Why Bangladesh is seeing such a cold winter

Cita: 

Haider, Quamrul [2024], "Why Bangladesh is seeing such a cold winter", The Daily Star, 23 de enero, https://www.thedailystar.net/opinion/views/news/why-bangladesh-seeing-su...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Enero 23, 2024
Tema: 
Factores que contribuyen a las olas de frío extremo en el mundo
Idea principal: 

    El Dr. Quamrul Haider es profesor emérito de la Universidad de Fordham en Nueva York, Estados Unidos. Cuenta con un doctorado en Física por la Universidad de Indiana. Previo a unirse a la Universidad de Fordham, en 1988, el profesor Haider fue investigador asociado en los Laboratorios Nacionales de Los Alamos (NM) y Lawrance Livermore (CA). Sus intereses abarcan la física nuclear de energía intermedia, con énfasis en la formación del núcleo η-mésico, reacciones de intercambio de doble carga de piones y el papel del mesón ρ en la física nuclear. Otra área de su investigación son las reacciones nucleares, particularmente la fusión entre dos núcleos ligeros en energías de interés astrofísico. Es autor de numerosos artículos.


    El texto comienza destacando que las olas de frío extremo son una oportunidad para recordar la complejidad del cambio climático. Desmiente las críticas de los negacionistas al explicar que estas condiciones frías no contradicen la existencia del calentamiento global, sino que muestran la variedad de fenómenos climáticos que éste provoca. Se enfatiza que el cambio climático no se limita únicamente a olas de calor.

    A pesar de que los inviernos se han vuelto más cortos y cálidos en promedio (Dato crucial 1), aún pueden ocurrir episodios de frío extremo debido a la distorsión del vórtice polar. Este fenómeno refuta los argumentos de los negacionistas del cambio climático que suelen utilizar las olas de frío como evidencia en su contra, sin considerar el contexto climático global.

    Las olas de frío extremo en el hemisferio norte se deben a la distorsión del vórtice polar, una masa de aire frío que normalmente se encuentra sobre el Polo Norte. Esta masa de aire frío existe en dos niveles de la atmósfera. Uno en la troposfera, donde ocurren la mayoría de los fenómenos climáticos; otro en la estratosfera, donde se encuentra la capa de ozono.

    El vórtice gira en sentido contrario a las agujas del reloj, manteniendo el aire frío en el Ártico. Con el calentamiento global, se distorsiona este vórtice, causando una disminución brusca de la temperatura al sur del Círculo Polar Ártico. Esto se debe a que los aumentos de temperatura global no son uniformes, siendo mayores en tierra y en latitudes más altas. Como resultado, las temperaturas árticas han aumentado aproximadamente al doble del promedio global en las últimas décadas.

    Esta explicación desacredita la idea de que el frío extremo invalida la existencia del calentamiento global, ya que muestra cómo los fenómenos climáticos están interconectados a escala global.

    Actualmente, más hielo del Océano Ártico se derrite en verano como resultado del calentamiento global. Este proceso, conocido como Amplificación Ártica, reduce la capacidad del hielo para reflejar la luz solar, lo que provoca que el océano absorba más calor y lo libere a la atmósfera. Esto contribuye al calentamiento global y desencadena un efecto dominó que afecta al vórtice polar, debilitándolo y causando que el aire frío se desplace hacia el sur durante el invierno. Este cambio en los patrones climáticos, sobre todo en el vórtice polar, afecta a regiones incluso lejanas al Ártico, como Bangladesh.

    Otro factor que incide en el cambio de temperaturas en invierno es la corriente en chorro, una corriente de viento que va de oeste a este separando el aire cálido y el frío que se ha hecho cada vez más fuerte en la atmósfera, influenciada por la pérdida de hielo marino ártico, el aumento de la temperatura global y la distorsión del vórtice polar. Esta situación provoca que el aire frío ártico, contenido antes por la corriente en chorro, se desplace hacia el sur durante el invierno, lo que conduce a una brusca disminución de las temperaturas en áreas normalmente más templadas.

    A pesar de las proyecciones de un aumento promedio de la temperatura global para finales de siglo, se espera que las olas de frío persistan y duren cada vez más, aunque podrían volverse menos frecuentes con el tiempo. Esto dependerá en gran medida de las emisiones de gases de efecto invernadero que continúen en la atmósfera. De esta forma, menciona Haider, además de tener en el futuro temperaturas extremas en verano, también habrá temperatura invernales cada vez más enérgicas.

    La inversión térmica es otro factor que afecta las condiciones invernales. Este fenómeno se produce cuando la contaminación en la superficie terrestre provoca que la temperatura del aire aumente con la altitud en lugar de disminuir. Esto crea una especie de "tapa" de aire caliente sobre el aire más frío, atrapando los contaminantes cerca del suelo y empeorando la calidad del aire.

    La inversión térmica comienza a formarse unas horas antes de que el sol se ponga y puede generar niebla espesa en áreas con altos niveles de contaminación y humedad en la atmósfera más fría. Esta niebla puede persistir durante períodos variables, desde unas pocas horas hasta varios días, dependiendo de la gravedad de la contaminación y otros factores ambientales.

    En conclusión, el texto enfatiza que las recientes olas de frío tienen implicaciones importantes derivadas del cambio climático y nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Se hace un llamado a la acción para abordar este problema de manera significativa, ya que el cambio climático está alterando los sistemas climáticos globales y amenaza la habitabilidad futura de nuestro planeta. Además, se desestima la negación del cambio climático, señalando los intereses de la industria de los combustibles fósiles detrás de esta postura.

Datos cruciales: 
    1. Los inviernos en los Estados Unidos contiguos, por ejemplo, se han calentado en promedio casi 1.5 grados Celsius en el último medio siglo.
Nexo con el tema que estudiamos: 
    Con este texto es claro que el cambio climático, impulsado por la pérdida de hielo en el Ártico, el aumento de las temperaturas globales y la contaminación atmosférica, resultado directo del uso excesivo de combustibles fósiles, está causando una serie de efectos que afectan las condiciones invernales en todo el mundo. Estos incluyen la alteración de la corriente en chorro, el desplazamiento del aire frío hacia latitudes más bajas, la formación de niebla debido a la inversión térmica y la persistencia de olas de frío extremo. La síntesis del texto resalta la necesidad de tomar medidas significativas para abordar el cambio climático y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, ya que estos cambios están alterando fundamentalmente los sistemas climáticos globales y amenazando la habitabilidad futura de nuestro planeta.