Hothouse Earth

Cita: 

Rockström, Johan y Owen Gaffney [2021], "7. Hothouse Earth", Breaking Boundaries. The Science of Our Planet, New York, DK.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
Sobrepasar un punto de inflexión podría desencadenar otros procesos en el sistema terrestre.
Idea principal: 
    Johan Rockström es un científico reconocido internacionalmente en temas de sostenibilidad global. Lideró el desarrollo del marco de los límites planetarios para el desarrollo humano en la era actual de rápidos cambios globales.

    Owen Gaffney es escritor y analista sobre sostenibilidad global. Se centra en el impacto político, mediático y empresarial de la investigación de la sostenibilidad global y en la visualización del impacto de la humanidad en el planeta.


    Hothouse Earth es un estado estable que duró millones de años, en el que no había hielo en los polos y el nivel del mar era 70 metros más alto que ahora. Se considera que este estado de invernadero es la diferencia entre una civilización estable y el colapso.

    Hablar de Hothouse Earth comenzó con la observación de que cuando los combustibles fósiles dejan de liberarse a la atmósfera, es posible que la temperatura no se estabilice. En caso de que las naciones cumplan con los compromisos sobre los combustibles fósiles, la temperatura se estabilizará en 3°C, sin embargo, es posible llegar a una temperatura más alta incluso después de detener las emisiones.

    La transición entre la edad de hielo y el interglaciar cálido comienza con el calor del sol que llega a lugares como Escandinavia y el norte de Canadá en verano. Este fenómeno no podría aumentar la temperatura de la Tierra por sí solo, pero desencadena una serie de factores. Las temperaturas cálidas provocan la liberación de dióxido de carbono del océano y se derrite el permafrost, el cual también libera carbono. Las emisiones liberadas elevan aún más la temperatura. Con el derretimiento del hielo, las plantas comienzan a ser más notorias en el hemisferio norte, debido a esto, se absorbe más calor. Con estos fenómenos, el flujo de carbono en la Tierra cambia, impulsando un ciclo de calentamiento. Cuando la naturaleza se queda sin vapor, se estabiliza la temperatura 5°C más que durante el periodo de congelamiento, lo que pone fin a la era de hielo.

    El océano, la tierra, las capas de hielo y la atmósfera presentan cambios con el calor del sol, pero por si solos no modifican el estado final del planeta. La biosfera llega a amortiguar los efectos del cambio y el estrés cuando es biofísicamente capaz. Esta capacidad de mantener a la Tierra en un estado estable es la resiliencia de la Tierra. Por ejemplo, el dióxido de carbono es absorbido por los árboles y el plancton oceánico. Por lo que, sin los océanos, los suelos y los bosques, el dióxido de carbono sería el doble en la atmósfera.

    El efecto dominó

    En 2008 se comenzó a analizar de manera exhaustiva los puntos de inflexión, sin embargo, no se le ha dado la suficiente importancia a cómo un punto de inflexión puede influir en otro, esto se conoce como efecto dominó (dato crucial 1). A continuación, se presentan una serie de escenarios hipotéticos.

    El Ártico

    Si el hielo marino en el Ártico continúa reduciéndose y adelgazando cada verano, agua oscura quedará expuesta debajo, esta agua absorbe más calor que el hielo, por lo que adelgazaría cada vez más el hielo. Al calentarse el Ártico, el permafrost del norte de Canadá y Rusia comenzarían a descongelarse, con lo que se liberarían gases de efecto invernadero. Las temperaturas altas secarían los bosques, haciendo que sean más propensos a los incendios. Con el colapso de los glaciares, una gran cantidad de agua dulce llegaría al Atlántico norte, es decir, esto alteraría la circulación del océano. Este cambio en la circulación llevaría a la acumulación de agua cálida en Antártida, lo que provocaría el derretimiento de los glaciares. Este escenario se podría presentar si la temperatura llega a un calentamiento global entre 1 y 3°C. El planeta ya ha llegado a una temperatura de 1.1°C, es decir, el planeta y la humanidad ya están en una zona de peligro.

    El Amazonas

    Las selvas tropicales como el Amazonas también se ven afectadas por los cambios en la circulación del Ártico y de los océanos. De acuerdo con algunas investigaciones, una quinta parte del Amazonas emite más carbono del que absorbe. De manera independiente de la deforestación, la selva almacena menos carbono porque los árboles mueren antes de lo esperado, por lo que el carbono almacenado se expulsa a la atmósfera conforme se pudren. Este fenómeno, junto con la deforestación podrían llevar a un punto de inflexión. Thomas Lovejoy y Carlos Nobre, investigadores en biodiversidad y el Amazonas, han mencionado que esta selva podría sufrir grandes consecuencias si se destruye entre 20 y 25% de su totalidad.

    El Amazonas es el encargado de estabilizar el clima de la Tierra. Durante los incendios de 2019 en esta región, Emmanuel Macron, presidente de Francia, hizo un llamado para proteger los bienes comunes globales (dato crucial 2).

    El planeta estaría lejos de un efecto invernadero si el calentamiento global se mantiene por debajo de 2°C, sin embargo, con los compromisos actuales de los gobiernos se estima un calentamiento de 3°C. La Tierra ha sido resiliente, pero es algo que no va a continuar por siempre. Actualmente podemos observar cómo la selva amazónica disminuye su capacidad de retención de carbono, los océanos también retienen menos dióxido de carbono debido a su calentamiento, además, los océanos se están acidificando cada vez más debido a las altas cantidades de carbono que absorben.

Datos cruciales: 
    1. Puntos de inflexión en cascada

    Cruzar un punto de inflexión puede desencadenar que se sobrepasen otros puntos de inflexión

    2. Desde 1970, ha desaparecido aproximadamente 17% de los bienes comunes globales.

Nexo con el tema que estudiamos: 
    En la actualidad, la humanidad ya se enfrenta a los cambios en el planeta que se derivan del calentamiento global. Los escenarios que podrían presentarse en el futuro deben verse como una alarma que lleve a la humanidad a actuar de manera inmediata. Los compromisos actuales no son suficientes para mantener a la Tierra como la conocemos, por lo que es imperativo tomar acciones drásticas que aseguren o que den la oportunidad de disminuir los impactos que tendrían efectos significativos en la naturaleza y en la población humana.

    Es interesante que en esta obra no se consideró como punto de inflexión el alza de las temperaturas promedio del planeta hasta 2 °C. La evolución del deshielo y las temperaturas planetarias en 2023 están poniendo en duda ese pronóstico, dado que parece que el planeta se aproxima de forma acelerada a puntos de inflexión que se materializarán en los próximos 5 a 10 años. Estos cambios subrayan el carácter aproximativo de los conocimientos sobre el metabolismo del sistema Tierra.