Lessons from Ukraine. The war in Ukraine shows how technology is changing the battlefield

Cita: 

The Economist [2023], "Lessons from Ukraine. The war in Ukraine shows how technology is changing the battlefield", The Economist, London, 8 de julio, https://www.economist.com/special-report/2023/07/03/the-war-in-ukraine-s...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 8, 2023
Tema: 
La guerra de precisión en el conflicto ruso-ucraniano o cómo la tecnología se alinea con la guerra
Idea principal: 

Las formas de la guerra han ido cambiando a lo largo del tiempo en la medida en que el mundo adquiere nuevas tecnologías que traen consigo nuevas tácticas de combate con mayor precisión y logística superior. En esta entrega The Economist detalla cómo la guerra de precisión ha ayudado a Ucrania (mayoritariamente) a hacer frente a los ataques rusos.

La guerra de precisión data de hace tiempo:

• "Complejo de ataque de reconocimiento" es la definición que le dieron los soviéticos en 1971 a las invenciones estadounidenses –líder en la microelectrónica del momento– debido al desarrollo de armas de precisión de largo alcance y de sensores y redes para detectar objetivos y conectarlos.

• Revolución en asuntos militares (RMA, por su sigla en inglés) es un término acuñado en Estados Unidos que refiere al cambio de los ataques en trincheras por la disociación de los ejércitos enemigos desde sus centros de operaciones, un hecho que se manifestó con la Operación tormenta del desierto, llevada a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses en Irak en 1991.

• La victoria de Azerbaiyán sobre Armenia en 2020 mostró el dominio de las armas de precisión sobre las fuerzas terrestres.

• En noviembre de 2021, el entonces primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson reconoció que las batallas con grandes tanques en tierra habían terminado, enfatizando que la cibernética será la nueva arma del futuro.

De esta manera, el conflicto armado ruso-ucraniano iniciado en febrero de 2021 es un ejemplo puntual que consolida las visiones de la tecnología y su alineación con los antiguos modos de hacer la guerra. En primera instancia, tal conflicto se llevó en condiciones de alta demanda de insumos industriales, tales como acero y explosivos y de ejércitos formados de manera excepcional con muchos novatos en los frentes. Esto le ha costado tanto a Ucrania como a Rusia dinero y pérdidas humanas. Del mismo modo, destaca el hecho de la grandes cantidades de municiones que ha requerido Ucrania y la superación de las expectativas sobre la oferta y demanda, reflejando un punto débil de sus proveedores (Occidente) (datos cruciales 1-3).

Lejos de que la tecnología supere a la masa -la calidad puede reemplazar la cantidad- es menester precisar que ambas guardan una correlación y Ucrania ha sido un claro ejemplo de esto con la utilización de dispositivos inteligentes, como los proyectiles Excalibur proporcionados por Estados Unidos (poseen un chip que recibe la señal vía GPS desde un satélite) con una gran precisión en los ataques, para ganar ventaja sobre el ejército ruso acostumbrado a los bombardeos en un área amplia. Aunque no es en realidad la idea que se tenía en la RMA estadounidense dada la forma en que se ha desarrollado el conflicto, Ucrania sí representa el “campo de pruebas” para Occidente.

Entran los drones

La introducción de los drones en el conflicto ruso-ucraniano representa el corazón de la precisión (tiempo que toma detectar una tropa enemiga) de los ataques. Para el ejército ruso, seis meses después de haber comenzado la invasión a Ucrania, las tropas que poseían sus propios drones podían atacar a los objetivos entre tres y cinco minutos luego de detectarlos, mientras que aquellas tropas que no contaban con drones les tomaba hasta media hora, por lo que sus ataques resultaban menos precisos ya que a mayor tiempo para detectar una tropa enemiga, menor el tiempo para preparar una contraofensiva. A este respecto, cabe destacar que el tiempo de vida regular de los drones es corto, por lo que se pueden considerar como desechables (dato crucial 4). Ucrania sigue la misma línea de acción y ha utilizado -y perdido- una enorme cantidad de drones (datos cruciales 5-7). La precisión y tiempo de respuesta a los ataques utilizando a los drones marca el éxito o fracaso de una operación, por lo que la refinación de su tecnología se vuelve una tarea crucial.

Así, Ucrania se ha convertido en una antesala de los deseos del complejo de ataque de reconocimiento soviético y de la RMA estadounidense, un campo de batalla donde la tecnología transmite los datos más puntuales para generar ataques veloces y eficaces (también conocido como cadena de muerte).

Mucha de la tecnología que ha recibido Ucrania del exterior no es precisamente la más actualizada. Considere la gran capacidad que tienen los drones ucranianos para capturar la información, no obstante, no pueden enviar todo de vuelta (no hay suficiente ancho de banda y las comunicaciones se atascan), por lo que están introduciendo inteligencia artificial (IA) rudimentaria que puede transmitir pocos kilobytes de información esencial como el tipo de objetivo y sus coordenadas. Asimismo, la ayuda de los satélites de Starlink (de la empresa Space X propiedad del magnate Elon Musk) permite que fácilmente un soldado ucraniano obtenga en directo una imagen del campo de batalla. Esto refleja una colisión entre viejas y nuevas formas de guerra; la guerra en Ucrania muestra cómo tecnologías de hace décadas pueden ser utilizadas en la actualidad y reinventarse para permanecer interconectadas dentro de una guerra de algoritmos, o al menos Ucrania se las ha ingeniado para que dichas tecnologías no jueguen en su contra.

En general, la información sobre el ejército enemigo en Ucrania está disponible gracias a Starlink o Kropyva (dato crucial 8) pero también a la aplicación Delta conectada a la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial de Estados Unidos; con esto, se pueden obtener desde los datos de los drones, imágenes satelitales, emisiones de radares hasta datos de redes sociales rusas. Por su parte, la empresa estadounidense Palantir utiliza IA de punta para ayudar a Ucrania a ubicar objetivos de alto valor. Ucrania se ha valido de métodos prosaicos para conseguir información de su enemigo (dato crucial 9).

No obstante, tener tal información se vuelve contraproducente en la práctica. La observación y el contacto permanente (la conectividad) que proporciona la tecnología permite que cualquiera pueda ser localizado a pesar de que se recurran a viejas tácticas como trincheras o camuflajes, por lo que la única salida es no permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar (esto aplica para cualquiera de los frentes). A este respecto, los batallones rusos en Ucrania se conforman por centenares de hombres que en otro tiempo habrían sido conformados por miles (dato crucial 10), esto puede representar un entorno propicio para los atacantes ya que los frentes menos numerosos son fáciles de penetrar con ayuda de la tecnología (sensores, municiones precisas y mejores redes digitales); justamente es lo que trata de hacer Ucrania como contraofensiva, pero concentrar ataques también significa que podrían ser detectados y atacados.

Las ideas del complejo de reconocimiento soviético y la RMA estadounidense coincidían en que se debía ganar paralizando al enemigo más no desgastándolo. No obstante, hasta el día de hoy esa cosmovisión indica que no hay escapatoria al desgaste, por lo que la guerra barata es una ilusión. En este aspecto, la llamada guerra de precisión resulta en una paradoja ya que puede contrarrestar ventajas, pero también puede complementarlas (Ucrania era superada 12 a 1 en el norte de Kiev, pero sus sistemas de puntería basados en software ahorran entre 15-30% en proyectiles); lo que no puede hacer es sustituir a la masa, factor indispensable para todos los ejércitos.

Finalmente, el artículo precisa que Rusia también está superando a la tecnología ucraniana –tecnología de Occidente– con la guerra electrónica que se presume puede neutralizar las ventajas de los drones y la precisión.

Datos cruciales: 

1) Desde el ataque iraní a Basora en 1987, se dice que ningún ejército había gastado tantos recursos materiales y humanos en tan poco tiempo como el ruso en su invasión a Ucrania. En este sentido, se cree que Rusia ha tenido más de 200 mil bajas, muertos y heridos, esto representa cuatro veces más la cantidad de bajas soviéticas en Afganistán (una guerra que duró 10 años).

2) Fuentes estadounidenses indican que más de 20 mil rusos murieron solo entre diciembre de 2022 y abril de 2023, la mayoría de ellos en la ciudad ucraniana de Bakhmut y sus alrededores. Asimismo, los informes de la inteligencia estadounidense filtrados en febrero de 2023 sugieren que en Ucrania ha habido más de 100 mil bajas, incluidos más de 15 mil muertos.

3) Sin embargo, el conflicto ruso ucraniano no es ni de cerca lo que fue la Primera Guerra Mundial. En tal marco, Reino Unido disparó más de 200 mil proyectiles por día en la semana anterior a la ofensiva de Somme en 1916, en comparación con las estimaciones ucranianas de 60 mil en la tasa máxima de disparos de Rusia el verano de 2022.

4) La expectativa de vida promedio de un dron de ala fija para 2022 era de cerca de 6 vuelos; el de un cuadricóptero más simple de 3 vuelos.

5) La idea de construir proyectiles con alta precisión mediante la observación aérea data de la guerra civil estadounidense, cuando se usaban globos. Los drones que devolvían películas en paracaídas se emplearon desde la década de 1970. Ya en la década de 1980, los drones podían enviar datos en tiempo real siempre y cuando este permaneciera en la línea de visión correcta.

6) T.J Holland, soldado del XVIII Cuerpo Aerotransportado de Estados Unidos mencionó que cerca de 86% de todos los objetivos ucranianos se derivan de drones (durante la batalla por Bakhmut el cielo se cubrió con 50 drones).

7) De acuerdo con la organización RUSI, cerca de 90% de los drones utilizados por el ejército ucraniano entre febrero y julio de 2022 fueron destruidos. Por otra parte, un estudio más reciente indica que Ucrania está perdiendo 10 mil drones por mes. En este contexto, la gráfica 1 refiere a las pérdidas de equipo del 24 de febrero de 2022 a enero de 2023 por parte de ambos bandos en los rubros equipos de infantería y vehículos, tanques, vehículos armados y transporte de personal y aeronaves y helicópteros.

8) A veces llamado Uber por artillería, la aplicación de geolocalización, Kropyva (desarrollada en Ucrania) procesa las informaciones captadas por drones: cuando se detecta un movimiento enemigo, el operador del dron puede compartir la posición con la artillería en el área. Esta aplicación se está refinando cada vez más llegando a recolectar grandes cantidades de videos (alcanzando flujos de petabytes por hora).

9) Un agente de policía ucraniano dijo que en 2022 sus unidades localizaban tropas rusas interceptando 1 mil conversaciones al día (la cifra ahora es mayor). Si encontraban información de alguien relacionado con el ejército compartían los detalles en un grupo de Whatsapp.

10) En Ucrania hay cerca de 350 mil soldados rusos desplegados en una línea de frente que se extiende a lo largo de 1 200 kilómetros: 300 hombres por kilómetro (en algunos momentos de 2022 menos de la mitad). Esto representa 10% de la media en la misma zona durante la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con Christopher Lawrence del Instituto Dupuy.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El conflicto ruso-ucraniano es un nuevo capítulo sobre los modos de hacer la guerra: Ucrania es el campo de pruebas de Occidente para determinar las capacidades de la tecnología en el campo de batalla; una tecnología rudimentaria que hace frente a uno de los mejores ejércitos del mundo (el ruso). El recurso a drones cambia de forma significativa la relación entre el poder de fuego, el amasamiento de tropas y la velocidad de los ataques, todo ello a partir de la recopilación de información y las dificultades de detectar vehículos no tripulados capaces de realizar ataques con bombas o explosivos. En términos de conocimientos y estilos de hacer la guerra, el soporte y participación occidentales han logrado contener, hasta ahora, la ofensiva rusa, cuestión que sustenta la idea de que este conflicto durará aún un largo periodo.