Nancy Flores es periodista y coordinadora de Información de la Revista Contralínea. Sus temas de especialización son corrupción, delitos financieros y derechos humanos. Además, es profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En México se han identificado 30 regiones de emergencia sanitaria y ambiental originado de los residuos y contaminantes que las industrias liberan al ambiente y que afectan a la población aledaña.

Entre los problemas derivados por la contaminación en estas regiones se encuentran enfermedades como el cáncer, la insuficiencia renal, tumores, malformaciones, abortos espontáneos y una tasa elevada de mortandad. Además, enfrentar este tipo de problemáticas tiene una alta complejidad y altos costos económicos, donde las empresas que más afectan a estas regiones son empresas transnacionales, las cuales utilizan las normas mexicanas a su favor, debido a que no existe una regulación eficiente.

Existen estudios científicos que demuestran que las personas que habitan en las regiones contaminadas o cerca de estas, presentan orina en la sangre y tejidos, junto con otras sustancias. Que son resultado de las actividades industriales en donde se utilizan metales –como el plomo, arsénico, cromo, plaguicidas, cadmio– así como bifenilos policlorados, metales pesados y compuestos orgánicos sintéticos, en niveles que no están permitidos.

Las zonas contaminadas por los corredores industriales se han nombrado como Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA), las cuales están ubicadas en el norte, norpacífico, bajío, centro y sureste de México.

Se han identificado 4 tipos de procesos que contribuyen de manera significativa en las RESA. El primero corresponde a los procesos industriales provenientes de las fábricas. El segundo proceso se refiere a la utilización del glifosato y otros plaguicidas en las actividades agroindustriales (dato crucial 1). El tercer proceso está relacionado con actividades extractivistas como minas a cielo abierto. El último proceso se debe a la contaminación generada por las megaciudades (dato crucial 2). Las megaciudades generan toneladas de basura, aguas negras y contaminantes atmosféricos. Los desechos de las grandes ciudades suelen desplazarlos a la periferia, en lugares en los que usualmente ya existe otra fuente contaminante. Las regiones en las que convergen los 4 procesos se han catalogado como “verdaderos infiernos ambientales”.

La toxicidad de las regiones varía de acuerdo con los tipos de fuentes de contaminantes al que se encuentran expuestas. En algunas regiones solo existe una fuente de contaminación, mientras que en otras existen múltiples fuentes.

Existen diversas razones por las que no se les ha dado la suficiente importancia a estas problemáticas. Entre estas razones se encuentra la percepción social, que está basada en el lucro y la desigualdad; las supuestas prácticas socialmente responsables y amigables con el planeta por parte de las empresas, las normas mexicanas mal empleadas, la justificación de prácticas industriales por parte de grupos científicos, la poca difusión de estas situaciones por parte de los medios de comunicación y la separación de la salud en tanto de lo ambiental (producto del neoliberalismo).

En muchas ocasiones, las empresas transnacionales ejercen presión y control sobre las instituciones, los medios de comunicación e incluso sobre las autoridades para continuar con sus prácticas sin tener que justificar sus acciones y evitar que presenten pruebas sobre las prácticas poco éticas que realizan.

Informe científico demuestra el daño

El Primer informe estratégico para la comprensión de la problemática socioambiental de la región de emergencia sanitaria y ambiental de la cuenta del Alto Atoyac [https://conahcyt.mx/wp-content/uploads/comunicados/Conahcyt_430.pdf ], es un documento que presenta evidencias de como las enfermedades que tienen las personas que viven cerca de la cuenca del Alto Atoyac (ubicado entre Tlaxcala y Puebla), están relacionadas con residuos tóxicos provenientes del corredor industrial de la zona. La enfermedad renal crónica y leucemias agudas en niños, niñas y adolescentes están directamente relacionadas con metales pesados, compuestos orgánico-sintéticos, arsénico y plaguicidas liberados en la cuenca.

En el informe se presentan los resultados de 3 biomonitoreos (que son técnicas utilizadas para medir los químicos en el cuerpo en sangre, orina y otros fluidos corporales o tejidos), los cuales indican que un alto porcentaje de la población de la cuenca tiene plomo, arsénico, cromo, plaguicidas, cadmio y bifenilos policlorados en el cuerpo. También se menciona del riesgo laboral de los alfareros, quienes presentan aproximadamente 90% de niveles de plomo más de lo permitido.

En el informe también se presentan análisis geoestadísticos de mortalidad e indicadores de contaminación en el río Atoyac. Estos análisis indican que, al oriente de la cuenca, en Tlaxcala, domina la enfermedad renal crónica, mientras que, al sur de la cuenta, en Puebla, se presentan más las leucemias.

Los 30 infiernos ambientales de México

Los denominados infiernos ambientales se encuentran divididos por regiones como lo muestra la figura 1.

La zona norte tiene afectaciones por las industrias y por la mancha megaurbana, algunas de las regiones afectadas son el río Colorado, el río Sonora y la zona carbonífera del norte de Coahuila. La zona norpacíifico es afectada por actividades agroindustriales, las principales regiones afectadas son la región agroindustrial del Valle de Yaqui y la zona agroindustrial de Nayarit.

En el Bajío, las fuentes contaminantes provienen de procesos industriales, agroindustriales y megaurbanos. En esta zona se encuentra la cuenca Independencia en el norte de Guanajuato, los corredores industriales de Querétaro y zonas de cultivo de aguacate de exportación en Michoacán. En el centro hay procesos industriales, agroindustriales y megaurbanos como el Valle del Mezquital, el corredor urbano nororiente de Ciudad de México y Estado de México y la cuenca del alto Atoyac entre Puebla y Tlaxcala. La última región corresponde al sureste, que es afectado por el sector industrial, el extractivismo y las actividades agroindustriales, aquí se encuentran los complejos mineros en los valles centrales de Oaxaca y el sur del istmo de Tehuantepec.

Neoliberalismo, detrás del desastre

El modelo neoliberal es una de las principales causas de las problemáticas ambientales en las RESA porque no existe una preocupación real por los trabajadores expuestos a tóxicos. Además, tampoco existen especialistas que atiendan las enfermedades causadas por los contaminantes. El informe presentado es un primer paso para poner en evidencia las problemáticas a la salud provocadas por la contaminación.