Históricamente China ha tomado un camino apresurado para la industrialización y así alcanzar económicamente a Occidente. En 1961, el meteorólogo Tu Changwang observó un calentamiento en el cambio climático, pero pensó que era causado por un proceso natural de la actividad Solar. Sin embargo, la verdadera respuesta era la quema de combustibles fósiles que emitían dióxido de carbono y generaban el cambio climático.

Desde la década de los sesenta, China ha emitido más dióxido de carbono que cualquier otro país (dato crucial 1). Esto quiere decir que los objetivos ecológicos planteados en el Acuerdo de París de 2015, como el de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados Celsius, depende en gran medida de las acciones que pueda implementar China.

Especialistas creen que esta tendencia exponencial de emisiones causadas por China llegarán pronto a su fin por dos razones. La primera es porque se encuentran construyendo centrales nucleares y han invertido en energías renovables (datos cruciales 2 y 3). La segunda, es la reducción en la producción de acero y cemento porque se encuentran invirtiendo menos en grandes proyectos de infraestructura. Así que, con estos dos puntos podría augurarse que la fase de China de emisiones contaminantes pueda llegar a su fin pronto.

Por otro lado, China ha hecho el compromiso de eliminar las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2060. Sin embargo, será difícil de alcanzar cuando el carbón suministra más de la mitad de la energía de China (dato crucial 4).

Estancamiento

A su vez a China se le presentan dos retos:

*La ubicación geográfica, debido a que la mayor parte de los recursos solares y eólicos del país se encuentran en el oeste, mientras que las ciudades más grandes que necesitan abastecerse se encuentran en sentido contrario, es decir, en el este.

*A los gobiernos provinciales no les gusta depender de otros para obtener energía, generando una posible preferencia a usar su propia planta de carbón en lugar de una fuente de energía limpia ubicada en otro lugar.

Por otro lado, existe una preocupación latente a nivel mundial por el gas de efecto invernadero llamado metano. Aunque muchos países podrían reducir sus emisiones mediante la reparación de tuberías con fugas, el caso de China es más complejo debido a que la mayor parte del metano proviene de minas de carbón, y como se ha mencionado, es un material fundamental para la nación. Por ende, se negaron a participar en la cumbre climática de 2021 (dato crucial 5).

Sin duda el panorama que se visualiza en China es complicado de manejar para las autoridades gubernamentales porque les preocupa que las políticas climáticas dañen la seguridad energética del país; debido a los cortes de energía, el aumento del precio del carbón y las seguías que afectan a la energía hidroeléctrica.

Lamentablemente, los efectos del cambio climático ya están repercutiendo en China. El norte presenta fuertes sequías por el clima extremo, mientras que la ciudad de Shanghái se vería amenazada si se incrementará el nivel del mar. Se cree que estos problemas podrían funcionar como estímulos para que China ponga atención en la importancia en el cuidado del ambiente (dato crucial 6).

Cumbres y picos

A finales de 2023, se llevará a cabo una cumbre en materia ecológica en Dubái y se esperaría que China tenga un papel importante. Sin embargo, China ha sido claro con mantener dos objetivos: llegar a un punto máximo en las emisiones de carbono para 2030, en tanto la neutralidad de carbono para 2060.