Porian Austen Es corresponsal en Canadá para The New York Times.

En Alberta las personas no suelen tomar en cuenta los temas medioambientales. Incluso cuando en 2023 los incendios forestales comenzaron antes de lo usual, las discusiones sobre el cambio climático fueron casi nulas. Los incendios en el Norte y Oeste de la provincia canadiense de Alberta han provocado que gigantescas columnas de humo que ensombrecen el cielo de ciudades, contaminan el aire, y obligan a muchas personas a evacuar sus hogares (Dato Crucial 1).

Grandes incendios forestales constantemente están golpeando a Canadá. En años anteriores a 2023 se han producido incendios cuyo humo afectó a diversas ciudades como Calgary, Edmonton y Vancouver. Los incendios en Alberta, Columbia Británica y Saskatchewan se hacen cada vez más grandes. Las investigaciones sugieren que esto es producto del calor y la sequía causadas por el cambio climático (Dato Crucial 2). Mientras tanto, las encuestas muestran que las personas de Alberta apoyan la toma de medidas para reducir las emisiones de CO2; pero este tema no suele ser abordado por los políticos.

El 15 de mayo hubo un debate entre las candidatas, Danielle Smith y Rachel Notley, para ser gobernadoras de la provincia de Alberta, que fueron votadas el 29 del mismo mes. Durante el debate, el tema climático solo se mencionó porque Smith acusó a Notley de crear un impuesto sobre las emisiones de CO2 que reduciría la producción de petróleo y los ingresos en la provincia.

En Alberta es muy difícil discutir sobre los problemas del gas y del petróleo porque desde hace décadas esas actividades han generado ganancias muy grandes que representan buena parte de todo el porcentaje de ingresos que recibe la provincia (Dato Crucial 3). Los ingresos provenientes de estos recursos han permitido que Alberta sea la única provincia canadiense sin impuestos sobre las ventas, además de mantener bajos los impuestos sobre la renta.

El problema es que la producción de petróleo y gas representa más de una cuarta parte del total de emisiones de dióxido de carbono en Canadá (Dato Crucial 4). Aunque se ha logrado que las emisiones por cada barril producido sean menores el problema no deja de empeorar pues la producción sigue aumentando. Pero cualquier sugerencia para limitar la producción de esos combustibles genera alarma en la población pues son la fuente de muchos trabajos bien pagados. Por lo pronto, la discusión sobre el cambio climático es mínima, y los funcionarios consideran que no es el momento apropiado para la discusión climática.