Redividing the world. Governments across the world are discovering 'homeland economics

Cita: 

The Economist [2023], "Redividing the world. Governments across the world are discovering 'homeland economics'", The Economist, London, 7 de octubre, https://www.economist.com/special-report/2023/10/02/governments-across-t...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 7, 2023
Tema: 
Abandonar el neoliberalismo no es la solución
Idea principal: 

    A partir de la década de 1990 y mediante la expansión de creencias sobre los beneficios del libre mercado se impulsó un acelerado proceso de globalización permitido por la desregulación de la economía. Además, con la adhesión en 2001 de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) incrementó el comercio entre Asia y Occidente. Con estos cambios se redujo la pobreza y la desigualdad, al tiempo que aumentó la libertad política en el mundo (Dato Crucial 1).

    Pero también se generaron diversos problemas. Con la crisis financiera de 2007-2009 muchas personas consideraron que el libre mercado conllevaba demasiados riesgos, por lo que los políticos debían reformar el sistema. Después, la globalización se desaceleró con el Brexit y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero en lo esencial, el libre comercio globalizado siguió funcionando.

    La cuestión es que actualmente está tomando impulso una alternativa llamada resiliencia global, pero que The Economist nombra economía nacionalista. La idea central es reducir los riesgos que el libre mercado representa para la economía de un país, como los impactos causados por una pandemia o las decisiones de un rival geopolítico. Quienes defienden esta perspectiva aseguran que se trata de crear un mundo más justo, seguro y ecológico.

    La economía nacionalista es una reacción contra cuatro grandes shocks. El primero fue la dimensión económica. La crisis financiera de 2007-2009 mermó la confianza en la globalización de libre mercado y la recesión mundial de 2020 terminó de colapsarla, pues el sistema se vio vulnerado e inestable. Con la pandemia de coronavirus, múltiples cadenas de suministro fallaron y la inflación se disparó.

    El segundo shock es geopolítico. La confrontación económica entre China y Estados Unidos está escalando, mientras que Rusia comenzó una guerra contra Ucrania. La idea de que la integración económica conllevaría la integración política quedó sepultada.

    La guerra produjo el tercer shock que es el energético. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, usó el suministro de hidrocarburos como herramienta para la guerra; por lo que muchos políticos consideran que los países deben asegurar alternativas locales para la energía y todos los productos básicos y estratégicos. El cuarto shock es el de la inteligencia artificial (IA) que amenaza con reemplazar a muchos trabajadores en un contexto con récords históricos en la desigualdad de riqueza.

    La economía nacionalista combina la seguridad nacional con políticas económicas con el objetivo de proteger al mundo de futuros shocks conservado los beneficios de la globalización, pero evitando los riesgos del libre mercado desregulado. Para lograr sus objetivos se recurrirá a estrategias de los estados del bienestar, como el proteccionismo, el incremento de aranceles y aumento de la inversión estatal en investigación y desarrollo.

    Los gobiernos buscan crear empresas que, mediante protecciones estatales, dominen la industria nacional de sectores estratégicos (como los chips, los autos eléctricos y la inteligencia artificial). De hecho, se están implementando grandes subsidios para estos sectores, al tiempo que se establecen requisitos de producción nacional.

    Al mismo tiempo, los gobiernos de Occidente están usando herramientas económicas para golpear a sus rivales geopolíticos como la prohibición de determinadas exportaciones. Además, los gobiernos no dejan de prometer apoyos masivos para tecnologías limpias, como la ley para la reducción de la inflación (IRA por su sigla en inglés) con la que Biden promueve subsidios para energías limpias.

    Chips verdes

    Unión Europea (UE) lanzó el Plan Industrial del Pacto Verde, 14 estados miembros buscan un plan para impulsar el desarrollo de microelectrónica. Francia lanzó un fondo para producir minerales críticos, y UE busca que buena parte de las tecnologías necesarias para su transición energética se fabriquen en países miembro (Dato Crucial 2).

    India diseñó un plan de incentivos para impulsar diversas industrias, incluidas varias relacionadas con la transición energética. Corea del Sur, mediante la Ley K-Chips, ofrece exenciones fiscales a empresas de semiconductores.

    Un artículo reciente encontró que en 2021 y 2022 hay un incremento de las intervenciones estatales en materia de política industrial realizadas en su mayor parte por países metropolitanos. Asimismo, el análisis de diversos manifiestos políticos revela que el interés en la política industrial está incrementando (Dato Crucial 3).

    Los gobiernos están gastando mucho más intentando que las empresas establezcan o amplíen las operaciones en sus países (Datos Cruciales 4, 5 y 6). Mientras que las corporaciones responden a los cambios de las directrices políticas hablando cada vez más de la relocalización hacia sus países de origen, del aumento de la producción para tener suficientes reservas de productos en caso de que las líneas de suministro fallen, e incluso, algunas empresas están abandonando sus operaciones en China.

    Por su parte, muchos inversionistas están emocionados pues con el aumento del gasto estatal en infraestructura, el precio promedio de las acciones de las empresas estadounidenses beneficiadas ha aumentado considerablemente (Dato Crucial 7).

    La economía nacionalista parece una gran idea debido a su búsqueda de cadenas de suministro resilientes, la ayuda a ciertas regiones y el impulso de la infraestructura energética. La cuestión es que este enfoque generará unos cuantos ganadores y algunas localidades se beneficiaran de una nueva fábrica, pero detrás habrá miles de millones de afectados.

    Detrás de la economía nacionalista se encuentra una lectura excesivamente pesimista sobre la globalización neoliberal, la cual en realidad benefició a la mayor parte del mundo. Los beneficios de la economía nacionalista son inciertos, la búsqueda por librarse de China probablemente no se logre totalmente, y los subsidios para energías y tecnologías limpias suelen ser poco transparentes.

    Por el contrario, los costos de la economía nacionalista son evidentes, pues en un mundo dividido en bloques liderados por Estados Unidos y China la producción mundial caerá (Dato Crucial 8). Además, la apuesta por políticas de industrialización nacional generará muchos gastos que reducirán el presupuesto para salud y pensiones.

    Costos ocultos

    Mediante el análisis de varios países, principalmente desarrollados, se puede argumentar que la economía nacionalista tendrá demasiadas dificultades para hacer cadenas de suministro más resilientes; es poco probable que logre beneficios económicos; no reducirá la desigualdad, y no combatirá efectivamente al cambio climático.

    Los pequeños beneficios de la economía nacionalista serán vistosos, de hecho, los gobiernos ya alardean sobre la construcción de grandes fábricas para autos eléctricos o chips. La cuestión es que el costo de la economía nacionalista, marcado por la reducción de la eficiencia y de los ingresos, es más difícil de ver y por tanto, fácil de ignorar.

    Mientras tanto, los políticos seguirán acumulando problemas, y en una década, Occidente siga siendo profundamente dependiente de China, igual de desigual y con un crecimiento sumamente lento.

Datos cruciales: 

    1.-

    2.- Unión Europea busca que 40% de las tecnologías clave para su transición energética se produzcan en sus países miembro, y que 20% de los semiconductores mundiales se fabriquen en su bloque.

    3.-

    4.- En el primer trimestre de 2023, las empresas de los países metropolitanos recibieron 40% más de subsidios respecto al nivel promedio antes de la pandemia.

    5.-En el segundo trimestre de 2023, Estados Unidos gastó 25 mil millones de dólares en subsidios.

    6.-Según el banco UBS los gobiernos de siete grandes economías designaron hasta 400 mil millones de dólares para la industria de semiconductores durante la próxima década, y entre 2020 y 2023, se destinaron 1.3 billones de dólares para inversiones en energías limpias.

    7- Desde principios de 2022 hasta finales de 2023 el precio medio de las acciones de empresas estadounidenses beneficiadas por el aumento del gasto en infraestructura aumentó 13%, en contraste con la caída de 9% de las acciones en todo el mercado de valores.

    8.- De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en un mundo dividido en bloques liderados por Estados Unidos y China, en el corto plazo la producción mundial caerá 1% y en el largo plazo 2%. Aunque otras proyecciones similares indican un impacto en el PIB mundial en más de 5%.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    En las últimas décadas el neoliberalismo ha mostrado ser incapaz de sostener un nuevo periodo de acumulación de riqueza constante, además de los indudables efectos de pauperización de las clases populares. Ante esto, hay algunos fenómenos que indican la tibia búsqueda de un nuevo modelo que impulse un renovado periodo de acumulación de riqueza, al tiempo que se alzan mecanismos de protección en búsqueda de mantener posiciones de poder frente a la creciente China. Pero The Economist sale en defensa del modelo neoliberal, argumentando que la crítica a este modelo se basa en una errónea visión excesivamente fatalista.