Young guns. Meet the world's new arms dealers

Cita: 

The Economist [2023], "Young guns. Meet the world's new arms dealers", The Economist, London, 23 de septiembre, https://www.economist.com/international/2023/09/19/meet-the-worlds-new-a...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Septiembre 23, 2023
Tema: 
Geopolítica de la compraventa de armas provenientes de Rusia, Corea del Norte, Corea del Sur, Turquía, China e India, entre 2013 y 2022
Idea principal: 

    A pesar de que el negocio de la venta de armas se concentra en pocos países (Dato crucial 1), los movimientos de la geopolítica mundial han sido aprovechados por nuevos productores de armas. En este artículo se destaca el contexto propiciado por la guerra en Ucrania, comenzada desde febrero de 2022.

    China le vende a Rusia chips de doble propósito -una tecnología de uso civil y militar-, al mismo tiempo que Irán le vende drones. Recientemente, se están generando contratos para que Corea del Norte le proporcione suministro bélico, debido a que le podría surtir una variedad más amplia de armamento. Si bien, la guerra en Ucrania ha favorecido la venta de armas de Corea del Norte hacia Rusia; dicha guerra ha impulsado colosalmente a la industria armamentista de Corea del Sur (Dato crucial 2).

    Se han formado destacables negocios de armas entre Corea del Sur y Polonia, última que es vista como “un país de primera línea en la defensa de Europa contra Rusia” (Dato crucial 3). Lo anterior se explica por los costos competitivos, la calidad del armamento y la entrega rápida de los productos norcoreanos, aparte del completo apoyo del gobierno de Corea del Sur a esta industria y los acuerdos de crédito a los que accede dicho país. También se destaca su estrecha relación con Estados Unidos y los retos que se le plantean a Corea del Sur respecto a la transferencia de tecnología a sus clientes.

    Propulsado por cohetes

    Producto de las inversiones publicas a la industria armamentista nacional, desde 2002 Turquía se convirtió en el segundo exportador de armas a nivel mundial. No obstante, se enfrentan a sanciones de Estados Unidos y Europa a causa de la compra de misiles rusos en 2019.

    Desde 2018, las exportaciones turcas de armas se incrementaron de manera significativa (Dato crucial 4). Aunque Turquía produce barcos con precios competitivos; su especialidad son los drones armados, que son más baratos, accesibles y confiables, en comparación con los de origen estadounidense y chino (Dato crucial 5). Se estima que sus compradores serán países del Golfo Pérsico (como Oman, Catar y Emiratos Árabes Unidos), los cuales están buscando reducir su dependencia al armamento estadounidense, al tiempo que desarrollan su industria de defensa nacional.

    Otros productos bélicos turcos que se resaltan son el buque de asalto y portaaviones Anadolu y el avión de combate de quinta generación KAAN. Este último que fue desarrollado con apoyo de las empresas aeroespaciales británicas BAE Systems y Rolls-Royce Holdings.

    Con la guerra en Ucrania, Corea del Sur y Turquía se han beneficiado del descenso de sus principales competidores en la industria armamentista, entre quienes se subraya el caso de Rusia (Dato crucial 6). Asimismo, se menciona que el desempeño de las armas rusas ha sido escaso, en contraste con el desempeño de las armas provistas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (NATO, por sus sigla en inglés) a Ucrania; a la par que las sanciones internacionales que se han impuesto a Rusia limitan su acceso a componentes para la producción aeroespacial y armamentista. “Cuanto más dure la guerra en Ucrania, más luchará Rusia por recuperar su posición en el mercado mundial de armas”.

    Petardos húmedos

    China también ha concentrado sus exportaciones de armas en un comprador, Pakistán (Dato crucial 7). No obstante, dejó de ser el principal vendedor de drones militares -como lo fue la década pasada- porque todavía tiene retos por superar, como mejorar su calidad y soporte.

    De igual manera, India tiene asuntos pendientes a los cuales dedicarse en su producción armamentista: su crecimiento como exportadora de armas, la meta de producir domésticamente un gran rango de armas para 2030, disminuir la dependencia en la transferencia de tecnología rusa (por acuerdos de licencia de producción), fortalecer la inversión pública en su industria (evitando el despilfarro de presupuesto) y perfeccionar la calidad de sus propias tecnologías.

Datos cruciales: 

    1. Más de 75% de la exportación mundial de armas se concentra en 5 países: Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Alemania.

    2. De acuerdo con información del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus sigla en inglés), entre 2016 y 2022, Corea del Sur ascendió al noveno lugar en venta de armas, a nivel global. El gobierno surcoreano tiene planes para ascenderlo al cuarto lugar, en 2027.

    En la Gráfica 1 se muestra el porcentaje de aumento o descenso en las exportaciones de armas de 12 países, entre los periodos de 2013-2017 y 2018-2022. Destaca el aumento de la exportación de armas de Corea del Sur, en casi 80%; de Turquía, en 70%; y de Italia y Francia, en poco más de 40%. Aun así, en el periodo de 2018-2022, Estados Unidos concentró el 40% de las exportaciones de armas, a escala mundial; mientras que Rusia aporto con 16% del total.

    3. Recientes negociaciones entre Corea del Sur y Polonia han derivado en la compra de 1 000 tanques K2 Black Panther; cifra que supera a la cantidad de los tanques operando en los ejércitos inglés, francés, italiano y alemán, combinados. El trato también incluye 672 obuses autopropulsados K9 Thunder, 288 lanzacohetes múltiples K239 Chunmoo y 48 aviones de combate de cuarta generación Golden Eagle FA-50S.

    4. El SIPRI calcula que, entre 2018 y 2022, las exportaciones turcas de armas crecieron 69%, en comparación con el lustro anterior. También se resalta que su participación en el mercado mundial de armas se duplicó. En 2022, el valor de sus exportaciones aeroespaciales y de defensa incrementó 38%, equivalente a 4 400 millones de dólares. El gobierno de Turquía espera que la cifra llegue a 6 000 millones de dólares, para finales de 2023.

    5. En julio de 2023, Turquía firmó un acuerdo de 3 000 millones de dólares con Arabia Saudita para suministrar el vehículo aéreo de combate no tripulado Akinci (UCAV, por sus sigla en inglés). El Akinci es producido por la empresa privada turca Baykar Defense, la cual sobresale por su dron Bayraktar TB2, diseñado para atacar a población kurda y luego usado en combates en Azerbaiyán, Etiopía, Libia y Ucrania. Más de 20 países esperaron para comprarlo.

    6. Entre 2018 y 2022, las exportaciones rusas de armas decrecieron 31%, en comparación con el lustro previo. Este cambio se debe a que, con el comienzo de la guerra en Ucrania, las industrias de defensa de Rusia han atravesado presiones, aparte de que ha sido aislada geopolíticamente y que, en paralelo, sus mayores clientes (India y China) están intentando reducir su dependencia hacia el armamento ruso. India solía ser su mayor compradora de armas, pero entre 2018 y 2022 sus compras a Rusia disminuyeron 37%.

    7. Entre 2018 y 2022, más de 50% de las exportaciones chinas de armas se dirigieron a Pakistán, un país que China considera como aliado frente a India. De acuerdo con información del SIPRI, prácticamente 80% del suministro nacional de defensa pakistaní (aviones de combate, misiles, fragatas y submarinos, entre otros) es provisto por China.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    Una “nueva” guerra siempre sienta bien al entramado bélico-industrial mundial, en general, y a los sujetos transnacionales que lo monopolizan, en particular. La modernidad capitalista patriarcal no puede prescindir de la guerra, en momento alguno. Al contrario, depende del despliegue de aquella para imponerse territorial y hegemónicamente en los imaginarios, los espacios y las corporalidades oprimidas y (sobre)explotadas de las que se alimenta, con ayuda de sus armas y fascismo epistémico; con todo lo cual, en simultáneo, se hace de jugosos negocios. En tiempos de colapso sistémico, lucrar con la catástrofe solo conviene si se impulsa a la catástrofe misma. La paz no crea mercados, así que para el capital ésta no vale nada.