Tiffany May es una reportera del periódico estadounidense The New York Times desde 2017. Se dedica a cubrir noticias de la coyuntura en Asia.

David Pierson es corresponsal desde China para , una de sus líneas de trabajo se centra en la política exterior de China.

Anatoly Kurmanaev es corresponsal para The New York Times, cubre las transformaciones de Rusia tras la invasión a Ucrania.

El Foro de la Franja y la Ruta, celebrado a mediados de octubre de 2023, se centra en la iniciativa de China de ampliar su influencia en el extranjero mediante proyectos de infraestructura. El presidente chino Xi Jinping aprovechó una conferencia con líderes de países en desarrollo para mostrar sus intenciones de cambiar el orden mundial, presentó a China como una alternativa al liderazgo de Estados Unidos, y otorgó un papel central a Vladimir Putin sosteniendo que su relación con el presidente de Rusia es de suma importancia y lo trató como invitado de honor.

Mientras se desarrollaba el foro, Joe Biden visitó Israel con el objetivo de evitar que continue escalando la guerra entre Israel y Hamás. Por su parte, Putin señaló públicamente a Estados Unidos como el responsable de aumentar las tensiones en Medio Oriente al enviar buques de guerra a la región, además comentó que esos conflictos regionales son amenazas compartidas que fortalecen las relaciones entre China y Rusia.

Putin y Xi son aliados, comparten ideales y están dispuestos a luchar contra la hegemonía estadounidense. De hecho, Xi promocionó a China como un elemento clave para la estabilidad mundial. El líder de la potencia asiática afirmó estar en contra de la confrontación ideológica, de la rivalidad geopolítica, de las sanciones económicas y de la guerra comercial.

Con la excepción del primer ministro de Hungría, quien tiene tendencias autoritarias, en el foro no hubo representantes de Unión Europea. Por otra parte, fueron representantes de muchos países en desarrollo a los que China les ha prestado dinero para inversiones en infraestructura (Dato Crucial 2 y 3).

Por su parte, Putin logró aprovechar el evento para reforzar su poder diplomático presentándose como un elemento importante del escenario mundial. De acuerdo con Artem Lukin, experto en relaciones internacionales, Asia y el Sur Global están sumamente interesados en hacer negocios con Rusia y no se entrometen con la guerra en Ucrania. Al mismo tiempo, Putin también procuró mostrar su autonomía geopolítica respecto a China y mencionó que Rusia tiene grandes proyectos de inversión para infraestructura en Asia.

La crisis humanitaria en Gaza también ha puesto sobre la mesa el grado de alineamiento entre China y Rusia. Ambos países evitaron condenar los ataques de Hamás a Israel, mientras que han criticado los ataques israelíes a Gaza y solicitaron reactivar las conversaciones sobre un estado palestino.

Las críticas de China a Israel reflejan la intención de la potencia asiática de acercarse más a los países de Medio Oriente y llenar el vacío dejado por la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. De hecho, en marzo de 2023 China ayudó a restablecer las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, y se ha ofrecido como mediador entre israelíes y palestinos.

Las críticas de China hacia Israel marcan un alejamiento de su postura tradicional. La potencia asiática tiene una política declarada de no interferir en los asuntos internos de otros países, por lo que suele optar por la neutralidad y hacer llamados por la paz. Dicha estrategia le ha permitido limitar la cantidad de sus enemigos y desviar las críticas sobre sus políticas internas como la represión de las libertades o la violación de derechos humanos.

Es probable que la estrategia de China logre acercarla más con los países de Medio Oriente que en el pasado han criticado a la potencia asiática por violar los derechos de musulmanes en la región china de Xinjiang. Por otra parte, históricamente China ha sido más cercana a Palestina, pues Mao Zedong veía la causa palestina como parte de la lucha contra las potencias occidentales (Dato Crucial 3).

China busca mostrarle al Sur Global que les brindará un apoyo que no pueden esperar de Estados Unidos ni de otra potencia occidental.