Raymond Zhong es reportero estadounidense. Desde 2017 trabaja para el New York Times escribiendo sobre el medio ambiente y tecnología. Su equipo de trabajo fue ganador del Premio Pulitzer 2021 por la cobertura durante la pandemia de COVID-19.

Keith Collins es reportero por la Universidad de Columbia y editor gráfico para el New York Times. Es especialista en visual storytelling, realiza una cobertura de diferentes temas respecto a política y tecnología.

El 2023 batió el récord de ser el año más caluroso en la Tierra en siglo y medio, ejemplo de ello fueron los meses de junio, julio y diciembre. Aunque algunas organizaciones tienen diferentes métodos para calcular ciertos datos, varias de ellas confirman lo anteriormente planteado, entre ellas: el informe del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea (Dato crucial 1), información de la NASA (Dato crucial 2) y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) (Dato crucial 3). Rusell Vose, jefe de vigilancia y evaluación del clima de los Centros Nacionales de Información Medioambiental, sostiene que este acontecimiento es un gran salto.

La preocupación de los científicos no reside en los nuevos máximos del calentamiento global por los continuos gases de efecto invernadero, sino que probablemente el año 2023 sea clave para conocer si el calentamiento del planeta se está acelerando, pulverizando así los anteriores récords. Carlos Buotempo, director del monitor climático de la Unión Europea, afirma que se ha llegado a una cifra importante (Dato crucial 4), en donde la última vez que se registró algo así no existían la mayoría de las cosas que conocemos en este planeta, como las ciudades y la agricultura.

Es importante reconocer que cada grado de calentamiento (ya sea una décima) significa un combustible termodinámico extra. Es decir, esto hace que se intensifiquen las olas de calor, las tormentas, la subida de mares y el aceleramiento del deshielo de los glaciares y capas de hielo. Durante el año pasado, estos fenómenos se hicieron presentes en diferentes partes del mundo de distinta manera (Dato crucial 5).

Sarah Kapnick, científica jefe de la NOAA, llama a la comunidad, empresas y personas a que utilicen el informe reciente de su agencia para prepararse para los efectos del cambio climático, así como la frecuencia de los fenómenos extremos.

Ante esta situación, durante el Acuerdo de París de 2015, se planteó el objetivo de 1.5 grados (2 grados a largo plazo) en aras de limitar el calentamiento. Sin embargo, en unos años, esta meta se verá imposible por los ritmos acelerados de las emisiones de gases de efecto invernadero y dióxido de carbono. Si bien, estos dos factores son los responsables de la decadencia climática, durante el 2023 existieron causas humanas y naturales que abonaron a las temperaturas.

La primera de ellas es la erupción de un volcán submarino en la isla de Tonga en el Pacífico en 2022, donde la expulsión de vapor de agua atrapó más calor en la superficie de la Tierra. Como segundo fenómeno, y a pesar de su reciente limitación, se encuentra la contaminación de azufre y la reducción de aerosoles, mismos que al estar suspendidos en el aire coadyuvan a enfriar el planeta. De igual manera, el evento climático El Niño llegó a cambiar los patrones climáticos del Pacífico, mismo que se encuentra relacionado con los calores mundiales.

Emily J. Backer, científica de la Universidad de Miami, plantea que, si bien los años calurosos se caracterizan por haber iniciado con un fenómeno como El Niño, el 2023 fue un caso excepcional. El Niño no se presentó sino hasta mediados de año, planteando así que este fenómeno climático podría no ser el principal causante del calor atípico. Tras lo anteriormente planteado, existen indicios de que el año en curso podría ser más caliente que el pasado, según Backer.

Existen planteamientos científicos que sugieren dos posibilidades; primero, la particularidad del 2023 nos brinda muchas pruebas sobre los cambios del calentamiento global a largo plazo; pero también, como segundo punto, se advierte el aceleramiento nunca antes visto del calentamiento. Sarah Purkey, oceanógrafa del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California de San Diego, nos brinda algunas cifras que evidencian lo anteriormente mencionado (Dato crucial 6). De igual manera, tras un estudio por investigadores franceses, se descubrió que desde 1960 se ha incrementado el calentamiento total de la tierra, eso incluye océanos, tierra, aires y hielo. Esto podría tener cierta relación con el aumento de emisiones de carbono y la reducción de aerosoles.

A pesar de los esfuerzos presentados, no hay suficientes estudios para abarcar todos los factores que podrían intervenir en este fenómeno, ya que lo que está sucediendo es algo insólito, según la Dra. Von Schuckman, oceanógrafa de Mercator Ocean International en Toulouse.