En marzo de 2023, el Centro de Reducción de Riesgos Nucleares (NRCS por su sigla en inglés), de las dos potencias nucleares del mundo, Estados Unidos y Rusia, estaba lleno de informes sobre el movimiento de misiles y bombarderos (dato crucial 1).

Las dos potencias nucleares Estados Unidos y Rusia han respetado tratados sobre el número de armamento nuclear como el New Start además, se compartían información sobre futuros lanzamientos de misiles balísticos. Sin embargo, hoy en día el mundo está ante una nueva carrera armamentística nuclear más compleja que la que se dio durante la Guerra fría, debido al ascenso de China como nuevo participante en dicha carrera.

Históricamente hablando, la humanidad ha evitado la aniquilación por medio de la limitación de armas nucleares y brindando confianza de no destruirse mutuamente pese a que Estados Unidos y Rusia cuentan con lo suficiente para hacerlo (dato crucial 2). No obstante, la paz y el camino a limitar las armas nucleares está terminando por el abandono de los acuerdos por parte de Estados Unidos, la invasión rusa a Ucrania, el desarrollo nuclear de China y la tecnología disruptiva (dato crucial 3).

El New Start no toma en cuenta las armas “no estratégicas” o “tácticas", que generalmente son armas más pequeñas para uso en el campo de batalla. Dicho tratado está previsto que llegue a su fin en febrero 2026 y el panorama actual con las crecientes tensiones por el ascenso de China y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, brinda pocas perspectivas para que el acuerdo se renueve (dato crucial 4). Ante este hecho, en febrero de 2022 Rusia dijo que suspendería el New Start, por lo que Estados Unidos reaccionó de la misma forma en junio de 2022. Además, China está apresurada por aumentar la fuerza nuclear, y al no estar limitada por tratados internacionales, incrementa las tensiones no sólo con Estados Unidos, sino también con India debido a los problemas fronterizos que enfrentan (Dato crucial 5 y 6). Además, otro de los factores que fomentan las preocupaciones son las nuevas tecnologías en armamento nuclear, como los misiles hipersónicos los cuales son difíciles de detectar y por ende de derribar, lo que genera angustia sobre un ataque sorpresa sobre todo en un contexto donde la inteligencia artificial está presente y se cuestiona hasta qué punto las computadoras podrían liderar una guerra nuclear.

Ante las diversas tensiones mencionadas, Estados Unidos ha optado por mostrar su poder con la presencia de submarinos con misiles balísticos, acechando sin ser vistos con facilidad alrededor del mundo. A su vez, Estados Unidos, quiere proteger y asegurar a sus aliados con la promesa de defenderlos ante un ataque nuclear, aunque se ha rehusado a almacenar bombas nucleares de gravedad a países como Corea del Sur y Polonia, ya que considera que con mostrar sus submarinos es suficiente para tranquilizar a los amigos y advertir a los contrarios.

Además, Estados Unidos está modernizando su armamento nuclear con sistemas terrestres, aéreos y marítimos. Con el objetivo de producir más armas a futuro en caso de ser necesarias, según un informe del Laboratorio Lawrence Livermore, quien comenta que dicho país cuenta con una fuerza nuclear suficiente, pero que debería ampliarlo desplegando armas que se encuentran en reserva. Estados Unidos, tiene una mayor capacidad de carga que Rusia, lo que para algunos expertos es preocupante pues implica que las dos potencias reanuden pruebas de armas nucleares (dato crucial 7).

Por otro lado, se habla sobre un “punto de inflexión” en el equilibrio nuclear. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Joe biden, declaró que Estados Unidos está dispuesto a abrir una discusión sobre el control de armamento con Rusia y China, lo cual no ha sido muy tomado en cuenta por parte de los dos últimos mencionados, puesto que se dice que Rusia se encuentra desgastada por el conflicto con Ucrania y por otro lado, China no presenta un interés en tener límites todavía, debido a que buscan llegar a la paridad con Estados Unidos.

La paridad ha sido la base para el control de armas entre Estados Unidos y Rusia, pero dicha paridad se complica con la entrada de una tercera potencia como lo es China. Sobre todo, por la preocupación de que China y Rusia puedan aliarse contra Estados Unidos, debido a la declaración de amistad entre las dos naciones, lo que dejaría a Estados Unidos con el objetivo de necesitar más armas nucleares. Es decir, a lo largo de la historia los problemas entre Rusia y Estados Unidos se habían podido controlar porque los acuerdos pueden llevarse mejor si son solo dos los participantes, un tercero quien es China ya provoca un desequilibrio.

Destructor de mundos

Eric Edelman, ex subsecretario de política del Pentágono durante el gobierno de Bush, explica el problema de la declaración de amistad entre China y Rusia, recordando los cálculos de la guerra fría sobre la capacidad de absorber un primer ataque y aun así poder infligir un daño incapacitante al enemigo.

Debido a las malas perspectivas existentes en la limitación de armamento nuclear, Estados Unidos sigue buscando crear acuerdos con China para evitar un conflicto mayor, pero la postura de China sigue siendo contraria a lo que busca. El panorama ha presionado a Estados Unidos, Inglaterra y Francia para establecer que siempre exista un humano cuando se trata de armas nucleares debido a que consideran que no es una situación en la que se pueda confiar plenamente en la inteligencia artificial, porque no se sabe hasta qué punto esta pueda evitar un conflicto nuclear.

La humanidad ahora enfrenta la interrogante sobre si aún es capaz de salvarse ante el riesgo latente que conlleva el armamento nuclear.