The geopolitics of infrastructure: mapping imprints of empire

Cita: 

Cowen, Deborah [2021], "The geopolitics of infrastructure: mapping imprints of Empire", David Herrera y Fabián González, Una geopolítica crítica. Debates sobre el espacio, las escalas y el desarrollo desigual, México, Facultad de Filosofía y Letras – UNAM, http://ru.atheneadigital.filos.unam.mx/jspui/handle/FFYL_UNAM/6681

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
La infraestructura ha constituido una herramienta importante para la expansión de intereses políticos y económicos
Idea principal: 
    Deborah Cowen, profesora de Geografía y Planificación en la Universidad de Toronto, investiga la configuración, reproducción, disputa y transformación de los espacios de la vida cotidiana. Su enfoque se centra en la circulación e infraestructura, explorando la coproducción de raza y espacio, sexualidad y orden social, así como la vida íntima de la guerra en entornos aparentemente civiles.

    Este capítulo del libro “Geopolítica crítica” se centra en las extensas y violentas trayectorias y geografías imperiales de la infraestructura, un ámbito vital pero poco estudiado por la geopolítica. Históricamente, el estudio de la infraestructura se ha limitado a campos como la ingeniería y la gestión empresarial.

    A pesar del creciente interés conceptual en la infraestructura desde campos como las humanidades y las ciencias sociales, los geopolíticos rara vez han participado en estos debates. Esta contribución propone los sistemas sociotécnicos como una fuerza material clave a través de la cual la geopolítica se constituye y disputa.

    Este trabajo explora la organización del imperialismo a través de las operaciones diarias de la infraestructura, con el objetivo de comprender mejor las oportunidades para reunir y reproducir la vida de manera diferente. En este sentido, pone énfasis en la resistencia, el rechazo y la reutilización de la infraestructura en las luchas anticoloniales, reconociendo que también es fundamental para la justicia socioecológica y la transformación.

    La autora presenta dos argumentos principales. En primer lugar, se argumenta que la infraestructura sostiene el poder geopolítico y geoeconómico, ofreciendo un mapeo de la "economía geopolítica". Estas infraestructuras se configuran según patrones específicos de poder racial capitalista y colonial. La comprensión de la producción y disputa de estos sistemas socio-técnicos permite diagnosticar las relaciones de poder y fuerza. En última instancia, las infraestructuras develan las operaciones del poder y sus respuestas, desempeñando un papel esencial en la geopolítica contemporánea al manifestarse a través de sistemas socio-técnicos.

    En segundo lugar, la autora argumenta que la infraestructura ha sido fundamental en la formación del cuerpo político nacional y sus ecologías imperiales. En este sentido, utiliza la metáfora de la infraestructura como el “cuerpo” político, donde tubos, cables y rieles son concebidos como esqueletos nacionales y sistemas circulatorios. La infraestructura, al ser la creadora del cuerpo político, no solo simboliza la fuerza física del poder estatal, sino que también establece la frontera nacional, definiendo así los límites de la jurisdicción estatal. En el contexto colonial, la expansión de la infraestructura a tierras indígenas construye la jurisdicción estatal "interna" y remodela por completo las ecologías.

    Establecer vínculos entre periodos actuales e históricos de expansión de infraestructuras destaca la importancia crucial de los sistemas socio-técnicos en la consolidación y perpetuación del poder geopolítico. Además, evidencia que las disputas relacionadas con carreteras, ferrocarriles, puertos y cables frecuentemente son contiendas sobre cuestiones políticas fundamentales como la jurisdicción y soberanía, la ecología planetaria y el futuro mismo de la vida.

    La geopolítica clásica y la infraestructura del Imperio

    Aunque los geopolíticos clásicos no solían utilizar el lenguaje de la infraestructura ni daban prioridad consciente a las cuestiones infraestructurales en sus análisis, los pensadores clave en esta tradición proporcionaban conocimientos profundos sobre la importancia crucial de la infraestructura para la geopolítica.

    El Capitán Alfred Thayer Mahan, conocido por sus escritos sobre el poder marítimo en el servicio del imperio estadounidense en desarrollo, realizó un estudio exhaustivo de las historias y geografías del poder militar del Imperio Británico. Enfocándose en las capacidades navales, Mahan respaldó la necesidad de que Estados Unidos invirtiera de manera agresiva en la acumulación de fuerzas marítimas. En este contexto, la importancia del poder marítimo es crucial en una coyuntura específica, enmarcándose en una perspectiva logística más amplia del poder imperial que abarca tanto el paisaje terrestre como el marítimo.

    Según Mahan, la necesidad de abastecer eficientemente a las fuerzas militares define la geografía imperial. Kearns (2010) amplía la concepción logística de Mahan, describiendo cómo este consideraba al Imperio Británico como una red de estaciones de carbón y puertos aliados que facilitaban la movilidad británica y limitaban la movilidad de sus rivales.

    Aunque Mahan se centra en la construcción de infraestructuras navales, como puertos y el Canal de Panamá, también reconoce la importancia del poder terrestre en sus consideraciones. A pesar de que Mahan se centra en definir el poder marítimo, utiliza la metáfora terrestre de una carretera. Concibe el mar como "una carretera para el comercio y también para los ataques hostiles a los países que bordean". Además, Mahan reflexiona sobre el valor estratégico de ciertas empresas ferroviarias como componentes clave en sistemas circulatorios imperiales más amplios.

    Mahan equipara la geopolítica a una forma de logística nacional, enfocándose en la lógica calculadora e instrumental para abastecer las movilidades imperiales y proteger la circulación y las infraestructuras que la respaldan. Desde esta perspectiva, el imperio se estructura conforme a la logística, la cual se apoya en la infraestructura.

    Su pensamiento se ve fuertemente influenciado por el estratega militar Antoine-Henri Jomini, conocido por acuñar el uso moderno del término 'logística', quien subraya la importancia de abastecer y suministrar en la batalla. Según Jomini, la logística se convierte en la fuerza impulsora de la guerra moderna. Con el aumento de petróleo, aceite y lubricantes se observa que en una medida mucho mayor que en el siglo XVIII, la estrategia se convierte en un apéndice a la logística. Lo que significó, en palabras de la autora, que “la guerra se convirtió en logística a medida que se anclaba en el carbono y el Estado se convirtió en logística a medida que se anclaba en la guerra y el comercio de carbono.”

    La geopolítica contemporánea de la infraestructura

    Examinar el imperialismo desde una perspectiva logística proporciona una visión crítica de las actuales disputas sobre la infraestructura, rechazando los discursos tecnocráticos y despolitizantes. En la actualidad, presenciamos una extensa construcción de imperios/estados a través de la infraestructura, respaldada por una considerable inversión de capital privado. Un ejemplo destacado es la iniciativa One Belt One Road liderada por China, también conocida como 'la nueva ruta de la seda' (dato crucial 1).

    Este proyecto monumental está vinculado a la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AAIB, por sus siglas en inglés), un nuevo organismo financiero transnacional que desafía la hegemonía de las instituciones de Bretton Woods y el imperialismo geoeconómico centrado en Estados Unidos (dato crucial 2).

    A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para desalentar la participación de otros estados en el AAIB, su escala e importancia reflejan un cambio de poder geopolítico. Esta empresa, arraigada en la infraestructura, ilustra la interconexión profunda entre financiarización e infraestructura a nivel global, destacando cómo la inversión en infraestructuras se ha convertido en un terreno clave de competencia geopolítica entre Estados Unidos y China.

    La destrucción de la selva amazónica ejemplifica de manera dolorosa los intereses sociales y ecológicos de la geopolítica de la infraestructura (dato crucial 3). Este ecosistema, responsable de aproximadamente el 20% del suministro mundial de oxígeno, tiene un impacto crucial en las tierras de cultivo desde el sur de América hasta el Medio Oeste de los Estados Unidos, debido a la humedad que proviene de la Amazonia.

    Aunque los incendios en la Amazonia han captado mucha atención mediática, se pasa por alto en gran medida cómo la deforestación está estrechamente vinculada al desarrollo de la infraestructura. El fuego actúa como el medio, pero es el desarrollo de la infraestructura el impulsor principal de esta transformación ecológica masiva.

    Las infraestructuras representan literal y físicamente el rostro del imperialismo en la Amazonia. La deforestación sigue de cerca el desarrollo de nuevas vías de transporte, como carreteras que cortan y fragmentan el dosel forestal, intensificando la circulación y el tráfico en la región (dato crucial 4). Estas carreteras, junto con el ferrocarril y la agricultura industrial, se hacen posibles gracias al acceso facilitado por el transporte (dato crucial 5).

    El gobierno brasileño ha estado promoviendo el Programa de Aceleración del Crecimiento, una iniciativa de desarrollo de infraestructuras en todo el país desde 2007. Brasil tiene planes de construir presas hidroeléctricas, redes de vías navegables, líneas ferroviarias, puertos y carreteras para superar obstáculos logísticos y facilitar la exportación de productos básicos y otros bienes.

    Surge la interrogante sobre la creciente integración de Brasil en los circuitos chinos de infraestructura y desarrollo. Recientemente, Brasil se convirtió en estado miembro del AAIB, y los bancos chinos han invertido considerablemente en proyectos de infraestructura brasileños. Brasil es una de las seis naciones sudamericanas que busca ser miembro de este banco, y China ha extendido invitaciones a países de América Latina y el Caribe para unirse a la “Ruta de la Seda”, que busca fortalecer vínculos de infraestructura entre Asia y el mundo.

    La presencia y el papel de China en América Latina están evolucionando, pasando de centrarse en la extracción de materias primas a financiar la infraestructura necesaria para producirlas y transportarlas. En este contexto, Brasil emerge como una etapa crucial en la competencia imperial por y a través de la infraestructura, siendo Estados Unidos y China actores clave.

    En 2019, importantes acuerdos para expandir la infraestructura en la Amazonía brasileña se gestaron en Estados Unidos. Pese a la falta transparencia, la inversión en infraestructura se posiciona como el enfoque principal y vehículo para la cooperación económica entre los gobiernos estadounidense y brasileño. El ministro de Infraestructura de Brasil, Tarcísio Gomes de Freitas, destacó la intención de confiar en la experiencia, tecnología y financiamiento estadounidenses (dato crucial 6).

    Empresas con sede en Estados Unidos, como Blackstone, una de las mayores firmas de inversión mundial, desempeñan un papel significativo en el desarrollo de la infraestructura en la Amazonía. Blackstone, a través de empresas como Hidrovias do Brasil y Pátria Investimentos, lidera proyectos de terminales y carreteras para respaldar la expansión de la agricultura industrial. Estas compañías controlan la tierra, deforestan y construyen carreteras para facilitar la producción y exportación de granos y soja en la región (dato crucial 7). Asimismo, otra importante firma de inversión estadounidense, BlackRock, canaliza fondos hacia la ganadería amazónica (dato crucial 8 y 9).

    La expansión de infraestructuras en la Amazonía está resultando en el desplazamiento y despojo de comunidades indígenas y afrobrasileñas, generando una resistencia generalizada. No obstante, la administración del presidente Bolsonaro mina la autodeterminación indígena, y este patrón parece ser la norma en lugar de la excepción para las comunidades amazónicas (dato crucial 10).

    Ecologías imperiales de la infraestructura

    La incursión masiva de infraestructura en la Amazonas está provocando actualmente una transformación ecológica significativa, impulsada por la agroindustrialización centrada en el ganado. Aunque, esta no es la primera vez que una incursión de esta dimensión ha servido para implantar la agricultura industrial. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, la construcción de ferrocarriles, la matanza masiva de búfalos y el genocidio de poblaciones indígenas transformaron rápidamente la ecología de América Central (dato crucial 11).

    En las llanuras centrales de América del Norte, la colonización tuvo como objetivo convertir ecologías vitales en agronegocios capitalistas, utilizando la infraestructura para cortar los lazos de las comunidades indígenas con la tierra. En este contexto, la matanza del búfalo se llevó a cabo como parte de una estrategia logística militar en la guerra imperial contra poblaciones indígenas. Daschuck (2013), un académico canadiense, describe cómo se usó la inanición deliberada para obligar a los pueblos indígenas a abandonar sus territorios.

    La construcción de ferrocarriles también sirvió como eje en la logística militar para desplegar tropas contra la resistencia indígena. En este sentido, la tierra fue despejada para dar paso al ferrocarril, pero el ferrocarril también permitió la masacre masiva del búfalo. En palabras de la autora, “si la matanza del búfalo fue la ejecución de un plan de logística militar en una guerra imperial contra los primeros pueblos que fue posible gracias a los ferrocarriles, el ferrocarril fue también el eje en la logística militar del despliegue de tropas contra la resistencia indígena” (dato crucial 12).

    En medio de este contexto de violencia genocida, se dio la transformación de estas regiones en oportunidades para las ganancias inmobiliarias y de tierras agrícolas para especuladores de tierras, colonos blancos y empresas colonizadoras. En este contexto, solo los colonos blancos fueran reclutados para estabkecerse en las praderas, mientras que las comunidades negras fueron disuadidas para cruzar al norte. De forma que, a atravpes de la confederación, se concibió el entramado entre infraestructura, jurisdicción y colonialismo (dato crucial 13).

    La Constitución canadiense proporcionó la jurisdicción del gobierno federal sobre la infraestructura nacional, que presupone la existencia previa del estado colonial. En Canadá, la construcción del Canadian Pacific Railway (CPR) se convirtió en un elemento crucial para la génesis del estado de asentamiento canadiense. Su inicio se remonta a un proyecto de expansión imperial británica.

    Las élites británicas imaginaron y organizaron el ferrocarril como un medio para conectar las colonias británicas a lo largo de una vasta extensión continental con el objetivo central de vincular Gran Bretaña con China. La construcción del ferrocarril transcontinental estuvo profundamente relacionada con la competencia entre fuerzas imperiales (dato crucial 14).

    Rechazo de la infraestructura imperial a través del tiempo y el espacio

    La resistencia a las infraestructuras coloniales, especialmente el colonialismo ferroviario, ha existido desde su construcción. Las formas de resistencia incluyen bloqueos directos de las vías y ataques directos a la infraestructura ferroviaria. De forma que, los movimientos en oposición han utilizado la misma infraestructura de maneras alternativas, como levantamientos y rebeliones indígenas, sabotaje cotidiano y acciones laborales contra las compañías ferroviarias (dato crucial 15 y 16).

    La movilización dentro del sistema de la infraestructura para disputar las relaciones que ha diseñado se evidenció en la resistencia indígena. El Constitution Express de 1980, por ejemplo, fue una respuesta a los movimientos del primer ministro Pierre Elliott Trudeau para repatriar la constitución a Canadá. El viaje en tren se construyó sobre historias de organización por la justicia y contra la violencia colonial (dato crucial 17).

    El Constitución Express no solo logró cambiar la Constitución para proteger los derechos de los tratados existentes, sino que también contribuyó a galvanizar la resolución y construir infraestructura para reivindicación de la jurisdicción y la soberanía indígenas. La resistencia anticolonial dio forma al desarrollo de la infraestructura estatal de colonos canadienses.

    La génesis de la infraestructura de seguridad se originó en respuesta a esta resistencia, dando pie a la creación de la milicia federal de Canadá y la Policía Montada del Noroeste para proteger el ferrocarril y los asentamientos frente a la revuelta indígena. Las infraestructuras de seguridad actuales continúan expandiéndose para proteger la circulación y disuadir la resistencia de los pueblos indígenas (dato crucial 18).

    Hasta el día de hoy, las luchas por el territorio y la soberanía indígena en Norteamérica se han centrado específicamente en la resistencia a la infraestructura. Y, aún hoy en día, es la Real Policía Montada de Cánada (RCMP) la que se despliega para desmantelar los movimientos de resistencia (dato crucial 19).

    A pesar de las apariencias diferentes del actual Primer Ministro de Cánada, Justin Trudeau, en comparación con la dirección nacional neoconservadora anterior, sus planes económicos, especialmente en energía, se alinean estrechamente con los del gobierno anterior. Trudeau ha intensificado algunas de las políticas más violentas del gobierno anterior, especialmente en áreas como la energía, la minería y la protección de los sistemas logísticos para llevar productos a los mercados globales (dato crucial 20).

    A pesar de sus notables diferencias entre las trayectorias políticas y económicas entre Canadá y Brasil, ambos países comparten la base extractiva de sus economías políticas y un fuerte énfasis en la expansión de la infraestructura extractiva. Tanto Trudeau en Cánada, como Bolsonaro en Brasil, declaran que, aunque se les consultará a los pueblos indígenas, el interés nacional debe prevalecer

    El presidente Bolsonaro ha enfrentado una resistencia sostenida por parte de los pueblos indígenas en la Amazonía debido a su desarrollo de infraestructura, que se percibe como promulgadora de violencia colonial y desplazamiento (dato crucial 21). Frente a esta violencia infraestructural, los movimientos de resistencia, liderados por pueblos indígenas amazónicos como los Kayapo y, más recientemente, los Munduruku (afectados por un proyecto de presas en el río Tapajos), han surgido como fuerzas significativas. Estos movimientos contribuyen a la formación de líderes indígenas e inspiran a la movilización social en Brasil.

    La geopolítica como infraestructura colonial

    A lo largo del texto, se ha profundizado en la larga historia y la importante relación entre la geopolítica e infraestructura, a menudo pasada por alto en los análisis tradicionales. La infraestructura se presenta, más que una cuestión tecnocrática, como un medio para que los imperios se desplieguen, compitan y supriman la revuelta. Es entonces, que las potencias imperiales buscan expandir sus capacidades mediante la infraestructura circulatoria, que se considera la encarnación material del imperio y el estado.

    Este análisis anticolonial proporciona una concepción geopolítica profunda y logística del imperio, dónde se señala la importancia de la infraestructura en las teorías geopolíticas del imperio. Así como, se enfatiza un enfoque transnacional que rechaza el nacionalismo metodológico, destacando la conexión entre expansión infraestructural y desposesión colonial.

    El análisis se extiende a través de las Américas, desde la destrucción contemporánea del Amazonas hasta la colonización histórica de las Grandes Llanuras. En ambos casos, la infraestructura se presenta como la cara material del despojo colonial y la destrucción ecológica.

    Un enfoque en la geopolítica de la infraestructura puede ser generativo tanto en términos de descolonización geopolítica, en el ámbito académico, así como de espacio de lucha. Un gobierno imperial es reactivo en sus reclamos de autoridad, subrayando la importancia de dar voz y visibilidad a aquellos invisibilizados en los análisis geopolíticos clásicos.

Datos cruciales: 

    1. Este proyecto masivo de infraestructura de la cadena de suministro terrestre y marítima, “One Belt One Road” (OBOR), implica una mayor infraestructura circulatoria entre China, Asia meridional, Oriente Medio, África oriental y Europa. Se estima que su costo superará los mil millones de dólares estadounidenses.

    2. El Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AABI) cuenta con una capitalización de 100 mil millones de dólares y más de un cien de Estados miembros.

    3. En 2021, cerca de 40 mil incendios han destruido cerca de 500 millas cuadradas de la selva, un ecosistema clave que pertenece no solo a Brasil o América Latina, sino que también se reconoce como “los pulmones del mundo.”

    4. La infraestructura sirve como vector para la deforestación, siendo 95% de esta actividad llevada a cabo dentro de un radio de 5.5 km de una carretera.

    5. De hecho, en términos de uso de la tierra, la ganadería se ha convertido en el principal impulsor de la deforestación en todos los países con jurisdicción en la Amazonía, representando 80% de las tasas actuales de deforestación. Sin embargo, es la infraestructura de transporte que permite su desarrollo.

    6. En octubre de 2020, se firmó un memorandúm de entendimiento de mil millones de dólares entre ambos países. Un informe provisional de marzo de 2020 describió específicamente que un objetivo clave del acuerdo emergente sería cerrar la brecha entre China y la inversión estadounidense en la "creciente construcción de infraestructura" en Brasil, donde China representa 7% y Estados Unidos solo 2% en la inversión de infraestructura.

    7. En la primavera de 2019, la administración Bolsonaro anunció que Hidrovias se asociaría en la privatización y el desarrollo de cientos de millas de una carretera importante a través de la Amazonía, con el fin de hacer posible la transformación más amplia de la Amazonía de la selva a las tierras de cultivo.

    8. BlackRock, una rama de Blackstone, un fondo de inversión estadunidense que gestiona más de 6 mil millones de dólares en inversiones, ha invertido fuertemente en el sector ganadero industrial a través de una de las empresas brasileñas más grandes y notorias.

    9. JVS, o Joint Ventures es una asociación temporal establecidas por BlackRock entre dos o más empresas, procesa un tercio de todas las exportaciones de carne de vacuno de Brasil. BlackRock incrementó su participación en JVS en 2016 en 41 millones de dólares, y en 2018, a pesar de afirmar estar comprometido con la sostenibilidad ambiental.

    10. En 2019, durante los incendios en la reserva, el General Otávio Rêgo de Barros, portavoz del presidente Bolsonaro, trató de tranquilizar sobre las preocupaciones indígenas, enfocándose en el “interés nacional” al afirmar que "los indios serán consultados, pero el interés nacional debe prevalecer”

    11. Los ferrocarriles fueron clave en la matanza masiva de unos 30 millones de búfalos que habían habitado en las llanuras centrales de la Isla Tortuga, llegando al norte de Alaska y los Territorios del Yukón y al sur a través del estado de Georgia.

    12. En 1885, los metis y las Primeras Naciones montaron una importante resistencia armada a la violencia colonial canadiense, pero el nuevo ferrocarril transcontinental hizo posible el despliegue rápido y a gran escala de tropas. Posteriormente, los líderes federales elogiaron el ferrocarril por sus contribuciones a la seguridad nacional, y sobre esta base, justificaron el aumento de la inversión en la construcción ferroviaria.

    13. En 1867, los padres de confederación canadiense se reunieron para firmar la Constitución, que se entendía como el nacimiento del Dominio de Canadá y que estaba condicionado a la finalización del ferrocarril transcontinental.

    14. Barings Bank, una institución financiera que quebró en 1995, proporcionó la financiación necesaria para completar el ferrocarril canadiense, fijando el capital que se acumuló a través de un siglo de depredación colonial y extracción a través del comercio transatlántico de esclavos.

    15. En la década de 1950, los trabajadores negros, también conocidos como 'Pullman Porters', que habían trabajado durante mucho tiempo en los rieles en condiciones crudamente racistas, se organizaron para hacer un cambio nacional a través del "viaje a la justicia”.

    16. En 1954, miembros de la Asociación de Ciudadanía Negra, una organización fundada por porteadores ferroviarios, abordaron un tren con destino a Ottawa desde Toronto para presentar demandas que provocaron una dramática transformación del sistema de inmigración del estado colinial.

    17. George Manuel, entonces jefe de la Unión de Jefes Indios de BC, fletó dos vagones de tren que salieron de Vancouver el 24 de noviembre llevando entre 800 y 1000 personas de las Primeras Naciones, así como métis e inuit. Un tren siguió la ruta norte a través de Edmonton, mientras que el otro tomó la ruta sur a través de Calgary, para luego unirse en Winnipeg.

    18. La lucha de 2016 en Standing Rock señaló el papel particularmente poderoso de la energía y las infraestructuras extractivas en los actuales movimientos anticoloniales.

    19. En octubre de 2020, según Bellrichard una reportera CBC Indigenous, informó que la RCMP gastó más de 20 millones de dólares en vigilar la posición del pueblo Wet'suwet'en en contra del oleoducto de Coastal GasLink en su territorio.

    20. Apenas unos meses antes, el Primer Ministro Trudeau gastó 4.5 mil millones de fondos públicos para comprar el oleoducto TransMountain de Kinder Morgan, con sede en Texas, la descendencia de Enron. Trudeau se jactó de haber aprobado más oleoductos que su predecesor conservador Stephen Harper.

    21. Según Gonzales, una periodista brasileña, 92% de los 6,345 territorios indígenas evaluados en los países amazónicos, enfrentan amenazas o presiones significativas. Además, según un informe reciente de la Red de Información Socioambiental Amazónica, en el periodo de 2000 a 2015, se destruyeron 39,768 millas cuadradas de bosque amazónico dentro de áreas protegidas e indígenas.

Trabajo de Fuentes: 

Kearns, Gerry. (2010). Geography, geopolitics and Empire. Transactions of the Institute of British Geographers, 35( 2) 187-203

Nexo con el tema que estudiamos: 
    La construcción de infraestructura como herramienta política ha evolucionado desde las disputas entre imperios. Esta competencia abarca mercados, recursos y tecnologías, involucrando a empresas, estados y coaliciones en la búsqueda del liderazgo económico mundial. Estas alianzas entre estados y empresas transnacionales, motivadas por la expansión de sus fronteras políticas y económicas, han provocado numerosos conflictos socioambientales.

    La intrusión de maquinaria y la creación de infraestructura han llevado al desplazamiento de comunidades locales, generando tensiones en la intersección de intereses corporativos y derechos territoriales. En este contexto, la construcción de infraestructura se presenta como un punto crítico que define las relaciones geopolíticas y socioeconómicas, definiendo el futuro de la competencia y las relaciones de coexistencia a nivel global.