Anthropocene, Capitalocene or Westernocene? On the Ideological Foundations of the Current Climate Crisis

Cita: 

San Román, Álvaro y Joan Molinero-Gerbeau [2023], "Anthropocene, Capitalocene or Westernocene? On the Ideological Foundations of the Current Climate Crisis", Capitalism Nature Socialism, https://doi.org/10.1080/10455752.2023.2189131

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Marzo 16, 2023
Tema: 
Críticas al Antropoceno a partir de la perspectiva del Capitaloceno y del Occidentaloceno.
Idea principal: 
Álvaro San Román se encuentra en el Departamento de Filosofía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid, España. Su principal tema de interés es la economía política.

Introducción

En este artículo se aborda la discusión que existe acerca de los orígenes del cambio climático, como consecuencia de las acciones del hombre sobre el medio ambiente. La frecuencia de los desastres ambientales y los eventos climáticos externos que han afectado a humanos y a animales, llevó consigo a la aceptación general sobre el cambio climático. Con la aceptación del cambio climático, han surgido debates en torno a narrativas que estudian al ser humano, la naturaleza y sus relaciones. La narrativa que domina estos debates corresponde al Antropoceno, que es la primera teoría en relacionar los problemas ambientales y de los grupos humanos de manera racional.

En este artículo, se argumenta que el Antropoceno está basado en una idea errónea de generalización porque toma en cuenta a la humanidad como un actor unitario, es decir, no toma en cuenta la diversidad que existe y como consecuencia de esto, responsabiliza del cambio climático a un actor homogéneo inexistente. Una alternativa a la idea del Antropoceno es la del Capitaloceno. Esta idea del Capitaloceno busca demostrar que lo que desencadenó el cambio climático son los modos de apropiación y explotación de la naturaleza del sistema capitalista.

La perspectiva del Capitaloceno podría ampliarse al tomar en cuenta que las ideas que dieron origen al capitalismo tienen origen en la civilización occidental. A partir de esta idea, en este artículo se propone considerar al Capitaloceno como Occidentaloceno.

El marco Antropoceno y su discusión

Eugene F. Stoermer acuñó el término Antropoceno de manera informal en la década de 1980, pero fue hasta principios del siglo XXI que Paul Crutzen, ganador del premio Nobel, lo popularizó haciendo referencia al periodo geológico actual del planeta. El Antropoceno señala que los cambios ambientales son provocados por la actividad humana y que, por lo tanto, la Tierra entró en una nueva era geológica. Este periodo se caracteriza por la gran fuerza que tiene la humanidad, que ahora es capaz de modificar el clima del planeta. Esto pondría fin al Holoceno, dando paso al Antropoceno, un nuevo periodo geológico que está marcado por la actividad humana.

A partir de la idea de la actividad humana, Crutzen inicia una línea de estudios enfocados a describir el impacto que tiene el humano en el ambiente. Con esto, surge una corriente denominada anthropocenic, que se centra en investigar las causas y consecuencias del nuevo momento climático en el planeta. Este concepto tiene una perspectiva controvertida, sin embargo, los autores afirman que ha permitido la búsqueda de acciones que lleven a revertir la destrucción del planeta.

De acuerdo a lo establecido por Jason W. Moore, el Antropoceno tiene la ventaja de poder dividirlo en dos campos, el Antropoceno geológico y el Antropoceno popular.

El Antropoceno geológico viene de una perspectiva de las ciencias naturales que inició con personajes como Stoermer y Crutzen. Esta perspectiva busca rastrear los impactos medibles de los humanos en el planeta. Entre los impactos que analiza está el nivel atmosférico de CO2 y la radiactividad en territorios como Chernóbil y Fukushima.

El Antropoceno popular se trata de una perspectiva que surgió de las ciencias sociales. Este término se enfoca en pensar los orígenes y la evolución de la crisis ecológica moderna. Esta visión no estudia los efectos físicos de la actividad humana en la naturaleza, sino las causas del cambio climático. El término de Antropoceno popular ha dado paso a la discusión académica en el campo de las relaciones internacionales y en la ecología política.

A partir de esto, se pueden observar dos posiciones.

La primera corresponde al marco que sustenta el concepto, pero que discute su conformación. Se destacan en ella tres rasgos principales: una narrativa acerca de los orígenes, hechos fundamentales y las fases del Antropoceno; considera a la Tierra como un sistema complejo; considera a la humanidad como una entidad biológica y un agente geológico.

La segunda posición corresponde a un bloque crítico que se enfoca a desmantelar los postulados del Antropoceno y de esta forma construir nuevas teorías que muestren la realidad ecológica mundial.

Una diferencia que existe respecto al marco histórico corresponde al momento en el que inició el Antropoceno. Diversos autores han propuesto tres diferentes puntos de inicio del Antropoceno. El primero indica que el inicio de este periodo geológico fue en 1782, con la creación de la máquina de vapor; además es en el siglo XVIII cuando los glaciares mostraron un aumento significativo en las emisiones de gases como CO2, CH4 y N2O. El segundo punto que se considera es el inicio de la agricultura, ya que se considera como la primera gran transformación antropocéntrica en el medio ambiente. La última fecha de inicio de este periodo que consideran otros autores es en 1492, con la conquista de América por los europeos, ya que es aquí cuando comienza la globalización de la alimentación y de la ganadería.

La consideración de la Tierra como un ente complejo también presenta diferentes posiciones acerca de las características del planeta y del papel que juega el ser humano. La primera visión percibe a la tierra como un solo organismo, mientras que otros ven al planeta desde la perspectiva de la teoría general de sistemas, es decir, ven al planeta como un objeto que puede dividirse en partes para posteriormente analizarse individualmente o en interacción con otros. En cambio, para posturas organicistas y mecanicistas, la humanidad es un agente externo que afecta al planeta o puede verse como una parte dañada del sistema. Desde una visión sistémica, la humanidad se ubica como un elemento más en el orden natural del planeta o como el elemento fundamental que determina su funcionamiento.

En cuanto a la consideración de la humanidad como un entidad biológica y agente geológico, existen interrogantes sobre quién es el responsable del Antropoceno. Existe la perspectiva del universalismo, que considera que toda la humanidad es un solo actor que con sus acciones ha provocado una crisis ambiental. Sin embargo, también existe la visión en la que se aboga por la justicia ambiental global; en esta, la mayor parte de la responsabilidad recae en las sociedades industrializadas.

El Capitaloceno como crítica a los enfoques hegemónicos de la crisis climática

El bloque crítico que se mencionó anteriormente, engloba la oposición al Antropoceno. A pesar de que existe literatura sobre este tema, ninguna posición ha sido lo suficientemente desarrollada. La única teoría sólida para generar un debate académico es el Capitaloceno, que ha sido promovido por Jason W. Moore.

La oposición al Antropoceno desde el marco del Capitaloceno parte desde dos puntos. El primero es la reproducción del dualismo cartesiano -separación sociedad-naturaleza-, y el segundo, la consideración de la humanidad como un actor homogéneo que es responsable de la crisis climática. El Capitaloceno se construye desde una perspectiva en la que se considera que la humanidad y la naturaleza conforma una misma matriz y que el agente geológico que causa el cambio climático es el sistema capitalista histórico-global. Es decir, no considera que el factor humano modificó el clima, sino que considera que el capitalismo es el causante de la transformación ecológica.

A partir de esto, se puede señalar cómo se busca deconstruir la creencia de la separación entre el ser humano y la naturaleza (dato crucial 1), como si fueran dos aspectos totalmente diferentes.

Desde la Ilustración, el pensamiento científico se ha desarrollado en torno a la creencia de que el ser humano es un ser que representa lo racional, lo reflexivo, lo civilizatorio y lo progresista. Mientras que la naturaleza es solo un espacio físico, inanimado e inmoral. Esta visión ha establecido que el ser humano, al estar dotado de razón, es superior y por lo tanto tiene la capacidad de transformar su entorno. Entonces, la naturaleza es un lugar que brinda los elementos necesarios para que las personas se apropien de ella, de manera que permita llegar al desarrollo.

El Capitaloceno parte de la visión en la que la división hombre-naturaleza no es real. Sin embargo, la principal crítica del Capitaloceno es al dualismo cartesiano, ya que considera que ver a la naturaleza como inferior y controlable, ha dado lugar a que el capitalismo se apropie de ella para la obtención de recursos. Desde el pensamiento ecofeminista y decolonial se ha criticado la postura del dualismo cartesiano que coloca a las mujeres y a las colonias en el lado de la naturaleza, por lo que el capitalismo ha justificado su explotación bajo la idea del progreso.

El ecocentrismo permite entender cómo el planeta forma un único sistema, en el que la vida es interdependiente. Bajo esta visión, la naturaleza no existe para serle útil al ser humano. Con este enfoque, Moore, habla de naturalezas humanas y extrahumanas, no de naturaleza y humanidad.

Wallerstein llama el secreto sucio del capitalismo a la tendencia de esquema productivo de no hacerse responsables de los efectos que trae consigo la apropiación de recursos. Moore menciona que, al modificar la naturaleza desde una perspectiva capitalista, solo se toman en cuenta los beneficios inmediatos, dejando de lado el impacto negativo a largo plazo.

Otra crítica al Antropoceno es considerar a la humanidad como actor unitario. El Capitaloceno menciona que las afectaciones al ambiente han sido provocadas principalmente por los países del centro y que estas acciones afectan sobre todo a la periferia. También sostiene que tanto la naturaleza como el ser humano han sido explotados de igual forma por el sistema capitalista, el cual solo beneficia a 1% de la población.

Existen otras corrientes que buscan explicar el periodo geológico actual como el Anthrobscene que hace referencia al daño obsceno hacia la naturaleza. El Wasteocene caracteriza al periodo por un rápido consumo y generación de desechos. Desde el ecofeminismo también se han propuesto diferentes corrientes, siendo Silvia Federici y Stefania Barça las defensoras más destacadas. El ecofeminismo ha propuesto ideas como el Manthropocene que resalta la idea de que la reproducción social y ecológica del capitalismo depende del patriarcado y de la apropiación de la naturaleza.

Algunos teóricos ven al Capitaloceno desde una perspectiva política en vez de científica. Sin embargo, la ciencia hegemónica contemporánea se encuentra lejos de la neutralidad y de la universalidad, es decir, tiene un enfoque parcial e interesado. De esta manera, se puede decir que el dualismo cartesiano no es neutral, tiene una perspectiva occidental que da como resultado la separación y el sometimiento de la naturaleza.

Relación capitalismo-tecnología

Para Moore, los momentos simbólicos de la acumulación primitiva inician con las revoluciones tecnológicas, ya que estas facilitan la manipulación y apropiación de la naturaleza. Para poder llevar esto cabo, fue necesario considerar a la naturaleza como algo externo y desconectado del ser humano.

El método científico empleado por Francis Bacon es un modelo para la ciencia moderna, que da lugar a un sistema de investigación en el que el conocimiento se unifica con el poder material. Es decir, el desarrollo científico da el poder de conquistar y someter a la naturaleza. Este modelo de investigación es el resultado de un contexto social patriarcal que se da en la época de Bacon.

Desde una perspectiva hegemónica, se cree que el conocimiento científico-tecnológico es la única manera para enfrentar el cambio climático. Sin embargo, no todas las personas tendrían acceso a los avances científicos, solo estaría al alcance de personas que tengan el conocimiento científico y el poder tecnológico. De esta manera, el Capitaloceno también se puede ver como un Tecnoceno, la tecnología como poder. Los autores de este artículo afirman que en la acumulación capitalista es necesario dominar primero tecnocientíficamente.

Capitaloceno como Occidentaloceno

El pensamiento occidental ocupa una posición dominante y a partir de su estudio, es posible entender cómo se ha llegado a una nueva era climática. Es decir, estar en el Capitaloceno es producto de la hegemonía de la cultura occidental, dicho de otra manera, estamos en el Occidentaloceno.

La idea de la naturaleza como un objeto y como un ente que se puede modificar en favor de las necesidades o deseos humanos proviene de la época clásica, con filósofos como Sócrates. Surgió la idea de que el conocimiento divino permitía modificar el mundo, incluso geológicamente. La tecnología moderna puede entenderse como una realización occidental, en el que el hombre tiene un dominio legítimo sobre la naturaleza. El inicio de la historia del cambio climático y la transición a un nuevo periodo geológico es la culminación de un proceso que inició en Occidente. Para hablar de Capitaloceno, es necesario hablar de Occidentaloceno.

Conclusiones

El Antropoceno ha dado lugar a nuevas líneas de estudio y debates sobre las relaciones de poder que le dieron origen. En este artículo se realizó una crítica al Antropoceno y se mencionó por qué el Capitaloceno brinda una mejor comprensión sobre la crisis climática actual.

El capitalismo y su globalización comenzaron en un lugar en el que la naturaleza ya era considerada como un agente externo y que su finalidad era servir a los seres humanos. Esta idea conduce a que el capitalismo es occidental, es decir, el Capitaloceno es un Occidentaloceno.

Es necesario mencionar que Occidente no es solo un área geográfica, sino que es las ideas en las que se fundamenta, en donde la naturaleza es externa y manipulable en beneficio de los seres humanos. Las ideas que dieron paso a la globalización y al capitalismo no surgieron a partir de los filósofos occidentales, fue el capitalismo que las tomó como base. De igual forma, la ciencia y la tecnología occidentales fueron capitalizadas con el paso del tiempo.

Datos cruciales: 
1. La separación entre el ser humano y la naturaleza se conoce como dualismo filosófico desde el ecofeminismo, mientras que desde el estructuralismo se conoce como dualismo cartesiano.
Trabajo de Fuentes: 

Armiero, Marco [2021], Wasteocene, Cambrige, Cambrige University Press.

Crutzen, Paul [2006], “The Anthropocene”, Earth System Science in the Anthropocene, Berlin, Springer: 13-18.

Moore, Jason W. [2016a], “Anthropocene or Capitalocene? Nauture, History and the Crisis of Capitalism”, Anthropoce or Capitaloce? Nature, History and the Crisis of Capitalism, Oakland, PM Press: 1-13.

Moore, Jason W. [2016b], “Name the System! Anthropocenes & the Capitalocene Alternative”, World-Ecological Imaginations: Power and Production in the Web of Life, octubre, https://jasonwmoore.wordpress.com/tag/anthropocene/

Parikka, Jussi [2014], The Anthrobscene, Minneapolis, University of Minnesota Press.

Wallerstein, Immanuel [1999], “Ecology and Capitalist Costs of Production: No Exit”, Ecology and the World-System, Westport, Greenwood Press: 3-12.

White, Lynn, Jr. [1967], “The Historical Roots of Our Ecologic Crisis”, Science, 155(3767):1203-1207.

Nexo con el tema que estudiamos: 
Las acciones del hombre han dado lugar a una crisis climática que ha provocado el fin del Holoceno para dar lugar al Antropoceno. Sin embargo, es necesaria la discusión del término adecuado para nombrar las transformaciones que vive el sistema Tierra y las sociedades actuales. El Antropoceno responsabiliza por igual a los seres humanos de la crisis climática, sin embargo, las condiciones sociales, culturales, políticas y económicas demuestran que no todos tiene la misma responsabilidad. En cambio, el Capitaloceno se puede ver como un término más adecuado, ya que es el sistema capitalista el que ha desencadenado diversos factores para la crisis climática actual. De igual forma, es necesario analizar lo que implica el Capitaloceno, el cual se ha basado en una cosmovisión occidental.

Junto con las condiciones ambientales, tecnológicas y geopolíticas, es preciso considerar la esfera de las ideas como un ámbito fundamental que define a la civilización capitalista.