En Montevideo, Uruguay, la sequía y la mala gestión del agua provocaron problemas en el suministro de agua potable. El agua que llegaba a la población tenía olores a productos químico y a sal. Esto llevó a que las personas que tuvieran los recursos compraran agua embotellada para poder llevar a cabo sus actividades esenciales como cocinar.

Los niveles de sodio y cloruro en el agua se duplicaron y triplicaron durante la crisis de agua potable, sobrepasando los valores máximos permitidos por la normativa de agua potable en Uruguay. Las localidades con bajos recursos se vieron obligadas a consumir el agua que les llegaba ya que no tenían el soporte económico para comprar agua embotellada. El gobierno advirtió que personas con hipertensión, insuficiencia renal, problemas cardíacos, mujeres embarazadas y niños menores de dos años tenían que limitar su consumo de agua o evitarlo.

Por sus condiciones geográficas, Uruguay es un país que cuenta con grandes ríos y 6 acuíferos que proveen agua potable y de buena calidad. En 2004 fue el primer país del mundo en incluir en su Constitución el derecho al acceso al agua potable. Sin embargo, las sequías, la falta de inversión y la mala gestión del agua provocaron que en la capital del país millones de habitantes se vean afectados por la falta de agua (dato crucial 1).

El río Santa Lucía proporcionó a Uruguay agua dulce durante 150 años, sin embargo, como consecuencia de la sequía, el río desapareció en varios tramos casi por completo. En febrero de 2023, uno de los mayores embalses con capacidad de 200 millones de metros cúbicos de agua quedó seco, mientras que el embalse principal se redujo a 2% de su capacidad. La sequía del río Santa Lucía permitió el paso del agua salada del Río de la Plata que se introdujo al cauce de agua dulce. Al no tener la tecnología necesaria para eliminar la sal del agua, el agua salada llegó a la población de Montevideo. La crisis de agua potable podría durar hasta octubre de 2023.

La crisis de agua potable no es una problemática que solo esté presente en Montevideo. Brasil ha restringido el uso de agua en varias ciudades a pesar de ser uno de los países con mayor acceso a agua dulce. De acuerdo con un estudio de Naciones Unidas en 2017, en Ciudad de México, 70% de la población tiene acceso al agua solo durante 12 horas al día. También en 2018, Ciudad del Cabo comenzó a tomar acciones ante el escenario de quedarse sin agua.

De acuerdo al Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2023, 1 de cada 4 personas no tiene acceso a agua potable. Pedro Arrojo Agudo, relator especial de Naciones Unidas, menciona que es necesario tener alternativas para no depender solo de una fuente y que, durante la emergencia de agua, se deben establecer prioridades. También mencionó que en Uruguay el consumo humano debe ser una prioridad de acuerdo a las normas internacionales de derechos humanos.

El gobierno del país ha dado una respuesta al relator al asegurar que las sustancias químicas no son tan altas como se menciona, por lo que solo está causando alarmas innecesarias en la población, ya que el gobierno está trabajando en soluciones.

Sectores industriales también se han visto afectados por la crisis del agua. El sector agrícola ha tenido pérdidas equivalentes a alrededor de 2% del PIB de Uruguay.

La crisis de agua también es resultado de la contaminación de los ríos por parte de la industria agrícola y minera, contaminación que provocó que el río perdiera sus ciclos naturales. La contaminación y la falta de lluvia agravaron la situación. La problemática de falta de agua fue declarada desde 2020 por el gobierno, sin embargo, solo se enfocaba a productores agropecuarios. La emergencia por falta de agua para toda la población fue declarada el 19 de junio de 2023.

Ante esta situación, el gobierno de Uruguay busca construir embalses en los afluentes del río Santa Lucía. Además, tiene planeado un proyecto para construir una planta desalinizadora para procesar el agua del Río de la Plata, misma que se espera que comience a trabajar en 3 años.

La población de Uruguay se ha visto obligada a perforar pozos con el objetivo de encontrar agua. Un habitante encontró agua, sin embargo, el agua estaba contaminada con la bacteria Pseudomonas aeruginosa, la cual está asociada a infecciones sanguíneas, pulmonares y urinarias.

En las últimas semanas de julio de 2023 las lluvias han mejorado un poco la situación de falta de agua. Pero el cambio climático y el mal uso de suelo van a provocar que estás problemáticas sean cada vez más frecuentes. Montevideo no es, ni va a ser la única ciudad afectada. En este punto, todas las ciudades del mundo están obligadas a priorizar el cuidado del agua potable.