The lost heart of net zero. Carbon-dioxide removal needs more attention

Cita: 

The Economist [2023], "The lost heart of net zero. Carbon-dioxide removal needs more attention", The Economist, London, 25 de noviembre, https://www.economist.com/special-report/2023/11/20/carbon-dioxide-remov...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 25, 2023
Tema: 
La eliminación de las emisiones de dióxido de carbono es mucho más compleja de lo que se creyó
Idea principal: 

    La nota comienza haciendo alusión a la interdependencia que existen entre los procesos de la naturaleza, afirmando que todo es parte de un ciclo y que "por cada cambio que agote algo tiene que haber otro que lo renueve". No obstante, la revista remarca que tales ciclos también tienden a fallar, o dicho de otro modo, no siempre siguen con la regla antes expuesta. Tal es el caso de los picos rocosos del este de la península Arábiga o de la alteración en el ciclo natural del carbono.

    Sobre este tema, el estudio de las rocas en dicha península es importante para la investigación científica, puesto que debido a los procesos naturales y químicos, han hecho que se depositen sobre estas –o sus alrededores– cantidades importantes de petróleo y gas. Sin embargo, la excentricidad en su estudio, se ha opacado por la intensa explotación de las rocas que ha llevado a la desestabilización del clima (dato crucial 1).

    Otro hecho que destaca la revista a la luz de la petrología de las rocas y de los llamada ciclos y renovaciones, es la formación montañosa de Hajar (resultado del choque de las placas Arábiga y Euroasiática, que hizo que el antiguo fondo marino y una roca llamada perodita –que subyace en el– quedarán expuestas a cielo abierto). Lo que destaca aquí es la carbonatación de las rocas, que como su nombre lo indica, se depositan carbonatos sobre estas, resultado de un proceso llamado meteorización química, producto de la erosión que hace que las rocas absorban el CO2 de la atmósfera. Este proceso las convierte en medios alcalinos que cuando entra en contacto con el agua, se producen minerales carbonatados. De aquí que este proceso natural sea un medio –igualmente natural– para absorber el CO2.

    A diferencia de la fotosíntesis (dato crucial 2), la absorción de CO2 por meteorización química hace que este permanezca "eliminado" por mucho tiempo (en términos más exactos, que quede secuestrado el carbono más tiempo). Debido a esta estabilidad, empresas como la paraestatal petrolera Adnoc se encuentra trabajando en un proyecto para secuestrar carbono por meteorización química (dato crucial 3). Algo que la revista londinense llama parte de "un esfuerzo incipiente [...] para deshacer [...] la transferencia por parte de la humanidad de carbono procedente de combustibles fósiles [.]"(datos cruciales 4 y 5). Algo que haría que la industria de combustibles fósiles demuestre que "una de las formas en que lo que subió puede bajar y enderezar el rumbo del mundo". Es decir, aunque pueda parecer difícil diminuir las emisiones de todos los sectores productivos (y lograr los acuerdos climáticos que se establecieron en París), la meteorización química abre una nueva ventana de posibilidades (datos cruciales 6-8).

    Por su parte, cada vez más gobiernos muestran inconformidad con las políticas de cero emisiones porque arguyen son demasiado caras y ambiciosas. Mismas políticas catalogadas como "ambiciosas", los países que están alineados con las políticas en pro de reducir emisiones, las califican como "no suficientemente ambiciosas" (dato crucial 9).

    Negocios no como de costumbre

    Pocas naciones y empresas son conscientes sobre los desafíos que plantea la eliminación de gases de efecto invernadero. Incluso el Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático indica que para mantenerse en la meta de 2 grados Celsius, se tendría que eliminar 5 000 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente (dato crucial 11).

    Se necesitan nuevas y confiables formas para combatir las emisiones, pero es costoso. Así que por ello las empresas petroleras son quienes están tomando el liderazgo porque cuentan con los recursos necesarios. Sin embargo, ninguno de los mercados de carbono están preparados o cuentan con la infraestructura suficiente para combatir dicha situación.

    Lo anterior refleja que el camino de las cero emisiones de carbono depende de la tecnología para la extracción de dióxido de carbono y de la creación de un sistema económico del carbono que valga la pena. Sin duda todos los agentes de la vida económica deben integrarse, solo que surge la interrogante sobre la forma correcta. De lo que no queda duda –y con lo que cierra The Economist es que: "Los humanos deben integrarse a los grandes ciclos de renovación del planeta."

Datos cruciales: 

    1) El 30 de noviembre, los gobiernos del mundo se reunirán en Dubai, una ciudad construida con la riqueza de esas rocas, para seguir negociando su respuesta a esa desestabilización en la 28ª Conferencia de las Partes (COP 28) de la Convención Marco de las naciones unidas sobre el Cambio Climático.

    2) La fotosíntesis, llevada a cabo en tierra por las plantas y en el mar por algas y bacterias, funciona a una escala mucho mayor, eliminando más de 300 veces la cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera cada año. El carbono es reciclado hacia el cielo por las propias plantas, las criaturas que se alimentan de ellas y el suelo en el que se descomponen en escalas de tiempo que van de días a siglos.

    3) Adnoc, la compañía petrolera nacional de los Emiratos Árabes Unidos, concentraba su pensamiento geológico en extraer petróleo y gas ricos en carbono de los abundantes sedimentos del Golfo. Ahora, sin embargo, ha vuelto los ojos a las peridotitas del Hajar y al bombeo de dióxido de carbono. En las colinas de Fujairah, una ciudad del Golfo de Omán, Adnoc y 44.01, una empresa emergente omaní, trabajan en una planta piloto en la que 44.01 inyectará dióxido de carbono en la roca para favorecer su mineralización en carbonato inerte.

    4) Cerca de 1 billón de toneladas de dióxido de carbono se han acumulado gracias a la actividad humana, a un ritmo de 20.000 millones de toneladas al año. Comparado con otro flujos planetariaos, es 60 veces más rápido que el dióxido de carbono eliminado por la erosión de las rocas de la Tierra. Es aproximadamente una décima parte del ritmo al que la fotosíntesis produce nueva biomasa.

    5) Con el dióxido de los combustibles fósiles a las emisiones naturales, la fotosíntesis ha intentado mantener el ritmo, absorbiendo todo el CO2 que puede. Pero no es suficiente ya que únicamente absorbe 33% de las emisiones de la industria y la agricultura humanas.

    6) La acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera ha elevado la temperatura del planeta unos 1,2ºC (2,2ºF). La temperatura
    seguirá subiendo hasta que se detenga la acumulación (el cero neto). Por eso los gobiernos del mundo acordaron trabajar con ese fin en la conferencia sobre el clima de París de 2015.

    7) El Acuerdo de París especificó que la estabilización no tiene por qué ser una cuestión de no emisiones en absoluto, sino que podría lograrse mediante un equilibrio entre las emisiones antropogénicas y las absorciones de CO2.

    8) En 2015, solo un país había enunciado un objetivo neto cero para su economía: Bután. Ahora (el año 2023) son 101, y entre todos suman algo más de 80% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

    9) Como señala el informe Emissions gap publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) –en vísperas de la Conferencia de Dubai–, ninguno de los países del G20 está reduciendo sus emisiones a un ritmo coherente con su objetivo de cero emisiones netas.

    10) La gráfica 1, muestra los flujos promedios de emisiones de dióxido de carbono en gigatones para el periodo de 2010-2019, donde se puede apreciar que predomina las actividades humanas como el uso combustibles fósiles y el uso de suelos

    11) Según un informe publicado en 2023 por un equipo internacional de académicos, si no se cuentan los bosques gestionados que tienen un margen limitado de expansión, la cantidad de dióxido de carbono en almacenamiento duradero en 2020 fue de 2.3 millones de toneladas.

Nexo con el tema que estudiamos: 
    Los retos que engloba el conflicto que genera las emisiones de dióxido de carbono ha resultado en interrogantes sobre cómo abordarlo de mejor manera y ha sido discutido políticamente. Por otro lado, la situación es tan compleja que ha llevado a que las autoridades gubernamentales y empresas transnacionales ha cuestionarse, en tanto que inacción, ante el problema que representa el cambio climático y la degradación ambiental.