistas y carga científica para finales de 2023), junto con la posible participación en una misión orbital durante 2023 del hardware de sus motores construido para la etapa de refuerzo del cohete Vulcan (construido por United Launch Alliance), así como contribuciones a la construcción de naves tomando como referencia a New Glenn (un cohete mucho más grande que Vulcan).

Asimismo, Blue Origin mencionó que estaba contribuyendo de manera independiente con más capital de lo que originalmente se había estipulado en el contrato con la NASA, es decir, absorberá los sobrecostos (dato crucial 1). Dado el tamaño del imperio de Bezos, esta es una acción que la NASA cataloga como esencial para estimular la competencia, la confiabilidad y la seguridad en el proyecto. Al final del día, la empresa de Bezos (en colaboración con Boeing y Lockheed Martin) compitió para ganar una concesión frente al equipo liderado por Dynetics (compañía de defensa con sede en Alabama) y es lógico que demuestre sus capacidades.

Artemis V pretende explorar la región del polo sur de la Luna durante al menos una semana con una tripulación estimada de cuatro astronautas. En este sentido, Blue Moon podrá ser utilizado para varias misiones; de la misma manera, se necesitará una segunda nave para transportar hidrógeno y oxígeno líquido desde la Tierra para alimentar al módulo de aterrizaje.

Uno de los hechos que destacan del otorgamiento del contrato es la polémica generada anteriormente después de que la NASA hubiera concedido un primer contrato a Space X, el cual originalmente se tenía pensando otorgar a dos empresas, es decir dos módulos de aterrizaje lunar operados por dos empresas. En este sentido, la NASA argumentó problemas de presupuesto; Blue Origin no estuvo de acuerdo con la decisión y demando ante el Tribunal Federal, pero perdió. Finalmente, en septiembre de 2022, la NASA logró conseguir más presupuesto del Congreso de Estados Unidos y nuevamente lanzó la convocatoria de la búsqueda de un segundo modulo lunar, donde—como se mencionó—compitieron Dynetics y Blue Origin, ambas en colaboración con otras empresas que desarrollan infraestructura espacial.

Al final, después de Artemis V la NASA podrá utilizar indistintamente los diseños de Space X y Blue Origin para misiones posteriores. Del mismo modo, el turismo lunar es un servicio que estará disponible eventualmente, o al menos, eso ha dado a entender el vicepresidente de transporte lunar de Blue Origin, John Couluris.

Datos cruciales: 

1) La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla en inglés) acordó pagar 3.4 mil millones de dólares (mdd) por el vehículo de 50 pies de altura, que lleva el nombre de Blue Moon con una capacidad para transportar cuatro astronautas a la superficie de la luna.

2) El módulo de aterrizaje Blue Moon está diseñado para caber dentro del diámetro de 23 pies de ancho del cohete New Glenn de Blue Origin. En total, todo el equipo e infraestructura que llevarán pesará más de 45 toneladas cuando esté lleno de propulsores.

3) John Couluris, vicepresidente de aterrizaje lunar de Blue Origin, mencionó que se realizará un vuelo de demostración sin tripulación del módulo de aterrizaje en 2028, un año antes de que sea utilizado por astronautas. Asimismo, se menciona que el módulo de aterrizaje podría configurarse para transportar 30 toneladas métricas de carga en lugar de pasajeros, con el fin de formar la base de hábitats y otra infraestructura permanente en la superficie de la Luna.

4) En 2021, Blue Origin y Dynetics se sintieron decepcionados cuando la NASA otorgó a Space X un contrato fijo de 2.9 mil mdd para construir una variación de su vehículo Starship que llevaría a los astronautas a la Luna por primera vez en más de medio siglo. En tal sentido, la oferta por 2.9 mil mdd a Space X fue baja, si se considera que el diseño propuesto por Blue Origin tenía un precio de 6 mil mdd mientras que el de Dynetics era aún más caro.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con un capitalismo moribundo en la Tierra, es lógico que la conquista espacial sea otra de las vías de escape del actual sistema para continuar reproduciéndose en escala ampliada. En tal sentido, el "regreso" del hombre a la Luna —ya sea con fines lucrativos o no lucrativos— junto con el turismo lunar representan el punto de inflexión hacia la conquista espacial y con ello el inicio de una nueva forma de evadir o "ningunear" la actual crisis ambiental.
Asimismo, la colusión entre la NASA y la industria espacial muestra cómo la tecnología se subsume fácilmente al capital y se aleja de los fines con los que primordialmente se presume fue creada. Al final, la tecnología no deja de ser la esclava del capitalismo.