China ha mantenido un camino firme hacia la producción de robots que vayan más allá de hablar y caminar para convertirse en una superpotencia robótica y colocar al campo como un indicador de avance económico.

Es por eso que el gobierno chino ha implementado un plan para la producción en masa de robots hasta el año 2025. Según la Federación Internacional de Robótica, en el año 2022, aproximadamente la mitad de todos los robots industriales instalados en el mundo se encontraban en China, colocándola como la quinta nación más automatizada en términos de robots por trabajador, lo cual es crucial para destacar su posición en la industria robótica (dato crucial 1). Además de los robots industriales, China también ha desarrollado más de 6 millones de "robots de servicios" que son utilizados en diversas tareas no industriales con actividades de limpieza, transporte de cajas y preparación de alimentos, entre otros.

De manera paralela, es importante destacar el crecimiento que ha tenido China en las últimas décadas gracias a la convergencia de la creciente fuerza laboral urbana, aumento en el inventario de capital y la creciente productividad. Sin embargo, esta situación puede cambiar por la reducción de la población en edad de trabajar (dato crucial 2). Así que el gobierno chino planea impulsar la productividad mediante el uso de robots sobre todo cuando se tiene la experiencia de los confinamientos por la crisis sanitaria por COVID-19, donde los robots estarían exentos de problemas de salud a diferencia de un humano.

De manera similar, la agricultura también enfrenta los mismos desafíos que el sector industrial, como la escasez de mano de obra en el campo y la prioridad que el gobierno chino otorga a la seguridad alimentaria. En este sentido, los robots se plantean como una excelente alternativa al automatizar los procesos agrícolas, como se evidencia en la granja de Chengdu, donde se estima que podrían lograrse hasta diez cosechas al año.

Además, los robots también podrían interceder en el problema de China con la población mayor ya sea mediante la delegación de trabajo o para ofrecer compañía y gestionar su salud, tal como lo ha planeado la empresa de inteligencia artificial iFlytek porque en el país existen tiene muy pocos profesionales que atiendan a sus 8.1 millones de residentes en residencias de ancianos.

Sin embargo, las metas de China se enfrentan al problema de la globalización que dificulta la autosuficiencia y genera una gran preocupación de ser excluida debido a las tensiones comerciales y diplomáticas con Estados Unidos, donde este ha impedido a las empresas chinas la compra de semiconductores y herramientas para fabricarlos. Además, los chinos han estado retrasados por años en robótica y automatización, por lo que ahora la prioridad del gobierno es volverse autosuficientes sin dejar de ser competitivos en el comercio internacional con fondos gubernamentales destinados a la investigación y desarrollo en el campo de la robótica (datos cruciales 3 y 4).

A pesar de los fondos destinados a promover la robótica, la autosuficiencia aún se percibe como algo distante. Aun así, el gobierno chino tiene la intención de establecer la fabricación de robots como el fundamento de una cadena de suministro a nivel nacional.