Somini Sengupta es reportera internacional de cuestiones climáticas en el The New York Times. Ganó el premio George Polk.

La República de Vanuatu es un pequeño país del Pacífico Insular cuya existencia, junto con la de los cientos de miles de personas que lo habitan, es amenazada por el cambio climático. Según su presidente Nikenike Vourobaravu, la mejor estrategia defensiva del pequeño país es usar creativamente su voz en las discusiones internacionales.

Vanuatu lleva varias décadas proponiendo políticas climáticas. En 1991 propuso que los países industrializados paguen los daños causados por el cambio climático en los países en desarrollo. En 2022 Vanuatu buscó que la Corte Internacional de Justicia, con sede en la Haya, evaluara si los gobiernos tienen una obligación legal de proteger a las personas del peligro del cambio climático y si el incumplimiento de dichas obligaciones podría sancionarse mediante las leyes internacionales existentes. Es decir que Vanuatu busca que los países puedan ser demandados por su inacción en materia de cambio climático.

El proyecto ha sido respaldado por 17 países, incluyendo una nación industrializada; aunque ni Alemania, ni Estados Unidos, ni China lo han apoyado. Se espera que el proyecto se someta a discusión y negociaciones a principios de 2023 (dato crucial 1).

Vanuatu es un país de muy reciente vida independiente. Desde principios del siglo XIX Francia e Inglaterra aplicaron su dominio colonial sobre el territorio insular, y fue hasta 1980 que Vanuatu obtuvo su independencia. Desde entonces, el país ha sabido jugar con la diplomacia internacional, de hecho, este país colaboró en la creación de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, una organización con 39 países miembros que es influyente en las discusiones climáticas del mundo.

La idea de buscar una opinión legal por parte de la Corte Internacional de Justicia surgió de un grupo de estudiantes de derecho en 2015, en el contexto de un ciclón categoría 5 que azotó la capital de Vanuatu. Del 2015 a la fecha, los ciclones de categoría 4 y 5 se han hecho más comunes y han causado severos daños a los habitantes de Vanuatu, se han tenido que re-ubicar comunidades, el agua dulce se hizo salada, la destrucción de arrecifes de coral y sus peces eliminó el sustento de muchas personas, mientras que el dengue y la malaria aumentaron. Por tanto, Vurobaravu, consideró imposible ignorar la propuesta de los jóvenes estudiantes.

El problema es que la propuesta se complica por el juego de poder geopolítico. De hecho, a principios de siglo, las Islas Marshall y Palau realizaron una propuesta similar que no llegó a ningún lado debido a la oposición de Estados Unidos, que tiene autoridad sobre la defensa y seguridad de las dos islas. Aunque la posición geopolítica de Vanuatu es distinta, por una parte China está estrechando sus lazos diplomáticos en el Pacífico, Vanuatu incluido, y por otra parte el país está respaldado por Australia, su principal aliado comercial, Francia y Nueva Zelanda.