Diverse values for sustainability

Cita: 

Pascual, Unai et al. [2023], "Diverse values for sustainability", Nature, (620):813-820, 9 de agosto, https://doi.org/10.1038/s41586-023-06406-9

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Agosto, 2023
Tema: 
La toma de decisiones basada en diferentes cosmovisiones y valoración de la naturaleza lleva a un avance en la sostenibilidad.
Idea principal: 
    Unai Pascual es un investigador que se centra en la relación ecología-económica entre el bienestar humano, la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y el cambio climático.

    Principal

    A lo largo del tiempo, se han establecido diferentes maneras de entender y comprender la naturaleza y su valor. Los autores abordan como las personas expresan los valores de la naturaleza y como utilizan estos conceptos en la toma de decisiones. Además, se presenta una tipología que comprende cuatro significados interrelacionados de valor.

    La figura 1 muestra un esquema en el que se presentan cuatro capas flexibles e interconectadas de lo que significa valor, las capas son: visiones del mundo y sistemas de conocimiento, valores amplios, valores específico e indicadores de valores.

    En la primera capa de la figura 1, visiones del mundo, se establece la manera en que las personas interactúan con el mundo, como lo perciben y como lo expresan, ya sea por medio de conocimientos, prácticas o creencias. Las cosmovisiones se pueden clasificar dependiendo de aquello a lo que se quiere hacer énfasis. Las cosmovisiones más frecuentes son la antropocéntrica, que prioriza al ser humano, o biocéntrica y ya ecocéntrica, la cual prioriza a los seres vivos y los procesos naturales. También existe la pluricéntrica, en la cual no existe un único centro, sino que se priorizan por igual las relaciones entre humanos, seres no humanos, la naturaleza y sus procesos.

    La segunda capa es sobre los valores generales, es decir, los principios morales de los individuos y de los grupos expresados a través de las normas y reglas establecidas por las instituciones, como la justicia, la administración, la unidad y la responsabilidad. La tercera capa habla de los valores específicos, que se refieren a los juicios que las personas hacen sobre la importancia de la naturaleza y sobre lo que contribuye a los humanos. El valor específico de la naturaleza puede ser instrumental, es decir, en este tipo de valor la naturaleza solo se ve como un medio por el cual el ser humano puede obtener beneficios; o por su valor intrínseco que se refiere al valor que las personas le dan a la naturaleza, en este tipo de valor, la naturaleza no es un medio para obtener un beneficio, sino que se ve a la naturaleza como un fin. La última capa corresponde a los indicadores de valor que son medidas cuantitativas que se utilizan para describir la relación entre la naturaleza y las personas y las contribuciones de la naturaleza a las personas (NCP, por su sigla en inglés), que generalmente se obtienen en términos biofísicos, monetarios o socioculturales.

    Al atravesar las capas anteriormente mencionadas se pueden encontrar como las instituciones y las políticas priorizan subconjuntos de valores dependiendo de la manera en la que definan las relaciones entre las personas y la naturaleza. Existen diferentes tipos de enmarcar esta relación: 1)“vivir de” la naturaleza, que hace referencia solo a un valor instrumental , es decir, se ve solo como un medio para la obtención de recursos, 2) “vivir en” la naturaleza, esta visión ya reconoce el valor que tiene la naturaleza como un escenario de sus vidas, prácticas y culturas, toma en cuenta como se relacionan con ella, 3) “vivir con” la naturaleza busca priorizar tanto un valor intrínseco, como de relaciones, por lo que toma en cuenta los procesos y las conexiones y 4) “vivir como” naturaleza, que hace referencia a entender a la naturaleza como una parte física, mental y espiritual de uno mismo. La visión que más domina es “vivir de” la naturaleza, es decir, verla solo con un fin instrumental.

    En el mundo, existen diferentes tipos de valoración de la naturaleza. En sociedades postindustriales con una alta seguridad material, alta seguridad material, que se refiere al acceso a los bienes materiales, comienza a ser cada vez mayor la aceptación de una valoración relacional e intrínseca. En cambio, en el Sur Global, donde la seguridad material es menor, se le da un valor instrumental. Desde el conocimiento indígena y local también existen cosmovisiones como Buen vivir en América del Sur, Ubuntu en África Subsahariana y Satoyama en Japón, todas ellas tienen su propia visión de la relación entre los humanos y la naturaleza.

    Un ejemplo de los valores de la naturaleza en la toma de decisiones es el caso de la laguna de Chilika en India. El lago fue declarado sitio Ramsar (que se refiere a la asignación de un humedal designado como de importancia internacional) en 1991 y en 1993 se incluyó en el Registro de Montreux por la degradación ecológica resultado de las acciones humanas. A pesar de esto, en 2002 Chilika fue eliminado de la lista como área de preocupación después de una serie de acciones que implicó la toma de acciones desde la perspectiva de diferentes valores de la naturaleza. Una de las principales acciones que se tomó fue la creación de una autoridad que tomara en cuenta las cosmovisiones de las partes involucradas. Es decir, por un lado, había grupos con una visión biocéntrica de la laguna, mientras que otros le daban un valor instrumental. La autoridad se encargó de la toma de decisiones haciendo una incorporación de todos los valores que se le daban a la laguna para integrarlas y tomar decisiones basadas en la justicia, la legitimidad y la reconciliación de los valores de los grupos sociales. Este caso representa como el tomar en cuenta los diferentes valores que las personas le dan a la naturaleza permite mejores acciones en favor de los grupos involucrados y de la naturaleza en sí.

    Ningún valor debe tener prioridad sobre otro en la toma de decisiones, por lo que es necesario que los procedimientos reconozcan todos los valores, ya que muchas veces, varios de estos quedan excluidos. Como una medida ante evaluaciones difíciles, algunos países han institucionalizado el principio de precaución para situaciones en las que se desconocen las consecuencias de las decisiones tomadas. Hay situaciones que requieren de enfoques deliberativos para que los tomadores de decisiones elijan opciones políticas alternativas. Para esto suelen utilizar preferencias individuales agregadas. Sin embargo, estas muchas veces representan un dilema por la manipulación que pueden sufrir durante el proceso por otros grupos de interés con mayor poder, lo que conlleva a abordar las asimetrías de poder.

    Los métodos de valoración son diversos y están cada vez más extendidos, pero su utilización sigue siendo limitada

    La información obtenida a través de la valoración permite visualizar los valores de la naturaleza a los tomadores de decisiones, los cuales pueden observar el riesgo que tiene la naturaleza de ser sobreexplotada. Además, muestra la necesidad que existe de proteger los sistemas ecológicos y de reconocer de qué manera la humanidad se relaciona con la naturaleza. Se estima que existen más de 50 métodos de valoración que provienen de disciplinas como la antropología, las ciencias políticas, la economía y la biología de la conservación.

    Existen diferentes métodos de valoración desde diferentes disciplinas, uno de ellos parte desde la economía ambiental, de donde se pueden establecer familias de métodos según la fuente de información de los valores. De acuerdo a la fuente, existen cuatro tipos, la primera es la valoración basada en la naturaleza, que recopila información de manera directa e indirecta, como puede ser el mapeo de los servicios que brinda la naturaleza. La segunda es la valoración basada en declaraciones de las personas, que consiste en lo que las personas expresan por medio de encuestas y procesos deliberativos. La tercera es la valoración basada en el comportamiento, que obtiene la información por medio de como las personas valoran a la naturaleza a través de la observación de su relación. La última corresponde a la valoración integrada, que como su nombre lo dice busca comprender los valores, el comportamiento y los resultados ambientales de manera dinámica al obtener información de múltiples fuentes de información. De los cuatro métodos descritos, el último es el que menos se ha desarrollado.

    Existe una gran diversidad de métodos de valoración en diferentes disciplinas y tradiciones, donde se incluye las de los pueblos indígenas y comunidades locales (IPLC, por su sigla en inglés). A pesar de que los métodos de valoración de IPLC son académicamente poco comprendidos, destacan la importancia de las cosmovisiones y los valores amplios. Además, la valoración proveniente de IPLC muestra conocimientos indígenas y locales que vienen desde mucho tiempo atrás. Sin embargo, es necesario aceptar las limitaciones que existen ante la integración de conocimiento de IPLC y otras cosmovisiones.

    Un factor que influye en el método de valorización es la disponibilidad de la información, del mismo modo que el método influye en la información. La aplicación de cualquier método está condicionada por compensaciones entre la relevancia, la solidez y los diferentes tipos de recursos que se tienen disponibles. La elección del método refleja diferentes compensaciones entre los 3 conceptos mencionados, por ejemplo, aumentar la relevancia y la solidez de la valoración puede requerir más recursos.

    Cada vez hay más estudios de valoración revisados por pares (dato crucial 1). Los más comunes son los métodos de valoración basados en la naturaleza y los métodos de valoración integrados basados en declaraciones y en el comportamiento. En el caso de los valores instrumentales, estos son más comunes que los valores intrínsecos y relacionales. A pesar de que los objetivos de la valoración son diferentes, se pueden distinguir 3 propósitos principales. El primero es mejorar el estado de la naturaleza, el segundo consiste en mejorar la calidad de vida de las personas y el último consiste en generar resultados socialmente más justos al tomar en cuenta diversas dimensiones de justicia. Las dimensiones de justicia incluyen justicia de reconocimiento (respetar las cosmovisiones y los sistemas de conocimiento y valores), justicia procesal para tomar decisiones legítimas e inclusivas y la justicia distributiva para asegurar la distribución justa de NCP (dato crucial 2).

    Los estudios de valoración se han realizado principalmente en Europa, América, Asia y Pacífico y en menor medida en África y Asia central. Estos estudios se centran sobre todo en bosques, zonas cultivadas y masas de agua continentales (dato crucial 3). La escala de las valoraciones ha sido a nivel subnacional y muy pocos estudios se centran en la toma de decisiones transregionales o transnacionales. De acuerdo al patrón global, la amenaza a la biodiversidad y la calidad ambiental, así como la disponibilidad de recursos humanos y financieros son dos factores que hacen que aumente la cantidad de estudios de valoración.

    Se estima que en 62% de los estudios de valoración, sobre todo en los que se basan en la naturaleza, no implican la participación de las partes interesadas. Además, menos de 5% de los estudios de valoración que se han publicado incorporan información sobre valores en las decisiones, a pesar del llamado que se ha hecho para incorporar la valoración en la formulación de políticas. De igual forma, existe un uso limitado de los métodos de valoración, es decir, solo unos cuantos métodos con ciertas perspectivas son los que dominan en la práctica. Se continúa con una valoración con enfoques económicos.

    Las percepciones de falta de solidez y confiabilidad, así como la falta de recursos son los principales obstáculos de la utilización de métodos de valoración en la toma de decisiones. Otros obstáculos comunes son la falta de relevancia de los resultados de las valoraciones en las jurisdicciones políticas, los niveles administrativos, los intereses sectoriales y para algunas partes interesadas, además de la lentitud de la entrega de los resultados respecto al tiempo en el que se deben tomar las decisiones. También, algunas veces las evaluaciones de impacto ambiental pueden ser ignoradas o bien, utilizadas para justificar decisiones para mitigar los efectos negativos en lugar de evitarlos.

    Por otro lado, las partes interesadas con más poder pueden obstaculizar la representación de los múltiples valores en la toma de decisiones al bloquear la representación directa de las personas o utilizando los métodos de valoración que más les convienen a ellos. A pesar de que hay una orientación para mejorar la participación y representación, solo 12% de los estudios consideran diseños para mejorar la inclusión de las partes interesadas.

    Las valoraciones pueden adaptarse para aumentar la probabilidad de adopción en diferentes contextos y bajo diversos enfoques. Y en particular, puede adaptarse para respaldar diferentes etapas de la formulación de políticas (dato crucial 4). Esto puede ayudar al establecimiento de agendas y apoyar con el compromiso de metas acordadas; brindar asistencia técnica; apoyar en las decisiones para la adopción de políticas y evaluar la rentabilidad de alternativas; la facilitación de ajustes a las medidas de implementación y asignaciones presupuestarias, y ayudar a realizar una evaluación retrospectiva de las políticas.

    Involucrar diversos valores mejora los resultados de las decisiones

    Los estudios de caso alrededor del mundo muestran como el integrar valores locales produce resultados más justos y sostenibles, sobre todo cuando son valores que suelen ser marginados. La participación de la comunidad mejora la eficacia de la gestión, además el empoderamiento local y el reconocimiento de los valores locales mejora la situación de las comunidades. También, reconocer los valores de la naturaleza puede ayudar a que los programas de pagos por servicios ecosistémicos mejoren los comportamientos proambientales.

    En áreas protegidas, programas de pago por servicios ecosistémicos y proyectos de infraestructura puede haber asimetrías de poder entre los actores involucrados, provocando una alteración en la representación de los valores, en especial a nivel local. Las personas que se enfocan a valores instrumentales suelen tener más poder que los actores locales. También, la manera en que se relacionan con la naturaleza y los valores de IPLC suelen estar subrepresentadas o tienen una entrada tardía a los procesos de tomas de decisión.

    Las asimetrías de poder terminan en una representación desequilibrada de los valores, lo que genera consecuencias tanto para la naturaleza, como para las personas. Ignorar o marginar los valores locales en diseños y programas de conservación puede generar desconfianza y generar conflictos con las comunidades locales. Estas son problemáticas que pueden evitarse al adoptar una visión más integral de los valores locales.

    La diversidad de valores sustenta muchos caminos hacia la sostenibilidad

    Se han planteado múltiples escenarios para establecer futuros más justos y sostenibles. En el artículo se revisaron 460 escenarios posibles, pero solo la mitad de estos incorporaban o por lo menos mencionaban a los valores. En los escenarios que se desarrollaban con las partes interesadas, 94% de esos estaban respaldados por valores instrumentales. Pero los escenarios con mayor probabilidad de tener futuros más justos y sostenibles son aquellos que incorporan valores instrumentales, relacionales e intrínsecos y su relación con NCP.

    También, se ubicaron 4 vías principales de sostenibilidad. La vía de la economía verde se centra en la importancia de reformar las instituciones económicas y tecnológicas, sin dejar de lado los valores instrumentales. La vía de protección de naturaleza busca la protección de la biodiversidad y la expansión de áreas protegidas, a la vez que destaca los valores intrínsecos y los instrumentales. La vía de custodia de la Tierra se centra en la soberanía local, la solidaridad y la promoción de prácticas bioculturales, esto lo hace reconociendo valores relacionales e intrínsecos. La última vía es de decrecimiento, que se enfoca en reducir el consumo excesivo y la sobreproducción, busca lograrlo a través de los valores instrumentales, intrínsecos y relacionales (dato crucial 5).

    El cambio transformador implica aprovechar los valores de la naturaleza

    Para lograr futuros más justos y sostenibles es necesario reformar las estructuras sociales y las relaciones de poder, ya que estas influyen en decisiones sobre quien tiene derecho a degradar o a ser protegido ante daños ambientales. Esto debe complementarse con el uso de instrumentos de política que internalicen las externalidades ambientales negativas y la aplicación de indicadores de progreso que incluyan criterios de sostenibilidad social y ecológica. Se necesitan estrategias que abarquen el sistema tecnológico, económico y social, además de las cosmovisiones y los valores generales de la naturaleza. A partir de los estudios se identificaron cuatro puntos de apalancamiento centrados en valores, estos puntos consisten en acciones a corto y largo plazo, se espera que con la combinación de estos lleve a cambios transformadores en el sistema (dato crucial 6).

    En el primer apalancamiento se aborda una mejor valoración para identificar valores más diversos de la naturaleza, que permita garantizar métodos y procedimientos para describirlos, registrarlos e informarlos. A pesar de que aún no se realiza de manera general, este es un paso esencial para aprovechar los conocimientos y motivaciones para proteger a la naturaleza.

    El segundo punto busca que la información de valor generada a través de los enfoques de valoración se integre en la toma de decisiones. Entre las acciones que se utilizan pueden estar medidas legales y de política económica existentes para hacer que las decisiones de producción y consumo sean más sostenibles. Se estima que es más probable que se integren valores en las decisiones políticas cuando la valoración se adapta a un propósito político específico. Además, utilizar la valoración como parte de los incentivos para el comportamiento proambiental ofrece oportunidades para fortalecer los valores de las personas alineados con la sostenibilidad. Esto debe hacerse sin dejar de lado la implementación de procesos inclusivos y legítimos que representen de manera significativa los valores de las partes interesadas.

    El tercer punto busca una reconfiguración de las estructuras sociales, enfocado especialmente en la toma de decisiones para normalizar y ampliar la incorporación de diversos valores. Para lograr esto, se requiere reformar las instituciones legales, económicas y políticas centrales. También se debe reformar y complementar los indicadores macroeconómicos para incluir valores que abarquen el bienestar social y ecológico. En el caso de IPLC se deben hacer reformas institucionales para garantizar los derechos de propiedad territorial y reconocer los derechos de las entidades naturales.

    A diferencia de los puntos ya mencionados que actúan principalmente sobre valores ya existentes, el último punto implica la modificación de normas y objetivos sociales subyacentes para reflejar los vínculos entre justicia y sostenibilidad. Si bien, esto puede ser complejo, también representa un punto fundamental en la transformación. Llegar a una transformación es un proceso multifacético que necesita de los cuatro puntos descritos, entre los cuales existe una interdependencia. La implementación de uno de estos puntos lleva consigo el desarrollo de los demás.

    Conclusión

    Para lograr cambios transformadores para cumplir los objetivos de la biodiversidad se debe confrontar el status quo y los intereses vinculados a las instituciones actuales. De igual forma, es necesario reconocer e integrar los diversos valores de la naturaleza en la toma de decisiones. Los valores instrumentales deben equilibrarse con los valores relacionales, intrínsecos y los no relacionados con el mercado, ya que estos también son indispensables en las razones que por qué la naturaleza es importante para las personas. Llegar a futuros más justos y sostenibles implica movilizar y fomentar valores amplios y nievas normas y objetivos sociales.

    Los valores de la naturaleza se expresan a través de las diferentes cosmovisiones, sistemas de conocimiento y relaciones de poder. Para analizar las limitaciones y oportunidades para una mejor integración de los valores de la naturaleza, los autores proponen la utilización de una tipología inclusiva de valores; acceder a los múltiples métodos de valoración disponibles e involucrar una variedad de puntos de apalancamiento sobre los que es posible actuar para llegar a la transformación. Continuar ignorando la diversidad de los valores de la naturaleza sería seguir subestimando la naturaleza.

Datos cruciales: 

    1. Se estima que durante las últimas 3 décadas los estudios de valoración revisados por pares en todo el mundo han aumentado en promedio 10%.

    2. La figura 2 muestra la distribución y caracterización de estudios de valorización de la naturaleza. En a) se encuentra la distribución global de los estudios, en b) está la caracterización de los estudios de valoración de la naturaleza y c) muestra los hábitats en los que se aplicó la valoración.

    3. De los estudios de valoración solo 10% de ellos se han realizado en ambientes marinos, a pesar de que los océanos cubren más de 70% de la superficie del planeta.

    4. En la figura 3 se observa el ciclo de políticas que proporciona diferentes puntos para incorporar la valoración en las decisiones. La valoración puede respaldar la toma de decisiones y el diseño de políticas al proporcionar información a las partes interesadas a lo largo del ciclo.

    5. La figura 4 presenta los valores de la naturaleza que sustentan diferentes vías hacia la sostenibilidad. Cada camino a la sostenibilidad surge a partir de diferentes cosmovisiones y sistemas de conocimiento. A pesar de tener diferentes prioridades, comparten el hacer justicia a las generaciones futuras y el respeto por los límites biofísicos.

    6. La figura 5 muestra los puntos de apalancamiento centrados en los valores. Los puntos de apalancamiento son interdependientes y activarlos en conjunto implica abordar retroalimentaciones entre ellos.

Trabajo de Fuentes: 

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Pascual, U., et al., [2022], Governing for transformative change across the biodiversity-climate-society nexus, BioScience, 72, 684-704.

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Nexo con el tema que estudiamos: 
    Los grandes proyectos suelen abordarse desde una perspectiva de valoración instrumental, dejando de lado las cosmovisiones y los valores locales que llegan a tener un sentido de pertenencia y en sí, una manera muy distinta de ver a la naturaleza. Es importante resaltar la toma de decisiones basadas en los diferentes tipos de valoraciones, lo cual lleva a actuar de manera más consciente al tomar en cuenta a las comunidades locales y no únicamente ver por los intereses económicos que suelen tener las empresas y personas con mayor poder.

    Adoptar estas valoraciones múltiples va a permitir tomar mejores decisiones enfocadas a la sostenibilidad y que abarquen un enfoque en el que se considere tanto los intereses de la sociedad, como los de las corporaciones. Por esta razón es indispensable que comiencen a aplicarse en casos prácticos y que no solo se queden como metodologías teóricas.