Juan Bordera, es guionista, periodista, activista y diputado en las Corts Valencianes. Escribe para diferentes medios: El Salto, El Diario y CTXT. Sus temas de investigación son la cuestión climática y energética.

El domingo 29 de octubre, Israel Kartz, ministro de Energía israelí, cerró una concesión de 12 licencias con el objetivo de que se explore la costa mediterránea del país en busca de gas fósil. Empresas como Eni (italiana), BP (británica) y Socar (azerí) se han comprometido a desarrollar una gran inversión para explorar el gas natural en aras de descubrir nuevos yacimientos en los próximos tres años, además de los que ya se conocen (dato crucial 1).

Las declaraciones del ministro Kartz sobre que no se proveerá de electricidad, agua, combustible ni ayuda humanitaria a Gaza hasta el regreso de israelíes secuestrados, sólo nos deja ver la estrategia de Israel: sufrimiento indiscriminado y control de elementos básicos a la población en la Franja. La situación en Gaza antes del 7 de octubre era delicada ya que existían constantes cortes de suministro eléctrico que afectaban los servicios básicos. Ante la escasez, la población utilizaba generadores diésel aunque éstos provocaran contaminación, además de una exclusión energética al sector empobrecido.

Los yacimientos Marine fueron uno de los objetivos de Israel en su Operación Plomo Fundido en 2008, aunque fue fallido, esta guerra dejó un saldo de víctimas por ambos lados (dato crucial 2). Sin embargo, para Palestina los yacimientos de gas significan una posible independencia energética, ya que Cisjordania y Gaza importan energía a manera de gas, petróleo y electricidad de Israel. Es por tanto, que mediante el fondo soberano Palestine Investment Fund, la Autoridad Nacional Palestina compró a Royal Dutch Shell los derechos de explotación de Marine. Sin embargo, Israel nunca le autorizó la explotación de éstos.

La oportunidad tras la guerra en Ucrania

Después del inicio de la guerra en Ucrania, la seguridad energética de la Unión Europa se vio en riesgo, emergiendo así la necesidad de buscar socios energéticos fuera de Rusia. Ante esto, durante el EastMed Gas Forum (dato crucial 3) se promovieron 3 acciones para solventar el asunto.

En octubre de 2022, Israel y Líbano realizaron un acuerdo sobre la frontera marítima donde Israel se beneficia en varios factores (dato crucial 4), aunque si bien, este acercamiento se puede traducir como una oportunidad para Líbano frente a la crisis económica. Subsecuentemente, Israel se compromete con Egipto y la Autoridad Nacional Palestina para la futura explotación de Marine, desatando críticas internas, específicamente de Hamás. Como último acontecimiento, el 15 de junio de 2023, tres actores: ministro Kartz, Kadri Simson (Comisionado Europeo de Energía) y Tarek El Molla (ministro de Petróleo y Recursos Naturales de de Egipto) firmaron un memorando en el que se acordó que las exportaciones de gas de Israel hacia Europa se realizarán a través de Egipto.

Acuerdos marítimos para la ofensiva terrestre

Algunos analistas argumentan que las recientes acciones emprendidas por Benjamín Netanyahu responden a la búsqueda israelí por la estabilidad regional a través de la diplomacia energética, una estrategia que tiene por pivote principal a Occidente. El objetivo de estas negociaciones es obtener el control geoestratégico de las reservas de gas del Mar Levantino, y por lo tanto, las vías de exportación hacia la Unión Europea. De igual manera, esta serie de acontecimientos se inscriben en el tacticismo de “acuerdos marítimos para la ofensiva terrestre”, ya que durante el anuncio del acuerdo trilateral Israel-Autoridad Palestina-Egipto, se extendían los asentamientos en los territorios ocupados.

Cabe destacar que no solo los beneficios de la explotación gasista serán para Israel sino que habrá intereses extendidos hacia Hezbolá y Hamas.

¿Hacia un nuevo Yom Kippur? La regionalización del conflicto

Las acciones emprendidas por el gobierno israelí, mismas que suponen violaciones al derecho internacional y derechos humanos más importantes, han puesto en tensión al escenario global por temor a que se repita la guerra del Yom Kippur. Debemos recordar que durante esta guerra, en 1973, se desató el precio del petróleo e incrementó la inflación a razón de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizó un embargo de exportación a los países que apoyaban a Israel.

Durante una reunión de representantes europeos para abordar la cuestión de stocks de petróleo, diésel y gasolina, el Comisionado Europeo de Energía recalcó la importancia de este hidrocarburo, mismo que si se presenta un escasez puede desencadenar huelgas. A partir de esto, los precios de los futuros del gas en el mercado TTF (Title Transfer Facility) de Países Bajos subieron, así como los futuros del barril de petróleo Brent (dato crucial 5).

A pesar de los comentarios sobre la similitud con la guerra de Yom Kipur, la situación es diferente. Desde muchos aspectos: Estados Unidos ahora es el primer país en la extracción de petróleo y gas, la OPEP está menos cohesionada y compartiendo intereses con Occidente, además de que los países afectados (Egipto y Siria) cuentan con suministros diversificados y con reservas; especialmente Egipto, un país clave para las rutas de exportación. En caso de que Israel decidiera escalar este conflicto, además de seguir en la ocupación en territorio palestino, lo anteriormente planteado se dejaría atrás.

Dentro de la crisis en Gaza, Irán posee el papel de potencia exportadora de hidrocarburos gracias al ablandamiento de sanciones. De igual manera, este país cuenta con un gran control en el Estrecho de Ormuz, recalcando que este estrecho ha tenido gran importancia en el comercio y es disputado por algunos países (dato crucial 6). Antes de octubre de 2023, Arabia Saudita había tenido un acercamiento con Israel, en el que Irán se veía alejada de la situación. Sin embargo, estos esfuerzos han quedado en espera.

Desde el 7 de octubre de 2023, uno de los medios que ha informado sobre el conflicto palestino-israelí desde una mirada crítica ha sido la cadena de televisión qatarí: Al Jaazera. Debido a esto, en días recientes, Estados Unidos reclamó a Qatar con el objetivo de moderar la presentación de las noticias sobre Palestina, ya que Washington argumenta que esto solo desata la opinión pública.

Turquía, un país importante para el tránsito de exportación de gas y petróleo hacia Europa mediante el Corredor de Gas del Sur, acusa a Israel de crímenes de guerra. Recep Tayyip Erdoğan, presidente de este país durante la gran manifestación en Estambul, denunció la complicidad de Occidente en esta crisis actual en Palestina.

La Unión Europea sigue en la búsqueda de negociaciones energéticas pero sin darle importancia a las acciones de los socios, ya que necesitan asegurar que los suministros fluyan a buen precio. No obstante, tienen precaución para que el botín de guerra se quede en manos de un socio estable, pensando más allá del costo de la vida humana y su nula credibilidad moral. La controversia sobre los sabotajes de Nord Stream y el gasoducto entre Finlandia y Estonia todavía no tiene alguna resolución.